28 marzo, 2011

Eruviel y Pedro Infante

José Cárdenas

Sin bigote, pue’que no.

El acuerdo que favoreció a Eruviel Ávila se tejió desde la semana pasada. Enrique Peña Nieto deshojó la margarita, pétalo por pétalo. Encuesta por encuesta. Así quedaron fuera Luis Videgaray, Ernesto Nemer y Azucena Olivares. Ricardo Aguilar nunca manifestó sus abiertas intenciones.

Hasta bien entrado el viernes, las altas cumbres de la ciencia política y los cenáculos académicos apuntaban cincho a Alfredo del Mazo Maza. El candidato de la realeza como lo llamó Alejandro Encinas. Alfredo era el mejor colocado. Informadores y comentócratas la regamos. Nos fuimos con la finta.

Precisamente el viernes hubo una última cena en la Casa de Gobierno. Acabó de madrugada. Dicen los enterados que hasta la mestra Elba Esther Gordillo metió su cuchara. ¿Hada madrina?

En el poker de la polaka, miedo mata carita. Como en las peleas de gallos el partido de Ecatepec venció al partido de Atlacomulco. El colorado perdió con el giro. ¡Vaya giro!

La apuesta por Eruviel Ávila Villegas impone al Pedro Infante de Xalostoc: hijo del pueblo, ex colocador de vidrios, ex cobrador de camión, dos veces alcalde de Ecatepec… Atlacomulco no pudo clavar a su Jorge Negrete. Perdió el linaje de los Del Mazo, Hank, Pichardo Pagaza, Chuayfett, Camacho Quiroz, Arturo Montiel y el propio Enrique Peña. Quedaron atrás casi tres décadas hegemónicas de la Sagrada Familia. Era eso o perder los votos de banqueta. Peña Nieto no podía darse el lujo después de las derrotas priistas en Sinaloa, Puebla, Oaxaca y Guerrero.

Para los jefes del PAN y los del PRD, la decisión obedece al miedo priista a la rebelión. Se ardieron. Madero y Zambrano aseguran que “los dados ya estaban cargados; que fue una decisión de la casta divina”. Madero y Zambrano mienten cuando pregonan que el Arca de la Alianza no buscó a Eruviel.

Como haiga sido, el PRI dará la pelea con un personaje popular. Un militante genuino. Con todo para ganar la elección mexiquense.

“Soy el delfín de la gente”, responde Eruviel a Excélsior.

El padrón en los municipios que rodean al DF es determinante. Hay dos millones de electores en zonas conurbadas. Un rico granero. Vale la pena cualquier esfuerzo para lograr que ese nicho mexiquense apoye a un PRI necesitado de apoyo y oxígeno. Eruviel sí prende en Ecatepec, Los Reyes, Neza, Chimalhuacán, Texcoco, Chalco, Cuautitlán... Del Mazo, no’más no.

¿Nace con Eruviel un trabuco político? Su personalidad es mezcla de pragmatismo, inspiración en el Zohar (la Biblia de los cabalistas), ciencia jurídica, experiencia administrativa, audacia y disciplina. Trae objetivos muy claros: seguridad, empleo de calidad, educación para el futuro, combate a lapobreza y gobierno honesto y eficaz. Desde luego, se compromete a dar continuidad a las políticas y los programas de Enrique Peña Nieto. ¿Algo más?

La elección mexiquense nació preñada de proyecciones simbólicas hacia la presidencial de 2012. Están en juego las posibilidades de Enrique Peña Nieto. Sin un triunfo en su tierra, su declive sería inevitable.

Al PRI le quedan 97 días para amarrar a la grey mexiquense. A los de abajo. Pero sobre todo a los de arriba. Los del traje oscuro del mismo color que sus intereses.

El riesgo es que antes de desinflarse en el abstencionismo un candidato no priista pueda ser quien cautive a los mexiquenses. Santa Clós Encinas acecha. Lo mismo hará la figura emergente de la alianza maldita PAN-PRD (además de Josefina Vázquez Mota, ¿alguien aún ve rival para un cara a cara con Pedro Infante?).

Ni modo, Alfredo. Quizá en 2018. Total, ¿qué tanto es tantito?

MONJE LOCO. Eruviel entusiasma a nivel de cancha. Eso pesa. Ha demostrado que sabe tocar de oído, pero también leer por nota. Según se ofrezca. María Isis de 22 años, Raúl de 20 y Montserrat de 10, son testigos de su padre. El primero y último motivo de su existencia. ¿Eruviel será como fue su Jefe, otro soltero codiciado? Nadie sabe, nadie supo…

Eruviel y el futuro de Peña

Eruviel y el futuro de Peña

Jorge Fernández Menéndez

Al momento de escribir estas líneas aún no concluye la consulta del PAN y el PRD sobre su hipotética alianza en el Estado de México, pero todos sus dirigentes saben ya, desde días atrás, pero sobre todo luego de que el sábado se confirmó la candidatura priista de Eruviel Ávila, que el ejercicio no tenía sentido: cualquiera que sea el resultado, el PRD y el PAN irán con sus respectivos aspirantes a esa contienda, el primero seguramente con Alejandro Encinas y en el PAN tendrán que decidir entre Luis Felipe Bravo Mena y Ulises Ramírez, ya que José Luis Durán Reveles parece muy lejano del ánimo de la mayoría de los panistas mexiquenses.

Todo el edificio de la alianza estaba construido sobre un sólo andamiaje: que el candidato priista fuera Alfredo del Mazo, que Eruviel abandonara ese partido y se decidiera a encabezar a la oposición. No era descabellado: el PRI ya se había equivocado demasiadas veces el año pasado a la hora de designar a sus candidatos, Enrique Peña Nieto no podía repetir ese error porque le hubiera podido costar, no sólo la elección estatal, sino su candidatura presidencial. Ahora han salido versiones de que fueron Carlos Salinas de Gortari o Elba Esther Gordillo quienes influyeron para que Del Mazo no resultara el candidato, y seguramente esos políticos, con peso en muchas decisiones nacionales, deben haber opinado sobre el tema, pero la decisión en realidad era sencilla: Peña Nieto debía apostar por el mejor candidato, y ese era sin duda Eruviel.

Alfredo del Mazo, un joven con mucho porvenir en la política, es hijo y nieto de gobernadores, es la carta futura de toda una generación del centro del Edomex, pero su carrera política se limita a un paso fugaz por la Secretaría de Turismo del estado y a un año y medio de alcalde en Huixquilucan, uno de los municipios de más alto nivel de vida del país, muy lejos de las necesidades y vivencias de los grandes cinturones urbanos de miseria y marginalidad. Ávila viene literalmente de la cultura del esfuerzo, nació en Ciudad Azteca, hizo toda su carrera con base en la educación pública, fue dos veces presidente municipal de Ecatepec, donde ya le ganó al PRD y al lopezobradorismo, fue subsecretario de Gobierno y es, sin duda y fuera de encuestas sospechosas, el que tiene el mayor índice de aceptación entre los priistas y en la entidad.

Muchas veces dijimos aquí que tan importante como la designación del candidato era el mensaje que enviaría Peña a los priistas con la misma. Optar por Alfred del Mazo, en estas circunstancias, hubiera privilegiado la relación política de grupo y familiar por encima de la carrera partidaria e incluso de las posibilidades reales de ganar la elección. Enrique Peña Nieto no se equivocó y decidió optar por el candidato que tienen las mayores posibilidades de ganar, el que con su designación desarticuló la posibilidad de una alianza opositora y al que se premia por su carrera y por su trabajo político, lo que propicia nuevos acuerdos, mucho más amplios que los internos del PRI, al escapar de la lógica de grupos.

Podrá gustar o no la candidatura de Eruviel, eso lo tendrán que decidir los electores el 3 de julio, pero lo cierto es que la misma se enmarca en la línea que llevó, por conducto de Peña, a Humberto Moreira a la presidencia nacional del partido, o a Roberto Sandoval a ser el candidato del PRI en Nayarit: son los que tienen trabajo con la gente, quienes ganan elecciones, los que no pertenecen a grupos tradicionales. Y, en los tres casos, quienes permiten una alianza amplia con distintas fuerzas, tanto hacia grupos ubicados un poco a la izquierda del PRI, como con el magisterio de Elba Esther Gordillo, cuya alianza con Peña Nieto y con ese priismo es indudable. Una vez más puede gustar o no ese apoyo de Gordillo a estos dirigentes y candidatos, pero lo cierto es que ese caudal de votos será tan importante para el PRI en estas elecciones y en 2012 como lo fue para que la oposición ganara, sobre todo en Puebla y Oaxaca. Y ese apoyo no lo hubiera recibido Del Mazo, por ejemplo.

Creo que Peña Nieto, en ocasiones subestimado por sus adversarios, está haciendo una apuesta importantísima para su futuro: construye desde ahora, con ésos y otros políticos, algunos de ellos candidatos o ya en el poder, así como con otros que lo estarán dejando en estos días, su verdadera base de apoyo, su grupo político, más allá del priismo mexiquense. En las últimas décadas, el único que realizó un ejercicio exitoso en ese sentido fue Carlos Salinas de Gortari, también desde su precandidatura presidencial, al derrotar, paradójicamente, a Alfredo del Mazo González. Ernesto Zedillo no lo hizo ni estuvo interesado en hacerlo, obviamente, tampoco pudo Labastida, lo intentó Madrazo a costa de la división del PRI y de la peor derrota electoral de la historia del priismo. Y ahora lo retoma Peña Nieto apostando a políticos relativamente jóvenes, pero con carrera, sin grupo definido, mas con arraigo y votos.

El fracaso de Calderón

El fracaso de Calderón

¿Quién seleccionó y designó a sus colaboradores, secretarios de Estado, de entre los que debía salir un candidato presidencial fuerte y ganancioso?

Ricardo Alemán

Ahora resulta que no sólo es una opinión generalizada. Tampoco se trató de una ocurrencia del embajador Carlos Pascual y menos una intriga del líder del PRI, Humberto Moreira. Lo cierto es que hoy el propio Felipe Calderón reconoció lo que es un secreto a voces: que hoy el PAN no tiene un candidato presidencial competitivo.

La aseveración presidencial es parte de una entrevista que ofreció el mandatario mexicano a un diario español, al que también dijo que espera que el aspirante presidencial del PAN empiece a despegar hacia finales de 2011 y las primeras semanas de 2012. Pero tampoco fue todo, Calderón también habló de la eventual alianza PAN-PRD para la lucha presidencial, y si bien se dijo escéptico sobre esa alianza, no la descartó del todo. Más aún, trató de ser didáctico al respecto, al parafrasear que “si hace dos años me hubieran preguntado sobre las alianzas estatales PAN-PRD, seguramente habría sido igual de escéptico”.

¿Qué está pasando entre el presidente Calderón, el PAN, y los candidatos presidenciales?

Vale la pregunta, porque hoy queda claro que los reproches y las preocupaciones que van dentro de las declaraciones del Presidente son mucho más que un desliz del mandatario; más que un tropiezo de Calderón, y empiezan a colocarse en una tendencia. ¿Y cuál es esa tendencia? Parece clara. Que Calderón no sólo desconfía de las capacidades político-electorales de sus colaboradores —para convertirse en potenciales y poderosos aspirantes a relevarlo en el cargo—, sino que mantiene viva en su radar electoral la posibilidad de una alianza entre la derecha y la izquierda para competir juntos en julio de 2012.

Y es que no es la primera ocasión en que el Presidente habla del tema de la potencial alianza presidencial entre azules y amarillos, sino que Felipe Calderón está consciente de que las debilidades político-electorales del PAN y del PRD los obligarán a una alianza, si es que intentan derrotar al PRI. Más aún, en la segunda ocasión en que Calderón dejó abierta la posibilidad de una alianza, el jefe nacional del PRI, el ocurrente Humberto Moreira, le respondió con un certero descontón: “El Presidente hizo chuza con sus presidenciables; tiró todos los pinos”, dijo.

Hoy es la cuarta ocasión en que el Presidente habla del tema, y son cuatro momentos en los que se refiere a la debilidad de los integrantes de su gabinete, los cuales no crecen para efectos político-electorales. Calderón se explica el enanismo de los azules por el peso de la figura presidencial. Pero si fuera así, en 2005 Santiago Creel le hubiera ganado la candidatura presidencial al propio Calderón o AMLO no hubiera sido candidato presidencial.

No, hete aquí que el problema no es de los “enanos del circo”, sino del dueño del espectáculo. ¿Quién seleccionó y designó a sus colaboradores, secretarios de Estado, de entre los que debía salir un candidato presidencial fuerte y ganancioso? ¿Quién debía haber creado las condiciones para construir nuevos liderazgos y potenciales candidatos presidenciales..? Sí, el responsable de todo eso se llama Felipe Calderón.

Es decir, que Calderón ha fracasado en su papel de constructor de nuevos liderazgos no sólo para llevarlos a gobiernos de los estados, en donde podrían ser capaces de competir con éxito en elecciones locales, sino que el Presidente fracasó en la construcción de líderes y potenciales precandidatos a la Presidencia. Calderón y sus leales dicen —ante esa realidad de fracaso— que, hace seis años, Felipe aún ni contaba en las encuestas. Pero se les olvida que, ya en sondeos abiertos, Santiago Creel era uno de los presidenciables más aventajados.

Hoy no hay entre el panismo ni el Clouthier de 1988 ni el Diego de 1994 ni el Fox de 2000 y menos el Calderón de 2006. En cambio, hoy el PRI tiene a Peña Nieto como aventajado, igual que el PRD tenía a AMLO en 2006 y el PAN a Fox en 2000. Hoy los azules podrán decir lo que quieran; misa si lo desean, pero lo cierto es que sus gobiernos municipales, los de los estados y el federal viven un profundo fracaso en el ejercicio del poder y el empoderamiento de su partido. Y si no, al tiempo.

EN EL CAMINO.

Hasta las 20:00 horas de anoche, nada claro había sobre la consulta del PAN y el PRD para pactar una alianza. Lo cierto es que la asistencia fue menor a lo esperado, lo que augura el triunfo del “no”… Por razones técnicas y de seguridad —luego de extrañas fallas—, informamos a todos que la nueva cuenta de Twitter es la siguiente: @RicardoAlemanMx

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