25 abril, 2011

Mucho más que codicia

Mucho más que codicia

Cuando nos preguntamos si la reciente crisis financiera podría haber sido evitada, el hecho crucial es que las crisis de diferente índole han ocurrido durante siglos en todo el mundo. Por lo tanto, cualquier explicación basada principalmente en factores recientes —préstamos de alto riesgo, comercio de derivados, o la desregulación financiera— es incompleta. Una versión integral debe identificar aquellos factores que han estado presentes en la gran mayoría de casos y durante siglos.

Uno de dichos factores es, sin duda alguna, el comportamiento de búsqueda de lucro que ha tenido el sector financiero (llámelo codicia, si así lo prefiere). Nadie debería negar que los participantes en estos mercados están ahí para hacer dinero y buscarán agresivamente todas las oportunidades para enriquecerse.

Pero esta explicación de las crisis también es incompleta: toda industria persigue el lucro, sin embargo, las crisis se producen casi exclusivamente en el sector financiero. ¿Por qué? Porque los estados, desde hace mucho tiempo, han protegido a las instituciones financieras de los riesgos asociados con sus actividades de préstamo y comercio.

EE.UU creó la Reserva Federal precisamente para proteger al sector bancario de las pérdidas que sufrió durante los pánicos y corridas bancarias. Antes de eso y durante mucho tiempo, el Banco de Inglaterra había sido un conveniente socio de los bancos ingleses, como lo han sido también los bancos centrales y tesorerías en la mayoría de los países, por al menos, un siglo.

En décadas recientes, la doctrina de “demasiado grande para fracasar” hizo explícito el hecho de que EE.UU no permitiría que las grandes instituciones financieras sufrieran las consecuencias de los riesgos asumidos; de modo que, estas instituciones asumieron aun más riesgos. Las garantías de la Reserva Federal en las etapas iniciales de las burbujas de bienes raíces y de crédito, del ahora tristemente célebre Alan Greenspan, simplemente agregó leña al fuego. El mensaje transmitido por la Fed fue claro: no se preocupen demasiado por el riesgo, porque el Tío Alan vendrá a rescatarlos cuando las cosas salgan mal.

Para evitar ataques de pánico en el futuro, los gobiernos deben aprender a atar sus manos y dejar que el mercado castigue a los que asumen riesgos excesivos. Es mas fácil decirlo que hacerlo, pero es lo único que puede prevenir futuras crisis.

Publicado por Jeffrey Miron ,

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