México trágico
José CárdenasTengo tres piezas de un rompecabezas. Ayer las vi por separado. Están al alcance de la mano de quien quiera juntarlas, acomodarlas, armarlas. Encontrarles significado.
Pieza 1. “Estamos hasta la madre”. En Cuernavaca y en otras 27 ciudades del país se escucha el mismo grito. Miles de personas lo dirigen a los gobernantes, a los políticos, pero también a los criminales. La muchedumbre se hace visible. Se ve y se siente. Es el logro indiscutible de un largo gusano de gente que marcha al calor de una tarde de primavera en la ciudad de la eterna balacera. Masa variada, amorfa, vestida de blanco ciudadano. El color de la paz. Personas que en otras circunstancias no se habrían dirigido quizá ni un buenas tardes. Por un instante al menos, logran poner en claro (como el 20 de agosto de 2008) que la vida bajo la amenaza del crimen, del fuego y la metralla en cualquier esquina, no es vida. Vamos a ver cuántos y quiénes los escuchan. Esta vez los convocó a salir la voz doliente de un poeta-periodista.
Pieza 2. En tres años habrá cuerpos policiacos municipales capacitados y fortalecidos. De ser así, el Ejército regresará a los cuarteles. Esto declara Genaro García Luna, ingeniero en jefe de la Seguridad Pública federal. El funcionario dibuja de nuevo los contornos de un país con instituciones a salvo de nuevas y más profundas grietas. Para 2014, dice, la ola de violencia comenzará a disminuir. García Luna habla desde las alturas. Desde la cumbre de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas. Es la edición número 28. Es el cónclave de los expertos sobre un tema del que también se lee en páginas escritas todos los días con miedo, sangre y dolor de inocentes. ¿Y qué habrán dicho y prometido nuestros expertos en la misma cumbre las 27 veces anteriores?
Pieza 3. Javier Lozano Alarcón es El Porro de Calderón; Juan Molinar Horcasitas, El Greñas o El Asesino. El presidente del PRI, Humberto Moreira, no descansa en eso de rebautizar a sus adversarios. Al profesor coahuilense le gusta el trompo verbal, es fajador de callejón. Para sus contrincantes, Moreira es Madaleno o El Bailador. Los informadores le reproducimos a él y a los otros sus gracejadas. En menor grado, analizamos sus enfoques sobre la política que se supone indispensable para paliar los agobios de estos tiempos y de los que vengan. ¿Será porque hablan menos de eso? ¿O ya lo han dicho todo? ¿O no pueden ofrecer nada nuevo? Eso sí, “al PAN lo aplastaremos en 2012”, dice el boletín del PRI. Gana pertinencia la pregunta que lanzó al aire el senador Manlio Fabio Beltrones: ¿por qué queremos ganar las elecciones? Podemos redirigirla a los gladiadores de todos los partidos. A nuestra clase política especializada en la contemplación de sí misma y en el arte de verse el ombligo. También podemos preguntar los ciudadanos: ¿Queremos que esos ganen las elecciones? El numerazo me recuerda a Celia Cruz: “Bernabé le pegó a Muchilanga… ¡Azúuuca!”
MONJE LOCO. El periodista Miguel Ángel Granados Chapa lo adelantó el 23 de enero. Amigos y enemigos se le fueron encima. Lo hicieron tragar polvo. Al confirmarse su exclusiva son otros los que tragan sapos. Es oficial: Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, compra la mitad de Iusacell a su competidor Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca. ¿Magnates unidos jamás serán vencidos? Carlos Slim ni suda y ni se acongoja. Granados Chapa tampoco. Ya se sabe, ya se supo…
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