16 septiembre, 2008

UNASUR respalda legitimidad de Morales; rechaza golpe de estado

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, saluda al mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva a la entrada del palacio de La Moneda, la sede de gobierno, en Santiago, el lunes 15 de septiembre, 2008. Nueve mandatarios sudamericanos acudieron a una cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, para tratar sobre la crisis de Bolivia, y a la que concurrió el mandatario boliviano Evo Morales. (AP Foto/Roberto Candia
Roberto Candia / AP
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, saluda al mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva a la entrada del palacio de La Moneda, la sede de gobierno, en Santiago, el lunes 15 de septiembre, 2008. Nueve mandatarios sudamericanos acudieron a una cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, para tratar sobre la crisis de Bolivia, y a la que concurrió el mandatario boliviano Evo Morales. (AP Foto/Roberto Candia

Los presidentes sudamericanos acordaron unánimemente el lunes rechazar "enérgicamente'' y desconocer cualquier intento de golpe civil contra el legítimo gobierno del presidente Evo Morales.

Los mandatarios de la Unión de Naciones Sudamericanas, Unasur, también rechazaron cualquier ruptura del orden institucional o que comprometa la integridad del territorio boliviano, y llamaron a los actores sociales y políticos a deponer los actos de violencia antes de iniciar un proceso de diálogo.

La declaración de nueve puntos de la Unasur fue leída por la presidenta Michelle Bachelet, quien convocó a la cumbre de emergencia a la que asistieron nueve presidentes y representantes de los otros tres países miembros.

Antes de leer la "Declaración de La Moneda'', nombre del palacio presidencial, Bachelet recordó que en América Latina se han vivido otras "dolorosas experiencias de crisis políticas'' que "nos han enseñado la importancia de evitar la violencia como forma de resolución de conflictos en democracia...".

"Siempre es posible realizar un esfuerzo más para construir acuerdos y mantener la convivencia pacífica y democrática y que no existe circunstancia alguna que justifique la violación a los derechos humanos, espacialmente el derecho a la vida para conseguir un objetivo político''.

Recordó además "los trágicos episodios que hace 35 años en este mismo lugar conmocionaron a toda la humanidad,", en alusión al golpe militar que en septiembre de 1973 derrocó al presidente Salvador Allende.

La declaración expresa "su más pleno y decidido respaldo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, cuyo mandato fue respaldado por una amplia mayoría en el reciente referéndum''.

Advierte que "sus respectivos gobiernos rechazan enérgicamente y no reconocerán cualquier situación que implique un intento de golpe civil, la ruptura del orden institucional o que comprometa la integridad territorial'' de Bolivia.

"Condena el ataque a instalaciones gubernamentales y a la fuerza pública por parte de grupos que buscan la desestabilización de la democracia boliviana, exigiendo la pronta devolución de estas instalaciones como condición para un inicio de un proceso de diálogo''.

Los mandatarios llamaron "a todos los actores políticos y sociales involucrados a que tomen las medidas para cesen inmediatamente las acciones de violencia, intimidación y de desacato a la institucionalidad democrática y al orden jurídico establecido''.

Expresaron su "más firme condena a la masacre'' reciente en el departamento de Pando y respaldan el llamado del gobierno boliviano para que una comisión de Unasur pueda realizar una investigación imparcial para esclarecer a la brevedad este suceso "y formular recomendaciones de tal manera de garantizar que el mismo no quede en la impunidad''.

Instaron a todos los miembros de la sociedad boliviana "a preservar la unidad nacional y la integridad territorial''.

Llamaron al diálogo "para establecer las condiciones que permitan superar la actual situación y concertar la búsqueda de una solución sustentable en el marco del pleno respeto al estado de derecho y al orden legal vigente''.

Los mandatarios acordaron "crear una comisión abierta a todos sus miembros, coordinada por la presidencia Pro Témpore para acompañar los trabajos de esa mesa de diálogo conducida por el legítimo gobierno de Bolivia''.

Por último, decidieron "crear una comisión de apoyo y asistencia al gobierno de Bolivia en función de sus requerimientos, incluyendo recursos humanos especializados''.

Morales se declaró sorprendido por la solidaridad de sus pares y "por esta posición firme de defender la democracia y la unidad del pueblo boliviano''.

Destacó que "por primera vez en la historia (las naciones sudamericanas) deciden entre nosotros resolver los problemas de Sudamerica''.

Cuando la cumbre se prolongaba por cinco horas, los mandatarios hicieron un alto, visitaron las remodeladas oficinas de Allende, donde se suicidó para evitar ser capturado por los militares que lo derrocaron en septiembre de 1973. Luego retornaron al Salón Montt Varas para afinar la declaración final.

La reunión fue a puertas cerradas en un salón del palacio de gobierno y la prensa fue mantenida en uno de los dos patios de La Moneda, mientras una tela azul impedía mirar a través de la puerta de rejas de un patio a otro.

Mientras los nueve mandatarios negociaban una salida a la crisis política que vive hace más de una semana en Bolivia, desde La Paz se informó que la fiscalía de la nación dispuso procesar por ‘‘genocidio'' al prefecto (Gobernador) de Pando, Leopoldo Fernández, una de las regiones autonomistas bolivianas.

De los 12 miembros de Unasur, asistieron a la cumbre citada de urgencia por Bachelet, en su calidad de presidenta Pro Témpore del organismo, los presidentes Morales; Hugo Chávez, de Venezuela; Cristina Fernández, de Argentina; Fernando Lugo, de Paraguay; Rafael Correa, de Ecuador; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; Alvaro Uribe, de Colombia, y Tabaré Vázquez, de Uruguay.

El presidente de Perú, Alan García, y los mandatarios de Surinam y Guyana se excusaron. Asistió el canciller peruano Fernando García Belaunde.

La violenta crisis política que ha causado la muerte de al menos 30 personas estalló por la exigencia de las cinco regiones autonomistas la devolución de dineros provenientes de los hidrocarburos destinados por el gobierno a pagar un bono a ancianos y en contra del intento de Morales de hacer aprobar en un referéndum una nueva Constitución socialista.

También el lunes, desde República Dominicana, el presidente Leonel Fernández manifestó el lunes su apoyo a Morales .

"El presidente Evo Morales fue electo de manera democrática por el pueblo boliviano y su mandato debe concluir en el momento que establece la constitución de ese país'', dijo Fernández en un comunicado de prensa.

Fernández destacó el esfuerzo de la UNASUR a fin de garantizar la gobernabilidad democrática en Bolivia.

"Los bolivianos deben buscar una salida a la actual crisis para que el orden institucional no sea interrumpido, de tal forma que el presidente Evo Morales cumpla con su mandato constitucional'', sostuvo Fernández.

Y en la capital mexicana, la Secretaría de Relaciones Exteriores envió un comunicado a nombre del Grupo de Río, cuya Secretaría Pro Témpore encabeza México, lamentando los recientes actos de violencia que causaron la pérdida de vidas en Bolivia y condenando los ataques a instalaciones y sedes de instituciones públicas en diversas ciudades de ese país.

El grupo también hizo un llamado a todos los actores políticos de la sociedad boliviana para reanudar de inmediato el proceso de diálogo nacional.

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