Mises, el último caballero del liberalismo
Por José Carlos Rodríguez | ||
La biografía Mises, the Last Knight of Liberalism, de Guido Hülsmann, es, con diferencia, la mejor que se ha publicado sobre el personaje, y pieza fundamental para quien quiera elaborar una historia de la Escuela Austríaca de economía o conocer en profundidad el devenir del liberalismo en el XX. |
Ludwig von Mises fue hijo de su tiempo, de esa Viena del cambio de siglo que supo secretar los hombres más extraordinarios del XX. Los judíos como él daban extraordinaria importancia a la formación, y no es una casualidad que también su hermano Richard descollara –en su caso, en la estadística–. Como cuentan Stefan Zweig en su autobiografía y Hülsmann en estas páginas, aquellos fueron unos jóvenes que quedaban en los cafés para leer revistas de arte y pensamiento y compartir sus últimas lecturas de filosofía o poesía.
Mises estaba destinado a ser socialista, como cualquier profesor judío de por entonces, pero cuando leyó los Principios de Menger descubrió la lógica subyacente a los fenómenos económicos y se dedicó a estudiar la ciencia económica, de la que llegó a ser uno de sus mejores conocedores. Esa lógica le llevó a desconfiar del socialismo, del que sería su crítico más certero. En el seminario que mantuvo en Viena durante años, rodeado de alguno de los más destacados defensores de la libertad en el pasado siglo, era conocido como "el liberal". En la Mont Pelerin Society, uno de los santuarios liberales de nuestro tiempo, se largó indignado de una reunión tras acusar a todos los asistentes de ser una panda de socialistas. Años después, uno de sus discípulos más famosos, Murray Rothbard, llegaría a decir: "Algunos de nosotros situábamos a Mises en la izquierda no comunista" en materia política, lo que da una idea de hasta qué punto había sido capaz de fomentar el avance de sus discípulos hacia el liberalismo. Sea como fuere, fue un gran conversor de socialistas de todas las partidas.
Hülsmann da cuenta aquí de la revolución liberal que inició nuestro hombre en la Europa de habla alemana de los 20, y que quedó truncada por el ascenso del nazismo. Surgió de la muy conocida (aunque mal entendida) crítica miseana del socialismo, expuesta en primer término (1920) en un artículo y después en el monumental Socialismo. Un estudio económico y sociológico (1922).
El éxito de su demostración de que el socialismo era un error fue arrollador. Para entonces, Mises era ya el primer economista de Austria. Con la ayuda de Max Weber –colaboración que concluyó con la temprana muerte de éste–, provocó lo que entonces se llamó "la crisis de la política social", que llevó a un número creciente de intelectuales a dejar el socialismo por el liberalismo.
Pero Hitler acabará con todo ello.
También Intento revolucionar Londres, esa ciudad conquistada al comienzo de los 30 por su discípulo Friedrich von Hayek, quien entró en la London School of Economics de la mano de Lionel Robbins, un falso miseano que quiso convertir esa institución de inspiración fabiana en la contrapartida liberal al Cambridge de Keynes, pero no lograría una influencia decisiva ni permanente sobre los alumnos de la LSE, entre los que se contaban varios de los principales economistas del XX, como John Hicks, Nicholas Kaldor, Abba Lerner, Tibor Scitovsky, George Shackle o Ronald Coase. ¿Por qué? En primer lugar, porque Hayek partía de una base completamente distinta a la suya, la del equilibrio general de Walras. Pero es que además nuestro hombre no logró completar su sistema, que le hubiera servido para ganar más adeptos, hasta 1940. Para entonces todos (menos Ludwig Lachmann) habían abandonado a Friedrich Hayek, así como la Escuela Austríaca.
Murray Rothbard.Mises acabó recalando en EEUU. Si los nacionalsocialistas no lo hubieran perseguido, por judío y por liberal, no se habría visto forzado a cruzar el Charco, no habría escrito en inglés ni habría tenido allí unos discípulos, como Hans Sennholz, Israel Kirzner, George Reisman, Bertrand de Jouvenel o el mencionado Rothbard, que dieron un notable impulso a las ideas liberales. Con estos y otros nombres, el gran economista sí lograría asentar una escuela puramente miseana. Contaba, para entonces, con su obra magna, La Acción Humana, en la que exponía sus ideas de un modo sistemático. Esta fue la segunda revolución, que sí se ha completado con éxito.
Guido Hülsmann nos explica cada avance en el pensamiento de Mises con un detalle y una comprensión del personaje jamás alcanzada, ni de lejos, por autor alguno. Es la primera biografía que se beneficia de los papeles perdidos de Mises descubiertos por Richard Ebeling (quien, por cierto, está preparando otra); los que le robaron los nazis que fueron a su casa a matarle, papeles que acabaron en el imperio soviético, donde fueron clasificados y guardados. Que nos hayan llegado en perfectas condiciones gracias a los dos totalitarismos que tanto combatió su autor resulta, sí, una fenomenal paradoja.
Como Mises tuvo numerosos discípulos americanos que escribieron de él por lo menudo, las páginas dedicadas a su vida y obra en los EEUU son menos interesantes que las casi 800 que hablan de la fase anterior de su biografía. En ellas se describe cómo Mises fue erigiendo, con una consistencia que llama la atención, su armazón teórico. Dio gran importancia a la elección o preferencia –como habían hecho Cuhel y Schumpeter–, a la que situó en el centro de la teoría del valor. Engarzó, por vez primera en la historia, el dinero con el marginalismo (v. La teoría del dinero y del crédito, 1912). Criticó el socialismo y la generalización de la Ley de Ricardo (v. Socialismo). Amplió la teoría del comercio internacional introduciendo la movilidad de los factores (v. Nación, Estado y economía, 1919). Formuló una teoría del ciclo (v. Sobre la manipulación del dinero y el crédito, 1928). Por supuesto, criticó el intervencionismo, y tras escribir sobre Problemas epistemológicos de la economía publicó la obra con que cerró su sistema: Natiönalokonomie (1940), de la que surgiría su obra cumbre: La acción humana (1949), que contiene dos de sus más valiosas contribuciones a la ciencia económica (la teoría del interés y su visión de la empresarialidad) y fue el instrumento ideal para crear, aunque fuera en contra de su temperamento, una escuela miseana en Nueva York.
Guido Hülsmann ha escrito una obra maestra. Es el mejor libro que he leído en años, y puedo decir que no soy la única persona que ha experimentado lo mismo. Robert Higgs, uno de los grandes historiadores liberales del momento, ha declarado: "Si hubiese escrito algo la mitad de maravilloso, y reconozco que carezco de las habilidades para hacerlo, habría considerado mi carrera un completo éxito".
Mises, the Last Knight of Liberalism es un regalo para el lector. No sólo para quien esté interesado en el personaje, o en el pensamiento económico, sino para todo aquel se sienta concernido por la historia del siglo XX y por la lucha de la libertad, en la que Mises llegó a estar prácticamente solo frente a los totalitarismos.
El plan de estímulo económico
El plan de estímulo económico de Obama no funcionará
El Presidente Barack Obama y su equipo económico intentará pronto convencer al Congreso de que gastando arriba de (más o menos) 1 billón de dólares (trillón en inglés) de los impuestos acortarán la recesión. Una buena parte del gasto será en proyectos de obras públicas e infraestructura que apuntan a crear (o salvar) varios millones de empleos. Parte del gasto será en la forma de subvenciones a los gobiernos estaduales para evitar recortes en la educación y los servicios médicos. Y una parte más pequeña (y laudable) del programa proporciona alivio impositivo a algunos individuos y corporaciones.
Pese a que algunos economistas apoyaron los salvatajes de los bancos y la industria automotriz y a pesar de que muchos más apoyan un importante paquete de estímulo federal, este economista sostiene que ambas medidas son contraproducentes. Ambas son proclives a prolongar la crisis económica, no a acortarla.
Esto puede parecer duro pero la cura definitiva para una recesión es la recesión. Los auges económicos mal invierten el trabajo y el capital y las recesiones son necesarias para limpiar estas malas inversiones. Los precios en descenso les permiten a los consumidores adquirir más fácilmente los productos (casa, autos) que tienen un exceso de oferta; los inventarios son reducidos y la oferta y la demanda son puestas en equilibrio. Y las ganancias declinantes eliminan a las empresas y gerentes que han invertido deficientemente durante el auge; la quiebra permite que los recursos fluyan hacia las áreas más rentables de la economía. Una recuperación sustentable es ahora posible.
Debería ser obvio que los rescates hechos al azar pueden producir un cortocircuito en el proceso de recuperación al apuntalar a empresas que se desempeñan pobremente y al desacelerar la reasignación de recursos. Con decenas de miles de millones (billones en ingles) en ganancias pérdidas, General Motors y Chrysler han demostrado una vasta ineficiencia; sin embargo, los rescates de los contribuyentes preservarán su pobre gerenciamiento y el alto costo de los empleos sindicalizados. Peor aún, otros proveedores de automóviles más eficientes perderán ventas frente a los dinosaurios de Detroit y ellos mismos pueden llegar a requerir subsidios. Es algo que no tiene fin.
Los argumentos a favor de rescatar a los despilfarradores gobiernos estaduales o de gastos adicionales en infraestructura son igualmente defectuosos. Sus simpatizantes constantemente arguyen que “dado que los consumidores no gastarán, los gobiernos deben gastar (para crear más empleos)”. Y dado que se sostiene que existen vastas necesidades del sector público no satisfechas, qué mejor momento para emprender una importante construcción de carreteras o ayudar a los gobiernos estaduales a financiar programas tales como el Medicaid.
Algunas políticas públicas son erradas tanto en la teoría como en la práctica; el gasto en infraestructura y el rescate de los gobiernos estaduales para acortar las recesiones son ejemplos. En teoría, el dinero para financiar el estímulo tundra que provenir de ya sea un masivo endeudamiento federal, incrementos sustanciales en los impuestos o pura inflación monetaria por parte de la Reserva Federal. Pero nada de esto puede remotamente promover la recuperación en el sector privado de la economía. Todo lo que hará es sustituir a algunos de los empleos del sector privado/público en una parte de la economía por otros empleos en el sector privado/público en otra parte de la economía.
El gasto público en importantes proyectos de infraestructura para combatir la recesión es especialmente problemático. (Piense en el “Big Dig” de Boston.) ¿Qué programas serán emprendidos? ¿En qué distritos parlamentarios? ¿Y de dónde provendrán los recursos laborales? Los que apoyan a las obras públicas asumen de manera automática que el actual aumento del desempleo proporciona un vasto ejército de trabajadores para ocupar los nuevos empleos. No tan rápido.
Los trabajadores desocupados con niveles de habilidad vastamente distintos se encuentran desparramados desigualmente por toda la economía. Resulta simplemente inimaginable que incluso un pequeño porcentaje de ellos tendrán las adecuadas habilidades que sean requeridas o que serán reasignados a los proyectos de infraestructura políticamente determinados. Además, estos proyectos requieren de tiempos de espera extremadamente largos (a veces varios años de permisos y planificación) y es improbable que se inicien lo suficientemente pronto como para tener algún efecto de corto plazo.
La experiencia de la década de 1930 resulta instructiva. Aún cuando el gasto del gobierno federal se incrementó de 9.800 millones de dólares en 1934 a 14.200 millones de dólares en 1940 (billones en inglés), la tasa de desocupación en 1940 era todavía de un asombroso 14,6%. Un incremento del 45% en el gasto del New Deal en seis años no terminó con la Depresión.
Contrariamente al economista Paul Krugman y a otros, el gobierno federal no puede sacarnos de nuestro atolladero económico a través del gasto. Lo mejor que el gobierno puede hacer es no empeorar las cosas. No precisamos más rescates de las corporaciones o de los estados y no necesitaremos de vastos programas de obras públicas que cuesten varios cientos de miles de millones. Precisamos un gasto privado y público más prudente, impuestos más bajos sobre el ingreso y la inversión y una política monetaria responsable de la Reserva Federal. Y aún necesitamos precios más bajos y bancarrotas para finalmente corregir los errores del periodo de auge.
Reino Unido sufre su peor contracción desde 1980
Reino Unido sufre su peor contracción desde 1980: el PIB retrocedió un 1,5% en el cuarto trimestre de 2008
Gordon Brown, primer ministro británico. Foto: archivo
La economía de Reino Unido está oficialmente en recesión después de que el Producto Interno Bruto (PIB) registrase una caída del 1,5% en el último trimestre del 2008, el segundo trimestre consecutivo de descenso. Esta contracción, la peor desde 1980, es peor de lo esperado por los analistas, que era del 1,2%.
Según los datos divulgados hoy por la Oficina Central de Estadística (ONS, siglas en inglés), el PIB se redujo en el cuarto trimestre -entre octubre y diciembre del 2008- un 1,5%, frente al trimestre anterior, la mayor caída en más de 28 años. La recesión se define como dos trimestres consecutivos de descenso del PIB.
En el tercer trimestre del 2008, el PIB había registrado una contracción del 0,6%. Frente al último trimestre del 2007, la caída del PIB en los últimos tres meses del 2008 fue del 1,8%, según la ONS.
Según los datos facilitados por la ONS, todos los sectores de la economía británica han resultado afectados por la desaceleración. La cifra del 1,5% del PIB es superior a la calculada por los expertos, que pronosticaban una caída del 1,2%.
¿Un 2009 peor?
Los expertos temen que el 2009 sea peor que el 2008 y pronostican que la economía puede registrar una contracción de entre el 2 y el 3%, lo que supondría el peor descenso desde la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
Para hacer frente a la fuerte desaceleración británica, el Banco de Inglaterra dispuso desde el pasado octubre varios recortes de los tipos de interés, que se sitúan actualmente en 1,5%, la cifra más baja de la historia del banco emisor inglés.
Además, hubo un fuerte incremento del desempleo, que se sitúa actualmente en el 6,1% de la fuerza laboral británica, aunque esta cifra -correspondiente a los meses entre septiembre y noviembre- no incluye a las personas que perdieron el empleo el pasado diciembre y durante enero. La cifra del paro se sitúa actualmente en el punto más alto desde 1997, cuando los laboristas llegaron al poder.
El primer ministro británico, Gordon Brown, defendió hoy la respuesta del Gobierno ante esta recesión y dijo que utiliza todas las herramientas a su alcance para combatir la crisis financiera.
En declaraciones a Radio 4 de la cadena BBC, Brown dijo que esta crisis económica es "diferente" a las anteriores y que su alcance dependerá de que haya una cooperación efectiva a nivel global.
"Cada recesión que afectó al Reino Unido en los últimos sesenta años fue generada por la inflación y fue a nivel interno. Esta es una situación completamente diferente. Esto resultó de una crisis bancaria global", agregó el jefe del Gobierno. El Gobierno está sometido a una "prueba" por los problemas económicos, pero tiene las soluciones correctas, dijo Brown.
El pasado lunes, el Gobierno presentó un plan de ayuda a los bancos británicos para que éstos puedan empezar a facilitar préstamos a los negocios y las familias.
"Ningún dirigente cubano debe sentirse comprometido por mi muerte"
Fidel Castro: "Ningún dirigente cubano debe sentirse comprometido por mi muerte"
El ex presidente cubano Fidel Castro asegura que ningún dirigente dentro del régimen cubano "debe sentirse comprometido" por su eventual "muerte", al tiempo que espera no estar vivo dentro de cuatro años, cuando concluya el mandato presidencial de Barack Obama.
En una de sus 'Reflexiones' en el diario oficial 'Granma', Castro explica que, tal y como se había propuesto para este año, ha reducido el número de artículos para "no interferir ni estorbar a los compañeros del Partido y el Estado en las decisiones constantes que deben tomar frente a dificultades objetivas derivadas de la crisis económica mundial".
Aunque el ex mandatario insiste en que está "bien", afirma que ninguno de los miembros del régimen cubano "debe sentirse comprometido" por sus eventuales 'Reflexiones' en el periódico oficial, su "gravedad" o su "muerte".
El undécimo presidente del 'imperio'
En este sentido, Castro destaca que, a sus 82 años, ha tenido el "raro privilegio" de vivir "acontecimientos" durante "tanto tiempo" y que continúa meditando "sosegadamente" sobre estos hechos. "Espero no disfrutar de tal privilegio dentro de cuatro años, cuando el primer período presidencial de Obama haya concluido", añadió.
Sobre Obama, el ex presidente cubano, que se refiere a él como el undécimo presidente del "imperio" desde el triunfo de la Revolución en enero de 1959, dice que "nadie podría dudar de la sinceridad de sus palabras cuando afirma que convertirá a su país en modelo de libertad, respeto a los Derechos Humanos en el mundo y a la independencia de otros pueblos".
El fin de Guantánamo
Así, se refiere a la promesa electoral, cumplida ayer mismo, de cerrar el centro de detención en la base naval de Guantánamo, en el este de Cuba, lo cual, señala Castro, "comienza a sembrar dudas a los que rinden culto al terror como instrumento irrenunciable de la política exterior de su país".
En su opinión, Obama tiene un "rostro inteligente y noble" que se ha "transformado bajo inspiración" del ex presidente estadounidense Abraham Lincoln y el defensor de los derechos civiles Martin Luther King, "hasta convertirse en símbolo viviente del sueño americano".
A pesar de todo, Castro se pregunta "qué hará" Obama cuando, "a pesar de todas las pruebas soportadas", el "inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema".
Kerviel confiesa que sentía un "placer orgásmico"
Kerviel confiesa que sentía un "placer orgásmico" al invertir sumas astronómicas
El ex operador Jérôme Kerviel, acusado por el banco francés Société Générale de haberle causado pérdidas de casi 5.000 millones de euros, declaró ayer ante los magistrados. Y aunque no quiso realizar ninguna declaración a los medios antes de la vista, el diario Le Parisien publicó un testimonio muy personal del bróker sobre cómo sacudió las cuentas del banco galo un año después de que su caso saliese a la luz.
Y como no podía ser de otra forma, la entrevista, recogida por The Independent, vino acompañada de polémica. Las reveladoras aportaciones de Kerviel son, de acuerdo con el antiguo operador, extractos de una conversación privada que se han sacado de contexto porque en ningún momento concedió una entrevista formal al rotativo.
Sin embargo, uno de sus abogados explicó que la entrevista sí es auténtica, y que el enfado del trader se debe a que fue publicada el mismo día de su comparecencia en los tribunales y sin que hubiese dado su consentimiento.
"Placer orgásmico"
Y teniendo en cuenta las perlas que se pueden encontrar en el artículo periodístico de Le Parisien, la preocupación del operador de bolsa es lógica.
Y es que Kerviel, cuyo cometido en la entidad gala era cubrir futuros en los índices de los mercados europeos, explica que las "astronómicas" operaciones que ejecutaba le producían un "placer orgásmico", afirmación que poco podría jugar a su favor en un juicio.
Además, según Kerviel, que ingresó en Société (GLE.PA ) en el 2000, sus jefes le consideraban "una máquina de hacer dinero", ya que normalmente tenía éxito con sus arriesgadas inversiones.
Con tantos alicientes, era difícil que no se viese embargado por sus triunfos. De hecho, el trader asegura que "perdió toda conexión con la realidad" y que su mayor -y prácticamente único- conato de remordimiento se produjo el día de los atentados en Londres, en julio de 2005. En dicha fecha, Kerviel ganó 500.000 euros en pocos segundos, pero cuando se dio cuenta de que "se estaba divirtiendo" a costa de explosiones que habían causado heridos "corrió al baño y vomitó".
Sin embargo, el bróker continuó operando durante más de dos años y no fue hasta enero de 2008 cuando se destaparon las pérdidas provocadas por los "locos riesgos" asumidos por Kerviel a costa del banco.
Investigación patrocinada
En la entrevista, Kerviel también acusa a los magistrados encargados de su caso de estar llevando a cabo una investigación "patrocinada por Société Générale" y que es víctima de "terrorismo" financiero.
Se espera que en un par de semanas el tribunal encargado de dicha investigación pida su procesamiento por abuso de confianza, falsificación de documentos y acceso ilegal a los ordenadores del banco para tapar sus operaciones. Los cargos por fraude que solicitó Société fueron desestimados por considerar que Kerviel nunca utilizó el dinero que ganaba para su propio beneficio.
Con todo, se prevé que el juicio definitivo no se celebre hasta finales de este año o principios de 2010.
El BCE bajará los tipos al 0,5% a mitad de año y España se contraerá un 2,7%
El BCE bajará los tipos al 0,5% a mitad de año y España se contraerá un 2,7%
La economía española se enfrenta a la peor recesión en medio siglo, en la que los problemas domésticos como el estallido de la burbuja inmobiliaria y la restricción del crédito a sus altamente endeudados hogares y empresas serán incluso mayores que los procedentes del exterior, según advierte Citigroup. La entidad pronostica que el PIB español se contraerá un 2,7% en 2009 y un 0,3% en 2010 y que sólo se apreciará una cierta recuperación en 2011.
En ese año prevé un crecimiento del 1,2%, que podría alcanzar el 1,9% en los dos ejercicios siguientes.
"Tras desplomarse en el cuarto trimestre, el PIB debería seguir contrayéndose hasta finales de 2009 y sólo con el impulso de un gran estímulo fiscal es probable que se retorne a un crecimiento trimestral en 2010", señala el banco.
"Una caída pronunciada" del PIB
Por otro lado, Citi considera que el porcentaje del PIB vinculado a la construcción experimentará una "caída pronunciada" en el horizonte previsto situándose en línea con otros países, mientras que el consumo debería sufrir los efectos del incremento del paro y la depreciación de los activos.
Asimismo, el banco apunta que la "severa crisis doméstica" puede contribuir a reequilibrar la posición externa de España, permitiendo que las exportaciones netas contribuyan en cierto modo al crecimiento del PIB, después de haber representado un lastre durante los últimos años. Por contra, el informe advierte de que es previsible un "deterioro masivo" de la posición fiscal a raiz de las medidas de estímulo fiscal.
La semana pasada, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, aseguró hoy que España se enfrentará en 2009 a "los momentos más difíciles de la crisis" y pronosticó una contracción del 1,6%, aunque las previsiones del nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno auguran un crecimiento del 1,2% en 2010 y del 2,6% en 2011.
¿Los tipos al 0,5%?
Por otro lado, el informe elaborado por Citigroup pronostica que el Banco Central Europeo (BCE) abordará una serie de recortes de tipos en los próximos meses que situarán el precio del dinero en la zona euro en medio punto porcentual a mediados de año, su nivel más bajo en la historia de la institución.
"La eurozona está en una profunda recesión, mientras las tasas de inflación bajan de manera acusada. Esperamos que el BCE recorte los tipos hasta el 0,5% a mediados de año", pronostica el documento.
Asimismo, los analistas de Citi prevén que el Banco de Inglaterra se verá forzado a situar los tipos de interés en el 0,5% en un futuro próximo y apuntan que estas medidas situarán a ambos bancos centrales al borde de la adopción de políticas "no convencionales".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario