Ban Ki-moon, obligado a refugiarse en una sede acosado por los gadafistas
Ban Ki-Moon, protegido por sus guardaespaldas en el Cairo. | Afp
- El responsable de la ONU se reunió con la Liga Árabe para analizar la crisis
- Varios manifestantes que apoyan a Gadafi le impidieron salir de un edificio
Efe | EL CAIRO
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se ha visto obligado a refugiarse en la sede de la Liga Árabe, después de que varios manifestantes libios que apoyan al coronel Muamar al Gadafi le impidieran salir del edificio, situado junto a la plaza cairota de Tahrir.
Los manifestantes se reunieron delante de la puerta principal de la Liga Árabe y gritaron eslóganes contra Ban Ki-Moon y el secretario general de la Liga, Amro Musa, así como contra Estados Unidos, el Reino Unido y Francia y a favor de Gadafi.
Ante esta situación, Ban Ki-Moon no pudo abandonar el edificio por el acceso principal y tuvo que ser evacuado por otra salida en la que también se habían apostado varios manifestantes.
Los manifestantes gritaron "Alá, Muamar, Libia y ya" e insultaron al Reino Unido, Francia y Estados Unidos. El responsable de la ONU se reunió hoy con Musa para analizar la situación en varios países árabes, sobre todo en Libia.
La ONU pide que dejen de matar a los civiles
En una rueda de prensa conjunta con Musa, celebrada antes del altercado con los gadafistas, el secretario general de la ONU pidió a las autoridades libias que dejen de inmediato de matar a los civiles y que les protejan.
Ban destacó la importancia de la coordinación entre la Liga Árabe y la ONU, y aseguró que la ONU continuará su trabajo hasta que ponga fin a los combates en Libia y colaborará en el envío de ayuda humanitaria a este país.
Asimismo, alabó la postura de la Liga Árabe, que pidió la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia e insistió en la importancia de que la comunidad internacional tenga una sola voz para que se pueda cumplir la resolución del Consejo de Seguridad.
Además, instó a que se envíe ayuda humanitaria rápida a Libia.
Por su parte, Musa dijo: "Respetamos la resolución del Consejo de Seguridad y no tenemos nada en su contra, sobre todo porque dice que no a la invasión y a la ocupación de los territorios libios".
"Queremos la protección de los civiles en Libia y es una gran responsabilidad", afirmó Musa. Asimismo, reiteró: "Hemos pedido al Consejo de Seguridad la imposición de una zona de exclusión aérea para impedir los ataques contra los civiles, nuestra decisión ha sido clara y nos comprometemos a ella".
Ayer Musa criticó la intervención militar internacional contra objetivos libios asegurando: "Lo que pasa en Libia es diferente del objetivo de imponer una zona de exclusión aérea, lo que queremos es proteger a los civiles y no bombardearles".
La exaltación del conflicto
Enrique Krauze
La exaltación del conflicto
Hace unas semanas acudí a la Feria Internacional del Libro en Jerusalén para participar, junto con escritores de Polonia, Rusia, Serbia, Hungría y otros países, en una mesa redonda sobre el tema "Solución de conflictos: historia y representación literaria". Para mi sorpresa, los ponentes tuvieron muy pocas cosas que decir sobre la palabra "solución" y muchas sobre "conflicto". Todos, a su pesar, se refirieron a sus guerras y revoluciones como surtidores de grandes tradiciones literarias, y lamentaron la mala literatura que han prohijado, casi siempre, la armonía y la paz. México, dije a mi vez, no es una excepción a esa regla ni puede ofrecer lecciones en la resolución civilizada de conflictos. La historia mexicana es un paisaje volcánico con erupciones violentísimas seguidas de largos periodos de paz, pero no una paz concertada por las partes sino una paz impuesta por un vencedor. Y en todos los casos, las erupciones -no la monótona paz- tuvieron una representación gloriosa en la literatura. Me referí con brevedad a la Conquista y a la Independencia advirtiendo -para sorpresa del auditorio- que la paz de los tres siglos virreinales nunca fue objeto de mayor valoración. Recordé la vasta literatura mitológica que se escribió en torno a ambos conflictos: en el primer caso (con excepciones, como la obra de Bartolomé de Las Casas) la Conquista fue representada como una obra de la Providencia; en el segundo, como una reivindicación del mundo Mexica. Fantasear una "solución pacífica" de la Conquista parece ocioso. Imaginar lo mismo para la Independencia no lo es tanto. El conflicto se habría evitado si, como hizo Portugal, España hubiera aceptado la libertad de sus colonias y enviado un vástago de la casa real para gobernarlas. Me detuve un poco en el siglo XIX. Recordé la oportunidad que tuvieron liberales y conservadores para resolver sus diferencias en santa paz: la mayoría en ambos bandos, aunque católica, era moderada y practicaba un liberalismo abierto y tolerante, alejado de los fanatismos religiosos. Por desgracia, el diálogo intelectual y el debate parlamentario no prosperaron. Debido sobre todo a la intolerancia de la Iglesia, en 1858 el país se precipitó en una tercera erupción, la "Guerra de Reforma". El recuento de la era liberal fue sencillo: casi medio siglo de paz (que nadie valora tampoco) sustentada en una nueva narrativa histórica -o más bien meta histórica- que cabe resumir así: el triunfo de los liberales frente a la Iglesia y los conservadores representaba la reversión definitiva de la Conquista. Esta mitología negaba la presencia española y católica, la que había dado la lengua, el arte, la religión, las costumbres, los valores arraigados en el pueblo. Esa mitad permaneció soterrada y latente, hasta irrumpir de nuevo, con extraordinaria furia y nuevos contenidos sociales, en la siguiente y cuarta gran erupción del volcán mexicano: la Revolución de 1910. Sostuve que el conflicto pudo haberse evitado con un poco de buena fe. En cualquier caso, sobrevino una nueva guerra civil, que duró diez años y cobró cerca de un millón de vidas. Y como en las erupciones anteriores, la narrativa recreó y justificó la guerra en términos míticos: el pueblo, oprimido por el tirano y el orden liberal, no tuvo más remedio que tomar las armas y buscar su redención social. El país volvió a vivir largas décadas de paz (que sólo ahora comenzamos a valorar). Pero el "orden revolucionario" tampoco propició la resolución concertada de los conflictos. Por eso, cuando en 1968 el movimiento estudiantil planteó una modesta liberalización democrática, el gobierno lo reprimió de manera sangrienta. Luego de Tlatelolco, el régimen perdió legitimidad y no pudo recurrir a su vieja narrativa. Quedaba el camino de una nueva erupción revolucionaria (que llevaba a cabo un sector de la izquierda) o la democracia, que a principio de los ochenta propuso un pequeño sector de pensamiento liberal. Esta idea prendió por diversos motivos, entre ellos la corriente internacional de apertura política y la caída del Muro de Berlín. La gente, sencillamente, dijo "basta". A pesar de sus momentos traumáticos (la rebelión neo zapatista, el asesinato de Colosio) el tránsito a la democracia fue ordenado y concertado. Convergieron en él casi todas las fuerzas políticas. El triunfo se alcanzó en 1997 y se consolidó en el 2000. Por desgracia, ante aquel auditorio no pude ostentar nuestro tránsito a la democracia como un ejemplo a seguir. La armonía nos resultó insoportable, inhabitable y casi banal. Lo nuestro ha sido siempre el conflicto. Al desaparecer el poder central del presidente, México se volvió más libre pero sus fuerzas políticas (federales, estatales, locales, partidarias, corporativas, sindicales, fácticas) han sido incapaces de llegar a un acuerdo mínimo para modernizar al país (y aún para combatir el poder de las fuerzas criminales). Conquistamos la democracia pero nos faltan sus costumbres: diálogo, debate, crítica, tolerancia ante la pluralidad, espíritu de negociación, sentido práctico, capacidad de escuchar al otro y, sobre todo, sabiduría para ceder una parte del poder propio en abono del bien común. Una madeja de intereses creados, públicos y privados, monopólicos casi todos, nos mantiene inmovilizados. Por eso la pobre democracia mexicana no ha tenido "quien la escriba". Y por eso florece la narrativa de la narcoviolencia. Recordé a Borges: "México vive fijo en la contemplación de las querellas de su pasado". En la contemplación y la reedición. Pequeño consuelo: todos los países reunidos en aquella mesa redonda están más o menos igual. No se acostumbran a las soluciones concertadas ni han creado una narrativa para la paz. Tal vez a muchos países les queda bien aquella línea de Tolstoi en La Guerra y la Paz: "Todas las familias felices son iguales; todas las desdichadas lo son de manera distinta". Y la desdicha, para efectos narrativos, es mucho interesante que la felicidad.
El embajador desinformado
Raymundo Riva Palacio
El embajador desinformado
Pascual se ha convertido en una especie de apestado. Aunque en varios medios han subrayado que lo que escribió Pascual a sus jefes no difiere en absoluto de lo que varios columnistas habían publicado en su momento, no sólo matices no incorporados sino mentiras en algunos cables que provocaron una revolución en el gabinete y reclamos importantes en la oficina del presidente Felipe Calderón, quien tuvo que resolver un dilema: quejarse en privado, o denunciar públicamente al embajador.
El presidente usó a los medios y lo calificó de ignorante, dejando claro que no podría trabajar más con él. Para muchos, observadores profesionales y ordinarios, la actitud presidencial estuvo más cerca de un berrinche que de un comportamiento profesional, pues al hacer público su gran desacuerdo, cerró la posibilidad de que el presidente Barack Obama, en un encuentro privado, pudiera acceder a un relevo en México para mantener intacta la relación.
Hoy es imposible que lo cambie. ¿Cuántos gobiernos más en el mundo formarían cola para exigir el mismo trato y que les retirarán a los embajadores y autores de miles de cables dados a conocer por WikiLeaks? Lo que Pascual y la mayoría de los mexicanos no saben, es que Calderón tuvo que estallar en público porque el costo de no hacerlo hubiera sido mucho más alto que haberse quedado callado. Por ejemplo, el secretario de la Defensa, Guillermo Galván, no lo iba a entender.
Pascual escribió eufórico a Washington la noche del 17 de diciembre de 2009 que gracias a la inteligencia que aportaron las agencias estadounidenses a la Marina, los comandos entrenados por Washington habían dado muerte a Arturo Beltrán Leyva, uno de los jefes del narcotráfico más violentos de la última década. Solamente esas líneas, exhibieron al secretario de la Marina, almirante Francisco Saynez, quien a través de sus voceros dijo que la caída de Beltrán Leyva había sido resultado de un trabajo de inteligencia de seis meses.
Ese cable dejó al secretario de la Marina como mentiroso. En otras líneas, Pascual prendió otra mecha. Escribió que la información se le había entregado originalmente a la Secretaría de la Defensa, que no hizo absolutamente nada por lo que él llamo "aversión a los riesgos". En buen castellano llamó a los militares cobardes. Metafóricamente hablando, el general Galván preguntó en Los Pinos: ¿Es así como nos ve el presidente?
En efecto, Pascual tenia razón, el Ejército no hizo nada directamente. Pero no fue por "aversión al riesgo", sino porque el presidente había designado –instrucción que se mantiene– cárteles específicos a dependencias específicas. La Marina, no el Ejército, fue responsabilizada de los Beltrán Leyva, como el Ejército, no nadie más, de Los Zetas. Los informantes de Pascual, evidentemente, no tenían buena información, y lo mantuvieron ajeno a esa directiva.
Esa misma descripción fallida fue ampliamente documentada en otro cable donde mencionó que había una mala coordinación entre las secretarías a cargo de la seguridad. Ese memo provocó que, además de las Fuerzas Armadas, se incendiaran los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y la PGR. Pascual había caído en una frivolidad. Su cable se refería probablemente a las diferencias de carácter y personalidad de las cabezas de las secretarías, que los llevó a enfrentamientos públicos, pero omitió aspectos estratégicamente relevantes.
Uno de ellos, paradójicamente registrado en otro cable, es el muy poco conocido Grupo de Coordinación del gabinete de seguridad, donde lo que sucede en las alturas no permea en ese cuarto de guerra donde están todos los jefes tácticos, operativos y de inteligencia del gobierno federal, y comparten toda la información para los operativos encargados a cada uno de ellos.
Este grupo es el que vio la operación contra Beltrán Leyva, pero que no lo vio Pascual ni entendió el modo de ejecución que lo llevó a señalar a los militares como cobardes. La mecánica de trabajo es que en ese grupo se comparte la información hasta que se establece la fecha de la acción final, por lo que la dependencia responsabilizada de hacerlo cierra toda la información y se aísla, para evitar filtraciones. El resto de las dependencias no vuelve a saber de ellos hasta que les piden el apoyo para la operación, realizándolo de manera importante, pero secundaria.
En el caso de Beltrán Leyva, el Ejército fue quien se hizo cargo de la seguridad perimetral, como también lo hicieron los militares y la policía federal cuando la Marina actuó contra Ezequiel Cárdenas, "Tony Tormenta" en Reynosa, o cuando la Policía Federal lanzó una operación contra Nazario Ortiz, el jefe de La Familia, cuando fueron militares y marinos quienes realizaron la seguridad perimetral y cerraron las vías de escape.
La falta de conocimiento de Pascual sobre los mecanismos de operación, y el haber estado escuchando de más a fuentes ignorantes también de estas estructuras, lo llevó a escribir cables equivocados que lastimaron en México y provocaron inconformidad. El presidente prefirió sacrificarlo y aguantarlo por tiempo indefinido, a perder capacidad de liderazgo en las Fuerzas Armadas. El embajador, mal informado, pagará con creces sus fallas.
¿Por qué todos van contra Belrones?
R I C A R D O A L E M á N |
Itinerario político |
¿Por qué todos van contra Belrones? |
Seguramente muchos ciudadanos han escuchado que un sector del PRI presentó una nueva iniciativa de reforma fiscal. Posiblemente otros tantos saben que esa reforma la formuló el Senador Manlio Fabio Beltrones, quien la elaboró junto con el también Senador, Francisco Labastida. Y es muy probable que todos hayan escuchado el estruendo que se ha generado en torno a una iniciativa de reforma que, aún sin nacer, ya generó una guerra político electoral que exhibe, como pocos foros, la mediocridad de la clase política mexicana. Pero vamos a explicar el asunto con peras y manzanas. En su momento, la novedad fue que un partido político colocado del lado de los opositores al Gobierno federal, el PRI, se pasó casi todo un año de trabajo en la elaboración de una reforma fiscal que fuera capaz de elevar de manera considerable la recaudación, por la vía de la redistribución de las cargas impositivas. Lo novedoso fue que cuando se anuncio esa reforma, no solo fue aplaudida por un sector del PRI, sino que se dijeron satisfechos nada menos que Felipe Calderón, el presidente de los mexicanos, y Marcelo Ebrard, el Jefe de Gobierno del DF y presidenciable con una creciente aceptación. Pero la novedad ya no fue tanto, cuando desde todos los sectores, todos los partidos, los gobiernos y los grupos de interés, que afilan los cuchillos y aceitan los fusiles para la contienda presidencial de 2012, se percataron que la iniciativa presentada por el PRI era mucho más que una reforma fiscal destinada a beneficiar al Gobierno en turno, a los ciudadanos y en general al desarrollo del país. Se trataba de una reforma que, de aprobarse, estaba destinada a convertirse en una poderosa herramienta político electoral. Y entonces sobrevino la reacción natural de mezquindad, pequeñez y mediocridad política –sentimientos desatados por la fiebre electoral y que recomiendan desechar la iniciativa, desacreditarla, sepultarla y, si se puede, hasta acabar con los padres de la propia reforma--, no fuera a ser que los electores la perciban como una iniciativa positiva y decidan premiar a sus autores. ¿Y quienes son los padres de la criatura; de la iniciativa de reforma fiscal?. Como ya lo dijimos, nada menos que los senadores Manlio Fabio Beltrones y Francisco Labastida. ¿Y eso qué?, podría incitar algún curioso. Pues casi nada, que Beltrones es un potencial candidato presidencial del PRI, que como pocos, entiende que en política, el último minuto también tiene sesenta segundos, y que una reforma como esa, de ser aprobada, le daría un bono electoral adicional. Pero además, en la lógica de la geometría de partidos, resulta que ni el PAN ni el PRD están dispuestos a que el PRI les tome ventaja frente a los electores, con una reforma que podría ser un paso importante en materia fiscal. Por todas esas razones, cuando apenas se había terminado el proceso de gestación de la reforma, aparecieron por todas partes aborteros dispuestos a impedir su nacimiento. Por increíble que resulte, desde el PRI vinculado a Enrique Peña Nieto, pasando por el PAN y el Gobierno de Felipe Calderón, sin olvidar al oportunismo dizque de izquierda, con AMLO y Marcelo Ebrard, todos descalificaron la reforma. Ya sabemos por qué en forma colectiva se intentó el aborto. Ahora la pregunta es otra: ¿Por qué el miedo?. ¿Por qué repentinamente todos se apresuraron a echarle tierra encima?. Porque el PAN y Felipe Calderón, el PRD y sus adalides, AMLO y Marcelo, y hasta el propio Enrique Peña Nieto, saben que los electores mexicanos de hoy en proporciones considerables, conocen el valor del premio y el castigo a los políticos y los gobernantes; conocen el valor del voto. Y saben que una reforma como esa se podría traducir en imagen, aceptación, votos... Si fuera tan mala como dicen, no haría falta siquiera ocuparse de ella. Por eso, cavernícolas vinculados a AMLO reventaron en la UNAM la presentación que había previsto Francisco Labastida, hace dos semanas, por eso AMLO la descalificó en tono delirante, por eso el PAN anunció que no pasaría, y por eso en una vergonzosa patinada, Marcelo la elogió y luego la descalificó. Todos van contra Beltrones, porque vivimos tiempos de canallas, pero también de mezquinos, mediocres, enanos... Vivimos tiempos electorales. Al tiempo. En el camino Continua la pelea en el PRD. Lo cierto es que en la negociación que se dio durante 48 horas, el eje de los acuerdos fue el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, quien se perfila como el jefe real del partido amarillo. |
Échenle cinco al piano
R I C A R D O V A L E N Z U E L A |
Reflexiones libertarias |
Échenle cinco al piano |
John Maynard Keynes fue sin duda el economista más influyente del Siglo 20. También fue el hombre que cocinó el potaje para convertir a los EU en un país en el que su Gobierno dispone ya de más del 50 por ciento del ingreso nacional, creando esa gran capa dependiente propietaria de la frase: "Que te mantenga el gobierno". Fueron sus ideas responsables de la plaga que postrara a Europa provocándole su euroesclerosis. Pero más aun, Keynes heredó al mundo aquella enfermedad de los años 70 cuando Nixon declarara; "ahora todos somos keynesianos"; Stagflación, severas recesiones del brazo de inflaciones galopantes. Fue la inspiración para los autores de la docena trágica mexicana, Echeverría y López Portillo, y sus efectos posteriores que de nuevo nos rondan camino a la elección del año entrante. Aun cuando mentes del calibre de Milton Friedman y los austríacos, Von Mises y Hayek, nos han dado los argumentos para entender el fracaso del keynesianismo, en este confundido universo todavía tenemos líderes que no lo han asimilado, o peor, lo han asimilado y aprovechado demasiado bien. Obama ha tratado de revivir los EU mediante un plan keynesiano de reactivación que provoca a expertos predecir un Apocalipsis económico en el corto plazo. De nuevo las anfetaminas, impresión de dinero fiat, gastos del Gobierno, déficits, endeudamiento, para activar la demanda y el empleo. Pero no vayamos lejos, Carlos Slim, en una entrevista con diarios en EU, exige al Presidente Calderón el inicio de una estrategia similar. Es decir, el más clásico de los empresarios pegados a la ubre del Gobierno, el que más ha lucrado con el viejo status quo mexicano, exige se regrese a los amores de ayer. Después de librar una lucha de más de 20 años para inyectar algo de sanidad a las dementes finanzas del Estado, el Sr. Slim pide regresar a la borrachera de los años 70 y 80 que todavía nos postran de rodillas. Con una desfachatez que impresiona, afirma que el Gobierno tiene mayor flexibilidad para clavar las espuelas a la economía ahora que, según él, se han controlado el déficit, entonces, échenle un cinco al piano y que siga el vacilón. Es intrigante observar cómo un perredista demagogo del calibre de Ricardo Monreal, coincida con el hombre más rico del mundo al exigir el regreso a la tercera dimensión que vivimos durante años, que luego produjera la quiebra del País y la miseria del pueblo. Así como es inentendible el que Kirchner en Argentina abrace las políticas que la desrielaron en su carrera hacia el primer mundo y lo volcaran al remolino de la hiperinflación, es inaudito el que Slim se atreva tan siquiera mencionar esa blasfemia en la esfera económica de la sanidad. Pero tal vez no, al fin que Don Carlos en la Ibero fue alumno de los Jesuitas mexicanos al igual que nuestro flamante ex Presidente Fox. A pesar de que Slim de inmediato tuvo respuesta de parte de la Secretaría de Hacienda revirando su propuesta sería una regresión al pasado, el dueño del monopolio telefónico insiste pasando a comparar cómo los EU este año deban exhibir un déficit del 7 por ciento de su PIB, mientras que el de México se puede ubicar en un modesto 1 por ciento. Lo que omite exponer Slim es cómo la economía de los EU de 15 trillones de dólares, cortesía de los neo keynesianos, su endeudamiento ya llega a casi 100 por ciento de su PIB mientras que la economía mexicana, sudando mucho, tal vez alcance un trillón de dólares y su deuda representa más del 120 por ciento de su PIB, y ¡Don Carlos, los déficit se tienen que financiar y peor, pagar! El Sr. Slim debería de tirar los libros de economía de su época en la Ibero y darse a la lectura de ese gran economista francés, Jean Baptiste Say, autor de lo que hoy día se conoce como "La ley de Say". Say afirmaba que los gobiernos tratando de estimular sus economías activando la demanda y el consumo vía herramientas fiscales, están siempre condenados al fracaso. Say fue el pionero de las ideas para estimular y construir las economías a través de favorecer la oferta, la producción. La oferta crea su propia demanda, afirmaba Say, echando por tierra la teoría del equilibrio perfecto. En años recientes sus ideas dieron vida a la nueva corriente económica llamada Supply—Side, cuyos máximos representantes son el galardonado premio Nobel Robert Mundell y el maestro Art Laffer. Fueron estos hombres quienes en los años 80 iniciaran la reversa a ese keynesianismo para regresar al mundo que el maestro Laffer define como; The basics. Fueron ellos también en gran parte responsables por lo que Robert Bartley calificó; "Los siete años de vacas gordas" producidas por Reagan. Pero parece que lo que realmente pretende Slim es que México regrese a la época de las parrandas sobregiradas, financiadas e inflacionarias puesto que, como me afirma un periodista de Guadalajara, "entonces estábamos mejor". Aquella bella época en la cual las cuentas eran se baja el cero y no toca. Sin duda en este tipo de ambientes habrá de nuevo infinidad de "actividades estratégicas" que, luego de asomarse al precipicio de la quiebra, nuestro responsable Gobierno jamás las abandona pues los intereses de la patria son primero. Previo rescate, después en los activos del Gobierno aparecerían otras oportunidades para privatizar estilo Telmex. Y así nace un nuevo monopolio rifado entre mis cuates. Una verdadera aportación al desarrollo de México, obsequio de Don Carlos, debería ubicarse más en la esfera de la competencia. ¿No estará de acuerdo el Sr. Slim en que quitando las vejigas a Telmex y enviándolo a competir produciría un mejor servicio tan urgente para México? Sin duda aplicándole la misma receta a Pemex, a la Comisión Federal de Electricidad y a la economía como un todo, podríamos gozar de servicios superiores y a precios razonables. La competencia, la libertad, el riesgo y la creatividad de sus actores, es lo que verdaderamente desarrolla las economías no los sobregiros en las cuentas que sugiere Don Carlos. ¿Qué sucedería si en México se respetaran los derechos de propiedad? Si realmente existiera un Estado de derecho. Si le diéramos curso legal a toda esa economía informal que, para evitar los agravios de la burocracia, se sumerge en las catacumbas del mercado negro. Si México se ubicara entre los 10 primeros lugares en el índice de libertad económica mundial, y no en el #63 como hoy en día. Los países ubicados en los primeros 10 lugares, promedian un ingreso per cápita de $40,000 dólares mientras que México a duras penas alcanza $10,000. Tal vez si pensáramos en cambiar la cultura de los mexicanos pues, como Harrison afirma, "Subdesarrollo es un Estado Mental", el terreno recibiría mejor abono para que la cosecha fuera plena y abundante. Me parece que el Sr. Slim tiene muchas otras áreas en donde trabajar antes de usurpar las funciones de los Chicago Boys, mientras espera hacerse de otro monopolio. |
Licencia para matar
O P I N I Ó N |
D E N I S E D R E S S E R |
Licencia para matar |
Con tal de erigirse como el único candidato capaz de salvar a México, AMLO está dispuesto a cedérselo al PRI antes |
Al igual que aquella famosa película de James Bond, Andrés Manuel López Obrador ha pedido una "licencia para matar". Licencia para impedir la creación de una alianza PAN-PRD, que podría ponerle freno al avance del PRI en el Estado de México. Permiso para acelerar la consolidación de la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto, que se presenta cada vez más como un hecho consumado. Licencia para matar la única posibilidad de evitar el regreso triunfal del priismo, lo cual entrañaría una profunda regresión política en el País. Permiso para hacerle la vida fácil al Copete Electrónico. Más que evitar la resurrección priista, AMLO obcecado en asegurarla. Más que evitar el reingreso a Los Pinos del enemigo histórico de la izquierda, AMLO parece desear ese desenlace. Y paso a paso, decisión tras decisión, López Obrador mata por su propia mano a la izquierda mexicana. Porque las implicaciones de su vehemente oposición, tanto a la consulta ciudadana como a la alianza electoral en territorio mexiquense, evidencian una actitud alarmante. Una posición preocupante. Una táctica de corto plazo que producirá daños de largo plazo. Con tal de evitar el crecimiento de Marcelo Ebrard, AMLO está dispuesto a asegurar el fortalecimiento de Peña Nieto. Con tal de erigirse como el único candidato capaz de salvar a México, AMLO está dispuesto a cedérselo al PRI antes. Antes que darle la oportunidad a la izquierda de ganar, López Obrador prefiere controlarla aunque acabe perdiendo votos. Antes que ser congruente con las alianzas que apoyó en lugares como Oaxaca, López Obrador está dispuesto a denostarlas si de meterle el pie a sus adversarios en su propio partido se trata. Frenar el éxito de alianzas que erosionan su poder dentro del PRD le importa más que desmantelar la maquinaria mexiquense que el PRI ha encendido. Como escribió Elías Canetti, "El horror que produce la muerte se vuelve satisfacción cuando vemos que es alguien más el que está muerto". Y a AMLO la muerte del PRD no le preocupa. El desmoronamiento político de la izquierda electoral no le atemoriza. El caudal de votos perredistas convertidos en votos priistas no le quita el sueño. Piensa que puede competir solo, ganar solo, triunfar solo. Y por ello, para AMLO la alianza electoral que fue buena para Oaxaca no es buena para el Estado de México. Por ello, para AMLO el perfil democrático incuestionable de Javier Corral, e impulsor de la alianza, se vuelve de pronto motivo para llamarlo "alguien que sirve a las mafias que se han apoderado de México". Al actuar así, López Obrador se vuelve el promotor más exitoso de los mafiosos contra los cuales dice pelear. Al lanzarse contra una alianza argumentando que "no traería nada nuevo", López Obrador asegura que sea así. Al criticar la consulta ciudadana, López Obrador avala la transición trunca. Alguien debería recordarle a AMLO que el enemigo verdadero a vencer no es Ebrard: es Peña Nieto. El adversario real que debe ser contenido no es el PRD: es el PRI. El peligro inminente no es la posibilidad de una alianza PAN-PRD: es la división de la oposición. El problema urgente no es parar a "los Chuchos: es parar la resurreción de lo peor del priismo. Si el PRI recupera la Presidencia gracias a las maniobras cuestionables de López Obrador, el futuro de la izquierda mexicana se avisora sombrío, duro, desfondado. Porque los priistas regresarían al poder durante por lo menos dos sexenios. Doce años para canibalizar al PRD y arrebatarle liderazgos y electores y plataformas y militantes. Doce años para desmantelar los pocos contrapesos e instituciones democráticas que hemos logrado establecer. Doce años para destrozar lo que tomó más de 20 construir. Ese será el escenario predecible si López Obrador insiste en pelearse con propios en lugar de combatir ajenos. Si insiste en volver más agreste el terreno electoral para la izquierda en lugar de emparejarlo donde más importa. En el Estado de México está la base electoral, estratégica, operativa, y financiera del proyecto priista. Es allí donde está en juego el futuro de Enrique Peña Nieto y la coalición corporativa que comanda. Es allí donde todas las fuerzas de la oposición, panistas, perredistas, petistas, convergencistas, deberían unirse para formar un frente común. Un dique para proteger a la débil democracia mexicana. Un muro para defender un paraje donde sea posible imaginar la vida política de otra manera: menos cupular y más ciudadana; menos partidista y más participativa; menos centrada en preservar los pactos del pasado y más preocupada por esbozar los nuevos entendimientos del futuro. Según AMLO, "la oligarquía ya tiene a su candidato y es Enrique Peña Nieto que simboliza la corrupción, el clientelismo y los intereses del duopolio televisivo". Eso es cierto, pero lamentablemente López Obrador no está proveyendo al País de instrumentos para impedir el ascenso del "Modelo Bombón" mexiquense. Al contrario, está allanando su camino. Porque la candidatura solitaria de Alejandro Encinas no sería suficiente para ganar. Porque si lo que AMLO quiere detener, vía el Estado de México, es una alianza PAN–PRD para la elección presidencial, lo está haciendo al enorme costo de otorgarle al político más popular del País la candidatura del PRI. Porque si lo que AMLO desea es enfrentarse a Peña Nieto en el 2012 y jalar el voto anti-priista a su propia causa, los números no le dan para imponerse en esa elección. Ganaría la batalla contra el PRD, pero perdería la guerra necesaria para lograr la transformación del sistema que el PRI heredó y ahora revive. Andrés Manuel López Obrador ha dicho que "son momentos de definición". Entonces a él mismo hay que pedirle que se defina. ¿De qué lado está? ¿Del lado de la izquierda capaz de formar un frente opositor para vencer al PRI, o del lado del PRI? ¿Del lado de Marcelo Ebrard o de Enrique Peña Nieto? ¿Del lado de una consulta que fortalezca la participación ciudadana, o del lado de quienes quieren evitarla? ¿Del lado de acuerdos programáticos entre partidos y organizaciones civiles para inaugurar una nueva forma de hacer política, o del lado de priistas que se oponen a su creación? ¿Del lado de la sociedad o de quienes solo desean manipularla? ¿Del lado de una izquierda revitalizada o del lado de una izquierda que las rivalidades personales se empeñan en matar? ¿De nuestro lado o tan solo del suyo? |
Tres generales yemeníes desertan
Tres generales yemeníes desertan y se ponen del lado de los manifestantes
Decenas de oficiales del Ejército exigen la dimisión del presidente y envían sus tropas para proteger a los manifestantes.- El principal jefe tribal también pide a Salé que renuncie.- Los embajadores ante Siria, Arabia Saudí y Jordania anuncian su dimisión en protesta por la matanza del viernes pasado
AGENCIAS - Saná -
Los acontecimientos se precipitan en Yemen en los últimos días y el presidente, Ali Abdalá Salé, se está quedando solo en su intento de conservar su poder. El punto de inflexión fue la muerte de 52 manifestantes a manos de la policía la semana pasada, que hoy ha tenido nuevas consecuencias negativas para Salé: tres altos cargos del Ejército han decidido desertar para envíar a sus tropas a proteger a los manifestantes y han exigido la dimisión del presidente. A ellos se han unido decenas de oficiales, el líder de la principal tribu del país y los embajadores en Siria, Arabia Saudí y Jordania.
Uno de los militares, el general de brigada Mohamed Ali Mohsen Salé (número dos de las fuerzas armadas y hermanastro del presidente) ha anunciado su apoyo "a la revolución del pueblo y sus peticiones", según la cadena de televisión Al Yazira, que asegura que miles de personas se concentran hoy en Saná protegidas por los carros de combate y los vehículos acorazados del Ejército. La declaración de apoyo del general Ali Mohsen, jefe de la zona militar occidental y de la primera división acorazada, animó a los otros dos generales, Mohamed Alí Mohsen y Hameed al Qusaibi (que como Ali Mohsen, pertenecen a la misma tribu que Salé, la Hashid), a proteger también a los activistas, acampados en Saná y que no han dejado que su protesta decaiga a pesar de los violentos acontecimientos del 18 de marzo. Decenas de oficiales y al menos 50 cargos del Ministerio del Interior les han seguido y se han pasado al bando de los opositores.
El jeque Sadek al Ahmar, el principal líder tribal (de la Hasdid, como los anteriores) del país, ha sido otra de las personalidades yemeníes que han urgido hoy al presidente a irse de forma "honorable", según Al Yazira. "Anuncio en nombre de todos los miembros de mi tribu que me uno a la revolución", declaró Al Ahmar y pidió a Salé que "evite un derramamiento de sangre en Yemen y abandone tranquilamente el país".
Otros de los que han retirado su apoyo al presidente son los embajadores de Yemen ante Siria, Arabia Saudí y Jordania, que han dimitido y reclamado, como todos, su dimisión del presidente, informa Al Yazira. "Dimito tras la masacre de la plaza por el Taghyir (Cambio)" de Saná, ha declarado el embajador en Damasco, Abdel Wahhab Tawaf, que ha renunciado también al partido gubernamental para apoyar al movimiento opositor.
Salé, en el poder desde hace 32 años, destituyó ayer a la totalidad de su Gobierno tras el abandono de varios ministros (junto a 27 diputados y 47 miembros del partido gubernamental) que también rechazaron la violenta represión de los manifestantes pacíficos. El dirigente, que negó la implicación de la policía y responsabilizó de la matanza a elementos armados entre los acampados en la plaza, declaró el estado de emergencia y pidió a los manifestantes que se trasladen a otro lugar donde no interfieran con la vida de la ciudad.
Más de la mitad del Ejército apoya las protestas
"La falta de diálogo y la opresión de manifestantes pacíficos en público ha tenido como consecuencia una crisis que aumenta a diario", ha manifestado el general Ali Mohsen, que ha hablado en nombre de las fuerzas armadas al afirmar que "son parte integral del pueblo y sus protectores" y que por eso han decidido apoyar pacíficamente sus demandas.
El director del periódico Yemen Post, Hakim al Masmari, calcula que "cerca del 60 por ciento de los militares se han aliado a los manifestantes", como le cita Al Yazira. Según el periodista, que asegura que Salé ya sabía que el general Ali Mohsen le iba a "abandonar", esta decisión "es un claro indicio de que el presidente Salé ha perdido la partida y debe dimitir".
Un grupo de 60 oficiales del Ejército de la provincia de Hadramout, en el sureste de Yemen, han decidido unirse a la protesta contra el presidente, como han hecho decenas de militares en Saná, según ha anunciado en Al Yazira el general Nasser Ali Chouaibi, que ha añadido que otros 50 cargos del Ministerio del Interior también se han sumado a la causa de la oposición, como los generales, Alí Abdullaha Aliewa, asesor del jefe supremo del Ejército, y Nasser Eljahori, jefe de la Brigada 121.
"Salé libra su última batalla"
Franck Mermier, antropólogo francés especialista en Yemen, considera, en declaraciones a France Presse, que el presidente Salé "está en su último atrincheramiento. Ha perdido toda legitimidad de cara a su pueblo y libra su última batalla". Mermier, que cree que la represión de los manifestantes "agrava la posibilidad de una guerra civil", está desesperado.
El jefe del Estado ha perdido también el apoyo de la mayoría de tribus, y de entre ellas, del principal jefe tribal, y de los líderes religiosos. Le queda solamente, según Mernier, las fuerzas de seguridad dirigidas por miembros de su familia.
"El cambio es ineluctable en Yemen, pero la cuestión es saber a qué precio", reflexiona el presidente del centro de estudios para el futuro de Saná, Farés al-Saqqaf, que considera que "Yemen está más cerca del escenario egipcio, pero podría seguir el de Libia", teniendo en cuenta la presencia de tribus fuertemente armadas.
Los cazas F-18 españoles comienzan a patrullar
Los cazas F-18 españoles comienzan a patrullar sobre Libia
Los aparatos tienen autorización para abrir fuego en el cumplimiento de su misión.- Salieron de Cerdeña al mediodía y volverán a la base a partir de las dos de la tarde.- Fuentes militares definen la misión como "de riesgo moderado"
MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid -
Militares españoles arman con misiles uno de los cazabombarderos F-18 desplegados en la base de Decimomannu (Cerdeña, Italia) para la misión en Libia.- MARIO ROSAS (AFP)
Dos cazas españoles F-18 han realizado esta mañana el primer vuelo de vigilancia para evitar la violación de la zona de exclusión aérea libia delimitada por la coalición internacional. Los dos aviones dejaron al mediodía su base al sur de Cerdeña, acompañados por un Boeing 707 de abastecimiento, también del Ejército español, y estaba previsto que regresaran a partir de las dos de la tarde a la isla italiana. En la base de Decimomannu permanecen hasta el momento otros dos cazas que aún no han realizado ningún vuelo en la zona. La misión es una "patrulla aérea de combate".
Según fuentes militares, las operaciones de los cazas españoles no están exentas de riesgos porque no se han destruido totalmente las defensas antiaéreas libias. Se trataría, según las mismas fuentes, de una misión de "riesgo moderado".
Los cuatro cazabombarderos, que ayer llegaron a Cerdeña, deben garantizan que ninguna aeronave hostil invada el espacio aéreo libio. Para ello, han sido armados con misiles aire-aire y tienen autorización para abrir fuego si se topan con dificultades en sus misiones de patrulla aérea.
Los F-18 y el avión de reabastecimiento en vuelo están bajo el mando del general al mando de la operación internacional, Carter F. Ham, según informó ayer en rueda de prensa el jefe de Mando de Operaciones (CMOPS), teniente general Jaime Domínguez Buj, después de un reunión en el Estado Mayor de la Defensa, presidida por la ministra, Carme Chacón, para analizar el desarrollo del despliegue de las Fuerzas Armadas en la misión internacional de Libia.
Buj explicó también que la fragata Méndez Núñez zarpó ayer desde Ferrol con destino Rota para "preposicionarse". El objetivo del buque de guerra, uno de los más modernos con los que cuenta la Armada, es llegar a la zona de operaciones en el menor tiempo posible, una vez que se apruebe la misión de embargo de armas que también establece la resolución de la ONU.
Entre las 17.30 y las 18.30 de la tarde del sábado despegaron de la base de Torrrejón de Ardoz (Madrid) los cuatro cazas y el avión cisterna con rumbo a la base de Decimomannu, al sur de Cerdeña. Su destino inicial era Trapani, al oeste de Sicilia, pero el creciente overbooking en las bases del sur de Italia por la llegada de aviones obligó a buscar un nuevo alojamiento más lejano al teatro de operaciones. Y ni siquiera es seguro que sea el definitivo.
Este domingo los F-18 ya estaban listos para participar en las operaciones de la coalición internacional encargada de imponer la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU al régimen de Gadafi. En principio, los cazas españoles realizarán misiones de patrulla aérea, por lo que serán los encargados de derribar cualquier avión o helicóptero que viole la prohibición de volar sobre Libia.
Para ello, volarán equipados con misiles aire-aire de medio alcance AMRAAM y de corto alcance Sidewinder, según fuentes militares. Aunque los F-18 españoles también están capacitados para ello, no se encargarán de momento de la destrucción de los radares y defensas aéreas libias ni de los ataques contra objetivos en tierra (fijos o móviles). El destacamento incluye la Escuadrilla de Apoyo al Despliegue Aéreo. En los próximos días se unirá un avión de vigilancia marítima CN-235 de fabricación española.
Este último, sin embargo, no se dedicará a vigilar el espacio aéreo libio, sino a apoyar el bloqueo con el que se quiere impedir la llegada de armamentos y mercenarios al régimen de Trípoli por vía marítima. Una operación que está planeando la OTAN, que ayer reunió al Comité Militar y al Consejo Atlántico. Aunque el embargo lleva varias semanas en vigor, la resolución del pasado jueves del Consejo de Seguridad de la ONU permite abordar buques sospechosos en aguas internacionales.
La aportación española a este dispositivo incluye igualmente la fragata F-104 Méndez Núñez y el submarino S-74 Tramontana. Las fragatas de la clase F-100 figuran entre las más modernas del mundo y están equipadas con el sistema de combate Aegis, cuyo radar SPY-1D es capaz de controlar por si solo el espacio aéreo de toda la costa libia. La Méndez Núñez intervino en la liberación en noviembre de 2009 del pesquero Alakrana, secuestrado durante 47 días por piratas somalíes, y ha trabajado con grupos de combate estadounidenses y británicos. Mucho más veterano es el Tramontana, un submarino de la clase S-70 con 26 años de antigüedad que participó en 2002 en la recuperación del islote de Perejil.
En total, la aportación española a la misión en Libia suma casi 500 militares, según fuentes de Defensa, de los que unos 150 pertenecen al Ejército del Aire y el resto a la Armada.
Gadafi no es objetivo de los bombardeos
Gadafi no es objetivo de los bombardeos de la coalición, según el jefe del Estado Mayor británico
LONDRES, 21 marzo 2011 (AFP) - El jefe del Estado Mayor británico, el general David Richards, negó este lunes que el líder libio, Muamar Gadafi, sea un objetivo de la operación de la coalición internacional, contrariamente a lo que sugirieron en las últimas horas dos ministros británicos.» ver artículo completo |
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