¿La Tercera Guerra Mundial?
Protocolo Sirio iniciado
Pluma y tintero
El 15 de abril de 1986 trece aviones de las Fuerzas Aéreas USA, autorizados por el Presidente Ronald Reagan, bombardearon Bab al-Azizia. Hana, una niña de tan sólo quince meses de edad, falleció bajo la incesante destrucción de las bombas. Su padre, el conocido como Muammar al-Gaddafi, jamás volvió a habitar la casa. Desde tal fecha es su tienda de beduino quien lo cobija en el dormir, el trabajar y el vivir. En la operación militar, llamada Dorado Canyon, fueron heridos otros dos hijos suyos y, en total, murieron cien desconocidos libios. Los sanguinarios pájaros venidos de poniente destruyeron asimismo Murat Sidi Bilal, al-Jamahiriyah, y los aeropuertos de Trípoli, Bengasi y Benina.
25 de marzo de 2011. Las Fuerzas Paramilitares de los massMIERDA españoles han comenzado a repetir el Protodolo Libio con Siria. Sátrapas (está de moda, lo han leído no hace mucho en la Enciclopedia Británica), genocidas, disparan contra civiles indefensos, la oposición pide la protección humanitaria de la ONU, etc, han sido las expresiones repetidas por las cadenas de la televisión FASCISTA de esta DEMOCRACIA DICTATORIAL. Las carroñeras hienas de siempre están afilando otra vez sus dientes con el crucifijo y la espada. De nada les vale que Damasco, como antes Roma, fuera la capital de nuestra Al-Andalus. Para estas bestias, mostruosos abortos del útero putrefacto de esa Isabel a la cual apodan la Católica, la otra mitad de los hispánicos, aquellos por cuyas venas aún circula el esplendor andalusí, únicamente hemos sido, somos y seremos, mientras ellos existan, moros, moros y moros...
22 de marzo de 2011. Ante la mezquina estrategia adoptada por quiénes teniendo las manos manchadas de sangre trantan ahora de justificar lo injustificable. Atribuyen a los bombardeos de Libia un carácter legal que los diferenciarían de la guerra de Iraq. La resolución aprobada por la ONU, por lo demás innegablemente vergonzante e indigna, sólo autorizó acciones militares aéreas ajustadas a una única finalidad. Y esa finalidad fue definida por la misma ONU: proteger a la población civil sin establecer diferencias entre los bandos enfrentados. No podía ser, además, de otra forma. La aplicación exclusiva a los civiles de una parte, de pretenderse como algunos pretenden, equivaldría a una intolerable quiebra del principio fundamental de igualdad de todo hombre ante la Ley. Pricipio consagrado en 1948 por la misma ONU en su Declaración Universal de Derechos Humanos. Establecido con claridad el marco legal debemos, con respecto al marco fáctico, aclarar con la misma luminosidad que, cuando los bombardeos fueron iniciados, el conflicto afectaba única y exclusivamente a la ciudad de Bengasi. Así pues era sobre dicha ciudad donde, para proteger a los civiles, podían efectuarse acciones militares. Los bombardeos efectuados por las fuerzas USA-OTAN sobre Zubarah, Trípoli, Misrata, Sirta, etc fueron ejecutados sobre ciudades donde, con carácter priorístico, tales cuerpos militares tenían conocimiento de la ausencia incontestable de conflictos armados que conllevaran riesgo para la población civil. Tales actos de guerra al no ajustarse a la finalidad impuesta por la ONU en su resolución, quedaron excluídos de la cobertura legal otorgada por ella. Constituyen y siguen constituyendo una GUERRA ILEGAL, exactamente igual que la de Iraq. ¡Qué no mientas más!. ¡Qué estamos hastiados de sus mentiras!. Las víctimas civiles generadas por los mismos, a las cuales tenían la obligación de proteguer y no de matar, son los cuerpos de un posible delito contra la humanidad que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional tiene la inexcusable obligación, a menos que se reconozca públicamente como PARTE, de investigar, investigar e investigar. ¡Pueblos de la Tierra!, no os dejeis engañar. Arrojad al estércol a todos esos politiquillos ineptos e impresentables que, en lugar de defender a ultranza el vivir en paz, nos obligan a vivir matando a nuestro vecino y a robarles el pan a sus huérfanos y viuda.
17 de marzo de 2011 - ULTIMA HORA: La ONU autoriza a USA-OTAN el bombardeo de territorio libio, incluída Trípoli, ubicado bajo la autoridad del régimen legítimo. Con ello evitará que dicho gobierno legítimo logre mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente, frase ésta pronunciada por el Rey de España durante la ilegal y fascista rebelión militar del 23 de febrero. Con ello evitará asimismo que tal gobierno acabe con el GOLPE DE ESTADO encubierto, fracasado, y propiciado por traidores a sueldo de intereses extranjeros devoradores, insaciables, de petróleo. Volviendo a tomar como referente nuestra historia más cercana, podríamos devenir que la ONU habría permitido el bombardeo de las calles de Madrid y de las sedes de nuestras legítimas instituciones democráticas, no tomadas aún por los sublevados franquistas del 23-F, precisamente cuando éstas se dispusieran a utilizar la fuerza para someterlos definitivamente al imperio de la Ley. La ONU ha tomado partido, y lo ha hecho en un conflicto que se desarrolla entre, digámoslo claramente, FASCISTAS que han planificado con apoyo externo la TOMA DEL PODER y un PUEBLO, que detentando ese poder, ha conseguido los mayores índices de desarrollo social y económico de toda Africa. ¿Cuánto pobre hay sin saber leer entre los hombres de la piel negra que habitan el golfo de Guinea, y cuántos hay en Libia?. ¿Cuántos mueren de fiebres, SIDA, malaria... en las tierras de Guinea, y cuántos en Libia?. ¿Cuántos sufren el hambre de los hijos en las selvas del Congo, y cuántos en los desiertos de la Gran Jamahiriya Arabe?. ¿Cuántos...? Para vergüenza de mi humanidad, al menos de la mía, aunque fuera sólo de la mía, la ONU, ese organismo que debiera haberme sido sagrado hasta el final de mis tiempos, acaba de firmar una Santa Alianza, para miseria de los más y opulencia de los menos, con quiénes rapiñan la tierra y sus entrañas, con quiénes explotan a los que sudan y apenas duermen, con quiénes comen de la guerra y beben en su sangre, con quiénes nunca conocieron y nunca conocerán la saciedad... Mañana, para favorecer a sus mercenarios, las legiones de los Amos del Mundo bombardearán al pueblo libio, al único que merece ser llamado pueblo libio. Mañana destrozarán más hogares, asesinarán más padres, quemarán vivos a más hijos, dejarán toda alacena vacía y toda cocina repleta de viudas... ¡pero no lo veremos!. Pasado mañana los hoy traidores servirán bien a sus Amos: vigilarán sus pozos de oro negro, sus oleoductos, sus refinerías, sus rentas... ¡y no verán y no veremos morir a las viudas, enfermas de recuerdos e infortunios!. ¡Y no veremos...! Desde hoy yo, al menos yo, no te reconozco, ONU, ninguna autoridad sobre los pueblos de la Tierra.
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