04 mayo, 2009


Carlos Alberto Montaner

Chávez, ¿va ganando en América Latina?

El autor explica las razones por las que Chávez y su ideologia totalitaria no va ganando la partida en América Latina

Rafael Correa, como se sabe, triunfó en Ecuador con algo más del 51% de los votos. No está nada mal. No obstante, la oposición, sumada, no se aleja demasiado de la mitad del censo electoral. Otro dato: la hermana de Correa perdió en la lucha por la gobernación de Guayas y Jaime Nebot arrasó en Guayaquil con una imagen francamente anticorreísta. Todo un síntoma de la división que afecta al país. No hay duda de que una parte sustancial de los ecuatorianos respalda con entusiasmo al joven mandatario, pero no es una abrumadora mayoría y, en general, sus partidarios constituyen la mitad menos educada y económicamente más débil del país.

Poco antes de ese episodio, Mauricio Funes, un candidato independiente al frente de un partido comunista, había vencido en El Salvador con una proporción parecida de votos: menos del 52% de los sufragios. El candidato de la derecha obtuvo el 48%. Como en el caso de Ecuador, los sectores sociales A, B y C prefirieron al candidato conservador. Los sectores D y E al de la izquierda. Funes, que hasta ahora parece un hombre prudente, se dio cuenta de lo precario de su victoria y lanzó un mensaje conciliador. Tal vez no se deje arrastrar al reñidero del venezolano.

Sigamos. Según las encuestas más solventes, en las elecciones del 3 de mayo ganará en Panamá el candidato Ricardo Martinelli, un empresario muy exitoso que exhibe como su principal credencial la creación de supermercados populares y de numerosos puestos de trabajo. En Panamá, sencillamente, no ha calado la campaña antidemocrática de la izquierda chavista y, si se confirma la derrota de la ingeniera Balbina Herrera, es porque sus compatriotas asocian su nombre a la narcodictadura de Noriega y al guirigay del socialismo del siglo XXI. No quieren saber de eso.

En las próximas elecciones chilenas de diciembre ocurrirá algo parecido. Hay dos candidatos con posibilidades de triunfar: Sebastián Piñera, un riquísimo y dinámico empresario de derecha, y el ex presidente Eduardo Frei, un democristiano de centroderecha, también ideológicamente situado en las antípodas del chavismo. Cualquiera de los dos que salga triunfador estará en la acera opuesta al socialismo del siglo XXI.

Un mes antes de los comicios chilenos, en noviembre, los uruguayos pasarán por las urnas para elegir gobernante en segunda vuelta. Hoy parece probable que la contienda será entre el ex presidente Luis Alberto Lacalle, un enérgico candidato de corte liberal del Partido Nacional que ya ocupó la primera magistratura del país y lo hizo muy bien, y el ex tupamaro José Mujica, un hombre de la izquierda, muy popular pese a un pasado violento que no excluye el asesinato. A estas alturas es imposible predecir los resultados, mas no hay duda de que Lacalle tiene una gran oportunidad de triunfar, en la medida en que al final de la contienda se presentará la elección como una alternativa entre la experiencia sin sobresaltos y la aventura azarosa.

Las elecciones brasileras no llegarán hasta octubre del 2010, pero, si se mantiene la actual tendencia electoral, Dilma Rouseff, la candidata del Partido del Trabajo fervorosamente avalada por Lula da Silva, sería pulverizada en las urnas por José Serra, ex gobernador de Sao Paulo, un político de centroderecha afiliado al Partido Socialdemócrata, quien gobernaría en coalición con el Partido Liberal, como hizo en su momento su correligionario Fernando Henrique Cardoso, artífice de la estrategia económica de moderación que heredó Lula da Silva y que felizmente no ha traicionado.

La familia chavista, pues, por ahora queda reducida a un núcleo duro de países pobres y conflictivos (Venezuela-Cuba-Bolivia-Ecuador-Nicaragua), y a un entorno blando al que se asoma, tímidamente, el presidente Fernando Lugo de Paraguay, muy desprestigiado tras el escándalo de los hijos ilegítimos que han salido a la luz pública; el hondureño Manuel Zelaya, una figura débil y contradictoria que ni siquiera tiene el respaldo de su propio partido; y el guatemalteco Alvaro Colom, con un altísimo nivel de rechazo en un país que lo acusa de no saber cómo gobernar y mucho menos cómo frenar la violencia que estremece a la sociedad.

Chávez no está ganando. Por el contrario, ahora, en medio de la crisis económica, veremos cómo declina su influencia y se agudizan las contradicciones dentro de su magro espacio ideológico. Tomará tiempo y no será fácil, pero ese minucioso disparate está condenado a desaparecer.

¿Un paso decisivo en la vida de Newt Gingrich?

ESTADOS UNIDOS

¿Un paso decisivo en la vida de Newt Gingrich?

Por Jorge Soley Climent

Newt Gringrich.
A algunos el nombre de Newt Gingrich no les dirá nada, pero lo cierto es que ha sido una de las figuras más relevantes del Partido Republicano en las dos últimas décadas. Su trayectoria ha conocido altos y bajos, pero lo cierto es que ha sobrevivido a todo... sin dejar nunca de estar en la primera línea de la política norteamericana.
Sin lugar a dudas, su gran momento fue cuando lanzó el Contrato con América, elaborado por la Heritage Foundation a principios de los 90 como una plataforma para que los conservadores volvieran a tener la iniciativa. Con él, consiguió algo muy poco frecuente: que el Congreso tuviera una mayoría republicana. Fue el Speaker de la Cámara de Representantes entre 1995 y 1999, y durante todos esos años fue el azote del presidente William Clinton.

Su estrella declinó después de que el impeachment contra Clinton por el asunto Lewinski, por él mismo impulsado, no consiguiera salir adelante. Ahora bien, no ha dejado de ser uno de los pesos pesados del Partido Republicano, ni de figurar en las quinielas de presidenciables de esta formación.

La vida privada de Gingrich también ha sido agitada. Divorciado por partida doble, va por su tercer matrimonio. A su primera mujer la abandonó cuando ésta estaba siguiendo un tratamiento contra el cáncer; a la segunda le fue infiel con una compañera de trabajo mucho más joven; en definitiva, un pasado poco ejemplar.

Pero Gingrich no es noticia esta vez por un lío de faldas, ni por sus aspiraciones políticas, sino por el paso que dio el pasado 29 de marzo, día en que fue admitido en la Iglesia Católica.

Educado como baptista, Gingrich hacía tiempo que se mostraba cercano a la Iglesia Católica; incluso tuvo un aparte con Benedicto XVI durante la reciente visita del Santo Padre a Estados Unidos. El domingo 29, en la iglesia de San José de Capitol Hill, Washington, Gingrich dio finalmente el paso, acompañado de amigos como Michael Novak, del American Enterprise Institute, el antiguo obispo de Washington DC Theodore McCarrick y el ex congresista republicano Vin Weber.

Por supuesto que la polémica ha acompañado a esta decisión de un hombre que siempre está en la primera línea mediática. Con su historial matrimonial, Christopher Buckley desconfía de la sinceridad de Gingrich y sospecha que detrás de su conversión subyace su interés de congraciarse con la derecha religiosa. Por el contrario, Deal Hudson recuerda que la Iglesia Católica es para los pecadores, no para los santos, y defiende la decisión de aquél. Desde aquí, lo único que podemos decir es que el tiempo dirá qué hay de oportunismo y qué de sinceridad, pero en cualquier caso Gingrich merece disfrutar de la presunción de inocencia, aun con toda la prudencia que su caso aconseje.

Sea como fuere, sorprende, desde nuestra realidad secularizada, la vitalidad de una Iglesia que esta Cuaresma ha aceptado a 150.000 conversos adultos; un fenómeno, el de la conversión, que aquí tenemos casi olvidado. En el caso de Georgia, el estado del que es originario Gingrich, la Archidiócesis de Atlanta va a abrir las puertas de la Iglesia Católica a 513 catecúmenos que nunca han sido bautizados y a 2.195 personas que fueron bautizadas en otras confesiones cristianas. Por cierto, las conversiones al catolicismo de políticos de relevancia no es algo inhabitual en Estados Unidos: Newt Gingrich se ha unido a una lista que cuenta ya con personajes de tanto relieve como Jeb Bush, Bobby Jindal o Sam Brownback, todos ellos pesos pesados del Partido Republicano.

Aunque ya hay quien habla de las posibilidades de que Gingrich se presente a las elecciones de 2012, por el momento se va a dedicar a otras iniciativas. En primer lugar, a potenciar el think tank que ha creado, Renewing American Leadership, que ya está organizando protestas y manifestaciones contra la subida abusiva de impuestos junto con la American Family Association. Por otra parte, este invierno planea lanzar un documental acerca del papel que Juan Pablo II desempeñó en la caída de la Unión Soviética con su viaje a Polonia en 1979. No parece, pues, que Gingrich se aburra.

Cien días de Obama: ¿tiene usted cambio?

ESTADOS UNIDOS

Cien días de Obama: ¿tiene usted cambio?

Por Rafael L. Bardají

Barack Obama.
Dicen que los buenos presidentes americanos hacen la transición desde sus promesas electorales a las realidades de gobierno en sus cien primeros días de estancia en la Casa Blanca, pero que los mediocres tardan bastante más, y que los malos no la hacen jamás.
A Barack H. Obama se le ha agotado ya su periodo de gracia y, lejos de moderarse, parece que no ha hecho sino abonarse a la radicalización.

Obama ha abierto simultáneamente tres importantes frentes políticos. En el ámbito económico lo ha hecho, sin duda, arrastrado por la grave crisis –si no depresión– de la economía mundial, pero también por el ansia de obtener más recursos para acometer su agenda de cambio. En el ámbito doméstico lo que pretende es una transformación de la sociedad norteamericana: se cree que sus compatriotas le han elegido para eso, aun cuando más del 47% de los votantes no se decantaran por él. En cuanto al ámbito de la política exterior, ha optado por una actitud supuestamente más dialogante y abierta a lo multilateral que la de su predecesor, George W. Bush, pero de momento sólo ha sembrado el desconcierto entre los aliados de América y cosechado el desdén de sus enemigos.

Dicho esto, hay que reconocer que su eslogan de cambio tiene muchas más implicaciones de lo que la mayoría de los votantes podían imaginar el pasado noviembre. El país estaba en buena parte cansado de la Administración Bush y exhausto por los sacrificios de la lucha contra el terrorismo y la guerra de Irak, así que posiblemente la idea del cambio le resultara a muchos enormemente atractiva. Pero una cosa es rechazar el gobierno de Bush y otra muy distinta renegar de las señas de identidad que han forjado y siguen forjando a la sociedad americana. E, independientemente de lo que los votantes creyeran que les traería Barack H. Obama, el cambio que les está preparando el nuevo presidente va más contra el ser de América que contra la política de Bush.

Obama no ha disfrutado de un comienzo espectacular. Su fulgurante nominación y su brillante elección se han visto en buena medida empañadas por errores que hubiera podido evitar fácilmente, y que sólo pueden haber causado su falta de experiencia, su izquierdismo vital o su arrogancia, o tal vez por una combinación de todo ello. Reparemos, por ejemplo, en su política de nombramientos, que todavía sigue golpeando al presidente. No sólo ha sido incapaz de elegir a varios de sus ministros a la primera, sino que continúa encontrando dificultades para rellenar los segundos y terceros escalones de la Administración.

En segundo lugar, la esperanza de que Obama fuera un presidente menos divisivo que George W. Bush se esfumó rápidamente, una vez hizo descansar su política económica en los demócratas del Congreso. No ha sabido o querido forjar un consenso nacional contra la crisis. Es más, con ciertas medidas, anuncios o posturas, como su respaldo a los grupos proabortistas, su injerencia en materia educativa, su predilección por un sistema de sanidad obligatoria y nacional, su apoyo a las industrias automovilísticas de Detroit, su equiparación de grupos americanos de extrema derecha con Al Qaeda o sus postulados ecologistas no sólo se ha ido haciendo imposible una vinculación con los republicanos moderados, sino que se está escorando hacia los dominios preferidos por sus votantes más radicales.

El último capítulo de la guerra partidista ha venido de la mano de la publicación de cuatro memoranda, elaborados para Bush por sus asesores legales, en los que se intentaban dejar claros los límites de lo que se podía y no podía hacer en los interrogatorios a prisioneros de alto valor asociados con los talibán o la red de Bin Laden. En un aparentemente confuso movimiento, Obama primero negó que se fuera a perseguir a los interrogadores, para algo más tarde anunciar que se podría juzgar a los asesores de Bush por los consejos dados. Esto, además de todos los problemas que puede crear en la forma de actuar de los servicios secretos y del impacto que puede tener en las relaciones de éstos con sus homólogos extranjeros, es una clarísima ruptura con la cultura y la tradición política americanas, donde nadie ha perseguido jamás a su predecesor o a su círculo más estrecho.

Al poner todo en manos del fiscal general, al que él mismo ha nombrado, Obama no sólo ha cometido un acto de cinismo, sino que ha abierto una caja de Pandora que no podrá cerrar. No es que haya quedado expuesta gente como González, Michel Yoo o Dough Faith; es que el hilo puede conducir al vicepresidente Dick Cheney o a Condoleezza Rice. Y todo por contentar a sus voceros radicales en lo que representa una clara ruptura con su promesa de trabajar para el futuro y no mirar al pasado.

En cuanto a su acción exterior, para el primer presidente americano de color todo se ha reducido a una cuestión de imagen. Hay que parecer bueno, dialogante, sonriente. Hay que prometer un nuevo comienzo al amigo y al enemigo. Hay que llamar al dialogo y la concordia mundial. En su primera gira por Europa, de cumbre en cumbre, no hizo más que repartir buenos deseos, y en vista de las diferencias sustanciales con sus aliados sobre cómo afrontar la crisis económica (Merkel rechazó sus propuestas) o en lo relacionado con Afganistán (donde los europeos de la OTAN le dijeron que sí pero poco y por poquito tiempo), optó por poner al mal tiempo buena cara y posar para las fotos de familia como si no pasara nada. Que a su vez era lo que ansiaban sus contrapartes europeos. Eso sí, se fue a Estambul para proclamar solemnemente que él creía en un Islam moderado con el que poder convivir en igualdad de condiciones.

Durante la campaña para las presidenciales criticó la línea dura de su rival, el republicano John McCain, y proclamó su compromiso con el diálogo. Y desde que es presidente insiste en la premisa de que todo lo que necesita América es mejorar su imagen en el mundo. Ahí están, como dos momentos relevantes de su peripecia internacional, el vídeo que envió a Ahmadineyad, preludio de su nueva política hacia Irán: Estados Unidos ya no cree que el hecho de que los ayatolás sigan enriqueciendo uranio sea un obstáculo para sentarse a hablar, y el apretón de manos con Hugo Chávez durante la Cumbre de las Américas, preludio a su vez de un giro del que saldrán perjudicados las fuerzas democráticas y más prooccidentales de la región, como el colombiano Uribe, y beneficiados el propio Chávez y los también populistas y antiamericanos Evo Morales y Rafael Correa. También cabe recordar aquí la reverencia que le hizo al rey de Arabia Saudí, signo condensado de lo que nos promete Obama en lo tocante al Islam.

En suma, Obama sí es el cambio. A diferencia de lo que rezaba su eslogan de campaña: "El cambio real", el suyo es, de momento, un cambio radical. Queda por ver si resistirá el envite de la realidad para que, en verdad, llegue a ser un cambio real. Envite que le puede venir de cualquiera de los tres grandes frentes que tiene abiertos... o de los tres a la vez.

En materia económica, su paquete de estímulo despierta tantas dudas que está cosechando críticas desde la izquierda (Paul Krugman lo considera insuficiente) y desde la derecha (por ruinoso e ineficaz). De momento, lo que ha conseguido con su gasto es endeudar el futuro de los americanos por décadas; el impacto en la economía real ha sido mínimo. Según todas las previsiones, el PIB norteamericano se encogerá más del 6% este año. Los tea parties pueden ser una buena prueba de que, si bien Obama goza de una popularidad envidiable, algo más de la mitad de sus conciudadanos no aprueban sus medidas económicas y fiscales, tal y como quedó reflejado en una encuesta nacional la semana pasada.

En el plano social, Obama quiere ser el educador de los hijos de América, cambiar los grandes SUV por pequeños utilitarios de combustible mixto, reorganizar el modelo de urbanismo; en fin, quiere hurtar a los americanos tanto su responsabilidad individual como su pasión por el riesgo y la innovación. Está por ver que el pueblo americano sea tan maleable como para aceptarlo sin más. Es preocupante que un 32%, según una reciente encuesta, sea favorable a un Gobierno de tipo socialdemócrata para los Estados Unidos; pero mucho más lo es saber que esa proporción se dispara entre los menores de 30 años. Con todo, cerca del 70% sigue defendiendo su libertad para elegir, cometer errores y aprender de ellos.

Por lo que hace al panorama internacional, el mundo no está reaccionando de acuerdo con la idea de Obama más que muy somera y parcialmente. Europa y poco más. El resto no da muestra de querer seguirle en su pasión por el amor y la paz universal: Corea del Norte no sólo lanza un misil de largo alcance, sino que anuncia la reactivación de su programa nuclear; Irán advierte de que continuará con el suyo con independencia de que dialogue o deje de dialogar con Estados Unidos; Chávez sigue erre que ere, y los cárteles de la droga le comen el país desde México. Nada hay en el horizonte que haga pensar que Pakistán deje de ser una autentica bomba de relojería, o que Obama vaya a tener más suerte en Afganistán que otros imperios anteriores: más bien lo contrario, a tenor de su escasa fe en lo militar y los recortes presupuestarios que va a sufrir el Pentágono.

Puede que la realidad acabe imponiéndose sobre Obama y que su cambio se frustre desde dentro, por rechazo popular, o desde fuera, por la acción de sus enemigos. Pero la verdad es que, a estas alturas, es pronto para saberlo. Lo único que podemos afirmar es que, si se le permite realizar su sueño, América dejará de ser lo que es. En el plano internacional, Obama aspira a reducirla al estatus de nación normal y corriente; en el nacional, lo que pretende es una europeización con tintes sesentayocheros y claramente socialistas. Lo que eso pueda significar para los americanos y para nosotros, para todos los que dependemos de la buena voluntad de América, no quiero ni pensarlo.

La crisis en China

DUDAS SOBRE SU RECUPERACIÓN

La crisis en China: ¿bendición o desgracia?

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre los efectos de la crisis en China. Mientras que unos dicen sin tapujos que la crisis será buena para China, otros piensan que la economía china no será una excepción en el panorama recesivo global.

LD (Ángel Martín) Como en muchos otros temas, los economistas no se ponen de acuerdo en valorar cuáles serán los efectos de la recesión global sobre la situación de China. El país que durante los años anteriores tenía las tasas más elevadas de crecimiento del mundo, ¿seguirá su senda ininterrumpida de crecimiento hacia la hegemonía económica del mundo, o sufrirá incluso más que los países desarrollados? Una pregunta interesante, con muchas respuestas distintas según el economista que la analice.

Hace pocos días, el diario británico Financial Times publicó un artículo del jefe de investigaciones económicas de Goldman Sachs, Jim O’Neill. El artículo lo comenzaba de manera provocativa: “Llamadme loco, pero esta crisis es buena para China”. Su optimismo no se queda solo en palabras, sino que su compañía ha actualizado al alza sus previsiones de crecimiento para 2009 y 2010, aumentándolas del 6% al 8,3%, y del 9% al 10,9%, respectivamente.

El crecimiento de China de los últimos años basado principalmente en las exportaciones no era sostenible, y estaba sujeto a las condiciones del mercado global. A medida que la crisis se ha ido intensificando, el comercio internacional se ha reducido notablemente, y la amenaza y realidad del proteccionismo continúa viva. Esto, indudablemente, debería perjudicar a China.

Sin embargo, según Jim O’Neill, a pesar de que esto es cierto, la respuesta de China en materia de política económica ha sido muy efectiva, con lo que la caída se ha suavizado notablemente. El analista destaca tres medidas cuyos resultados positivos ya se están dejando ver, razón por la que actualizaron las predicciones.

Primero: plan de estímulo fiscal vía nueva inversión pública en infraestructuras. Segundo: planes para desarrollar seguros médicos en las comunidades rurales. Esta medida, señala O’Neill en clave keynesiana, “podría resultar en el fin de la tasa de ahorro china excesivamente elevada, y permitir un consumo mucho más fuerte”. Por último, y quizá lo más importante: las condiciones de financiación se han relajado desde octubre.

Las tres medidas tienen como objetivo relanzar la demanda doméstica de China, receta que el economista de Goldman Sachs considera la más adecuada, no solo para el país asiático, sino también para el resto del mundo. Así, invita al resto de países a seguir el ejemplo de China.

Por ello, O’Neill prevé que el nuevo estadio del desarrollo de China ya ha comenzado, y que durará años. La recuperación de la economía china establece las bases de un modelo de crecimiento más sostenible, según este analista. Incluso, se atreve a predecir que China superará en tamaño económico a EEUU antes de 2027, que regresará en unos meses a tasas superiores al 8%, y que es muy probable que en los dos próximos años, el gigante asiático supere a Japón, y se convierta en la segunda economía más grande del mundo.

Dudas sobre su crecimiento futuro

Al contrario de lo que afirma Jim O’Neill, hay quienes tienen serias sospechas de que los indicios de vuelta a la senda del crecimiento disparado de China, son ilusorios. Así opina Vitaliy N. Katsenelson, director de investigaciones de la gestora de inversiones Investment Management Associates.

China tiene un buen número de récords en indicadores, como en crecimiento de préstamos otorgados, de ventas de coches, de importaciones de cobre, etc, etc. Sin embargo, en su artículo publicado en el blog The Big Picture, dedicado a temas macroeconómicos, Katsenelson sostiene que asistimos a una nueva burbuja. Sí, otra más, después de la burbuja de las puntocom, de la inmobiliaria, de la de materias primas. “Parecería que la economía mundial requiere de burbujas para su continuo funcionamiento”, sugiere.

Utiliza como analogía al caso chino el de una compañía que disfrutó de los beneficios de la burbuja puntocom, donde los buenos indicadores de la empresa eran en buena parte artificiales. Hasta que llegaron los tiempos malos, y las alegrías se acabaron. De manera análoga, buena parte del crecimiento de China durante los años de auge global, se debió al aumento de las exportaciones a las economías desarrolladas, especialmente a EEUU. Hasta que llegan los tiempos malos, pincha la burbuja doméstica en EEUU, entra en recesión, y el consumo se recorta notablemente, con lo que los chinos sufren.

Pero, al contrario que la empresa privada tecnológica, China tiene armas muy poderosas, derivadas parcialmente de su condición de país semi-comunista. Como ejemplifica este analista: puede imprimir todo el dinero que quiera, pueden obligar a las corporaciones gubernamentales a gastar, pueden forzar a los bancos a prestar, ya que el gobierno controla los bancos y el aparato de creación de dinero. La calidad de los préstamos concedidos y la eficiencia de ese gasto, ambos producidos por mandatos coactivos, deberían ponerse bajo duda.

En definitiva, el gobierno tiene el poder casi absoluto para tomar cualquier tipo de medidas sin ningún control. Imagínense el aumento disparado del gasto público en los países con un supuesto control democrático sobre los gobernantes como EEUU. ¿Qué no harán gobiernos sin ningún tipo de cortapisas? Así, los planes de expansión fiscal y construcción de infraestructuras son un mero juego de niños: la envidia de un Roosevelt u Obama. Por tanto, las limitaciones de que el gobierno “estimule” artificialmente la economía son nulas, lo que podría tener cierto impacto positivo sobre los indicadores a corto plazo.

¿Burbuja china?

Como toda burbuja, el pinchazo es inevitable, pero Katsenelson reconoce que “identificar burbujas es mucho más fácil que calcular cuándo será su colapso”. Pero “como hemos aprendido, recientemente, puedes desafiar las leyes de la gravedad financiera sólo durante un cierto periodo. Y cuanto más tiempo persistan los precios inflados, más bruscamente caen cuando la gravedad financiera los devuelve a la tierra”.

Otro asunto de interés que analiza este experto en inversiones es el de la relación entre los tipos de interés de EEUU y la economía china. China se encuentra ante un dilema como el mayor tenedor de deuda pública americana.

Dado que en la actualidad el país chino necesita dinero para financiar su crecimiento, debería deshacerse de sus bonos americanos, denominados en dólares. Pero si lo hiciera, Katsenelson identifica dos escenarios. En el primero, la moneda china aumentaría su valor brutalmente, haciendo perder competitividad a las empresas chinas para vender en el exterior. En el segundo, los tipos de interés en EEUU se dispararían, lo que no sería nada bueno para el país americano, y por tanto tampoco para China. Por esta razón, China no sabe bien qué hacer.

Para empeorar todavía más las cosas, el Gobierno norteamericano no para de imprimir más dinero y emitir más deuda pública que necesita compradores. De manera que si los chinos dejan de comprar la deuda pública americana, los tipos de interés en EEUU podrían subir peligrosamente.

La situación y perspectivas no parecen tan halagüeñas como apunta Jim O’Neill. La razón de su, quizá, exagerado optimismo, puede estar en la aplicación del modo de pensamiento keynesiano. No hay que tener miedo de disentir: éstos fueron quienes no dieron ni una al prever la actual crisis.

El apetito fiscal de Obama enfada a las multinacionales

QUIERE 200.000 MILLONES DE DÓLARES

El apetito fiscal de Obama enfada a las multinacionales

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso este lunes cambios para modificar el actual código impositivo que buscan limitar las operaciones de las multinacionales estadounidenses en el extranjero, lo que ha generado ya las primeras críticas.


LD (Europa Press)
El objetivo es recuperar para las arcas públicas más de 200.000 millones de dólares en los próximos diez años, según cálculos de analistas citados por el Wall Street Journal, que asegura que en los últimos años las empresas estadounidensen han depositado unos 700.000 millones de dólares en bancos del exterior, muchos de ellos en paraísos fiscales.

"Hay empresas que dicen al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) que están pagando impuestos en el extranjero y luego van a esos países y aseguran que los están pagando en Estados Unidos", afirmó Obama en una breve comparecencia ante los medios de comunicación acompañado del secretario del Tesoro, Tim Geithner.

Según el mandatario, con esta reforma se pretende "facilitar" las cosas a las empresas para que creen más puestos de trabajo en Estados Unidos acabando así con los incentivos que existen ahora para la contratación en el exterior. Con los recursos que lleguen a las arcas públicas se podrá combatir el déficit y seguir ayudando a las familias trabajadores con recortes de impuestos, precisó.

Obama también ha puesto en el punto de mira a muchos estadounidenses acaudalados que tienen parte de sus fortunas en diferentes paraísos fiscales, como las islas Caimán o las Antillas Holandesas, quienes en caso de aprobarse la reforma propuesta por la Casa Blanca se enfrentarían a fuertes multas por evadir impuestos.

El pasado febrero el presidente ya pidió al Congreso que modificara el actual código impositivo para "acabar con muchas de las prácticas que permiten a las multinacionales trasladar nuestros trabajos al extranjero", un argumento que utilizó reiteradamente durante la campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca tras las elecciones del 4 de noviembre.

Oposición de las multinacionales

La actual legislación permite a las empresas multinacionales extranjeras posponer indefinidamente el pago de impuestos sobre los beneficios que hayan obtenido por sus actividades en el extranjero mientras mantengan sus operaciones en el exterior lo cual, según muchos analistas, les permite evadir al fisco y pagar menos tributos.

La nueva propuesta de Obama no ha sido bien recibida por empresas como la farmacéutica Pfizer, dos de los líderes mundiales de software, Oracle y Microsoft, la multinacional de productos de consumo Johnson & Johnson, o el conglomerado industrial y financiero General Electric, que ya han empezado a presionar a los legisladores para que rechacen las medidas.

Entre los argumentos que plantean a los líderes del Congreso, las multinacionales estadounidenses advierten que de aprobarse esta reforma no podrían seguir compitiendo de igual a igual con sus rivales extranjeros, muchos de los cuales están exentos de pagar impuestos en sus respectivos países por las operaciones que realizan en el exterior.

Hugo Chávez aprovecha la muerte de 18 militares para atacar a EEUU y a Obama

OCURRIÓ EN LA FRONTERA CON COLOMBIA

Hugo Chávez aprovecha la muerte de 18 militares para atacar a EEUU y a Obama

Hugo Chávez aprovechó un accidente de helicóptero en el que murieron 18 militares venezolanos en la frontera con Colombia para atacar a EEUU: "Vean lo que nos cuesta el conflicto de Colombia, que es alimentado, y hay que decirlo, por las corrientes guerreristas de EEUU".

L D (EFE) "Hoy 18 venezolanos fallecieron, hoy mismo, patrullando la frontera, cuidando a los venezolanos, y nos acusa el Gobierno de EEUU de que nosotros no patrullamos la frontera" con Colombia, manifestó Chávez sin dar más detalles del accidente.

Chávez insistió en que se trató de un accidente y tras gritar vivas a quienes "mueren por la patria", recordó que esta semana el Gobierno de EEUU "volvió a acusar" a su país de no colaborar en la lucha contra el terrorismo en un informe que señala, entre otras cosas, remarcó, "la infamia de que Venezuela no patrulla sus fronteras".

"¿Cuántas vidas nos ha costado patrullar la frontera? Vean ustedes lo que nos cuesta el conflicto interno de Colombia, que es alimentado, y hay que decirlo, por las corrientes guerreristas de Estados Unidos, por los perros de la guerra que andan inventando guerras y conflictos para vender armas, alimentado por el narcotráfico", dijo Chávez.

El presidente recriminó que ese informe haya sido preparado por funcionarios del nuevo gobierno de Barack Obama, a quien recientemente le informó, agregó Chávez, que está dispuesto "a luchar por la paz en Colombia". "Pero qué bueno sería que Obama lo dijera y en vez de alimentar la guerra busque la paz", añadió Chávez, y reiteró que hasta el momento "no ha cambiado nada" y "son igualitos" el anterior (George W. Bush) y el actual gobernante de Estados Unidos.

EL MONO ROJO HABLA DE NUEVO

España en 2010: recesión, un paro superior al 20,5% y un déficit del 10% del PIB

ALMUNIA PONE EN EVIDENCIA A ZAPATERO

España en 2010: recesión, un paro superior al 20,5% y un déficit del 10% del PIB

Bruselas tira por tierra el discurso optimista del Gobierno español, pero le salva la cara. La economía nacional se hundirá un 3,2% este año y otro 1% en 2010, con una tasa de paro del 20,5%. El problema es que el PIB ha caído ya un 1,8% hasta marzo, lo que arrojaría un desplome anual del 7,5%.

LD (Lorenzo Ramírez) La Comisión Europea ha vuelto a negar las estimaciones del Gobierno español en lo referente a la salida de la crisis económica. Pero aunque sus proyecciones son más pesimistas que las del Palacio de la Moncloa se siguen quedando cortas según los últimos datos de paro (ya estamos en una tasa del 17,3%) y caída del PIB (un 1,8% en sólo tres meses).

Tras apercibir a España por su déficit excesivo (los gastos crecen muy por encima de los ingresos) y reclamar la necesidad de que se realicen reformas “urgentes” en la Seguridad Social para salvar las pensiones, Bruselas ahora asegura que la economía española tardará más que sus socios comunitarios en salir de la crisis, lo que no sucederá antes de 2010.

Los números presentados por el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, no dejan lugar a dudas: el PIB caerá un 3,2% este año y un 1% en 2010. Es decir, que cuando el resto de socios de la eurozona empiecen a recuperarse España seguirá en recesión.



A pesar de que estas estimaciones sobre la evolución de la economía son más pesimistas que las del Gobierno español, que prevé una contracción del 1,6% este año y una recuperación del 1,2% en 2010, las proyecciones de Bruselas se pueden considerar optimistas en virtud de los últimos datos publicados por el Banco de España.

El organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez asegura que el PIB cayó un 1,8% en el primer trimestre de este año respecto al último trimestre de 2008. Esto quiere decir que si no mejora la economía, el desplome en 2009 ascenderá al 7,2%. Sólo superado por Irlanda, cuyo PIB se reducirá cerca del 9%.

En cuanto al paro, las previsiones de Bruselas quedan en entredicho, ya que vaticina una tasa de desempleo del 17,3% al cierre de año, un porcentaje que ya se ha alcanzado en marzo. En todo caso, la Comisión Europea estima que esta tasa se disparará al 20,5% en 2010. Esto supone, si la población activa no varía en España, que el volumen de parados se acercaría a la cifra de 4,8 millones de personas.


El Gobierno hipoteca el futuro

Además del PIB y el paro, las otras variables que preocupan a la Comisión Europea son la deuda y el déficit público, ambas estrechamente relacionadas. Bruselas no es la única institución que advierte de problemas en el futuro: la política de gasto del Gobierno español ha sido criticada por el organismo encargada de vigilarla (el Tribunal de Cuentas) y por el Banco de España.

Según las estimaciones de la CE la deuda pública española crecerá más de 20 puntos y superará el 62% del PIB en 2010 (el Fondo Monetario Internacional cifra este porcentaje en el 74%); mientras que el déficit publico rondará el 10%.


Esto supone que la Administración Central se gastará el 10% más de lo que ingrese, y esta cantidad extra habrá que pagarla en el futuro, bien emitiendo más deuda, bien subiendo impuestos, bien reduciendo prestaciones sociales. Y a esta cifra habría que añadir la deuda de comunidades autónomas y ayuntamientos, que están aumentando desde que se inició la crisis.

Llegados a este punto es necesario recordar que el límite que establece la eurozona para el déficit público es del 3%, mientras que en el caso de la deuda el máximo permitido es del 60% del PIB. Ambos límites los rebasará España.

Finalmente, en lo referente a la balanza por cuenta corriente, que mide la necesidad que tiene la economía de financiación procedente del exterior, las previsiones de Bruselas indican que se reducirá el próximo año, para situarse en el 6,3% del PIB.

España sufre “grandes desequilibrios”

El Ejecutivo comunitario alerta además que los "desequilibrios" de la economía española, como la baja competitividad, el elevado déficit por cuenta corriente o el hundimiento de la construcción, "dificultan" la recuperación.

De hecho, mientras que la mayoría de países de la UE iniciarán una tímida recuperación a principios de 2010, España será el único Estado miembro con tasas negativas incluso el último trimestre del año que viene.

En este sentido, Bruselas prevé que la inversión en construcción y bienes de equipo siga cayendo el año que viene porque el ajuste en estos sectores todavía no se habrá completado. Además, caerá la inversión pública debido a que se habrá completado el plan del Gobierno de inversiones en los ayuntamientos.

El Ejecutivo comunitario avisa de que persisten los riesgos a la baja para este escenario si se produce un ajuste negativo en la demanda externa más fuerte de lo esperado y un mayor endurecimiento del crédito. En un contexto de restricción del crédito, la inversión privada podría caer todavía más, afectando negativamente al empleo y al consumo. Además, la financiación de la creciente deuda de España podría pesar todavía más en la actividad doméstica.

En el lado positivo, un aumento de la población superior al esperado podría tener un impacto negativo sobre la actividad económica, sosteniendo el consumo y la construcción e introduciendo más flexibilidad salarial en el mercado laboral. También podrían incrementarse las exportaciones más de lo vaticinado y los hogares se beneficiarán de una reducción del coste del crédito por la caída de tipos.


EL EMPRESARIO ESTATISTA Y SU LEGADO DESTRUCTOR

EL EMPRESARIO ESTATISTA Y SU LEGADO DESTRUCTOR
REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela
Diciembre de 1999

Ante el umbral de lo que tal vez sea un hecho histórico en nuestro país--las elecciones del año entrante-- los mexicanos tímidamente se preparan para probar ese desconocido manjar, la democracia, y no dejamos de analizar a las fuerzas participantes en tal proceso-----la sociedad en pleno. En ocasiones anteriores ya hemos afirmado como el pacto de Calles de 1929, de una forma artera fijó como uno de sus principales objetivos el evitar el nacimiento y desarrollo de una sociedad civil fuerte e independiente. Los resultados los tenemos a la vista con una serie de sectores domesticados y totalmente dependientes del partido en el poder; el sector obrero, campesino, popular etc. Sin embargo, un sector del que casi no se habla y en mi opinión el mas perjudicial para el país, es el de los empresarios estatistas y dependientes de las marañas gubernamentales de corrupción y complicidad.

El comunismo ha muerto antes de lo predicho por Kessinger, sin embargo, todavía prevalece el heredero de tal aberración, el sistema que ha regido a nuestro país durante todo este siglo; el estatismo. Es ahora el estatismo el que se bate con la otra ideología sobreviviente por lograr la conquista de las mentes de los hombres del tercer milenio, siendo esta la libertad en manos de la sociedad civil. La responsabilidad individual del hombre para buscar el bienestar suyo y de su familia, sin que alguien más se lo ofrezca en charola de plata, a cambio de su dignidad.

Una posición inicia y termina con el Estado. Es la sociedad estatista en la que el gobierno regula y controla la mayoría de las relaciones de la sociedad, coartando su libertad, su iniciativa, su creatividad. La otra posición inicia y termina con el individuo. Es la sociedad civil a través de la cual la gente se autorganiza en asociaciones voluntarias y de intercambio. La sociedad estatista promete la felicidad a cambio de una buena parte de la libertad y sobretodo de la dignidad. La sociedad civil de alguna forma garantiza la libertad. La felicidad es responsabilidad de cada individuo.

Tal vez pudiéramos entender el impulso estatista de los miembros de la sociedad que no tienen educación, los enfermos, los incapacitados, los desesperados, los huérfanos, los débiles. Pero, ¿por qué el empresario decide ceder su capital mas importante----su libertad? En México desde el triunfo de “la revolución,” se ha establecido ese pacto diabólico entre el estado y sus empresarios como una de las muchas formas de repartir el botín. El empresario estatista no pregunta porque el gobierno tiene todas las cartas; él solo acepta la mano que le dan, seguro de que las cartas que recibe están marcadas. Para jugarla conservadoramente, el empresario burócrata simplemente le sigue el juego al gobierno sin importarle la distorsión que causa en los mercados.

El empresario estatista al unir fuerzas con el gobierno en lugar de luchar en contra de un estado activista e intruso, se convierte en parte muy importante del problema. Se le usa como argumento en contra del capitalismo, siendo que nada tiene de capitalista. Ese empresario dócil y pegado a la ubre gubernamental, es sin duda la causa del gran desprestigio que el capitalismo y los mercados han sufrido en muchas partes del mundo. Este tipo de hombre es alérgico a la incertidumbre de los mercados, al riesgo natural de los negocios. Lo que ellos buscan es que el gobierno les garantice seguridad sin riesgo, la oportunidad de triunfar sin la posibilidad de fracasar. Al empresario estatista no le gusta la competencia, siendo esta la base del buen funcionamiento de una economía de mercado, él busca concesiones exclusivas. El empresario estatista es conservador en el sentido que no le interesa el cambio, quiere que el status quo permanezca.

En México el zenit de ese capitalismo estatista sin duda se presentó cuando a principios de los 90s, el entonces presidente Salinas promovió la reunión de los 30 “empresarios” para solicitarles un donativo de $15, 000,000 de dólares per capita, para el partido. Después de que todos habían aceptado el aportar tal cantidad, uno de ellos tuvo un arranque de generosidad afirmando que como a el le había ido muy bien en ese sexenio, el doblaba su aportación a $30, 000,000 de dólares. Obviamente después de la firma de los cheques, deben de haber seguido las peticiones; subsidios, cierres de la frontera, precios de garantía, exclusividades etc, distorsionando de la forma mas cruel la función natural de los mercados; los mejores productos, a los mejores precios.

En nuestro país como consecuencia de estos arreglos, las fronteras por años permanecieron cerradas no solo para los productos extranjeros, sino para las ideas diferentes a las que se han usado para petrificarnos el cerebro. El espíritu de conquista que siempre caracterizó a los hombres del campo mexicano para dominar desiertos, selvas, pantanos, ha sido vergonzosamente aniquilado a través de las trampas invisibles que los gobiernos revolucionarios les tendieron a nuestros agricultores con los precios de garantía, los subsidios, el FIRA, Conasupo, la SARH, etc, a nuestros ganaderos con los permisos de exportación, la reforma agraria, los certificados de inafectabilidad, el PROCAMPO, el Banco Rural etc, etc, para de esa forma lograr un sector totalmente dependiente de las decisiones del supremo gobierno.

Hemos visto también como el sector empresarial en general se hizo llorón, miope y conformista debido al proteccionismo, la substitución de importaciones, el ciérrenle la frontera porque no puedo con los gringos abusones, BANCOMEXT, NAFINSA, FONATUR, FOGAIN etc. Los sindicatos con la aceptación tácita de nuestros “empresarios” como parte de los arreglos nacionales, crecieron y engordaron con la junta de conciliación y arbitraje, la ley federal del trabajo, el INFONAVIT, salarios mínimos, fabricando un sector obrero ineficiente e irresponsable. El ejido dejó al país como las siete plagas de la Biblia o los jinetes del Apocalipsis. Hemos sido testigos de las relaciones amafiadas de algunos sectores empresariales con el supremo gobierno para explotar al pueblo a base de monopolios ahora privados como TELMEX. Llegó un momento en México en el que ya no se admiraba la visión y el arrojo de un Eugenio Garza Sada, sino la capacidad de maniobra de un Carlos Slim, o las relaciones de un Cabal Peniche.

Von Mises el padre de la economía austríaca, afirmaba que las recesiones son buenas porque son las que sacuden al árbol de las economías de los países. Las sacudidas continuaban, sirven para que los malos proyectos desaparezcan, los frutos malos caigan del árbol. Sin embargo, en una relación simbiótica como la que tienen los empresarios estatistas con el gobierno, eso no sucede, el estado de inmediato entra el rescate de los proyectos que se estructuraron sobre bases falsas, sobre cimientos arenosos, de esa forma negándoles la oportunidad de aprender de sus errores y pagar ellos por los mismos. El FOBAPROA y sus derivados es una muestra de esa relación de dependencia enfermiza. Después de una serie de errores históricos que van desde la expropiación de la banca, una muy cuestionable privatización, el crecimiento irracional del crédito, el error de Diciembre, la quiebra, ahora se baja el cero y no toca, que pague Juan Pueblo.

Domingo Cavallo ex secretario de Economía de Argentina en una ocasión afirmó: “Cada peso es un contrato entre el gobierno y el poseedor de ese peso. Ese contrato garantiza que cada peso---como una unidad de valor por el cual su poseedor ha trabajado arduamente---valdrá lo mismo hoy que mañana. Si el gobierno no respeta ese contrato, está quebrantando la ley. El único papel del gobierno en la economía debe ser el de garantizar la integridad de las transacciones del mercado.” Jefferson uno de los padres de los EU definía la función del gobierno de la nueva nación: “Protector de vida, libertad, y propiedad.” Más de eso afirmaba, es intrusión.

Sin embargo, desde el invento de Roosevelt “The new deal,” los gobiernos empezaron su invasión en todos los ámbitos de la sociedad a la que supuestamente deben servir. En el caso de México la constitución socialista que nos ha regido por más de 90 años, lo dice de una manera muy clara; “el estado debe ser el rector de la economía del país.” Esa rectoría le ha dado también la autoridad y la forma de establecer sus pactos diabólicos con esos empresarios estatistas que han venido a distorsionar de una forma aberrante la función de una verdadera economía de mercado. Han también desprestigiado la función empresarial, y de una forma muy especial el concepto de capitalismo y sus mercados libres.

El sector empresarial en la construcción y desarrollo de una economía es neurálgico. Recordemos que economía es oferta y demanda. La oferta de bienes y servicios la tiene que proporcionar el sector empresarial, no es estado. Robert Mundell el galardonado premio Nobel de economía, ha construido su reputación con base a sus teorías de como activar saludablemente esa oferta. El punto de partida de sus teorías es una sociedad civil con espíritu empresarial independiente. Es hora de que los mexicanos desmantelemos ese esquema en el cual una pequeña parte de la pirámide social, funciona bajo ese “capitalismo de estado,” mientras que la inmensa mayoría vive el socialismo de los pobres.

Ola de reelecciones en las urnas locales

Ola de reelecciones en las urnas locales

La poca renovación de rostros y el cambio unilateral en las reglas del juego para aspirar al poder conspiran contra la profundización democrática en Latinoamérica. La rendición de cuentas asoma como el contrapeso ciudadano en el escenario electoral.


Santiago. Los votantes latinoamericanos están siendo testigos de una oleada de repostulaciones presidenciales este año. La jornada cívica del domingo en Ecuador, que podría entregar el poder a Rafael Correa por segunda vez, pone sobre la mesa una discusión no menor: qué tan sano es para la democracia repetirse el gusto.

“En varios países el cambio en las reglas del juego, durante el ejercicio del cargo, está erosionando la democracia”, dice Rossana Castiglioni, directora de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), en Santiago. Si bien los procesos en que se ha llegado a modificar los sistemas electorales han sido transparentes y apegados a la institucionalidad, no necesariamente avalan al Gobierno de turno”, señaló a AméricaEconomía.com.

El mapa político latinoamericano muestra ejemplos claros al respecto. Hugo Chávez propuso modificar la Constitución y lo logró, lo mismo sucedió con Evo Morales en Bolivia y hay expectativas que acontezca lo mismo en Colombia, un proceso además avalado por los altos índices de popularidad del presidente Uribe.

Al cambio unilateral en la reglas del juego se suma el hecho que los gobernantes corren el riesgo de enfocarse más en la contingencia que en el cumplimiento de sus programas. “Hacer campaña política en vez de preocuparse de los problemas reales tampoco ayuda a consolidar la democracia”, dice Castiglioni, de la UDP. Sin embargo, la académica uruguaya hace la salvedad de que esta situación se da en el caso de la reelección inmediata, ya que cuando hay repostulaciones luego de un período fuera del poder, el escenario es distinto.

Mismas caras. Aquel es el caso chileno, donde el ex presidente Eduardo Frei es el abanderado del oficialismo. En Argentina, el ex mandatario Néstor Kirchner despierta evidentes simpatías en el bloque gobernante. Alan García se adelantó a la oleada de repostulaciones y volvió en 2002 a la presidencia de Perú.

“La renovación de liderazgos es un tema pendiente en la región”, dice Marco Moreno, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Para el analista, esta variable subyace a una realidad mayor y que también pone en entredicho la calidad de la democracia. “Se ha institucionalizado el fenómeno de la oligarquización de la política, las decisiones las siguen tomando un grupo de personas y entre cuatro paredes”, dijo a AméricaEconomía.com. Moreno agrega que es una tendencia regional el hecho de que existan “pequeños sectores” que controlan los aparatos partidarios contribuyendo a que la política siga cerrada, a pesar del discurso.

La evidencia en la región muestra que en el último tiempo han sido contados los casos de renovación de liderazgos: Mauricio Funes en El Salvador, que terminó con 20 años de Arena en el poder; Fernando Lugo en Paraguay, desbancando al Partido Colorado; antes Vicente Fox, puso fin a la hegemonía del PRI en México.

Para Rossana Castiglioni, la falta de rostros nuevos en el ejercicio del poder y la reelección del mismos personajes podría traer otra consecuencia: el fomento a los personalismos y perpetuar el liderazgo en desmedro de la institucionalidad. “Cuánto más pesa la institución, menos pesa el cargo”, concluye

Ambos analistas plantean que la única forma de resguardar el ejercicio democrático ante el escenario actual es enfocar los esfuerzos hacia el accountability. La última palabra siempre la tiene el ciudadano votante, quien evalúa la gestión de quienes aspiran al poder o cuando lo estuvieron en el pasado.

La rendición de cuentas públicas será clave para ahuyentar el fantasma del caudillismo que alguna vez dominó el escenario político en la región y permitirá que quienes pretendan repetirse la fiesta cuenten con la legitimidad para hacerlo.

Economía de la región se contraería por influenza

Economía de la región se contraería por influenza

La Cepal estima que la economía de América Latina podría contraerse este año más del 0,3% previsto inicialmente, por el efecto de un brote de gripe en México.

Santiago. La Cepal estima que la economía de América Latina podría contraerse este año más del 0,3% previsto inicialmente, por el efecto de un brote de gripe en México (influenza humana) y pese a que la crisis global ya habría dado su mayor golpe a la región, dijo Alicia Bárcena, jefa del ente.

La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) dijo en el Foro de Inversión de Reuters sobre América Latina que el nuevo cálculo del organismo nunca será más negativo que la contracción del 1,5% que espera el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Definitivamente, vamos a revisar la cifra. Es posible que la revisemos a la baja, pero no tan abajo como el FMI (...) Los indicios que vemos, francamente, es que ya por lo menos se han tomado todas las medidas en América Latina, que ya no va a haber más caída", dijo Bárcena.

No obstante, en el caso de México se prevé una contracción más profunda que el 2% calculado anteriormente luego de que una nueva forma de gripe matara a una veintena de personas y paralizara la economía.

Brasil, la principal economía de la región, muestra señales de un repunte en parte del sector industrial, lo que abre la puerta a una caída menor a la anticipada, que ahora sería de entre un 0,5 y un 1%, según la jefa de Cepal.

- Double whammy hits Latin America

- Double whammy hits Latin America
Posted by: Nicole Volpe
Tags: Latin American Investment


Georgetown’s Moran says “the collapse of export markets…and the collapse of commodity prices” have had a devastating effect on Latin America.

Professor Theodore Moran of the School of Foreign Service at Georgetown University says both the “collapse of exports to North America and Europe and the decline in demand for natural resources such as coal and iron ore” have made it an “extremely difficult” time for Latin America.

But he says that despite the current conditions he remains “bullish” on the region as countries continue to expand their “high-tech and high-performance service sectors.”

U.N. sees deeper Latam '09 contraction

U.N. sees deeper Latam '09 contraction

By Antonio de la Jara

- The U.N. Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC) will likely revise down its forecast for a 0.3 percent economic contraction in the region this year, as H1N1 flu compounds the ravages of global financial crisis.

Alicia Barcena, the regional economic body's executive secretary, told the Reuters Latin American Investment Summit in Santiago, however, that Latin America's economic contraction in 2009 will not exceed the 1.5 percent drop the International Monetary Fund has forecast.

"We are definitely going to revise the figure. It is possible we will revise it down, but not as low as the IMF," Barcena told Reuters in an interview. "All the measures have been taken in Latin America, so it won't fall any more."

Barcena said she believed the global-crisis pummeled Latin American economy had hit bottom and expects it to start to recover at the end of 2009 or in early 2010. But regional growth next year will be "very low", she said.

She expects Mexico's economy to shrink more this year than the 2.0 percent ECLAC has previously forecast because of the H1N1 flu which is hammering internal demand and its tourism industry.

"The number we have for Mexico will undoubtedly come down," Barcena said. "Tourism flows are falling and domestic demand is stalled in Mexico."

Tourism accounts for 1.5 percent of Mexico's GDP, according to ECLAC. Mexican tourism revenue totals $13 billion a year, and employs 5 percent of the workforce.

"The impact of the interruption of tourist arrivals to Mexico will last a while, because even when the emergency is over, its image has been a little battered," Barcena said. "It took China a while to recover from SARS."

The industrial sector in Brazil, the region's biggest economy, is showing signs of a pickup, and the economy could contract 0.5 percent to 1.0 percent this year, Barcena said. ECLAC had previously forecast Brazil's economy would shrink 1.0 percent this year.

"Brazilian industry had been declining and yet there is a pickup," she said. "Brazil's big hope is its domestic demand and we have to see how trade between Brazil and Argentina is faring."

"The United States is slowly starting to pick up and that could help Latin America," she added. "We think that the region's economy will start to pick up at the end of this year or the beginning of next year. We will see growth (in Latin America) next year, but it will be very low."

Barcena said fiscal stimulus measures would slowly energize the region's economy, highlighting the solidity of local financial systems in the face of global crisis.

"The financial systems in Latin America are much healthier than in the rest of the world," she said. "The impact in the financial system in Asia and Europe is much deeper, maybe because of lessons learned during past (Latin American) crises."

La recesión y los impuestos

La recesión y los impuestos

por Financial Times

Mientras consumidores y empresas de todo el mundo mantienen sus carteras cerradas, los gobiernos intervienen para cubrir ese vacío. En Europa, no recurren tanto a las actuaciones deliberadas, sino que optan por los "estabilizadores automáticos" del estado de bienestar y por impuestos progresivos. Otros países, como EEUU, han aprobado importantes paquetes de estímulos. Los resultados son los mismos: unos enormes déficit del sector público.

Los estados hacen lo correcto al incentivar la demanda para poner freno a la espiral económica descendente, pero el endeudamiento no puede incrementarse de forma ilimitada. Tan pronto como finalice la recesión, habrá que controlar nuevamente la deuda pública y desviar un mayor porcentaje de los ingresos nacionales al pago del déficit más que al gasto.

¿Con qué rapidez y hasta qué punto habría que reducir los números rojos de las finanzas públicas? La opción menos ambiciosa es la de estabilizar la deuda pública en relación a la producción pero sin reducirla, cubriendo sólo los intereses que excedan el ritmo de crecimiento económico. Pero esto sería algo inaceptable e injusto para las futuras generaciones que tendrían que pagar indefinidamente la actual recesión. No hay duda de que los gobiernos deben disminuir sus deudas a largo plazo y dedicar algo más que un mínimo porcentaje de los ingresos nacionales a la reducción del déficit.

Esto debe financiarse destinando un parte proporcional menor de la producción al gasto privado o a los bienes y servicios públicos. La división de este sacrificio entre ambos sectores será el centro de intensas políticas de intereses de grupo durante los próximos años. Esta política encaja con el recorte de costes: la gente lucha con más fuerza para evitar las pérdidas que para garantizar los beneficios.

Sin embargo, si nos guiamos por la actitud previa a la recesión, existen algunas objeciones que se pueden plantear a la mezcolanza de gastos en la mayoría de los países ricos. La austeridad posterior a la recesión debería dividirse, por lo tanto, en la misma proporción. Esto implica que el gasto privado debe soportar una gran parte de la carga, lo que requiere un periodo de impuestos sensiblemente más altos.

Con esto se corre el riesgo de hacer que los sistemas fiscales sean aún más complejos e ineficaces de lo que ya los son en la actualidad. Pero también supone una oportunidad para dar el primer paso hacia unas reformas fiscales muy necesarias. Los gobiernos deben escoger impuestos que estimulen la eficiencia económica, y no aumentar aquellos que supongan una carga para ella. Los primeros son fáciles de hallar, tal y como mostró un debate en www.FT.com en el que se sugerían impuestos sobre las emisiones de carbono y (en el caso de Reino Unido) una tasa sobre el valor del terreno.

Impuestos de este tipo benefician tanto a la economía como al erario público. Al tiempo que pagan las deudas, permiten el gasto público, con lo que se pueden reducir tasas más perniciosas. La crisis ha hecho que esos cambios sean políticamente posibles. Ahora, los líderes deben hallar la voluntad y la previsión para comprometerse a ello.

Thomson Reuters y Bloomberg

Thomson Reuters y Bloomberg

por Lex. Financial Times

El que crea que el negocio de las noticias está acabado debería prestar atención a las agencias. Bloomberg va a contratar a 950 nuevos trabajadores, 100 de ellos periodistas, una expansión próxima al 10%. News Corp reduce empleos en el Wall Street Journal, pero los añade en Dow Jones.

Mientras que grupos de prensa escrita como New York Times e Independent News and Media luchan por su supervivencia, las agencias de noticias disfrutan de una actividad febril. Así, las acciones de Thomson Reuters –que cotizan en Londres– se sitúan al mismo nivel que en mayo del pasado año, cuando se cerró la fusión entre Reuters y Thomson.

Desde entonces, el FTSE ha caído un 35%. Gracias a los avances tecnológicos, en lugar de limitarse a ofrecer noticias y datos a escala global, las agencias pueden venderlos –en teoría– directamente a los consumidores a través de Internet o de aplicaciones móviles. Aún así, la publicidad es escasa. “Esquemas específicos” de este tipo, que reducen los ingresos globales, fracasaron en el pasado.

La crisis bancaria supone un problema mayor. Peter Grauer, el presidente de Bloomberg, cree que la industria de servicios financieros reducirá su gasto en publicidad un 20% este año. Esta contracción recuerda la dura lucha durante la crisis tecnológica, en la que Bloomberg ganó la batalla a Reuters, su rival en el área de la información financiera.

Esta vez la situación podría invertirse. Bloomberg no puede contar con el hedge fund al que recurrió por entonces para que le sacara de apuros. El grupo domina la renta fija, que no es el mejor sector; Reuters, por su parte, cuenta con una posición más sólida en divisas y materias primas. Además, la información médica y legal que ofrece Thomson Reuters supone un lastre adicional.

El modelo de negocio de Bloomberg, consistente en alquilar terminales por 1.590 dólares (1.201 euros) al mes depende del número de clientes. Gracias a los ahorros procedentes de la fusión, las acciones de Thomson Reuters operan a 15 veces los beneficios previstos, una prima del 32% frente a sus rivales. Ante un valor tan alto sólo cabe esperar malas noticias.

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