12 septiembre, 2008

La pregunta del millón: ¿Qué busca Slim en el New York Times?

Por David Luhnow y Russell Adams

El magnate mexicano Carlos Slim se ha convertido en uno de los tres hombres más ricos del mundo a través de una combinación de prácticas empresariales implacables y un ojo legendario para detectar buenos negocios. Su sorprendente apuesta por New York Times Co. provocó un extraño repunte de la acción de la casa editora del diario The New York Times.

Las acciones de la empresa estadounidense subieron casi 9,1% después de conocerse la noticia de que Slim se convirtió en el tercer mayor accionista de acciones de clase A con la compra del 6,4% de participación, superando incluso al presidente de la junta directiva de la compañía en la lista de principales accionistas.

[New York Times]

La pregunta ahora es qué tan activo será Slim como inversionista. A juzgar por los últimos años, el magnate se ha conformado con mirar desde la barrera cómo se aprecian sus acciones.

El multimillonario de 68 años, dueño de Telmex, el antiguo monopolio telefónico de México, y América Móvil, la mayor operadora celular de Latinoamérica, es el tercer inversionista en tres años en acumular una participación importante en la casa editorial en momentos en que ésta es más vulnerable que nunca a presiones externas para que cambie de rumbo.

En los años 80, los mexicanos llamaban a Slim "Midas" por su habilidad para comprar empresas baratas y luego enderezarlas. Pero últimamente, el magnate ya no se involucra tanto en las operaciones diarias de la mayoría de su portafolio y no interviene en la gestión de sus empresas. A menudo cita a Warren Buffett como inspiración, así como al legendario inversionista Benjamin Graham.

The Times Co. fue creada como empresa para aislar a sus dueños de fuerzas externas: la familia Ochs-Sulzberger mantiene el control a través de una clase especial de acciones con poder de "supervoto" y tiene el derecho de elegir al 70% de la junta directiva.

Pero el desempeño en materia de publicidad impresa del periódico ha caído 14% en el primer semestre frente a un año antes y la acción ha alcanzado su punto más bajo en una década. Esto provocó que la familia Sulzberger cediera algo de su inquebrantable control.

En marzo, Times Co. otorgó dos sillas en la junta a un grupo de inversionistas encabezados por el fondo de cobertura Harbinger Capital Partners y la firma de inversión Firebrand Partners, poniéndole fin a un enfrentamiento de tres meses. Las dos sillas dieron representación a un grupo de accionistas que había ejercido presión para que la empresa invirtiera en propiedades de nuevos medios y vendiera activos de bajo desempeño, como el diario Boston Globe, pero la medida al final no disminuyó mucho el control de la familia sobre la junta directiva.

Slim, hijo de un inmigrante libanés, dijo a reporteros de diarios mexicanos que su inversión en Times Co. era puramente financiera y no una estrategia para asumir el control del venerado diario estadounidense, el cual está en medio de una campaña de recorte de costos.

El estilo de inversión del multimillonario en EE.UU. se ha caracterizado por la compra de acciones baratas. Por ejemplo, posee el 11,2% de la cadena minorista de ropa de lujo Saks Inc., así como el 9,7% de la firma de telecomunicaciones Global Crossing Ltd., de acuerdo con documentos presentados ante las autoridades.

En 1997, Slim compró el 3% de Apple Computer Inc., poco antes de que la empresa lanzara su exitoso iMac. En cuestión de un año, las acciones de Apple más que se quintuplicaron y Slim gradualmente redujo su participación. A finales de 2002, empezó a comprar cerca de US$700 millones en bonos de WorldCom Inc., la empresa de telecomunicaciones que más adelante salió de la corte de bancarrota con el nombre de MCI. Menos de tres años después, Slim ganó más de US$500 millones cuando Verizon Communications Inc. adquirió MCI.

En una entrevista el año pasado, Slim dijo que disfrutaba revisando los balances financieros de empresas y de pronto toparse con algo que le llamara la atención. "Obviamente la industria telefónica es con la que me siento cómodo, pero depende de lo que vea", dijo.

Las propiedades de Slim, incluyendo su adquisición en Times, tienen un valor estimado de US$58.500 millones, según Sentido Común, un sitio financiero mexicano en Internet que hace seguimiento a su fortuna.

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