Cambia la agenda de la Convención
Los republicanos cambiaron drásticamente el tono y la agenda de la Convención y cancelaron todo lo relacionado con la inauguración planeada para el lunes ante el inminente avance de Gustav hacia las costas de varios estados sobre el Golfo de México.
"Es un momento en que tenemos que descartar la política partidista y actuar como estadounidenses'', dijo John McCain. El presidente Bush y el vicepresidente Cheney cancelaron las comparecencias que tenían programadas para el lunes y se exhortó a los patrocinadores empresariales a que ayudaran a recaudar dinero más bien para asistencia por los posibles daños del ciclón.
La convención comenzará el lunes a las 3 p.m., hora del centro, para adoptar normas y establecer la plataforma del partido y se clausurará probablemente a las 5:30 p.m.
"Vamos a suspender todas nuestras actividades del lunes excepto las absolutamente necesarias'', dijo McCain en una videoconferencia con St. Paul.
El programa incluye el discurso de inauguración a cargo de Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, pero no se ha tomado ninguna decisión final. "No tenemos ningún patrón fijo'' dijo Rick Davis, administrador de campaña de McCain. Las decisiones se tomarán según sea necesario de acuerdo con Gustav.
McCain, su rival demócrata Barack Obama y especialmente Bush no sólo están deseosos de demostrar compasión sino también que pueden enfrentar un ciclón posiblemente devastador.
Matthew T. Corrigan, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Norte de la Florida (UNF) en Jacksonville, dijo que McCain y el Partido Republicano ven la reacción a Gustav como un modo de disipar la mancha que quedó con la reacción del gobierno federal al paso de Katrina.
"Hay que crear un equilibrio'', dijo Corrigan. "Tiene que haber una convención, pero hay que enfocar la situación también. No creo que nadie vaya a criticar al partido''.
Cancelar la primera noche de la convención no va a perjudicar a McCain, añadió Terry Madonna, profesor de Ciencias Políticas del Franklin & Marshall College, de Lancaster, Pennsylvania.
"Una noche del Día del Trabajo, ¿cuánta gente iba a ver la convención?" preguntó.
Corrigan observa muchos beneficios políticos tanto para McCain como para Obama ya que la gente recurre mucho al gobierno en momentos de desastres naturales. "Es un caso en el que todo el mundo cree en la acción gubernamental, ya sea uno liberal o conservador'', dijo Corrigan.
Bush, cuyo nivel de aprobación nunca se recuperó después del muy criticado modo en que enfrentó la destrucción causada por Katrina en el 2005, esta vez ha estado tratando de mostrarse más interesado. Ayer por la mañana visitó la sede del Departamento de Control de Emergencias (FEMA) en Washington.
"No voy a Minnesota para la Convención Nacional Republicana'', dijo el Presidente. En lugar de eso, irá a Texas para visitar el Centro de Operaciones de Emergencia en Austin, donde funcionarios tanto federales como estatales y locales coordinan las tareas de socorro.
Bush dijo que no viajaría de inmediato a Louisiana, el estado que se espera que sea el más afectado porque "no quiero que mi visita impida de ningún modo la reacción del personal de emergencia''.
En St. Paul, las autoridades de control de emergencias coordinaron vuelos fletados para transportar a delegados de las zonas afectadas a sus lugares de origen. Hasta anoche alrededor de una docena había aceptado la oferta.
Ricky Roberie, un delegado de Luisiana, se quedó en St. Paul. y dijo que "la convención tiene que realizarse. Tenemos que elegir a nuestros candidatos''.
Pero René Díaz, delegado de Texas, opinó que McCain debe pronunciar su discurso de aceptación desde la zona del paso del huracán, y Molly White, otra delegada de Texas, dice que la convención debe "proceder con precaución''.
McCain visitó el centro de operaciones de Control de Emergencias de Mississippi en Jackson, acompañado por la aspirante a la vicepresidencia, Sarah Palin. Entraron al lugar y estudiaron cinco pantallas enormes en las paredes, una de ellas con el paso proyectado del huracán y otra con información sobre los planes de evacuación.
Los demócratas han emitido recordatorios desde fines de la semana pasada sobre cómo Bush actuó cuando Katrina.
Por su parte, Obama indicó que no visitará la zona antes que el ciclón toque tierra, para que su presencia no importune a las autoridades de seguridad pública y en su lugar se prepara para usar una lista de 2 millones de contribuyentes a su campaña para pedirles que realicen labores voluntarias o envíen dinero y abastecimientos una vez que las autoridades locales determinen lo que se necesita.
"Una ciclón así crea preocupaciones en ambos partidos'', dijo Obama, "y creo que está bien que John McCain quiera ver lo que pasa''.
"Lo que siempre me preocupa [de visitar] en medio de una tormenta es que estemos desviando recursos de personas necesarias allí para uso del Servicio Secreto y demás, impidiendo a veces que la policía, los bomberos y otros se concentren en sus labores'', dijo Obama. "Supongo que él no irá a alguna parte donde eso pueda ocurrir''.
No obstante, agregó que "trataremos de evitar esa zona hasta que las cosas se hayan calmado y después probablemente trataremos de idear el modo de ayudar lo más posible''.
Obama agregó que habló el sábado con David Paulison, director de la FEMA y que ‘‘parecía confiado de tener autobuses listos en lugar esperar a después de la tormenta para tratar de conseguirlos.
"Parece que hay una mejor coordinación entre el Estado y la ciudad en Louisiana. No he hablado con personas de Mississippi o Alabama. Parece haber cierta coordinación entre los cuatro estados que no hubo la vez pasada''.
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