19 septiembre, 2008

Los cubanos temen alza en los precios y falta de comida

Una de las principales será la protección de precios en mercados agrícolas  estatales.
STR/AFP/Getty Images
Una de las principales será la protección de precios en mercados agrícolas estatales.

Los cubanos temen un alza de precios y falta de comida tras el golpe de dos huracanes, ante lo que el gobierno de Raúl Castro alista medidas para frenar la especulación y acelerar la producción de alimentos, alertando sobre "seis meses duros'' que hay por delante.

Una ola de rumores que dicen que todo se pondrá pronto por las nubes se desató esta semana y llevó a muchos a comprar en las tiendas de víveres, bastante desabastecidas por estos días.

"Dicen que va a subir el aceite, el jabón y la cerveza, eso es lo que anda en la calle, pero nada todavía. ¿Irán a aumentar los precios y dejar los salarios en el mismo lugar?", dijo un empleado de un pequeño paladar -restaurante- de La Habana.

Durante un recorrido por las zonas de desastre, el presidente Raúl Castro pidió "trabajo'' y "paciencia'' a la población, y dijo que "poco a poco'' se resolverá la insuficiencia del salario (17 dólares en promedio), y se eliminará la doble moneda (divisa y pesos cubanos devaluados) pero "en cuatro o cinco años''.

"Vamos a hacer un acopio de todos los recursos que podamos y aunque larguemos la tira del pellejo, vamos a resolver estos problemas'', manifestó, al señalar que antes es necesario enfrentar la emergencia.

Sin precedentes en la historia del impacto de los huracanes en Cuba, Ike y Gustav dejaron -además de siete muertes- decenas de miles de damnificados y más de 5.000 millones de dólares en pérdidas, al arrasar con cultivos, medio millón de viviendas e infraestructura agrícola, social y energética.

El viceministro de Agricultura, Alcides López, precisó que los dos ciclones dañaron un 30% de los cultivos del país, 111.000 hectáreas sembradas, en buena parte de plátano y tubérculos, básicos en la dieta de los cubanos.

"Nos quedan seis meses duros'', dijo el funcionario, aunque señaló que el gobierno ya diseñó una estrategia agrícola y "ningún cubano se va a morir de hambre, ni va a quedar desamparado''.

El gobierno anunció que el miércoles empezó el proceso de concesión de tierras en usufructo (5.500 solicitudes en un día que abarcan 67.000 ha), en un país con el 50% de las tierras agrícolas ociosas o subutilizadas, y dos millones de hectáreas disponibles para entregar.

"Se va a distribuir hasta la última hectárea disponible'', afirmó López. La entrega de tierras estatales ociosas forma parte de las medidas que tomó Raúl Castro tras asumir la presidencia en febrero, para contrarrestar la dependencia de las importaciones, pues el país debe comprar el 80% de los alimentos que consume.

Créditos a los campesinos, impulso a siembras de ciclo corto, puesta en operación de máquinas de riegos, reorganización de la fuerza de trabajo y el envío de fertlizantes e insumos para reanimar las tierras forman parte de las 85 medidas que aplicará el Ministerio de Agricultura.

Una de las principales será la protección de precios en mercados agrícolas estatales y, según dijo este jueves el diario Granma, "cortar por lo sano'' la especulación, pues "oportunistas e inescrupulosos intermediarios aprovechan para duplicar los precios de los alimentos que ya eran altos''.

"Antes de que pasaran estos dos eventos (huracanes), la cebolla estaba a 3 pesos, a 4 pesos, y ya está a 20 pesos. Subió un mil, dos mil'', dijo un hombre en un mercado de la capital. "Los frijoles a 20, ¡muchacha!, horrible'', añade un ama de casa.

Conocido popularmente como el "diploagro'' y famoso por sus precios altos, en el mercado agrícola del barrio Vedado de La Habana muchos vendedores ya anuncian "esto se va a poner peor''. "La escasez se va a sentir en un mes porque lo que se perdió fue mucho'', dice a la AFP mientras ofrece a 20 pesos, casi un dólar, sus piñas miniatura.

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