09 junio, 2010

Los trabajadores chinos alzan la voz y ganan influencia

Los nuevos aumentos de salario llevarían a un crecimiento impulsado por el consumo doméstico

Por Andrew Batson y Norihiko Shirouzu

BEIJING—Los trabajadores de China han empezado a exigir mayores sueldos y mejores condiciones de trabajo, logrando un cambio en el equilibrio de poder en el entorno laboral que promete acelerar la transición del país a una economía impulsada más por el poder adquisitivo de sus propios habitantes.

El lunes, Honda Motor Co. se vio sacudida por una huelga en una compañía china que le suministra tubos de escape. Menos de una semana antes, la automotriz japonesa resolvió una huelga en otro proveedor que había paralizado sus operaciones en China por 10 días, al ofrecerles a los empleados un aumento de 24% en los salarios y las prestaciones.

Las huelgas de Honda son parte de una serie de disputas laborales que, en las últimas semanas, han involucrado a importantes empresas multinacionales y han intensificado una transformación importante en la economía de China hacia una impulsada por el consumo doméstico.

El cambio también está complicando el negocio de las empresas que dependen del bajo costo laboral en China para mantener un constante flujo de bienes baratos.

"Es una línea divisoria. Ya uno no puede depender de la mano de obra barata de China", sostiene Terry Gou, fundador y presidente de la junta directiva del fabricante de electrónicos taiwanés Hon Hai Precision Industry Co., que provee iPads y iPhones a Apple Inc. y otros aparatos para otras compañías, incluyendo Hewlett-Packard Co. y Nintendo Co.

Hon Hai, que también utiliza el nombre comercial Foxcom y es uno de los mayores empleadores y exportadores de China, dijo esta semana que les pagará el doble a sus aproximadamente 800.000 trabajadores en todo el país, tras los anuncios previos de aumentos de 30% para algunos de ellos.

El gobierno chino está tratando de ponerse al día con estos cambios mediante la creación de programas sociales y endureciendo las condiciones para que empleadores puedan hacer despidos.

A medida que los trabajadores chinos empiezan a gastar más gracias a sus sueldos más altos, la economía del país podría volverse menos propensa a los ciclos de auges y caídas súbitas y proveer un mayor soporte para el crecimiento de otros países, señalan los economistas.

La pregunta de si China podrá concretar ese cambio hacia un crecimiento más sostenible e impulsado por el consumo interno es actualmente una de las cuestiones que la economía mundial sigue con mayor atención. Debido a que Estados Unidos, Europa y Japón probablemente registrarán un crecimiento débil en los próximos años como consecuencia de la crisis financiera, las esperanzas se están concentrando cada vez más en la salud de grandes economías emergentes como China.

"Estamos viendo un rápido ascenso de los sueldos en casi todos los sectores. Se trata de un acontecimiento muy positivo", señala Bai Chong'en, catedrático del departamento de economía de la Universidad Tsinghua, en Beijing.

El alza de los sueldos podría reducir la desigualdad social y aumentar el consumo, señala Bai, si los incrementos son sostenidos, lo que parece cada vez más probable. "Es más un cambio de largo plazo" que refleja el proceso de maduración de la economía china y los cambios en la estructura de la población, agrega.

Los aumentos de sueldos se están volviendo cada vez más comunes en el gran sector manufacturero de China, a medida que las empresas enfrentan crecientes presiones para atraer empleados y mejorar las condiciones de trabajo. Por ejemplo, TPV Technology Ltd., que cotiza en Hong Kong y es el mayor fabricante de pantallas de computadora del mundo, ha indicado que subirá los salarios que paga en China en entre 15% y 20% más este año, tras un aumento de 15% en enero.

[China]

¿Precios más altos?

Aunque empresas como Hon Hai producen una gran porción de los bienes de consumo que se venden en el resto del mundo, los economistas no piensan que los aumentos salariales provoquen significativas alzas en los precios, en parte porque estas compañías aún tienen formas de mejorar la productividad y reducir los costos.

Gran parte de la atención del público en las últimas semanas se ha dirigido a las empresas extranjeras, debido a que son blancos fáciles para los activistas laborales y los medios de comunicación en China y porque representan una enorme porción de las exportaciones manufactureras de China. Pero los cambios salariales también afectan a las empresas nacionales. Los gobiernos locales a lo largo del país han anunciado en las últimas semanas incrementos de entre 5% y 27% en los sueldos mínimos que se aplicarán a todas las empresas.

Los cambios, no obstante, podrían tener amplias implicaciones. La participación de las familias chinas en los ingresos nacionales ha caído durante una década, lo que significa que los beneficios del rápido crecimiento de China han ido a parar a las arcas de las empresas y el gobierno. Revertir esa tendencia es crucial para lograr lo que los líderes chinos y los socios comerciales desean: una economía que no esté impulsada por la inversión del gobierno y las exportaciones sino por la prosperidad de sus propios consumidores.

Bernanke advierte sobre déficit

Bernanke advierte sobre déficit presupuestal en EE.UU.

Por Luca Di Leo

[Bernanke]

WASHINGTON (Dow Jones)--El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, dijo el miércoles que la economía del país debería seguir creciendo este y el próximo año, pero el ritmo de expansión no será suficiente como para solucionar las dificultades en el mercado laboral y reducir el enorme déficit presupuestario.

El titular del banco central dijo ante el Comité de Presupuesto de la Cámara baja del Congreso que un incremento permanente en los gastos de los consumidores y en las inversiones de las empresas debería compensar el retiro del estímulo gubernamental para impulsar la economía.

Sin embargo, debido a que el crecimiento económico por si solo no será lo suficientemente sólido para reparar las finanzas del país, Bernanke volvió a decir a los legisladores estadounidenses que se deben tomar medidas para reducir el déficit.

El funcionario subrayó que los problemas de la deuda soberana en Europa demuestran la importancia de mantener finanzas públicas saludables.

"Para evitar cambios perjudiciales y bruscos en los programas de gastos y políticas impositivas en el futuro, y para retener la confianza del público y los mercados, deberíamos estar planeando ahora cómo cumpliremos con estos desafíos presupuestarios inminentes", sostuvo Bernanke, según el texto de sus declaraciones preparado con anticipación.

En varias audiencias del Congreso, Bernanke ha advertido este año que los déficit presupuestarios de Estados Unidos no son sostenibles. La propuesta para el presupuesto del 2011 del presidente Barack Obama prevé un déficit récord de US$1,6 billones, o el 10,6% del producto interno bruto, su nivel más elevado desde la Segunda Guerra Mundial.

Aunque hasta ahora los mercados han estado preocupados frente a los problemas de la deuda soberana de la eurozona, se podría argumentar que la situación de Estados Unidos es peor. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico predice que el déficit presupuestario de Estados Unidos seguirá ubicándose en el 8% del PIB en el 2011 después de situarse en el 9,3% en el 2009. Para la región del euro, la OCDE prevé que el déficit permanezca en torno al 4,0% del PIB hasta el 2011.

En tanto, los niveles promedio de la deuda pública en la eurozona deberían ubicarse cerca del 93% del PIB, según la OCDE. En Estados Unidos, se estima que la deuda bruta general del gobierno, que incluye deuda total y estatal, subirá al 100% del PIB en el 2011.

Bernanke agregó que Estados Unidos disfruta de una "posición de ventaja única" debido a su economía grande y flexible y mercados financieros líquidos y profundos.

El funcionario afirmó que el déficit presupuestario de Estados Unidos debería reducirse en los próximos años a medida que la economía y los mercados financieros continúan recuperándose. Pero advirtió que eso no será suficiente sin más medidas, debido a que se espera que la recuperación de la economía siga siendo moderada.

El presidente de la Fed señaló que la recuperación no será lo suficientemente rápida para volver a dar trabajo a ocho millones de personas en un corto plazo. También advirtió que el mercado de la vivienda permanecerá débil.

"Una variedad de proyecciones que extrapolan políticas actuales y hace convincentes suposiciones sobre la futura evolución de la economía muestra una brecha presupuestaria estructural que es grande en relación al tamaño de la economía y que está aumentando con el tiempo", añadió Bernanke.

El crecimiento de América Latina

El crecimiento de América Latina se traduce en un mayor peso global

Por Paulo Prada

BRASILIA—La reciente transformación de América Latina de un caso perdido a una creciente potencia económica ha mejorado sus lazos con el Fondo Monetario Internacional y le está dando un mayor peso en las negociaciones globales sobre reformas económicas y financieras.

Uno de las voces que han llamado con más fuerza a dichos cambios ha sido la de Dominique Strauss-Kahn, el ex ministro francés de Finanzas y actual director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Antes de la reunión del G-20 en Seúl la semana pasada, Strauss-Kahn visitó América Latina donde les pidió a los líderes ayuda para mantener "el consenso global" sobre la reforma financiera que surgió tras la reciente crisis económica.

Mientras Europa sufre los estragos de una crisis de deuda, Japón sigue estancado y Estados Unidos se recupera moderadamente, muchas economías en América Latina han repuntado con fuerza. Fortalecidos por la demanda de materias primas y un alza del consumo interno, países como Brasil, Perú, Colombia y Chile disfrutan de lo que muchos economistas predicen será un período de crecimiento sostenido. El martes, Brasil anunció una expansión de 9% en el primer trimestre frente al mismo período del año anterior, el mayor crecimiento desde que se implementó la actual metodología en 1995. La cifra anualizada, la preferida en EE.UU., bordea el 11%.

En los últimos 12 meses, los países latinoamericanos han hecho uso de su peso económico para ganar mayor relevancia en la arena mundial. Brasil, por ejemplo, ha jugado un papel decisivo en el esfuerzo por reajustar los derechos de voto en el FMI y ha sido un actor importante en el G-20 y otros foros internacionales.

Strauss-Kahn, en su tercer año al frente del FMI, se reunió recientemente con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el de Perú, Alan García; y ministros de otros países como México, Uruguay y Bolivia.

Su mensaje fue que el mejor desempeño económico le da a América Latina una voz más fuerte y un mayor poder persuasivo. Después de reunirse con el presidente brasileño, Strauss-Kahn citó la posición de da Silva frente a otros líderes (y al papel ascendente del país en el comercio internacional) como activos que podrían ayudar a convencer a otros gobiernos de que tienen que manejar la economía global en forma conjunta.

[FMI]

Su relativa salud económica, argumentó, podría dar a los países latinoamericanos no sólo un mayor impulso en los mercados globales, sino también una mejor posición en la mesa de negociaciones cuando los líderes reordenen la economía global. "Es mucho más fácil sacar adelante su agenda cuando está en una posición de fortaleza", añadió Strauss-Kahn. Su acogida en la región contrastó con lo que históricamente ha sido una relación áspera.

García, que en el pasado ha criticado al FMI, bromeó en un discurso en Lima que "el Fondo Monetario había cambiado". El mandatario reconoció que él, Perú y buena parte de América Latina también habían cambiado.

Debido a su papel de bombero financiero, el FMI fue a menudo el prestamista de última instancia para la región. Como condición de los préstamos, el Fondo impuso rigurosos criterios económicos que con frecuencia fueron percibidos como invasivos.

Sin embargo, la mejora de las economías de la región les ha permitido pagar miles de millones de dólares en préstamos. Ahora, Latinoamérica se ha unido a China y otras naciones en desarrollo en una reforma que podría cambiar para el año entrante la participación de los países pequeños en la estructura del FMI.

En lugar de paquetes de rescate, países como Colombia y México están solicitando "líneas de crédito flexibles" que el Fondo empezó a ofrecer en 2009 a países con buenos antecedentes, como una especie de respaldo en caso de que se vean afectados por crisis externas. Brasil, que hace cinco años le debía al Fondo US$15.500 millones, no solo pagó la deuda, sino que el año pasado acordó comprar hasta US$10.000 millones en bonos para ayudar en la financiación de programas.

Algunos líderes en la región, sin embargo, aún preocupan al FMI así como a economistas e inversionistas, especialmente cuando tiene que ver con la intervención en los mercados y la independencia de los reguladores. Este año, el presidente del banco central de Argentina renunció después de oponerse a un plan del gobierno para usar US$6.600 millones de las reservas extranjeras para reducir la deuda nacional.

El FMI, asimismo, aún tiene críticos en la región, especialmente gobiernos populistas como Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Después de un debate entre Strauss-Kahn y cuatro ministros de Hacienda en una universidad de Lima, Luis Alberto Arce, el ministro boliviano, dijo que la entidad tenía poco que ofrecer a un país como el suyo, que ha estado implementando medidas para redistribuir la riqueza y nacionalizar industrias clave. El FMI, añadió, tenía muy poco diálogo con el gobierno boliviano.

A pesar de los esfuerzos del organismo por fomentar lazos con la región, Strauss-Kahn recomendó a los líderes que recordaran que siguen siendo vulnerables. La crisis económica, manifestó, se originó en el mundo desarrollado y los bancos latinoamericanos, por fortuna, tenían poca exposición a los derivados hipotecarios que la generaron.

Aun así, advirtió que los precios de las materias primas, en medio de una volatilidad global prolongada, o una reducción de la demanda de Asia, podrían caer y minar los ingresos. Y un continuo flujo de capital extranjero podría producir burbujas de activos y presiones sobre las monedas locales. La inflación, por mucho tiempo el azote de las economías de América Latina, podría regresar de la mano del crecimiento.

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