España, al borde del abismo del impago
Si muchas familias están endeudadas y algunas en ese punto de no poder asumir el pago de sus obligaciones, ¿por qué no lo va a poder estar el Estado, la suma de todas las familias? Es un supuesto que ya manejan algunos economistas que sostienen que, en caso de que nuestro país no emprenda las reformas estructurales y de calado que les están exigiendo mercados, instituciones europeas y FMI, y en consecuencia no sea capaz de ganarse la confianza de los inversores, no es descabellado que tenga que enfrentarse a un proceso de reestructuración de la deuda o, más allá, se encamine a la suspensión de pagos, lo que se conoce como default.
Un economista de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, lo dijo hace unos días en Vigo: "Estamos ante una gran oportunidad de cambiarlo todo. Si no se cambia, la economía se muere. Estamos a tres meses de la argentinización".
¿Es un riesgo cierto? "Los mercados mayoristas están cerrados para la deuda española, que sólo puede financiarse en el Banco Central Europeo, se está precipitando la salida de capitales del país y para devolver la credibilidad a los mercados no nos basta con un ajuste presupuestario, tienen que venir las reformas", explica Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket, que cree que "antes o después de verano, España se verá abocada a recurrir a los fondos de ayuda europeos".
Vencimientos de deuda
España tiene ante sí un examen inmediato: devolver el dinero que le han prestado. Los números están encima de la mesa: nuestro país necesita este año 600.000 millones de euros para atender a sus obligaciones, de los que 400.000 millones corresponden a deuda privada (bancos, cajas, familias, empresas...) y 200.000 a deuda pública, gran parte por el abultado déficit. Si atendemos a la que corresponde a financiación para hacer frente a los vencimientos de deuda, sólo el 30 de julio, la suma a pagar supera los 16.000 millones de euros, que junto a los casi 7.600 millones del día 23, sobrepasan los 23.000 millones.
Pagar, se pagará. Como recuerda Fernando Fernández, de IE Business School, "aunque los calendarios son apurados, en última instancia se coge todo el papel del Banco de España a cambio de liquidez". Eso sí, a cambio de mayor coste. Algo que a Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos, le parece lógico: "Se paga más interés que hace un año porque entonces era extraordinariamente bajo, fruto de las inyecciones de capital del BCE, del mismo modo que el diferencial con el bono alemán es hoy más alto, porque se ha convertido en valor refugio en Europa". En estos momentos, "está sobredimensionado el deterioro financiero".
Más preocupante, a juicio de este experto, es "enfrentarnos a un entorno de bajo crecimiento". Hay dos maneras de corregir la crisis fiscal: por la vía del ajuste del gasto o bien por la siembra del crecimiento. La primera es insuficiente si no concurre la segunda. Y ahí es donde con más atención nos escrutan mercado, inversores, instituciones y organismos supranacionales...
"Si el Gobierno toma las medidas adecuadas, la prima de riesgo bajará", dice José Luis Martínez, estratega de Citi en España, que se muestra escéptico en torno a la idea de que España esté en peligro en entrar en default.
Europa, ¿al rescate?
Antes de que se diera una situación de impago, un estadio intermedio es la reestructuración ordenada de la deuda, es decir, renegociar cantidades, plazos y condiciones de pago. Algo así también tiene sus consecuencias: generaría turbulencias de todo tipo, así como un daño muy serio a la imagen de España.
Previo a esto, nuestro país puede verse sometido a una operación de rescate por parte del fondo de estabilización europeo de 750.000 millones, similar a la de Grecia. Una posibilidad que apuntaba hace unos días Financial Times Deutschland, y que aunque rápidamente desmentida por el Gobierno español y la Unión Europea, se considera "un escenario a tener en cuenta para los próximos meses".
Endeudamiento privado
La preocupación de las autoridades europeas no vendría tanto por el déficit público -como sí ocurría en Grecia-, sino por el elevado endeudamiento del sector privado tras el boom inmobiliario, según el rotativo.
Y es que más ciudadanos españoles de lo inicialmente previsto podrían impagar sus deudas a la banca, lo que a su vez agravaría la situación de todo el sistema financiero, que precisaría de fondos adicionales para sobrevivir.
A este respecto, Bernaldo de Quirós apunta tres cuestiones inquietantes. Para empezar, que gran parte del endeudamiento de España, nada menos que 400.000 millones euros, están en manos privadas. No sólo bancos y cajas, muchos particulares, familias hipotecadas y empresas. Algo muy difícil de controlar y con repercusiones inciertas a medio plazo. Otro asunto no menos preocupante y del que se habla muy poco: "Se está precipitando la fuga de capitales de España. La cuantía es difícil de evaluar, pero puede estar cerca de 30.000 millones en el último mes y medio".
Finalmente, el riesgo de nuestra exposición a Grecia: "Nuestro país tiene el equivalente al 5% del PIB depositado en deuda griega. Una cantidad prácticamente irrecuperable si Grecia, a medio plazo, acude a una reestructuración de su deuda", explica Bernaldo de Quirós.
En todo caso, para algunos expertos, la reestructuración de la deuda en países sobreendeudados como el nuestro es hasta necesaria.
Hace unas semanas, el gurú de la crisis subprime y profesor de la universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, escribía en este periódico que en la eurozona "deben corregirse las imperfecciones del diseño institucional mecanismos de reestructuración de la deuda soberana para limitar el riesgo moral creado por el rescate actual". ¿Qué es el riesgo moral? El llamado por los anglosajones moral hazard es la teoría económica que sostiene que asegurar a un agente económico (individuo o empresa) contra el riesgo, produce un cambio en su com- portamiento que le impulsa a asumir riesgos que no aceptaría de no estar asegurado.
En opinión de este experto, más que ayudas que alenten el riesgo moral, "hay que perdonar la deuda y limpiar los balances para restablecer la esperanza de crecimiento lo antes posible".
Porque crecer es la clave. Como explica Fernando Fernández, los fondos de ayuda "son mecanismos de crédito que alargan el problema": se gana un año sin acudir a los mercados, por lo que el primer impacto está amortiguado, pero luego ¿qué?, se pregunta. "Si no generas crecimiento, no reestructuras el sistema financiero ni aplicas las reformas necesarias, a medio plazo tenemos un problema".
Nuestro país registró un crecimiento del 0,1% en el primer trimestre del año, igual que el registrado por Francia, pero todavía alejado de la media de la eurozona, en el 0,6%, según datos de Eurostat. Alemania se expandió en un 0,2% e Italia y Portugal registraron un crecimiento del 0,5 y el 1 por ciento respectivamente.
¿Cómo crecer? Aplicando reformas para hacer de España un país más competitivo, ágil y flexible. Un ejemplo a seguir, considera Bernaldo de Quirós, es Irlanda, que a pesar de su abultado déficit y deuda pública, "es una economía flexible, que no ha subido los impuestos". Reforma laboral y financiera son irrenunciables. Y ahora que parece que empiezan a fraguarse ambas, queda por ver si pasan el examen del Ecofin del día 17.
Según los expertos, la primera de ellas tendría que corregir la tendencia de nuestro mercado laboral que se contrae en exceso, y más que los de nuestro entorno, en tiempos de crisis. "Es el momento de abordar las principales deficiencias: la dualidad contractual, la gestión de las políticas activas de empleo y la negociación colectiva", explicaba Sergi Jiménez-Martín, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, en este periódico. La propuesta que maneja el Ejecutivo va en la línea de facilitar el despido a empresas en dificultades y generalización del contrato de 33 días de indemnización, entre otras cosas.
En cuanto a la segunda, las fusiones de cajas se unen a otro tipo de medidas, como el endurecimiento de las provisiones que han de realizar las entidades para hacer frente a la morosidad, que según un informe de Citi ya se contempla por parte del Banco de España.
Habrá que ver si lo que presente nuestro país a partir de ahora convence a los mercados y, lo más importante, sirve de cimientos para la tan necesaria recuperación.
El Ibex resiste al repunte del riesgo país
El Ibex resiste al repunte del riesgo país y encadena su cuarta subida
La remontada del 10% de las tres sesiones precedentes ha encontrado continuidad, 'in extremis'. La bolsa española se quedó rezagada del resto de Europa, y de la escalada del euro. Al comienzo de otra semana de reválida para el Tesoro, el riesgo país de España repuntó y volvió a tocar los 200 puntos básicos, con la consiguiente presión para la banca. El Ibex limitó al 0,23% su repunte, en su cuarta subida consecutiva.
El festival alcista que vivieron los mercados españoles en las sesiones anteriores se ha trasladado hoy, en mayor medida, al resto de Europa. Al término de la jornada, los avances alcanzaron el 2,7% en el índice Mib italiano, el Cac francés un 1,9%, y el Dax alemán un 1,2%. Más rezagado se quedaron el Psi portugués, con un 0,5% de repunte, y el Ftse británico, con un 0,7%, frenado por el enésimo desplome bursátil de la petrolera BP (-9,3%).
El clima de relajación alcanzó de lleno al mercado de divisas. El euro amplió su remontada con una contundente recuperación del 1,4%, hasta superar los niveles de 1,21 y 1,22 dólares, y rozar incluso el 1,23. El dato mejor de lo esperado de producción industrial, junto a la barra libre de liquidez otorgada por el BCE, colaboraron a este mini-rally de la divisa única.
La deuda pública europea pudo disfrutar de otra jornada de relativa tregua, con la excepción destacada de la deuda española. El riesgo país retomó las subidas, desde el entorno previo de los 190 puntos básicos hasta tocar, de nuevo, los 200 puntos.
A diferencia de lo sucedido en las últimas jornadas, el sector financiero español aparcó la oleada de fusiones. Los inversores extremaron la cautela con vistas a una semana frenética en la emisión de deuda pública, en el mes más complicado de lo que resta de año por los vencimientos, superiores a los 24.000 millones de euros. El Tesoro espera colocar hasta 9.500 millones en letras y bonos, entre el martes y el jueves, en lo que será toda una reválida para calibrar la confianza de los inversores internacionales en la deuda española.
El Ibex se desmarcó del optimismo reinante en otras plazas europeas, de la misma forma que a finales de la semana pasada lideró la remontada. Al cierre se anotó un 0,23%, suficiente para encadenar su cuarta sesión de ganancias, hasta los 9.584 puntos.
Los dos grandes bancos resistieron el rebrote de las tensiones en la deuda, y consiguieron concluir con ganancias del 1%. Banesto y Bankinter no pudieron evitar los números rojos en sus cotizaciones, al igual que Inditex, desinflada un 2%. En el extremo opuesto, Abengoa se resarció de sus últimas caídas con un repunte del 6,8%, ArcelorMittal superó el 5% de revalorización, y Gamesa el 4%.
Moody's frena a Wall Street
Moody's frena a Wall Street con su rebaja del ráting a Grecia
La principal bolsa del mundo no pudo consumar una nueva jornada de números verdes. Los avances superiores al 1% que llegó a registrar Wall Street se diluyeron hasta cerrar el día en rojo justo después de conocer la rebaja de ráting a Grecia. La agencia Moody's no se anduvo con contemplaciones y recortó la calificación helena en cuatro escalones, desde 'A3' hasta 'Ba1', borrando de un plumazo las ganas compradoras de los inversores.
Al cierre de la jornada el Dow Jones de industriales se dejó un 0,2%, hasta 10.191 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor's 500 recortó un 0,18%, hasta 1.090 puntos. El mercado tecnológico Nasdaq Composite cerró prácticamente en tablas con tímidos avances del 0,02%, hasta 2.222 puntos.
La principal bolsa del mundo mantuvo la tendencia alcista de la última semana durante la mayor parte del día. Los inversores estadounidenses parecían recobrar parte de la confianza perdida por la crisis de deuda soberana de la zona euro, pero ese optimismo que se respiraba en el parqué neoyorquino se esfumó cuando Moody's entró en escena. La agencia de calificación crediticia rebajó el ráting de Grecia nada menos que en cuatro escalones, hasta dejarlo ya por debajo del grado de inversión, al nivel de los denominados 'bonos basura'. La firma esperó a que cerrasen los mercados europeos para publicar el recorte de la calificación helena, desde 'A3' hasta 'Ba1'.
La noticia sentó como un jarro de agua fría entre los inversores y enfrío la sensación que tenía el mercado de que la Unión Europea, con Alemania a la cabeza, será capaz de capear el temporal va en aumento. Hasta el anuncio de Moody's Wall Street disfrutaba de una jornada placentera. Más aún después de oír como el presidente de la Reserva Federal (Fed) de San Luis, James Bullard, aseguraba hoy en Tokio que en estos momentos la recuperación global es muy sólida. "Aunque la crisis de deuda soberana en Europa es en efecto un tema serio, la recuperación global en este momento se ve muy fuerte y se ve poco probable que se descarrile" señaló el funcionario estadounidense.
Además, Bullard ha insistió que la crisis de la euro zona no ha modificado los planes de la Fed para subir los tipos de interés y explicó que el regulador monetario elevará el precio del dinero cuando las condiciones económicas globales sean aún más favorables.
No obstante, pese a la inyección de optimismo que supuso la intervención de Bullard al final Wall Street no pudo consumar la remontada y eso que pujaba en su favor el retroceso del dólar. La divisa norteamericana cedió terreno después de los máximos a los que escaló la semana pasada. El miedo de los inversores a que la crisis de deuda soberana amenazara al sistema financiero y ralentizara el crecimiento global dejó en una situación comprometida al euro, que hoy recuperó parte del terreno perdido. La moneda única se revalorizó un 0,94% y se paga ya a 1,222 dólares.
En el mercado de materias primas el petróleo también subió. El barril de West Texas Intermediate (WTI), de referencia en EEUU, se anotó un 1,57%, hasta 74,94 dólares, mientras que en el Viejo Continente el Brent sumó un 0,73%, hasta 74,89 dólares. El oro avanzó un 0,02%, hasta 1.225 dólares la onza.
Campeones de la destrucción
Campeones de la destrucción
Por Alejandro A. Tagliavini
Cada vez que cuento esta historia, ni yo me lo puedo creer.
Según el periodista Carlos Pagni, el 19 de abril en Caracas, la presidenta argentina dijo que hasta 1910 en Iberoamérica "nosotros proveíamos materias primas, que eran industrializadas y generaban riqueza muy lejos de estas tierras".
Precisamente en Venezuela tiene un gran amigo, Hugo Chávez, cumpliendo aquello de que "Dios los cría y ellos se juntan", ya que los dos han destruido a sus países y, sin embargo, los dos con sus cuentos inverosímiles intentan mantener lo que en realidad quieren: su propio poder.
La verdad histórica es que, entre 1870 y 1930, la población argentina pasó de 2 a 11 millones, por la llegada de cientos de miles de inmigrantes europeos que venían tras el sueño argentino. Durante esos años la tasa de escolarización de niños pasó de 19 a 52%. Según Francis Korn, entre 1887 y 1914 la población aumentó 264%, pero los propietarios aumentaron 400%. Los habitantes de los "conventillos" (la vivienda urbana más humilde hasta que, durante el gobierno de Perón, aparecieron las "villas miseria" o "favelas") pasaron de ser el 25% de la ciudad a menos del 10%.
En 1910, con un PIB de US$ 26.000 millones, casi el 50% de América Latina, la economía argentina era la primera de la región y la novena del mundo, detrás de EEUU, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Bélgica y Canadá. Hoy ocupa el puesto 57. Con US$ 3.822 por habitante, su PIB per cápita era sólo superado por Nueva Zelanda, Australia, EEUU, Gran Bretaña, Canadá, Bélgica y Suiza. En 1914, según Pablo Gerchunoff, Argentina era el más industrial de los países iberoamericanos. La producción manufacturera representaba el 16,6% del PIB, en Chile el 14,5%; en México el 12,3%, y en Brasil el 12,1%. Para 1925, el PIB de Argentina era 30% más grande que el de México o Brasil, 20% más que el de Australia e igual que el de Canadá, con el 16% de la población de América latina, tenía el 45% de los teléfonos y el 58% de los autos. Según Guillermo Yeatts, a partir de 1907 se comienza a visualizar la interferencia del Estado cuando el Ministerio de Agricultura descubre petróleo y decreta la creación de una reserva sobre 200.000 hectáreas, alrededor del pozo, prohibiendo la concesión al sector privado de yacimientos en esa área.
En la Argentina moderna, cuenta el economista Orlando Ferreres, la pobreza aumentó desde alrededor de 5% de la población en 1985 al 34% actual. La salida de capitales (entre otros motivos, porque el impuesto a las ganancias real llega al 45%) en total llegaría a US$ 262.000 millones, equivalente al 73% del actual capital productivo del país que, de estar produciendo en Argentina, significaría la creación de 73% más de empresas. La falta de estas empresas, aunque no es la causa de la desocupación, sí implica menor demanda de mano de obra lo que produce una baja en los salarios. De paso, recordemos que la desocupación es provocada por las leyes laborales que prohíben el trabajo, por ejemplo, a quienes ganan menos que el salario mínimo. De otro modo, en un mundo en donde todo está por hacerse (casas, hospitales, escuelas, rutas, etc., etc.), no faltaría trabajo de no ser por las prohibiciones de quien ejerce el monopolio de la violencia, el Estado.
En fin, dos países sobreabundantes en alimentos y petróleo empobrecidos a más no poder mientras que, Japón, con escasos recursos naturales es mucho más rico. Moraleja: el único recurso que tiene la humanidad es su ser racional, capaz de crear la tecnología que potencia infinitamente los recursos, desmintiendo lo que dicen algunos, que los recursos son escasos. Los bienes actuales sí son escasos, pero los recursos humanos son infinitos.
El estatismo, al creer que los recursos son solo los naturales, supone que un solo cerebro, el del gobernante, el que dicta (el dictador), puede manejar la economía. En cambio en Japón, que tiene libertad, la economía es manejada por todos los ciudadanos, es decir, millones de cerebros, millones de recursos.
El autor es Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity en el Independent Institute de Oakland, California
Israel: La amistad difícil
Israel: La amistad difícil
El Periódico, Guatemala
Cada día es más difícil ser amigo de Israel, salvo para los incondicionales convencidos de que todo lo que hacen las autoridades israelíes es bueno, que todos los palestinos son terroristas y que las críticas a la política de Israel son siempre producto del antisemitismo. Yo sigo siéndolo, pese a la repugnancia que me inspira su Gobierno actual, la intransigencia fanática de sus colonos y los abusos y, a veces, crímenes que Israel comete en los territorios ocupados y en Gaza, o fuera de sus fronteras, como ocurrió hace poco con los nueve muertos y las decenas de heridos de la flotilla de la libertad.
Esta última es sólo una de las caras de Israel. Hay otra, admirable y ejemplar, desdibujada por la primera, pero más permanente y representativa, la de un país democrático y pionero, que, en medio de un desierto y a la vez que libraba tres guerras, ha sido capaz de construir una sociedad del primer mundo, próspera, moderna, pluralista y de instituciones sólidas, y de integrar en su seno a gentes procedentes de todos los rincones del planeta, de costumbres, lenguas y tradiciones diferentes. Aunque no lo sea para los árabes, esta sociedad es para los israelíes absolutamente libre y en ella se ejerce, de manera sistemática, la crítica al poder, a todos los poderes, con una pugnacidad y virulencia que nunca ha conocido un país del Medio Oriente y que es infrecuente incluso entre las más avanzadas democracias del Occidente. Lo trágico, para mí, es que quienes se oponen a la política de Netanyahu y bregan por la paz y una solución negociada del problema palestino son, hoy por hoy, una minoría electoral.
Pero están allí, movilizados, inasequibles al desaliento. Yo acabo de pasar nueve días con algunos de ellos, y, por eso, pese a todo lo que ha ocurrido y puede ocurrir en un futuro inmediato, creo que todavía hay esperanzas de que se revierta la tendencia en la que parecen ganar terreno los halcones de Israel y los terroristas de Hamas, y resucite el espíritu de Oslo, cuando la paz estuvo tan cerca y la frustró el asesinato de Yitzhak Rabin.
Esta es la quinta vez que vengo a Israel. Llegué muy pocos días después de la torpeza que cometieron las autoridades impidiéndole el ingreso al país a Noam Chomsky –nadie como ellas para contribuir con sus metidas de pata al desprestigio de la imagen internacional de su país– y partí tres días después de que los comandos israelíes asaltaran en aguas internacionales el Mavi Marmara perpetrando unas violencias inútiles que han hecho tanto daño a la imagen de Israel en el mundo como la invasión del Líbano, lo han enemistado con Turquía, su único aliado entre los países musulmanes, y han atraído sobre él una tempestad de condenas y críticas que está lejos de cesar. Pero me consta que sobre todos estos temas ha habido en Israel protestas enérgicas de esa minoría de “justos” –en el sentido que daba Albert Camus al vocablo– que son la reserva moral de ese país.
El día que di una conferencia en la Universidad Hebrea de Jerusalén vi partir de allí una manifestación de estudiantes árabes e israelíes, con carteles contra las tomas de viviendas efectuadas por los colonos en la localidad de Sheikh Jarrah y, al día siguiente, estuve en la plaza vecina a este barrio donde, todos los viernes, se manifiestan varios centenares de personas en contra de este último intento del movimiento colonizador extremista Gush Emunim de invadir y ocupar casas y terrenos palestinos. Allí me encontré con viejos amigos, como el escritor David Grossman, que perdió un hijo en la guerra de Líbano y sigue, impertérrito, con su poderosa autoridad intelectual y moral, liderando las campañas a favor de la paz y de la sensatez política frente a quienes, víctimas de la paranoia y la arrogancia, creen que sólo la fuerza bruta garantizará la seguridad de Israel. Estaban también Amira Hass, la periodista israelí que desde hace años vive en los territorios ocupados –lo hizo primero en Gaza y ahora en Ramallah– desde donde, gracias a sus crónicas en Haaretz, mantiene un puente vivo de comunicación con la sociedad palestina, y mi amigo Meir Margalit, dirigente de una organización de voluntarios israelíes que reconstruyen las casas de los árabes dinamitadas por el Tsahal por pertenecer a parientes de palestinos acusados de terrorismo. Meir es ahora concejal del Ayuntamiento de Jerusalén donde da una diaria batalla con su compañero de partido, Yosef Alalu, profeta laico de barbas bíblicas, a favor del diálogo, la negociación y la paz.
También estaba allí Yehuda Shaul, fundador de Breaking the Silence (Rompiendo el Silencio), organización integrada por ex soldados del Ejército de Israel, empeñados (son sus palabras) en “abrir los ojos de israelíes y extranjeros sobre los excesos y violencias que comete nuestro Ejército con los palestinos”. Yehuda es religioso, no político. El fuego que lo anima es moral y cívico, como a sus compañeros. Las exposiciones que organiza –ahora hay una en el Círculo de Bellas Artes de Madrid– muestran, a base de fotos, videos y testimonios de militares, el vía crucis palestino. Con Yehuda estuve todo un día recorriendo las cuevas del sur del Monte Hebrón, espectáculo deplorable de campesinos y pastores árabes que, despojados de sus tierras por los colonos de Gush Emunim, se aferran desesperados a un territorio, cercado por puestos militares, donde los escasos pozos de agua que existían han sido cegados por los invasores para obligarlos a partir. La inmensa mayoría de los israelíes, que han alcanzado tan altos niveles de vida como los de los países más avanzados, no sospechan siquiera que, a muy poca distancia de sus higiénicas viviendas, lindos jardines, fértiles tierras e industrias de alta tecnología, malvive una sociedad miserable condenada –si no cambian antes las cosas– a la desaparición.
Pero todavía es peor el espectáculo que ofrece Gaza, adonde volví luego de cinco años, un día después del asalto de los comandos israelíes al Mavi Marmara. Las casas bombardeadas en los barrios de Beit Lahiya, al norte de la Franja, y de Ezbt Abed Rabbo, lucen sus interiores desventrados, sus muñones de fierros y sus escombros por doquier. Lo peor no es la desolación del panorama, sino advertir que, en esas ruinas a punto de desplomarse, viven familias enteras, nubes de chiquillos desarrapados y descalzos que trepan y saltan entre los derrumbes con total inconsciencia del peligro que corren. Bernard-Henri Levy niega, en un artículo publicado en ‘El País’ el 8 de junio, que en Gaza haya hambre, pues Israel, dice, permite entrar camiones con alimentos diariamente a la Franja. Está muy mal informado. En Gaza hay hambre, desnutrición, enfermedades que no se pueden curar y gente que muere por falta de medicinas y por falta de repuestos para los equipos médicos, como lo descubre cualquiera que visita el Al-Shifa Hospital y habla con sus médicos y se horroriza con las condiciones en que trabajan.
El bloqueo de Gaza no tiene excusa alguna pues condena a su millón y medio de habitantes a una muerte lenta. Las principales víctimas no son los terroristas de Hamas sino los seres más desvalidos: los viejos, las mujeres, los enfermos y los niños. El bloqueo no les permite exportar ni importar, ni siquiera pescar pues apenas se les autoriza a hacerlo dentro de las tres millas marinas de la playa ¡donde no hay casi peces! Quienes viven en esas condiciones difícilmente pueden evitar llenarse del odio y resentimiento que hizo posible la victoria electoral de los fanáticos de Hamas. ¿Volvería ahora a ganar las elecciones la organización terrorista? Casi todas las personas con las que hablé en Gaza me aseguraron que hay una decepción muy extendida con las autoridades actuales y que Al Fatah ha recuperado la popularidad que tuvo en tiempos de Arafat. Este fenómeno se debe, en gran parte, al auge económico que han tenido en este último tiempo las ciudades palestinas de Cisjordania, gracias a la política del primer ministro Salam Fayyad.
Una de las grandes paradojas de lo que ocurre ahora en Israel es que, por primera vez en los 35 años que vengo visitando el país, todos los israelíes con los que conversé –y fueron muchos– aceptaban como principio, algunos con alegría y otros con resignación, la fórmula de dos estados independientes como solución del problema regional. ¿Cuál es la razón, entonces, de que no haya negociaciones? Los colonos. Son sólo unos 400 mil, pero activos, recalcitrantes y fanatizados. Sin embargo, en una cena donde el periodista Gideon Levy, a la que asistían 2 escritores que yo admiro, A. B. Yehoshúa y Amos Oz, este último me aseguró que sólo una fracción de unos pocos miles de colonos resistirían con las armas un acuerdo palestino-israelí. Lo que falta no son ideas ni buena voluntad, sino un líder lúcido y valiente que actúe. ¡Ah, si los justos de Israel estuvieran en el poder!
Los alcistas siguen avanzando
Los alcistas siguen avanzando: el Ibex 35 sube el 0,23% y cierra en 9.584 puntos
El índice de referencia de la bolsa española subió el 0,23% y cerró en 9.584 puntos tras haber oscilado entre un mínimo de 9.483,7 y un máximo de 9.690,7. Los inversores negociaron 3.137 millones de euros en todo el parqué en una jornada muy volátil que estuvo huerfana de referencias económicas. Ideas de inversión y análisis técnico y fundamental en Ecotrader.
Abengoa fue el mejor de la jornada con ganancias del 6,81%, seguido de ArcelorMittal y de Gamesa, que subieron el 5,61% y el 4,90%, respectivamente. Por contra, Inditex, Renovables e Indra fueron los más bajistas al cerrar con descensos del 2%.
Iberdrola, que bajó el 0,15%, fue el único de los grandes valores que terminó en negativo. Telefónica ganó el 0,47%, Santander el 0,98%, BBVA el 1,06% y Respsol el 0,58%. (Un vistazo al Ibex 35, al Eco 10 y al resto del mercado)
"Jornada redonda para la renta variable europea, con el Ibex 35 un poco al margen básicamente porque ese camino lo anduvo él solito el pasado viernes", comentaba Carlos Doblado en Ecotrader.
"La ruptura de directriz bajista y primera resistencia en el EuroStoxx 50, con despliegue de ligeros mínimos y máximos crecientes incluido, consolida el escenario de suelo sobre soporte decreciente más o menos a la altura de la histórica jornada alcista de principios de mayo. Ahora sólo necesitamos que lo apoye Wall Street con la confirmación de una buena pauta sobre su soporte de medio plazo tras muchas semanas de lateralidad", explicaba el analista.
UE prepara un plan de rescate para España
El periódico Frankfurter Allgemeine también asegura que la UE prepara un plan de rescate para España
por Carmen Vela. Berlín
Los países de la UE se preparan para ayudar a Espana con créditos del paraguas europeo de 750.000 millones tras el agravamiento de la crisis financiera y de endeudamiento en ese país, insiste la prensa alemana, esta vez el periódico Frankfurter Allgemeine, lo que alimenta de nuevo el rumor difundido el pasado viernes por Financial Times Deutchsland, que aseguraba también que los socios del euro analizan cómo afrontar la quiebra de nuestro país, algo que después fue desmentido por la CE y el Gobierno.
“La situación al parecer se ha agravado tanto que algunos países no quieren esperar hasta la cumbre europea del jueves”, asegura este diario, uno de los más influyentes de Alemania. Esta vez cita a círculos gubernamentales que habrían dicho que "tendremos conversaciones al respecto esta semana, nos moveremos dentro del marco del Tratado y de lo razonable económicamente".
Tal y como sostenía el FTD el pasado viernes, es la suma de deuda privada y pública la que provoca los temores sobre un empeoramiento de la crisis. El FAZ se refiere a los datos publicados ayer por el Banco de Pagos de Basilea, que ponen de manifiesto que la exposición de la banca francesa en España es de 248.000 millones de dólares y los de la alemana, de 202.000 millones. Si los alemanes son acreedores sobre todo de las entidades españolas, la mayor parte de la exposición francesa es con prestamos a empresas y hogares.
El diario cita las palabras de Trichet en la ultima rueda de prensa cuando dijo que “se mantienen las tensiones en algunos segmentos del mercado financiero”. Hoy la Comisión Europea y la Oficina estadística de la UE deliberarán sobre España. Según el Frankfurter Allgemeine, muchos estados consideran que el esfuerzo de Zapatero es insuficiente. Una crisis de endeudamiento en España será para los socios europeos mucho más difícil de superar que la griega.
En su editorial el FAZ añade que la ola de fusiones que se está produciendo en las cajas de ahorro no elimina el peligro, pues los créditos incobrables y la alta exposición a inmuebles que han perdido valor. El editorial es menos fuerte que el del FTD del viernes, cuando se advertía que el paraguas de 750.000 millones aprobado por los jefes de estado y gobierno “no está previsto para ayudar a bancos y cajas”, sino a Estados, y que el problema de España es, sobre todo, de su sector financiero.
El Gobierno alemán no ve indicios de rescate
El Gobierno alemán no ve indicios de que España pueda solicitar ayuda del fondo europeo para los países con problemas de pago similares a Grecia. "No hemos visto semejantes señales", dijo a Reuters una de las fuentes sobre esta posibilidad, apuntada hoy Frankfurter Allgemeine Zeitung
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró el pasado viernes tras el Consejo de Ministros que es "rotundamente falso" que España vaya recurrir a la ayuda financiera de emergencia de sus socios europeos. Sin embargo, el rotativo recuerda que el Ejecutivo griego hizo una declaraciones similares en primavera y luego solicitó ayuda a la Unión Europea.
Wall Street mantiene la confianza
Wall Street mantiene la confianza en las subidas
Expansión.com
La Bolsa de Nueva York despierta con ánimos de prolongar la mejora que permitió su primera semana de avances en un mes. Los futuros vuelven a apostar por las subidas, después del repunte de confianza del pasado viernes, y en medio de la tregua de los mercados europeos, en especial, los de divisas y deuda.
Los ánimos alcistas peduran aún en la renta variable estadounidense, que viene de cerrar su primera semana en positivo en un mes. Al final del pasado viernes, el Dow Jones se anotó un 0,38%, y el S&P 500 un 0,44%.
Los inversores renovaron su confianza a raíz del repunte, mayor del esperado, en el índice de confianza de los consumidores de EEUU. La senda alcista se vio despejada además por la tranquilidad que aportaron las referencias procedentes de Europa.
La tregua se manitene al inicio de la semana, al calor todavía de la barra libre de liquidez otorgada por el BCE, y después de las cifras alentadoras que depararon las últimas emisiones de deuda pública en los países de la periferia de la zona euro.
El mercado de divisas recoge de lleno esta clima de relativa relajación, y el euro aprovecha para acelerar su remontada, por encima ya de los 1,22 dólares. La deuda evita los sobresaltos, y las materias primas retoman las subidas, con el precio del petróleo por encima de los 75 dólares.
Los futuros de Wall Street dan un paso más en una escalada que recuperó el nivel de los 10.000 puntos en el Dow Jones. Los futuros de este indicador cotizan en la preapertura con ganancias del 0,7%. Los del S&P 500 se anotan un 0,88%, y los del tecnológico Nasdaq un 0,78%.
La recuperación en los precios del petróleo no evitan nuevas caídas en los ADR de BP. La compañía británica vuelve a estar en el punto de mira del Gobierno estadounidense, a causa del vertido en las costas del Golfo de México. En la preapertura, los futuros anticipan caídas adicionales del 2,7%.
Los avances encuentran respaldo en el sector financiero, uno de los principales beneficiados por las mayoers dosis de relajación que aportan los mercados. Las acciones de Citigroup, en la preapertura, cotizan con repuntes del 1%, y del 0,6% en las de Goldman Sachs.
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