16 septiembre, 2008

Gobierno cubano rechaza ayuda humanitaria de Estados Unidos

Holguín, Cuba.
The Miami Herald Staff
Holguín, Cuba.

Un avión civil estaba listo en Miami para cargar suministros destinados a 35,000 víctimas de los huracanes en esta provincia de Cuba, pero el gobierno cubano rechazó la oferta de ayuda humanitaria alegando que lo que necesita es la suspensión temporal del embargo comercial.

El subsecretario de Estado Thomas Shannon calificó de "única y sin precedentes'' la oferta presentada el sábado a los diplomáticos cubanos, porque con el fin de acelerar la entrega Washington estaba dispuesto a entregar directamente al gobierno de La Habana los suministros, valorados en $2 millones, como lonas, artículos de higiene personal, frazadas y otros, una excepción a la práctica normal de Estados Unidos debido a la necesidad humanitaria.

El vuelo inicial cargado con $348,000 en suministros era parte de un plan de ayuda de $5 millones que el gobierno cubano rechazó, justificádolo el lunes en una declaración que expresó que no puede aceptar ayuda "de un gobierno que los bloquea''.

Henrietta Fore, directora de la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID), declaró a la prensa que unos $3 millones llegarán a la isla a través de varias organizaciones no gubernamentales.

"Fue una oferta genuina'', dijo Fore en una entrevista telefónica el lunes por la tarde. ‘‘Conocemos la extrema necesidad. Fue una oferta seria e importante de ayuda humanitaria. Esperamos que el gobierno de Cuba cambie y la acepte''.

Washington fue objeto de críticas la semana pasada porque sus dos primeras ofertas de asistencia a Cuba a raíz de dos devastadores huracanes fueron de sólo $100,000, si La Habana permitía la entrada de un equipo especial para evaluar los daños del desastre. Hubo quienes argumentaron que Washington politiqueaba durante un desastre natural y no actuó con efectividad en un momento crítico para el pueblo cubano.

Cuba rechazó las dos propuestas alegando que no necesitaba ningún equipo de evaluación. Fore recalcó que la oferta más reciente, y más generosa, presentada verbalmente a los diplomáticos cubanos, no incluye ninguna condición.

"Los necesitados en momentos de desastres naturales como éstos son simplemente eso: necesitados'', dijo. "Estamos tratando de ayudar a personas que necesitan albergue, agua potable y artículos de higiene. Eso es lo que más tenemos en mente'', dijo Fore.

En el pronunciamiento del lunes, el gobierno cubano le pide a Washington que levante durante seis meses el embargo, que prohíbe a la isla comprar a compañías estadounidenses.

Estados Unidos sí permite que Cuba haga compras en efectivo, pero no a crédito. Según los expertos, la petición de Cuba de suspender el embargo durante seis meses necesita la aprobación del Congreso.

Después de dar a conocer dos comunicados mordaces, uno de los cuales califica a los funcionarios de Washington de "cínicos mentirosos'', la nota de la Cancillería cubana el lunes tuvo un tono más moderado.

"La Sección de Intereses de Cuba en Washington desea comunicarle al gobierno de Estados Unidos que nuestro país no puede aceptar una donación de un gobierno que nos bloquea, aunque está dispuesto a comprar materiales indispensables que las empresas norteamericanas exportan y solicita autorización para que le otorguen además los créditos normales en toda operación comercial'', expresa el pronunciamiento.

"Si el gobierno de Estados Unidos no desea hacerlo permanentemente, el gobierno de Cuba solicita que por lo menos lo haga durante los próximos seis meses, especialmente teniendo en cuenta los daños de los huracanes Gustav y Ike, además de que los meses más peligrosos de la temporada de huracanes todavía no han transcurrido''.

La semana pasada el secretario federal de Comercio, Carlos Gutiérrez, dijo que el gobierno cubano está retrasado en los pagos a la mayoría de sus acreedores y sugirió que la solicitud es un pretexto.

"¿Será que en realidad quieren que les extendamos el crédito?"

Mauricio Claver-Carone, un cabildero a favor del embargo, dijo que el gobierno cubano históricamente ha usado los desastres naturales para tratar de aliviar el embargo. Cuando el huracán Michelle en el 2001 se legalizaron las ventas de productos agrícolas en efectivo y ahora los agricultores estadounidenses están entre los principales proveedores de alimentos de la isla.

"No es la primera vez que hacen eso'', dijo Claver-Carone. "En el 2001 abrieron una caja de Pandora''.

Pero las víctimas de los huracanes no están sentadas esperando la ayuda de Washington, ni de La Habana.

De costa a costa, los cubanos recogen escombros, cortan árboles caídos y clavan maderas. Convoyes de camiones recorren las carreteras con suministros de primera necesidad. Hay camiones de arrastre llenos de escombros, madera, hormigón, tejas y gente.

La gente trabaja sola o acompañada, arreglando casas, carreteras y postes de electricidad o teléfono.

Yosmany González, que vive en la provincia de Holguín, dice que la mayoría de los cubanos recoge del suelo los materiales.

González estuvo todo el fin de semana recogiendo pedazos de madera, que fue lo que quedó de su casa, para empezar a echar cimientos para reconstruirla.

"La gente de los Comités de Defensa de la Revolución dijeron que en unos meses llegarán materiales de Venezuela'', dijo su esposa Yanexy.

En las afueras de Sancti Spíritus, Miguel Portal y su amigo Leonardo estaban arreglando el techo de tejas de Portal, juntando los pedazos como si fuera un rompecabezas. Leonardo, conocido examinaba cuidadosamente cada fragmento para ver cuál se podía volver a usar.

"No tengo mucha esperanza de que el gobierno me ayude'', dijo Portal. "Durante años he estado esperando materiales para arreglar la casa. Me dijeron que querían darme lo necesario para embellecer la casa porque está cerca de la carretera principal y ellos quieren que la puedan ver los turistas''.

Portal, que cría vacas lecheras, dice que generalmente los materiales los suministran los dirigentes comunitarios.

"Muchas veces lo mandan a uno a lugares y le dicen: ‘No tenemos nada aquí, pero vaya a éste u otro lugar y hable con tal persona'. Uno va y de allí lo envían a otro lado''.

"Ya me cansé y tengo que buscar la manera de hacer yo mismo las cosas''.

Parecía que iba a llover, así que tendría que apresurarse.

Eugenio Silvio, de 32 años, dijo que había caminado muchos kilómetros para conseguir el saco de arroz de 10 libras que planeaba compartir con sus vecinos porque en los comercios hace días que no hay nada.

Y miraba con el saco de arroz junto a él mientras sus vecinos de la zona de Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas, retozaban en la corriente de agua que provenía de los anegados cañaverales adyacentes.

"Así nos las arreglamos los cubanos'', dijo. "Compartiendo''.

En Pinar del Río hay un letrero en la vidriera de una tienda que dice: "Señor Bush, no se puede engañar a este pueblo y no nos pueden comprar''.

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