Colombia: Firmas encuestadoras dicen que ya sabían que Juan Manuel Santos arrasaría – El Espectador
Aseguran que en los últimos 10 días cambió drásticamente la intención de voto como consecuencia de los debates y que sera muy dificil un repunte de Mockus.
Jorge Londoño, director de la firma encuestadora Invamer Gallup, manifestó este lunes que el cambio drástico en los resultados de las recientes elecciones presidenciales, con respecto a lo que indicaban las encuestas previo a dichos comicios, se debió a declaraciones de los candidatos en debates y apariciones públicas en los últimos días.
Londoño fue preciso al señalar que las declaraciones erráticas de Antanas Mockus en los diferentes debates llevados a cabo, durante el tiempo en el que las encuestas no podían volver a mostrar resultados, “le costaron mucho”.
A la vez destacó el repunte de los candidatos presidenciales Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras, también por el hecho de haber salido bien librados en los más recientes debates entre aspirantes a la Presidencia de Colombia.
“El resultado es desconcertante, no se puede negar, la diferencia de 25 puntos difiere mucho con los reportados hace más de 10 días”, reconoció Londoño, pero agregó que durante el tiempo en el que no se podían sacar resultados a la luz pública, debido a la Ley de Garantías, la firma realizó sondeos en los que ya se reflejaba un aumento en la diferencia de Santos sobre Mockus.
De otra parte, César Valderrama, de la firma Datexco, reconoció el error de las firmas encuestadoras al no haber tenido en cuenta a los electores del exterior.
También aseguró que las campañas publicitarias y los debates pueden modificas ‘muchísimo’ la intención de voto en los últimos días, tal como en efecto sucedió.
De cara a la segunda vuelta, quienes manejan las firmas encuestadoras coinciden que será difícil que Mockus logre superar a Santos, como consecuencia de la gran diferencia que hay entre un candidato y otro actualmente.
Argentina: Por qué el Gobierno quiere frenar las importaciones
Argentina: Por qué el Gobierno quiere frenar las importaciones – por Roberto Cachanosky
Frente a un escenario económico cada vez más complicado, los Kirchner están comenzando a dar manotazos de ahogados.
Los problemas en el comercio bilateral primero comenzaron con China. A las restricciones a las importaciones desde el gigante asiático le siguieron luego las de la Unión Europea y, ahora, las de Brasil. El argumento superficial siempre es el mismo: no hemos establecido ninguna restricción, pero vamos a defender las fuentes de trabajo en la Argentina. ¿Es que el mundo se ha complotado para exportar sus productos a nuestro país, que representa apenas el 0,4% del comercio internacional, haciendo dumping? ¿Los europeos, los chinos y brasileños hicieron una reunión secreta para inundar con sus productos el “gigantesco” mercado argentino? Sólo en una mente afiebrada puede caber semejante argumentación.
¿Qué problema se ha generado que estamos teniendo inconvenientes con nuestros principales socios comerciales? Más allá de la psicología, hay algunos datos relevantes para tratar de entender esta nueva complicación que inventó el matrimonio. Veamos qué está pasando.
Para seguir el análisis, hay que tener en claro que el mercado de cambios está compuesto de la siguiente manera: la demanda de divisas proviene de los importadores y de los que giran capitales al exterior por diferentes razones, la oferta está compuesta por los exportadores y los que ingresan capitales.
Supongamos, primero, que no hay ni ingreso ni fuga de capitales. Bajo este supuesto, el mercado de cambios va a estar determinado por el saldo de balance comercial, es decir las exportaciones menos las importaciones. Si el saldo es positivo no habrá presiones cambiarias al alza, pero si es negativo sí las puede haber.
El saldo de balance comercial en la Argentina viene siendo positivo desde hace varios años atrás y, desde el tercer trimestre de 2007, los movimientos de capitales muestran fuertes fugas al exterior, aunque con algunos trimestres de interrupciones. Por ejemplo, en el primer trimestre de este año, de acuerdo a los datos del Banco Central (BCRA), se fugaron U$S 3.800 millones luego de la transitoria calma del último trimestre de 2009. Entre el tercer trimestre de 2007 y el último de 2009, la fuga de capitales fue de U$S 45.800 millones. ¿Por qué no se disparó el tipo de cambio ante semejante fuga de capitales? Porque el saldo de balance comercial, en el mismo período, fue positivo en U$S 35.240 millones. Es decir, gran parte de la fuga de capitales fue financiada con el saldo positivo del balance comercial y la diferencia con ventas a futuro del BCRA.
El problema que parece estar afrontando el Gobierno hoy es que las exportaciones ya no crecen al mismo ritmo que las importaciones y el saldo comercial tiende a achicarse, mientras la fuga de capitales del primer trimestre tendió a acelerarse. En el primer cuatrimestre de este año las exportaciones subieron sólo el 13% respecto al primer y recesivo primer trimestre de 2009, mientras que las importaciones subieron el 37%. Además, los datos revelan que las importaciones se aceleran: en enero de 2010 subieron un 16% (siempre respecto al mismo mes del año anterior); en febrero aumentaron un 30%; en marzo, 52%; y en abril, un 48%. En los mismos meses el crecimiento de las exportaciones fue positivo en: 19%, 3%, 11% y 19%, respectivamente.
¿Por qué las importaciones están subiendo más que las exportaciones? El supuesto mayor consumo (tema que da para otra nota) no fue tan determinante porque, según el INDEC, el aumento de bienes de consumo fue de sólo el 20% contra, por ejemplo, el 50% de incremento en combustibles y lubricantes gracias a la irracional política energética. Además, el aumento absoluto de bienes de consumo fue de U$S 300 millones en el primer cuatrimestre. Nada que pueda mover significativamente el amperímetro cambiario.
¿Entonces? La respuesta hay que buscarla por el tipo de cambio. Desde hace rato sostengo que la emisión monetaria llevada a cabo por el BCRA, primero bajo la dirección de Martín Redrado y ahora con Mercedes Marcó del Pont, está generando un agudo proceso inflacionario que se comió la devaluación de 2002. El matrimonio pudo evitar una nueva devaluación y mantener el tipo de cambio en niveles cercanos a los 3 pesos durante bastante tiempo gracias a que el dólar se devaluaba frente al real y al euro. Los brasileños tenían que poner cada vez menos reales por cada dólar que compraban y los europeos, menos euros. Es decir, el resto del mundo devaluaba por Argentina. Por ejemplo, en 2003 el real llegó a 3,50 reales por dólar y luego fue bajando hasta tocar un piso de 1,57 reales por dólar. Algo parecido ocurrió con el euro. En 2003 los europeos recibían 1,14 dólares por cada euro que entregaban, pero llegaron a casi 1,58 dólares por euro. Esto favorecía las exportaciones argentinas. Ahora, en cambio, los brasileños tienen que poner 1,84 reales por cada dólar (en el último mes el real se devaluó casi un 6% frente al dólar) y los europeos reciben 1,22 euros por cada dólar. Puesto de otra manera, el viento de cola se ha transformado en viento de frente en materia cambiaria.
Hay dos variables que seguramente el Gobierno intentará mantener ancladas para evitar una mayor estampida inflacionaria. Una son las tarifas de los servicios públicos y la otra el tipo de cambio. Las primeras, por ahora, las mantienen congeladas dejándole el problema al próximo gobierno. La otra es más complicada, porque se presentan dos problemas. En primer lugar, porque la cortina de humo de la devaluación de 2002 que disimulaba nuestras ineficiencias estructurales se evaporó por la inflación y, además, porque el dólar se recupera frente al euro y el real. Segundo, porque al desaparecer el tipo de cambio “competitivo” y con las otras monedas devaluándose, el saldo comercial es más chico y la fuga de capitales puede no llegar a financiarse con ese saldo. Esto obligaría al BCRA a vender reservas para contener la suba si la gente sale a comprar cada vez más dólares. Una forma de hacerlo es, por ejemplo, guardando la soja en los silos bolsa y vendiendo a medida que los productores vayan necesitando caja.
Mi impresión es que esta restricción a las importaciones que ha llevado a conflictos comerciales con la Unión Europea, Brasil y China es un manotazo de ahogado que dio el Gobierno para ampliar el saldo comercial al disminuir forzadamente las importaciones. Ya que las exportaciones no crecen como esperaban, lo que hacen es bajar las importaciones para poder financiar la fuga de capitales. Porque recordemos que el BCRA no tiene las reservas propias que dice tener y, encima, parte de esas reservas las quiere usar para financiar la fiesta de consumo interno. En síntesis: como no tienen tanta pólvora en la santa bárbara para financiar la fiesta y frenar una fuga de capitales, se les ocurrió frenar las importaciones.
Pero como en economía los errores se pagan, recibieron como respuesta del otro lado que iban a frenar las exportaciones argentinas, con lo cual el problema de balance comercial volvía a aparecer porque las menores exportaciones por represalias de los otros países achicarían nuevamente el saldo comercial, con el agravante de generar problemas de actividad en los pocos sectores que manos o menos zafan exportando.
Lo que no parece entender el matrimonio es que uno puede hacer una fiesta artificial de consumo durante un tiempo y luego dejarle la cuenta al que viene atrás. Pero es suicidarse políticamente hacer la fiesta de consumo y, encima, querer mantenerse en el poder en forma eterna sin pagar los costos políticos. Lo que le está pasando al matrimonio es que siete años de soberbia terminaron por agotar a la gente, se fue agotando la fiesta de consumo y la cuenta económica a pagar empieza a aparecer en forma de inflación, pobreza, indigencia. Para peor, el mundo ya no manda viento de cola, sino vientos de frente cada vez más intensos.
Fuente: Economia para todos (Argentina)
Ecuador: Radio y TV privadas tendrán solo una cobertura provincial
Ecuador: Radio y TV privadas tendrán solo una cobertura provincial – Diario Hoy
Al menos cinco serían los “nudos críticos”, según la oposición, en el informe para segundo debate del Proyecto de Ley de Comunicación, que debe ser presentado este viernes, ante la preocupación de la presidenta de la comisión, Betty Carrillo (AP), que hasta ayer confiaba en presentar el texto el lunes próximo.
Los temas que más preocupan a los legisladores de la oposición son la conformación del Consejo de Comunicación, que tendría uno o dos representantes del Ejecutivo, y la distribución de las frecuencias de radio y televisión.
Según el proyecto borrador, dado a conocer el viernes anterior, los medios privados y comunitarios solo serían de cobertura provincial (sin superar el 35% de la población nacional) y para acceder a una frecuencia deberán participar en un concurso público de ofertas (excepto a las nacionalidades indígenas). Las frecuencias tendrían una vigencia de 10 años y solo se las podría renovar una vez, por el mismo período.
Para el legislador independiente Jimmy Pinoargote eso discrimina a los medios privados, pues solo los públicos podrían tener cobertura nacional. Además, advirtió que una de las disposiciones transitorias señala que “los concesionarios que, a la fecha de promulgación de esta ley, hayan gozado de renovación de sus títulos habilitantes, no podrán solicitar nuevas renovaciones”, aunque podrían participar en los concursos públicos de ofertas.
Como ejemplo, Cinthya Viteri (MDG) mencionó que en dos años fenecería la concesión del canal Ecuavisa y que, en caso de probarse dicha transitoria, no podría renovar su licencia y tendría que entrar a competir por una nueva frecuencia.
“Entonces ¿qué pasará con su inversión y con el personal que labora en ese y otros medios?”, preguntó Viteri. Carrillo insistió en que la propuesta de revertir frecuencias surgió del legislador César Montúfar (CND) y lo acusó de tener “un doble discurso”.
“Después de 20 años en el aire, podrá participar en un concurso público por una frecuencia”, dijo Carrillo.
Su coideario Ángel Vilema no descartó revisar esos artículos, antes de dar paso a la votación del informe definitivo, cuyo contenido final, hasta la tarde de ayer, era una incógnita, incluso para los vocales de la mesa de Comunicación.
Montúfar, Viteri, Pinoargote y Fausto Cobo (PSP) dijeron estar en “alerta roja” y planean presentar un informe de minoría, al cual Lourdes Tibán (PK) dijo que no se sumará.
La Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER), presidida por Roberto Manciati, también está preocupada. Hoy presentará un documento con observaciones en la Asamblea. (GM)
Para Correa ley no es clave, pero advierte con vetarla
Que el Proyecto de Ley de Comunicación, cuyo informe para segundo debate debe presentarlo este viernes la Comisión de Comunicación, presidida por la oficialista Betty Carrillo, no es prioritaria para el proyecto político de su Gobierno, aseguró ayer el presidente Rafael Correa.
“Esa Ley nació de la Legislatura y no del Ejecutivo. La ley de Comunicación, ni de lejos es fundamental para nuestro proyecto”, dijo ayer el Jefe de Estado, en una entrevista en la cadena Ecuadoradio, con Miguel Rivadeneira y Gonzalo Ortiz.
Al ser consultado sobre si respetará el acuerdo legislativo sobre dicho proyecto, Correa dijo: “Es un arreglo político al que ni siquiera le estoy dando seguimiento, pero, cuando me llegue, veré qué es lo conveniente y si no lo vetaré”, advirtió.
Defendió la integración de un Consejo de Comunicación con representación del Ejecutivo, bajo el argumento de que el 80% de los medios privados, “son un poder sin contrapoder, lo que es grave para la democracia”. Pese a ello, dijo que no habrá intervención del poder político en dicho Consejo.
Veto a la Ley de Educación Superior. Rafael Correa también aseguró que si la Asamblea, al aprobar el Proyecto de Ley de Educación Superior, no toma en cuenta el informe del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (Conea), vetará esta normativa.
“Desechar el informe del Conea me parece un horror. Si en la Ley está algo así lo vetaré”, dijo, tras sostener que no permitirá que sigan operando universidades de garage en el Ecuador.
Respaldo al fiscal. Una vez más, el presidente respa.dó al fiscal Washington Pesántez y aseguró que el el juicio político fue un show. “Si no hay juicio político no hay democracia, pero si no hay show mediático no hay fiscalización”, comentó. Concluida la entrevista, Correa viajó a Guayaquil, en donde entregó 204 viviendas, de la primera etapa del plan Socio Vivienda, en el sector La Prosperina, al norte de la ciudad y desestimó el pedido de la Junta Cívica de la ciudad, de declarar estado de excepción, ante el auge de la delincuencia.
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