30 mayo, 2011

Cantante y sicario de profesión

Carlos Valencia, el 'sicario-cantante', tras ser detenido. | ELMUNDO.esCarlos Valencia, el 'sicario-cantante', tras ser detenido. | ELMUNDO.es
Cantaba con idéntico profesionalismo y pasión con que apretaba el gatillo. Meticuloso y perfeccionista, tanto en los conciertos como en los crímenes, no dejaba nada al azar. Y a juzgar por su extenso prontuario, revelado por la Policía tras su detención este fin de semana, y los vídeos musicales que grabó, se podría decir que Carlos Valencia se había labrado una reputación.
En los bajos mundos le tenían por un eficiente, sanguinario y frío matón al que nunca le faltaba un encargo, y para los aficionados al despecho, género musical popular en Colombia, era un artista prometedor.
Con esa doble vida, una fachada casi perfecta, logró despistar a la Policía Nacional, que le pisó los talones durante cuatro años. Pero después de capturar en dos etapas a dieciocho de sus cómplices, lograron dar con su paradero en una vivienda de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá.
"Estuvieron de buenas porque me cogieron sin mi pistola encima. Donde la tenga, les mato por lo menos a dos o tres, y no me dejo llevar vivo", dijo desafiante cuando le atrapó un fuerte contingente de agentes, de los que intento huir corriendo.
Y es que pese a sus 25 años recién cumplidos, aspecto frágil y cara de niño bueno, Valencia es uno de los delincuentes más peligrosos de la capital. Responsable de varias decenas de asesinatos por encargo, amén de otros delitos graves, tenía previsto viajar pronto a España, para escapar del acoso policial en Colombia y ampliar su radio de acción. FARC
Aprendió a apretar el gatillo con absoluta tranquilidad en esa escuela de crimen organizado que son las Farc. Natural de Cartagena del Chairá, pueblo de fuerte dominio guerrillero, en el departamento sureño del Caquetá, se incorporó al grupo armado al cumplir los doce años de edad. El veterano y poderoso comandante de la zona, 'Fabián Ramírez', le debió hacer gracia el niño despierto, que tenía buena voz, y le integró pronto a su anillo de seguridad. En el 2005, Valencia desertó pero no para reintegrarse a la vida pacífica, sino por ganar dinero y llevar la buena vida citadina que anhelaba, lejos de las incomodidades de la guerra.
Aterrizó en el programa que el gobierno, de buena fe, creó para acoger a los guerrilleros y paramilitares que dejan las armas. Pero en lugar de seguir por la senda recta, Valencia se dedicó a conformar una banda con otros reinsertados y delincuentes comunes, en donde era el sicario principal.
Mataba a quien le pagara por hacerlo, ya fuera por ansias de venganza, lío de faldas, deudas, amenazas o ajuste de cuentas entre mafiosos. También hizo alguna que otra limpieza social, como se conoce en Colombia al asesinato indiscriminado de ladronzuelos y drogadictos que molestan en los barrios apartados, así como atentados encomendados por las propias Farc. Cobraba en función de la dificultad del encargo, podían ser doscientos mil pesos (100 dólares) como uno o cincuenta millones (25.000 dólares), aunque en ocasiones lo hacía gratis, como un favor.
Daba igual lo que ganara, que lo solía malgastar, si bien tenía dos bares en Ciudad Bolívar. Mujeriego y jugador empedernido, loco por los casinos, parece que había sentado un poco la cabeza tras el nacimiento de su único hijo, de tres años de edad.

Grabaciones y actuaciones

Sabedor de que le respiraban en la nuca, sobre todo a raíz de las primeras detenciones, era prudente y siempre estaba pendiente de los medios de comunicación, para enterarse si decían algo de los asesinatos que cometía. En un par de ocasiones las autoridades le perdieron la pista, porque se escondió en el Huila, un departamento donde tiene familiares y conocidos, hasta que regresó a Bogotá y empezó a cometer errores que dejaron huella.
Cambiaba de teléfono móvil cada dos por tres, pero mantenía un número inalterable que utilizaba solo en su intensa actividad musical y que la Policía tenía interceptado. Compositor y cantante, solían contratarle para actuaciones en salas de poca monta, si bien en varias ocasiones fue telonero en conciertos de personajes famosos en el género del despecho y llegó a grabar varios vídeos que se pueden ver en Youtube.
Contaba con un apreciable número de seguidores y una carrera en ascenso, pero no le alcanzaba el dinero para llevar el tren de vida que le gustaba. Por eso actuaba en el escenario primero y después, también en las noches, cometía sus crímenes con absoluta frialdad.
Hace unos meses empezó a emplear ese mismo teléfono para hablar con su compañera sentimental, de la que estaba algo distanciado, así como con otros compinches, y fue dejando rastros. Así la Policía Nacional conoció que tras lanzarle una granada a una de sus víctimas y no acabar con su vida, se ofreció a rematarla en el hospital. Evitaron el crimen reforzando la seguridad del centro médico. Lo mismo hicieron en el caso de una empresa a la que Valencia pensaba colocar un coche-bomba porque se negaban a pagar una extorsión.
"Ese 'man' se murió por marica, no quiso entregar la plata por las buenas y ahí quedó tirado", le dijo en una de las tantas conversaciones grabadas a su mujer. "El 'man' quedó ahí tirado en el andén, pero bueno, lo importante: ¿qué hay para comer en la casa? ¿Me guardó carne?", remató como si nada. Ahora afronta acusaciones por delitos que le pueden mandar 40 años a la cárcel, quizá la oportunidad para olvidar el gatillo y dedicarse de lleno a componer y cantar.

Salen a la luz imágenes de supuestas tropas........

Salen a la luz imágenes de supuestas tropas occidentales pisando suelo libio

Vídeo: Al Yazira
  • Seis hombres, vestidos de civil, conversan con los rebeldes cerca de Misrata
  • Las imágenes pueden ser la primera evidencia de aliados en el país africano
ELMUNDO.es | Madrid

Un vídeo emitido por la cadena televisiva 'Al Yazira' muestra a supuestas fuerzas especiales occidentales en la primera línea de batalla libia, en lo que el canal califica como "la primera evidencia de botas aliadas" en el país árabe, según informa el diario 'The Guardian'.
En el vídeo, se puede ver claramente a un grupo de seis occidentales, vestidos con ropa de civil, en Dafniya, uno de los puntos del frente de Misrata. Cinco de ellos van armados. Los seis hombres conversan con los rebeldes y, al detectar las cámaras, se marchan discretamente.
El reportero de 'Al Yazira', Tony Birtley, afirma que "posiblemente son británicos", aunque no explica cómo llega a esa conclusión.
La prensa británica ha informado repetidamente de la posibilidad de que miembros de su ejército están actuando en tierra para determinar los puntos de ataque, para ayudar en el ataque aéreo de la OTAN.
El pasado abril, William Hague, ministro británico de Asuntos Exteriores, anunció que un enlace militar trabajaría con el Consejo Nacional de Transición libio (CNT). El político afirmó que ayudarán a los rebeldes a mejorar "estructuras de organización, comunicaciones y logística". Además, añadió que "nuestros hombres no se dedicarán a entrenar o armar a los combatientes de la oposición, ni ayudarán a planear o ejecutar operaciones militares del CNT o en la provisión o cualquier otro tipo de asesoramiento militar".

Gadafi, 'preparado' para declarar una tregua

Gadafi, 'preparado' para declarar una tregua y buscar una solución al conflicto

Zuma y Gadafi tras su reunión en Trípoli este lunes. | ReutersZuma y Gadafi tras su reunión en Trípoli este lunes. | Reuters
Efe | Johanesburgo

El líder libio, Muammar el Gadafi, ha mostrado su disposición a negociar una salida al conflicto libio, según informó hoy la prensa sudafricana, tras entrevistarse con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, en Trípoli.
Sitiado por los bombardeos de la OTAN y acuciado por las deserciones de sus colaboradores, Muammar el Gadafi, que afronta una guerra civil desde los levantamientos populares de mediados de febrero, mostró ayer su disposición a negociar una salida a la guerra civil que vive el país desde hace tres meses.
El ofrecimiento del líder libio fue trasladado a la prensa a última hora de anoche en Trípoli por el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, según recogen hoy los medios locales sudafricanos.
En una breve entrevista a los medios libios y a la televisión pública de sudáfrica, Zuma aseguró que Gadafi "está preparado para declarar una tregua que ponga fin a los enfrentamientos en su país".

Hoja de ruta

El presidente de Sudáfrica aseguró que el líder libio ha aceptado la hoja de ruta de la Unión Africana, que prevé un cese de las hostilidades, incluidos los bombardeos de la OTAN, para abrir un proceso de negociación que siente las bases de un nuevo panorama político en el país norteafricano.
Jacob Zuma, que acudió el lunes a Trípoli como miembro del comité de alto rango de la Unión Africana para Libia, afirmó que Gadafi desea "que todos los libios tengan la oportunidad de hablar entre ellos" y decidir su futuro, según recoge la web sudafricana 'Noticas 24'. En declaraciones a la televisión pública de Sudáfrica, SABC, el presidente Zuma lamentó que los bombardeos de la OTAN, que han sido especialmente severos en las últimas horas, hayan impedido el desarrollo normal de sus conversaciones con Gadafi.

La seguridad se entrelaza con la economía

La seguridad se entrelaza con la economía

Jorge Fernández Menéndez
Luego de las pláticas y el intercambio de experiencias que tuvimos esta semana pasada en la isla de Comandatuba con empresarios de toda América Latina, es evidente que no sólo, como aquí señalábamos, existe la percepción de que esta década será fundamental para el futuro de la región y que se dan condiciones más que idóneas para garantizar un crecimiento sostenido, sino que también el tema de la seguridad, que en ocasiones fascina y en otras se le teme, será, sin duda, una condición para que ese desarrollo se dé en forma sustentable.
El temor no es la seguridad pública en sí, sino el crimen organizado. Y es evidente que a las experiencias, duras, difíciles, de México y Colombia, se están uniendo las de Centroamérica, cuyos países parecen desbordados por el narcotráfico (y en algunos casos con evidentes complicidades gubernamentales, como en Nicaragua) y Venezuela, donde pareciera que las autoridades simplemente y desde hace tiempo han dejado de perseguirlo e incluso están profundamente involucrados en él. Brasil, al igual que Argentina (y me decían algunos empresarios que cada vez más Chile) son naciones con un muy alto consumo de drogas: se consiguen con facilidad, son cada día más baratas y el mercado se expande entre los jóvenes, sin resistencias.
Por lo menos en Brasil y Argentina no se termina de asumir que esa venta de drogas irá de la mano con el crecimiento de la delincuencia organizada. La solución, aplicada sobre todo en Río de Janeiro (donde los próximos Juegos Olímpicos y el Mundial de Futbol saben que serán oportunidades irrepetibles para consolidar la ciudad y el país, pero también donde no se pueden dar el lujo de tener problemas graves de seguridad), pasa por una actitud muy permisiva hacia la droga: la idea es que mientras se venda droga y no se cometan otros delitos, no habrá una intervención policial fuerte. Cuando esos delitos asociados se cometen, los golpes, dicen, se dan con eficacia. Incluso cuentan con dos policías: una suerte de SWAT (retratada en las dos películas tituladas Tropa de élite) y la otra de proximidad ciudadana, que entra en operación después del grupo de combate para restañar las heridas sociales. Aseguran expertos brasileños que el mecanismo les ha funcionado eficientemente. Hace unos meses en Argentina me decían algo similar.
No es muy diferente a lo que se hizo primero en Colombia y luego en México. La pregunta es qué se hace cuando esos cárteles o grupos criminales comienzan a crecer y a establecer primero espacios propios de poder y control territorial y luego, como consecuencia de lo anterior, se dan las luchas entre las organizaciones criminales. Eso ya ha comenzado a suceder en las favelas de Río de Janeiro y los golpes de las autoridades, aparentemente, han sofocado la situación. Sin embargo, los grupos criminales siguen creciendo porque tienen demanda interna, que les da recursos, pero sobre todo porque cada vez más desde Río, y en menor medida desde Buenos Aires, se está abasteciendo buena parte de la cocaína que se envía a Europa, en la mayoría de los casos vía África (un vuelo de Brasil a África se puede realizar en cuatro horas). Y la cocaína está de moda, está aumentando su precio y se está instalando en forma muy acelerada en Europa (paradójicamente, en Estados Unidos está siendo reemplazada cada vez más por las drogas sintéticas), mientras que cada vez más países, sobre todo de la costa atlántica de África, están algo más que penetrados por el crimen organizado.
 ¿Cuándo esos grupos aumenten su poder económico y social se podrán seguir manejando los mismos paradigmas actuales, de mantener una situación de cierta tolerancia y de deslindar el consumo interno con el tráfico internacional? Me parece difícil y que es un recorrido que ya han hecho Colombia y México, con resultados muy costosos para la sociedad y sus economías.
El tema ahí está y sobrevuela las previsiones muy optimistas que abarcan a casi toda la región. En el caso de México, parece ser inevitable que se profundice el enfrentamiento con los grupos criminales para retomar el control y la agenda de seguridad al mismo tiempo que se fortalecen las instituciones del área. Pero todos sabemos que esa institucionalización está más que rezagada, no necesariamente por falta de un buen diagnóstico o de recursos, que los hay, sino por decisiones políticas y legislativas que no terminan de otorgarle al Estado ese andamiaje institucional imprescindible.
Paradójicamente, no se acaba de comprender que en esta década, que dicen que será tan promisoria, los costos políticos que se paguen ahora en el tema de la seguridad serán los que se van a cosechar en el futuro en el comercio y la economía. Y no será la administración de Calderón la que los capitalizará. Debería alcanzar para actuar con mayor celeridad y consistencia.

Del talibán al narco

Del talibán al narco

Francisco Garfias
No fueron pocos los que apostaron a que Estados Unidos dejaría acéfala su embajada en México durante un lapso prolongado. Juraban que esa sería la respuesta de Obama al inusual rechazo del presidente Calderón a Carlos Pascual.
Se equivocaron.
La designación de Earl Anthony Wayne, cercano a Hillary Clinton, como nuevo embajador, se produjo más rápido de lo previsto. Pascual dejó el país apenas el 15 de mayo pasado, a pesar de haber renunciado al cargo en marzo, obligado por la ley del hielo que le aplicó Calderón.
En el Servicio Exterior Mexicano están de plácemes con la designación.
“El nombramiento de Wayne demuestra la decisión de la Casa Blanca y el Departamento de Estado de seguir trabajando muy cerca de México”, aseguran.
Wayne trae callo en eso de la violencia. Llegará a México procedente de Afganistán. El diplomático deja atrás la guerra al talibán, para vivir en el país de la “guerra al narco”. Por los muertos no paramos. Aquí llevamos 40 mil.
 Genaro García Luna acatará la negativa del Congreso a otorgarle el permiso para quedarse con la Medalla al Mérito que la semana pasada le otorgó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El secretario de Seguridad Pública federal mantenía la presea “en custodia”. Ahora tendrá que regresarla a pesar de que, dicen, “es una grosería a Colombia”, por el espíritu que motivó el reconocimiento.
“Por atención institucional a la República de Colombia asistimos a la condecoración. El debate de fondo real, sin embargo, es la posición con respecto al combate al narcotráfico”, estiman en Seguridad Pública federal.
El pasado 18 de mayo se envió al Congreso la solicitud. Ese día sesionaba la Comisión Permanente. El tema no estaba en la agenda del día. “Se le dio turno normal”, justifican fuentes parlamentarias.
El permiso, nos dicen, se iba a debatir ¡seis días después de entregada la medalla!
En la SSP federal juran que asistieron a la condecoración, sin el permiso correspondiente, por “atención institucional” a Colombia.
El diputado del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Comisión Permanente, calificó de “grave” que el secretario de Seguridad haya recibido la presea sin autorización del Poder Legislativo.
“Lo trascendente es respetar la ley y la ley exige que haya primero una autorización del Congreso”, puntualizó el diputado.  
 Marcelo Ebrard nunca aceptará una elección interna para definir al candidato presidencial de la izquierda. “Sería un referéndum a favor del Peje”, advirtió uno de los miembros del gabinete local.
El jefe de Gobierno del DF sabe que en las urnas llevaría la de perder. Los obradoristas tienen gran poder de movilización.
Ya hay un acuerdo entre el tabasqueño y el jefe de Gobierno del DF. Va a la boleta presidencial como candidato de los partidos del DIA (PRD, PT, Convergencia) el que esté mejor colocado en las encuestas.
Los amigos del Peje, sin embargo, quieren ir a las urnas para elegir al candidato. Se sienten más seguros en ese terreno.
Por cierto que Marcelo ya está abiertamente en campaña para presidente, pero del patronato de los Pumas. ¡Qué manera de montarse en los festejos de los campeones del futbol mexicano!
Se vio mal, ¿no?
 Ayer escribimos aquí sobre las supuestas amenazas proferidas por Pablo Salazar Mendiguchía en contra del periodista y conductor chiapaneco Jacobo Elnecavé.
El ex gobernador de Chiapas, en uso de su derecho de réplica, nos escribió una extensa carta en la que niega haber amenazado al periodista.
Ya encarrerado, calificó al conductor de “vocinglero” del actual gobernador Juan Sabines, con el que trae pleito casado.
Salazar acusa al mandatario de haber mantenido una larga campaña en los medios para desprestigiarlo.
“No tengo ninguna necesidad de enfrascarme, ya no digamos en amenazas, sino en una discusión con el utilero de la orquesta. Mi debate es con el director (Juan Sabines)”, sintetizó el hombre.
El ex gobernador exige que se investiguen las supuestas amenazas de las que se queja Elnecavé. Pero también que se castigue al responsable de las mismas “en caso de no tratarse de fantasías”.

Nuevo ataque armado en Monterrey

Nuevo ataque armado en Monterrey; mueren otros cinco taxistas

El viernes mataron a otros cinco hombres al sur de Monterrey; cerca del lugar tambien se registró una balacera y ejecución de un hombre

Mónica Luna/
MONTERREY, N.L., 30 de mayo.- Nuevamente el sur de Monterrey fue escena de una quintuple ejecucion, en la colonia La Estanzuela, misma donde el pasado viernes mataron a otros cinco hombres.
Una base de taxis fue el lugar que hombres armados atacaron dejando sin vida a cuatro trabajadores del volante y presuntamente una mujer quien fungia como recepcionista de la base, los hechos se dieron cerca de un conocido centro comercial ubicado sobre la carretera nacional y la calle Estanzuela.
Luego de los estruendos abordaron al lugar elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, quienes hallaron un cuerpo en el interior de una caseta, dos más atrás de ésta, la cuarta víctima se encontraba cerca de unos carritos de supermercado, mientras que la quinta quedó en medio de dos ecotaxis.
Cerca del lugar tambien se registró una balacera y ejecución de un hombre frente a una escuela primaria ubicada en la colonia San Ángel,  que causó la sicosis de los vecinos y padres de familia.
La escuela Dolores García fue evacuada de inmediato por los habitantes de la colonia, con apoyo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. Mientras tanto las madres de familia mencionaron que la autoridad no les dio indicaciones acerca de qué hacer para resguardarse de los disparos y decidieron correr hacia sus hogares y dentro de la escuela.
En el lugar trascendió que el ahora occiso era al parecer un taxista que habitaba por la zona y aunque sus familiares rompieron en llanto al conocer su muerte, no se ha informado su identidad. Mientras tanto, en los dos lugares de los hechos que son separados por al menos un kilometro, se encuentran elementos ministeriales y efectivos del Ejército resguardando la zona y recabando las evidencia.

ZETAS EXPANDEN SU IMPERIO.

El conflicto entre árabes e israelíes

El conflicto entre árabes e israelíes: Fácil de entender, difícil de arreglar

Medio Oriente Por Marcos Aguinis

Acabo de escuchar una breve exposición de Dennis Prager, célebre experto en asuntos de Medio Oriente, que enseña en cinco idiomas y, además de sus actividades académicas, dirige orquestas de música clásica. Ha participado en innumerables cursos y mesas redondas sobre el conflicto árabe-israelí. Me sorprendió al afirmar que es uno de los más fáciles de entender, aunque difícil de resolver. Prager es también una figura relevante en los diálogos interreligiosos. Lo hizo con católicos en el Vaticano, con musulmanes del golfo Pérsico, con hindúes en la India y con protestantes de diversas denominaciones. Durante diez años, condujo un programa radial con casi todas las creencias del mundo. Se lo respeta como una voz seria, muy informada y ecuánime.
Reconoce que los estudios, debates y cursos sobre el tema crearon la falsa noción de su complejidad. No hay tal cosa, dice. En 1948, Gran Bretaña fue obligada a retirarse de Palestina por el anhelo independentista de los judíos. Previamente, las Naciones Unidas habían votado la partición del territorio en dos Estados: uno árabe y otro judío. Los judíos aceptaron y los árabes no, porque preferían "echar a los judíos al mar" mediante la invasión de siete ejércitos, con el apoyo de la ex potencia mandataria. El resultado de esa guerra fue prodigioso. Aunque el pueblo judío acababa de emerger -muy quebrado- del Holocausto nazi, pudo vencer. Desprovisto casi de armas, abrumado por el ingreso de sobrevivientes enloquecidos, carente de recursos naturales y alimentos, se empeñó en salir adelante. Sus vecinos se negaron a firmar la paz y sólo hubo fronteras de armisticio, provisionales. Después sucedieron nuevas guerras, cuyo propósito respondía al mismo eslogan: "Echar a los judíos al mar".
Israel es más pequeño que la provincia argentina de Tucumán, que el estado norteamericano de Nueva Jersey y que la república de El Salvador. No obstante, su carácter democrático y pluralista lo ha convertido en una espina que hiere a dictaduras y teocracias. En 1967, el dictador egipcio Gamal Abdel Nasser, con el apoyo de Jordania y Siria, inició acciones para demoler al joven Estado. Entre otras medidas, forzó el retiro de las tropas de las Naciones Unidas para poder invadirlo. Israel atacó primero y obtuvo una impresionante victoria en la Guerra de los Seis Días. Fue entonces -recién entonces y bajo circunstancias no deseadas- que la actual Cisjordania, hasta ese momento parte integral de Jordania, pasó a estar bajo control israelí. Durante las casi dos décadas que duró la ocupación jordana, nunca se había propuesto convertirla en un Estado Palestino. Curioso, ¿verdad? Recién empezó esa demanda cuando la ocupó Israel. Porque el propósito de fondo -la conclusión resulta obvia- no era establecer un Estado Palestino, sino borrar del mapa a Israel, aunque sea arrancándole pedazo tras pedazo. Se puede decir que en esa etapa comenzó el tan publicitado conflicto palestino-israelí. Hasta entonces, era árabe-israelí.
Apenas terminada esa Guerra de los Seis Días, hubo una conferencia de los jefes de Estado árabes en la capital de Sudán, donde se juramentaron los tres noes: No reconocimiento, no negociaciones, no paz con Israel.
¿Qué debía hacer Israel? Todos los caminos estaban cerrados, hasta que un nuevo presidente egipcio, Anwar el-Sadat, se mostró dispuesto a la conciliación. Entonces, Israel le dio la bienvenida y aceptó la fórmula "tierras por paz". Se retiró de la península del Sinaí, dos veces más grande que su propio territorio, dejando a Egipto pozos de petróleo, aeropuertos, carreteras y nuevos centros turísticos. Hasta sacó por la fuerza a los israelíes que habían construido la ciudad de Yamit en el sur de Gaza, para que la devolución fuese completa.
¿Fue apreciado semejante gesto? No. Tras el asesinato del presidente Sadat, Egipto mantuvo una paz fría e incluso produjo programas televisivos antisemitas y antiisraelíes porque -respondía ante los reclamos- allí "se respeta la libertad de expresión"... Más adelante, Yasser Arafat insinuó un acercamiento, saludado enseguida con alborozo por Israel, y se firmaron los Acuerdos de Oslo, que dieron lugar al nacimiento de la Autoridad Nacional Palestina.
En las negociaciones de Camp David, presididas por Bill Clinton, el premier israelí aceptó casi todas las demandas palestinas. Pero Arafat siempre decía que no. Clinton, impaciente, le exigió que hiciera propuestas. Arafat no las hizo. Regresó triunfante -por haber hecho fracasar la conferencia- y lanzó otra Intifada.
Para acercarse a la difícil paz, Israel se retiró de la Franja de Gaza. Allí no quedó un solo judío (sólo uno, Gilaad Shalit, que las autoridades palestinas mantienen secuestrado y no permiten siquiera la visita de las Naciones Unidas, entidades de derechos humanos o de beneficencia). Los palestinos tenían la ocasión de poner las bases de un Estado pacífico y venturoso. Pero en lugar de ello, usaron la enorme ayuda internacional que reciben para proveerse de armas, bombas y misiles que usan para asesinar a los israelíes de las localidades vecinas. Si de veras quisieran un Estado exitoso al lado de Israel, esta conducta lo desmiente de forma categórica. Su objetivo mayor es la extinción de Israel. Una consigna elocuente de Hamas (la organización terrorista que controla Gaza) dice: "Nosotros amamos la muerte como los judíos aman la vida". Confirma una clásica declaración de Golda Meir: "Habrá paz cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros".
¿Se puede lograr la paz con quien sólo desea matar al enemigo? Las emisoras de casi todos los países árabes y muchos musulmanes niegan los derechos judíos sobre Israel, incluso reconocidos en el Corán. Palestina (nombre inadecuado, porque se refiere a los filisteos que ocuparon sólo una franja costera) no tuvo jamás un Estado árabe independiente ni un Estado musulmán independiente. En cambio, allí, a lo largo de la historia, se han establecido varios Estados judíos independientes. Israel es el tercero. La trascendencia de ese pequeño territorio se debe a los judíos. Allí consolidaron el monoteísmo, escribieron la Biblia, dieron origen al cristianismo y ahora convirtieron su ínfimo espacio en una potencia tecnológica.
Insiste Dennis Prager en que es irracional culpar a Israel de casi todos los males del mundo. Si llegase un extraterrestre, no comprendería cómo una nación tan pequeña, trabajadora, creativa, estudiosa, democrática y anhelante de paz, pueda ser la causa de tantos conflictos, generadora de tantos males y tantos abusos. ¿No será que la usan de chivo expiatorio? ¿No será que se le tiene demasiada envidia? ¿No será que su ejemplo hace temblar a los totalitarismos? Es curioso que ahora, cuando los pueblos árabes por fin se levantan contra sus tiranos, haya casi desaparecido Israel de las noticias. No la pueden acusar de haber generado la rebelión, aunque existieron intentos y posiblemente se vuelva a ese recurso.
Por último, ¿qué pasaría si Israel destruyese su armamento y decidiera abandonar la lucha? ¿Qué pasaría si los árabes destruyeran sus armamentos y decidieran abandonar la lucha? Prager responde: en el primer caso, habría una invasión inclemente que convertiría a Israel en una cordillera de cenizas. En el segundo caso, se firmaría la paz el próximo miércoles.
Por lo tanto -cierra Dennis Prager-, el conflicto es difícil de solucionar, pero uno de los más fáciles para comprender.

Fallece en Miami el columnista político Adolfo Rivero Caro

Fallece en Miami el columnista político Adolfo Rivero Caro 

 

04/19/2008 Photo by David Santiago El Nuevo Herald
El Nuevo Herald columnist Adolfo Rivero Caro.
04/19/2008 Photo by David Santiago El Nuevo Herald El Nuevo Herald columnist Adolfo Rivero Caro.
DAVID SANTIAGO / DAVID SANTIAGO

jcchavez@elnuevoherald.com

Adolfo Rivero Caro, fundador del movimiento de derechos humanos en Cuba, cuyos escritos en defensa de la democracia y las causas conservadoras le ganaron un devoto público en Estados Unidos y América Latina, murió el jueves en el Hospital Hialeah, víctima de cáncer. Tenía 75 años.
“Fue un hermano de incomparable valor, que se constituyó en uno de los baluartes de la lucha de aquellos años terribles’’, dijo en Miami su amigo Ricardo Bofill, otra de las figuras cimeras de ese movimiento. “Hemos compartido prisión, persecuciones y Adolfo nunca flaqueó. Era de una extraordinaria perseverancia. La perseverancia fue una de sus características”.
Apasionado defensor de las ideas neoliberales y crítico implacable del castrismo y las dictaduras de cualquier signo, Rivero mantuvo por más de 20 años una columna semanal en El Nuevo Herald. Su estilo directo y mordaz, así como su amplia cultura y la rigurosa preparación para tratar cada tema, lo convirtieron en una de las voces más influyentes, polémicas y admiradas de este periódico, donde también se desempeñó como traductor.
“Fue un empleado ejemplar y un columnista muy querido por nuestros lectores. Para nuestro periódico y para Miami es una gran pérdida y lo vamos a extrañar”, dijo Manny García, director de El Nuevo Herald.
Junto con un puñado de ex presos políticos y activistas, Rivero contribuyó a crear en la década de 1980 el Comité Cubano Pro Derechos Humanos, matriz del actual movimiento disidente. Entre otras figuras de enorme prestigio como Bofill, los hermanos Gustavo y Sebastián Arcos Bergnes, Jesús Yánez Pelletier y Elizardo Sánchez Santacruz, Rivero enfrentó durante años el acoso de la Seguridad del Estado, las campañas oficiales de difamación, los ataques de turbas progubernamentales y la cárcel. Colegas, amigos y familiares recuerdan que siempre estuvo orgulloso de haber participado en una lucha civil que transformó la historia cubana.
“Adolfo era una persona que estuvo en el camino de buscar la libertad y esas inquietudes que tienen los hombres de gran pensamiento por la mejora de la situación de los pueblos”, indicó en Miami su amigo Diosmel Rodríguez.
Nacido el 24 de agosto de 1935 en el seno de una familia acomodada en La Habana, Rivero estudió Leyes en la Universidad de La Habana. Su pasión por la lectura, la investigación académica y el análisis profundo de las tendencias políticas lo distinguieron entre los jóvenes intelectuales de su época.
Tras el golpe de estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, se integró a las filas juveniles del Partido Socialista Popular (PSP). Al triunfo de Fidel Castro en 1959 fue nombrado director de la revista de la Asociación de Jóvenes Rebeldes. También ocupó el cargo de organizador nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). En el campo académico se desempeñó como profesor de filosofía marxista en la Universidad de La Habana.
Ya en franca ruptura con la línea del gobernante Fidel Castro, en 1968 fue uno de los autores de un documento de 80 páginas dirigido al Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) denunciando la burocratización del socialismo cubano. En una entrevista publicada por El Nuevo Herald, en 1990, Rivero calificó la carta como “el primer gran intento de crítica que se le hizo al régimen”.
Poco después de que se diera a conocer el documento de 1968, Castro ordenó una extensa purga en las filas del gobierno, las fuerzas armadas y el PCC, conocida como el proceso contra “la microfracción”. La purga abarcó desde antiguos militantes del PSP hasta profesores universitarios de tendencia liberal. Rivero fue expulsado del PCC así como de su cátedra universitaria. Como castigo por sus ideas fue enviado a trabajar de ayudante de mecánico en un taller de reparación de autobuses.
Modesto Arocha, compañero universitario de Rivero, declaró que a pesar de las presiones y los actos de hostigamiento éste nunca tuvo miedo de expresar sus ideas.
“Lo conocí hace muchos años, desde 1956, y siendo muy joven ya era una persona leída e intelectual”, añadió Arocha. “Empezó a chocar con la dirigencia cubana en el marco de un proceso muy rápido en el que todos caímos presos. Sin embargo, siempre se movió con una actitud valiente y sincera”.
A fines de la década de 1970, Rivero comenzó a ser detenido frecuentemente por la Seguridad del Estado. Durante los dos años que estuvo en prisión estableció contacto con miembros del incipiente Comité Cubano Pro Derechos Humanos como Bofill y Sánchez. En 1982 formó parte de ese grupo fundador.
“Adolfo fue un pionero de la oposición frente al régimen totalitario”, precisó Sánchez desde La Habana. “Puedo decirte que en los medios disidentes fue una de las mentes más lúcidas, hombre de gran cultura y brillante como analista político”.
En mayo de 1988 Rivero partió al exilio rumbo a Francia por gestiones y pedidos de ayuda internacional de su único hermano y ex preso político, Emilio Adolfo. En 1989 viajó a Estados Unidos para comenzar a trabajar en Radio y TV Martí. Tras una estancia en Washington se estableció en Miami.
Con un profundo manejo de la situación política cubana e internacional, Rivero desarrolló una trayectoria única en el periodismo y el pensamiento cubanos. Fundó un portal electrónico www.neoliberalismo.com, ampliamente visitado por lectores de todo el mundo. Sus columnas le ganaron varias distinciones de prestigiosas instituciones como la Sociedad Interamericana de Prensa.
Como columnista, ensayista y conferencista, Rivero fue una figura respetada y querida en el escenario intelectual cubano tanto en el exilio como en la isla. Frecuentemente era invitado de los principales programas de opinión en la televisión y la radio locales. Muchos de los columnistas que antagonizaron con él en las páginas de El Nuevo Herald lo recuerdan como un rival feroz y con frecuencia imbatible, aunque siempre dispuesto a valorar una idea contraria.
Además de su hermano Emilio Adolfo, le sobreviven su hijo Alejandro, su nuera Amparo y su nieta Oriana; y su sobrina Irma Alicia Rivero Price y familia.
Los servicios fúnebres sin cuerpo presente se realizarán el sábado de 4 a 8 p.m. en la Funeraria Bernardo García, 8215 SW 40 Street. Posteriormente su cuerpo será cremado.
“Adolfo era un formidable amigo y hermano”, señaló Emilio Adolfo. “Y a medida que se hizo más culto tuvo mayor conocimiento de todo lo que ocurría a su alrededor. Era un pensador incansable”

Austeridad y suicidio político

Austeridad y suicidio político

Austeridad Por Carlos Alberto Montaner 

En memoria de Adolfo Rivero Caro
En España han castigado a los socialistas severamente en las urnas porque después de varios años de irresponsabilidad fiscal, enorme deuda pública, gastos innecesarios y desempleo creciente, se vieron obligados a gobernar con prudencia y comenzaron a ajustarle el cinturón a la población. Los electores, sencillamente, no respaldan a los políticos que llevan a cabo los temidos ajustes. Mientras el recorte es un tema abstracto de discusión, todo el mundo parece comprender que no es posible gastar más de lo que se produce durante un tiempo prolongado porque sobreviene la quiebra. Pero cuando ese razonamiento se transforma en políticas públicas, todo el que se ve afectado culpa al gobierno de sus desdichas y le quita su apoyo.
Es un fenómeno universal. En pocos meses el flamante gobernador de la Florida se ha convertido en uno de los políticos más rechazados de Estados Unidos. Es cierto que no es una persona cálida, ni está dotado de esa atracción natural que suelen llamar carisma, pero su creciente impopularidad no deriva de sus rasgos psicológicos, sino de las medidas de austeridad que toma para enfrentarse a la crisis que atraviesa Florida. Lo eligieron para poner orden en las cuentas del Estado, pero cuando ha comenzado a reducir gastos y a eliminar empleados públicos, la reacción general ha sido el repudio.
Este fenómeno se origina en un problema que tiene muy difícil solución: el elector no percibe los síntomas del mal gobierno, sino los aparentes beneficios que recibe. El gasto público alegre y continuado –especialmente si una parte se dedica a subsidios directos– es visto como una prueba de las preocupaciones de los políticos con la sociedad y no como un manejo torpe de los recursos de la colectividad. El elector no siente que el político está asignándole un dinero que previamente le ha extraído del bolsillo, y todavía le resulta mucho menos alarmante la noticia de que se ha contraído una deuda que alguien tendrá que pagar algún día. Precisamente, no hay nada que disfrute más que vivir mejor de lo que sus ingresos reales le permiten y ya se verá por dónde sale el sol.
Eso explica la escasa incidencia que tienen las acusaciones de corrupción en las batallas electorales. Al elector no le importa demasiado si el político se apodera de los bienes públicos, recibe coimas y se vale de su cargo para favorecer a los amigos. Detrás de esa indiferencia moral está la falsa sensación de que los fondos desviados no le pertenecen. Ni siquiera advierte que la corrupción no sólo pudre los cimientos de la democracia, sino, además, encarece todas las transacciones. Ese maletín lleno de dinero en efectivo que va a parar al bolsillo de los políticos corruptos luego lo pagan de alguna manera los consumidores finales de bienes y servicios.
Sólo hay dos formas de enfrentarse a este problema. La primera es la información descarnada. De la misma manera que cuando uno compra una cajetilla de cigarrillos le comunican que acaba de acortar su vida porque el tabaco produce cáncer, enfisema, irritación de las vías respiratorias y de las encías, la sociedad debe hacer patente cuáles son las consecuencias de todo gasto público, como tratan de hacer, sin mucho éxito, los economistas del public choice. Es muy importante que la sociedad perciba que no hay dispendio bueno, aunque algunos se beneficien a corto plazo.
La otra manera es generar candados constitucionales e impedimentos legislativos blindados para que disminuya la tentación al malgasto. Si los presupuestos se hacen inflexibles, si se les pone límites legales al porcentaje de empleados públicos y a los salarios que pueden devengar, y si cada gasto tuviera que ser aprobado por un contralor elegido para esa amarga función de impedir los excesos y la prodigalidad, probablemente el elector tendría la tentación de respaldar a los buenos políticos y no a los que más incurren en los míticos gastos sociales.
En nuestro sistema democrático la idea de que existe y se percibe un bien común es una falacia. Lo que existen son intereses particulares defendidos a dentelladas por los grupos de presión con algún acceso al poder. Eso es triste, pero es bueno entenderlo.

Perú, polarizado ante las elecciones

HISPANOAMÉRICA

Perú, polarizado ante las elecciones

Por Martín Higueras Hare

Este domingo los peruanos tendremos la importante responsabilidad de elegir al nuevo presidente que regirá los destinos de nuestro país los próximos cinco años. Las opciones no son las mejores, pero son las que lograron pasar a una segunda vuelta que ha dejado el Perú ideológicamente muy polarizado.
Uno de los peores escenarios electorales que se podían prever era sin duda éste de una segunda vuelta entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori, pues representan opciones políticas radicales. Pese a eso, lograron imponerse en la primera vuelta.
El ambiente electoral de esta segunda vuelta ha estado marcado por la agresividad, no sólo entre los representantes de ambas candidaturas sino entre la población, que se ha visto auténticamente entre la espada y la pared. Ahora bien, en algo sí han estado de acuerdo Humala y Fujimori: en luchar por atraerse a los que han decidido optar por el voto blanco o viciado.
Lo que también ha generado este proceso ha sido una auténtica mezcolanza ideológica y tomas de partido muy controvertidas. La que más ha sorprendido es la de Mario Vargas Llosa, que ha pedido el voto para Humala. Aunque en los últimos años han tenido unas relaciones más bien cordiales, el escritor y el político estaban ideológicamente en los antípodas. Nuestro premio Nobel siempre ha tenido palabras críticas contra el nacionalista, a quien en numerosas oportunidades ha acusado de estar detrás del plan bolivariano de Hugo Chávez para penetrar en el Perú. Obviamente, los propios seguidores de Vargas Llosa se vieron ante una tremenda disyuntiva, y no son pocos los que han pasado a criticarle duramente. Por otro lado, se ha llegado al terrible extremo de  amenazar de muerte a familiares del escritor residentes en Lima, algo que ningún país democrático que se precie de serlo puede tolerar.
Según algunos expertos, una de las grandes frustraciones de Hugo Chávez es, justamente, no haber podido aún instalar a su particular marioneta al frente de uno de los países de la región que más éxitos económicos han cosechado en los últimos años. Chávez se salió con la suya en Bolivia, Ecuador y Nicaragua; fracasó en Honduras en 2009 y, tres años antes, en Perú, aunque por poco: también entonces llegó Humala a la segunda vuelta, en la que fue derrotado por Alan García, otro personaje de infame recuerdo para los peruanos, después de que hundiera el país durante su primer gobierno, entre 1985 y 1990. Numerosas voces sostienen que, si vuelve a fracasar, éste será el final de la carrera política de Humala, pero no de su organización nacionalista, que podría tener en... ¡su esposa!, Nadine Heredia, su nueva apuesta.
Otro de las tomas de postura sorprendentes ha sido la de Álvaro Vargas Llosa, que después de haber escrito importantes ensayos, como el Manual del perfecto idiota latinoamericano –junto a Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Alberto Montaner–, en los que describe críticamente a personajes muy parecidos a Humala, ha pasado a apoyar fervientemente a éste. Dicho apoyo no parece radicar en una coincidencia ideológica, sino más bien en una frenética oposición a lo que representa el fujimorismo para sus detractores: corrupción, erradicación de la libertad, violaciones a los derechos humanos... En resumen, el regreso de la mafia llamada fujimontesinista –en alusión a los presos Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos– repele a muchísimos peruanos.
Los apoyos de Keiko
También Keiko Fujimori recibe respaldos importantes. Por ejemplo, el de Jaime Bayly, muy conocido –además de por sus libros y sus incontables polémicas– por su frontal oposición a cualquier cosa que tenga que ver con Chávez. Alejado de las pantallas de televisión después de las elecciones municipales, un canal de televisión lo repescó con el claro objetivo de atacar la candidatura de Humala.
Lo curioso es que hace sólo siete meses Bayly apoyaba abiertamente para la alcaldía de Lima a Susana Villarán, una opción claramente izquierdista con importante presencia sindical. Sea como fuere, este dato nos sirve para recordar que en el Perú, y al menos en las primeras vueltas, las elecciones no tienen que ver tanto con las ideologías como con la personalidad de los candidatos.
¿La verdadera cara de las candidaturas?
Estas larguísimas ocho semanas entre la primera y segunda vuelta han servido también para que los candidatos sepan qué miembros de sus equipos pueden beneficiarles o perjudicarles notablemente. Así, algún que otro portavoz de Humala acudió a los platós de televisión para defender sus planes de gobierno (en plural, ya que el nacionalismo ha presentado correcciones a su documento original) y, exaltado y violento, mostró la peor cara de la candidatura. Y hubo congresistas de la lista fujimorista Fuerza 2011 que hicieron defensas energuménicas de Alberto Fujimori. Una congresista incluso se atrevió a amenazar al actual presidente del Poder Judicial, César San Martín, por haber sentenciado a 25 años de cárcel al ex presidente: "Ahora él debe rendir cuentas de sus actos". Otro creyó importante entrar en una carrera absurda para declarar que durante la presidencia de aquél "se mató menos". Aunque tanto Humala como Keiko Fujimori se apresuraron en desautorizar a semejantes voceros, el daño estaba ya hecho.
Los dos aspirantes se han esforzado en alejarse de los pasivos que tanto dañan sus candidaturas. Humala no ha dejado de repetir que no hará nada parecido a lo que ha hecho Chávez en Venezuela, al punto de que ha llegado a renegar de su relación con el bolivariano, mientras que Keiko ha intentado desmarcarse de los errores de su padre y pedido perdón por los delitos cometidos durante la década de los 90.
Apoyos finales y polarización
Si ambas candidaturas simbolizaban ya la polarización del electorado, los últimos apoyos públicos recibidos por una y otra han agravado aún más la situación. Desde que se conocieron los resultados de la primera vuelta, tanto la prensa como la ciudadanía esperaban una declaración de los candidatos derrotados. Pero esto sólo se esperaba como información adicional, ya que en el Perú, país con una ausencia preocupante de partidos políticos bien constituidos y organizados (el APRA de Alan García podría ser la excepción, si bien ha obtenido unos resultados nefastos en estas elecciones), el trasvase de votos de un partido a otro es prácticamente imposible.
Hace sólo unos días Alejandro Toledo se decidió a apoyar a Humala, pese a que un par de semanas antes dijo que dejaría libertad total a sus simpatizantes, e incluso llegó a amenazar a los militantes de su formación en caso de que se decantaran públicamente por uno u otro contendiente. Muchos quedaron sorprendidos con este giro, sobre todo porque, en plena campaña, el ex presidente dijo que votar por el nacionalismo era un auténtico "salto al vacío", debido a los vínculos de Humala con Chávez. Toledo parece haberlo olvidado y dice ahora que no ha pedido nada a cambio de este apoyo.
Algo parecido ha sucedido con Pedro Pablo Kuczynski, que reforzó su candidatura con una presencia masiva en las redes sociales y logró colocarse tercero en la primera vuelta, a pocos puntos de Keiko Fujimori. El ex ministro de Economía y primer ministro de Toledo tardó varias semanas en explicar el sentido de su voto en segunda vuelta, aunque para nadie era un secreto que se decantaría por la hija de Alberto Fujimori. PPK (Pepeka, como es más conocido) tenía un problema, y es que su candidatura se basó en una extraña alianza de movimientos de izquierda y de la derecha más conservadora. Dos de sus líderes han apuntado que la decisión de PPK es a "título personal", una nueva prueba de la imposibilidad del endose del voto.
¿Y ahora qué?
Sea quien sea su próximo presidente, el Perú entrará en una nueva etapa, distinta a la de los últimos diez años. A nadie se le escapa que lo ideal es corregir algunas deficiencias o fallas graves (la tan mentada bonanza ha de llegar a todas las regiones, para que se reduzca de una manera efectiva la pobreza y se avance en lo relacionado con la inclusión social; el sistema educativo se ha de reformar de una vez, etc.) sin cambiar de rumbo en lo relacionado con el crecimiento. Tanto Keiko Fujimori como Ollanta Humala tratarán de romper con un pasado que los ha perjudicado en esta campaña y, sobre todo, tendrán que lidiar con un Congreso muy fragmentado, lo que dificultará una gobernabilidad adecuada pero forzará la búsqueda de acuerdos, algo más que necesario en un país que está viviendo una intensa polarización por causas electorales.

¡Hija de su padre!

PERÚ

¡Hija de su padre!

Por Raúl Benoit

Keiko Fujimori.
Compadezco a los peruanos en estos momentos históricos, porque resolver la encrucijada de sus presidenciales, que se disputan Keiko Fujimori y Ollanta Humala, es como decidir entre dejar que te arrolle una manada de rinocerontes o meterte en un río infestado de cocodrilos.
Ollanta Humala carga sobre sus hombros la gran equivocación de haber recibido dinero de Hugo Chávez en las presidenciales de 2006, que perdió frente a Alan García. Entonces su discurso fue radical. Pero en esta nueva campaña ha experimentado una sospechosa metamorfosis ideológica. Tal vez intenta apaciguar las críticas sugiriendo que guarda distancia de Chávez, pero una cosa es lo que dice para ganar votos hoy y otra lo que marcó su pasado de militar de izquierda... y lo que está escrito en su programa de gobierno.
Por su parte, Keiko Fujimori es la hija de su padre. Algunos creen que con solo eso hay que tenerla miedo; sin embargo, otros piensan que es necesaria para que la izquierda latinoamericana no gane posiciones y lleve el continente a una época de pérdida de libertades y crecimiento de la pobreza.
Si bien es cierto que Alberto Fujimori salvó al Perú del terrorismo de Sendero Luminoso, también es verdad que para lograrlo recurrió a la pena de muerte sin juicio legal y a las desapariciones. Fue condenado a 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad.
Fujimori es el arquitecto de la carrera política de su hija. Ésta admitió en una entrevista en Univisión que él la empujó a lanzarse a la vida parlamentaria. Para nadie es un secreto que el padre organiza desde prisión la campaña de la hija, sirviéndose para ello de sus aliados y de su infraestructura política. En efecto, periodistas peruanos han denunciado cómo, desde su suite imperial, el expresidente prepara los detalles del ascenso al poder de la chinita con los secuaces que acuden a visitarle.
Keiko cumplió 36 años el pasado día 25, pero no es por su edad que dudan de ella. La temen, repito, por ser hija de su padre. Quienes voten por ella han de saber que no gobernará solita. En abril juró por Dios que no indultará a su papá, aunque muchos sospechan que el presidente Alan García ya está cocinando el perdón.
Un centenar de miembros de la élite intelectual peruana ha propuesto un voto vigilante a favor de Humala. Es un voto anti-Keiko. Pero ¿de qué sirve eso? Si sube al poder, Humala pondrá en práctica sus ideas izquierdistas, sin lugar a dudas.
Mario Vargas Llosa dice que tanto Keiko como Ollanta son "un peligro para el país", pero que prefiere al segundo porque "la dictadura no puede ser reivindicada". El Nobel aspira a que el candidato nacionalista "imite a otros líderes de izquierda democráticos de la región"; yo espero que no siga los pasos de los otros socialistas, que han usado la democracia para amarrarse al poder y abusar del pueblo, atacando la libertad empresarial, industrial y de prensa.
Tanto Keiko como Humala representan el populismo; una el de derecha y el otro el de izquierda. ¿Qué quieren los peruanos? Humala podría ser un lobo vestido de oveja, pero Keiko es la hija de un verdadero zorro de la política, quizás más sagaz y astuto que el primero.

Obama traiciona a Israel

ORIENTE MEDIO

Obama traiciona a Israel

Por Charles Krauthammer

En cada negociación árabe-israelí se da una asimetría fundamental: Israel cede territorio, bien tangible donde los haya, mientras que los árabes se dedican a hacer promesas, que pertenecen al orden de lo efímero.
Tradicionalmente, Estados Unidos se ha dedicado a urgir a Israel a que asuma riesgos en pro de la paz; a cambio, se ha comprometido a velar por la seguridad y las necesidades diplomáticas del Estado judío.
Al amparo de garantías tan solemnes, Israel procedió a retirarse de Gaza. Para reducir riesgos, el presidente George W. Bush prometió que América apoyaría que Israel absorbiera los principales bloques de asentamientos en cualquier acuerdo de paz, se opondría a la vuelta a las fronteras de 1967 y seguiría firme en su rechazo al denominado derecho de retorno de los palestinos.
Durante dos años y medio, la Administración Obama se ha negado a reconocer y refrendar tales garantías. Y el otro día, con su intervención en el Departamento de Estado, el presidente las dejó de lado definitivamente, ya que proclamó que el conflicto árabe-israelí debe resolverse sobre la base de las líneas de 1967 y "con intercambios mutuamente acordados". Nada nuevo en esto, dijo Obama tres días más tarde. "Por definición, eso quiere decir que las propias partes –israelíes y palestinos– negociarán una frontera diferente" a la de 1967.
Pues no. No quiere decir eso. Ni nada que se le parezca. "Mutuamente" significa que ambas partes deben estar de acuerdo. ¿Y si no lo están? Entonces, por definición, volvemos a las líneas de 1967. Tampoco se trata de una mera disputa teórica. En tres ocasiones se ha ofrecido a los palestinos esa misma fórmula, 1967 + intercambios: en Camp David (2000), en Taba (2001) y en las negociaciones que celebraron Olmert y Abbás en 2008. Y siempre respondieron negativamente y abandonando las negociaciones. Hoy siguen en lo mismo: en las líneas de 1967. De hecho, en septiembre acudirán a las Naciones Unidas con el objetivo de persuadir al mundo de que ratifique, precisamente, eso: la instauración de un Estado palestino en las fronteras del 67. Cero intercambios.
Fíjese de qué forma ha minado Obama la posición israelí. Está exigiendo a Israel que emprenda las negociaciones renunciando de antemano al territorio que conquistó en 1967, su única moneda de cambio. Recuerde que la demarcación del 67 atraviesa la propia Jerusalén. Así que, para empezar, el punto de partida daría por hecho que el Muro de las Lamentaciones y hasta el barrio judío de Jerusalén son palestinos, territorio no israelí por el que Israel debería negociar.
La mera idea de que el barrio judío de Jerusalén y el lugar más sagrado para el judaísmo sean extraños a Israel es absurda. Y el sostener que, para conservarlos, Israel debe renunciar a otros porciones de su territorio, algo grotesco.
Obama también ha cambiado las reglas del juego en lo relacionado con el denominado derecho de retorno. Inundar Israel con millones de árabes supondría la destrucción del único Estado judío del mundo y la creación del vigésimo tercer Estado árabe y el segundo palestino (ahí está Jordania), que no es precisamente lo que queremos decir cuando hablamos de "la solución de los dos Estados". Ésta es la razón por la que Washington se ha opuesto siempre con firmeza a tal derecho.
En su intervención en el Departamento de Estado, Obama se negó a reafirmar tal postura, y volvió a hacerlo tres días después, en un discurso supuestamente rectificatorio. En vez de rectificar, lo que hizo Obama fue decir que Israel tiene que negociar con los palestinos el derecho de retorno después de haberles cedido hasta el último centímetro de territorio. Díganos, señor Obama, ¿negociar con qué?
"El statu quo es insostenible", afirmó, "y también Israel tiene que actuar con audacia en pro de una paz duradera".
¿"También" Israel? ¿Qué pasos audaces por la paz han dado los palestinos, exactamente? Israel ha hecho tres ofertas radicalmente conciliatorias para el establecimiento de un Estado palestino, se ha retirado de Gaza y lleva más de dos años tratando de retomar las negociaciones. En ese tiempo, los palestinos de Gaza han estado disparando misiles contra los pueblos y municipios israelíes, mientras que en Cisjordania el presidente palestino, Mahmud Abbás, rechazó los ofrecimientos de Ehud Olmert, abandonó las negociaciones con Benjamín Netanyahu y ahora anda desafiando a los Estados Unidos con su intento no de retomar las conversaciones de paz, sino de establecer un Estado palestino de inmediato y sin firmar paz alguna ni reconocer a Israel. Para despejar cualquier duda, Abbás ha accedido a conformar un Gobierno de unidad nacional con la abiertamente genocida organización terrorista Hamás, lo cual hace imposible las negociaciones, según reconoce incluso Obama.
¿Y cuál es la respuesta de Washington a la implacable intransigencia palestina? Pues... premiarla con el abandono de las garantías dadas por Bush a Israel.
Lo único que queda por saber es si esta política nociva y en última instancia contraproducente nace de una antipatía genuina hacia Israel o de la arrogancia de un novato torpe que se niega a ver que está socavando no sólo la paz, también la mera posibilidad de que haya negociaciones.

EE.UU.: No estamos todos juntos en esto...

EE.UU.: No estamos todos juntos en esto...

Printer-friendly versionSend to friendpor Edward Crane
Edward H. Crane es el Presidente Ejecutivo del Cato Institute.
Habiendo asistido a la Universidad de California en Berkeley durante la década de los sesenta, tengo algo de nostalgia por esa multitud hippie, izquierdista y algo loca. Estuve de acuerdo con ellos acerca de la Guerra en Vietnam y acerca de prácticamente nada más en ese momento.
Por eso es que me da curiosidad saber en qué anda el equivalente actual a ese movimiento, MoveOn.org. Una carta para levantar fondos que ellos enviaron hace poco a sus miembros (créame, yo no soy uno de ellos) incluía esta aseveración: “Como progresistas, compartimos una creencia esencial de que todos estamos juntos en esto”.
Es una victoria pequeña, supongo, que los izquierdistas se sientan obligados a referirse a sí mismos como progresistas hoy en día. Pero MoveOn seguramente está en lo correcto cuando dice que la noción colectivista de que “todos estamos juntos en esto” es central para la visión izquierdista. A uno se le viene a la mente aquel slogan de los totalitarios que gobernaban la distopia en la película oscura y futuristica Brasil: “todos estamos en esto juntos”. He allí Robert Reich, conocido progresista y profesor de políticas públicas en mi alma mater, aconsejándole al presidente Obama acerca de cómo debería responder a la propuesta de presupuesto del representante Paul Ryan (Republicano por Wisconsin): “Obama debe mostrarle a EE.UU. que la elección es básicamente entre dos visiones fundamentales de esta nación. O estamos todos juntos en esto o somos un grupo de individuos que resulta que viven dentro de estas fronteras y están esencialmente solos”.
Dejemos a un lado esta falsa dicotomía. La elección difícilmente es entre las ovejas que están juntas en esto y un individualismo atomístico. Tocqueville se sorprendió de las muchas formas en que los estadounidenses amaban trabajar juntos. Casas de campo, iglesias, asociaciones de negocios, departamentos de bomberos voluntarios —la lista era casi interminable. Dicho esto, estas asociaciones fueron voluntarias y el Estado nada tuvo que ver con ellas. Si hay algo que caracteriza al excepcionalismo estadounidense es su feroz individualismo. A los estadounidenses no les gusta que les digan qué hacer —especialmente que se lo digan los burócratas.
Pero de eso se trata la izquierda. Hillary Clinton se lamentaba en el canal MSNBC durante su fracasada campaña presidencial de que los estadounidenses no saben cuáles son nuestros “objetivos” como nación. “No sabemos lo que estamos tratando de lograr. Y yo pienso que en la vida o en un país tenemos que tener algunos objetivos”.
Después de todo, “ganar el futuro” es el lema de la administración de Obama hoy en día y sin los “objetivos” nacionales, ¿cómo podemos saber si hemos ganado o no? En efecto, el presidente Obama tomó el consejo del profesor Reich y durante su discurso acerca del déficit, citó “una creencia de que todos estamos conectados; y que hay algunas cosas [muchas, al parecer] que sólo podemos lograr juntos, como una nación”.
Varios académicos han indicado debidamente que las dos grandes filosofías totalitarias del siglo XX, el comunismo y el fascismo, tenían metodologías y objetivos similares, por decirlo de alguna manera. Seguramente, denigrar la importancia del individuo y someter sus intereses personales a los objetivos más grandiosos del movimiento nacional fueron esenciales para ambas filosofías horrorosas. Aun así este lema anti-individualista y colectivista continúa en nuestro ambiente político y no solamente en la izquierda.
La superestrella del neoconservadurismo, David Brooks, escribió en el New York Times en marzo de este año: “La ciudadanía, después de todo, se construye sobre una concientización de que no somos tan especiales sino que estamos, en cambio, enredados en un proyecto en común. Nuestras vidas cobran sentido mediante el servicio que le proveemos a la nación. Me pregunto si los estadounidenses no están dispuestos a apoyar los sacrificios que se necesitarán para evitar la catástrofe fiscal, en parte, porque no se consideran parte de un proyecto nacional”.
Y yo me pregunto si alguna vez se la ha ocurrido al Sr. Brooks que la “catástrofe fiscal” a la que nos enfrentamos los estadounidenses es el resultado directo de proyectos nacionales llamados Seguridad Social, Medicare y Medicaid. ¡Oh sí! También aquel proyecto nacional de convertir a cada estadounidense en propietario de un hogar. No es por dar mucho detalle sobre este punto, pero no habría una obligación no financiada de $20 billones si la Seguridad Social hubiese permitido las cuentas individuales de ahorro. Habría un superávit enorme. Y limitar la compra de casas a los individuos que las podían pagar habría evitado el desastre de varios billones de dólares que el proyecto nacional creó.
Todo esto es suficiente para que uno quiera salir a ver la película Atlas Shrugged. Una vez más.

TLC entre Costa Rica y Perú, otro para los ricos

TLC entre Costa Rica y Perú, otro para los ricos

La ministra de Comercio Exterior, Anabelle González, firmó ayer un nuevo tratado de “libre comercio”, esta vez con Perú, en lo que será el segundo acuerdo de este tipo que tendremos con una nación sudamericana (Chile fue el primero). Pero que el nombre no lo engañe. Al igual que los otros TLCs que se han negociado recientemente con la Unión Europea, Singapur y China, este acuerdo tiene poco de liberalización comercial y mucho de protección a los grupos económicos poderosos del país.
Nuevamente, y a pesar de los deseos del equipo comercial de Perú de lograr la mayor liberalización comercial posible entre ambas naciones, el equipo de Comex llegó con la misión de “defender” a los consumidores costarricenses de productos peruanos más baratos. Pero no de todos los productos incas. Si Ud es un consumidor de clase alta o media alta y frecuenta AutoMercado o Saretto, gracias a este TLC Ud podrá comprar espárragos, aceitunas, uvas, pasta de cacao y cacao en polvo más baratos provenientes de Perú, puesto que se eliminarán los aranceles sobre estos productos. También podrá adquirir joyas y metales preciosos más baratos.

Sin embargo, si Ud es un consumidor de clase baja o media, este TLC no es para Ud ya que Comex se aseguró de excluir del acuerdo productos como el café, la papa, la cebolla, el tomate, la cerveza, el arroz, la pasta y algunas líneas de productos cárnicos y lácteos. Todo para proteger a los horticultores nacionales (cuyo ingreso promedio es 2,5 veces superior al ingreso promedio nacional), a los “pobrecitos” arroceros de Conarroz, y a emporios como Coopemontecillos (a quien el gobierno le regaló además USD$2,6 millones recientemente) y la Dos Pinos (que compite activamente en Centroamérica, México y el Caribe).
De tal forma, este TLC se asemeja mucho al negociado con la UE, donde Comex “nos defendió” de hortalizas y leche barata europeas, pero sí permitió la libre importación de licores finos, manzanas, cerezas, uvas, pasas, aceitunas, aceite de oliva, pastas rellenas y perfumes del Viejo Continente. Al final de cuentas, como dijera el ministro de dicha cartera en ese entonces, “¿y quien dice q los pobres no toman vino de vez en cuando?
Publicado por Juan Carlos Hidalgo

¿Guerra ilegal?

EE.UU.: ¿Guerra ilegal? Al congreso no le importa

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Gene Healy es Vice Presidente de Cato Institute.
¿Recuerdan cuando el Presidente Obama nos aseguró que su aventura en Libia terminaría en “días, no semanas”? Para emplear un eufemismo de la era de Clinton, “Esa aseveración ya no es sostenible” (Léase: Mentí).
El viernes se cumplieron más de 60 días, lo cual significa que Obama ha violado la Resolución de Poderes de Guerra, aprobada en 1973 para “satisfacer el propósito de los autores de la Constitución … [y] asegurar que el criterio conjunto del Congreso y del Presidente se aplicará a la intervención de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en hostilidades”.
En lugar de retirar las fuerzas armadas estadounidenses, el presidente ha enviado una carta a los líderes del congreso insistiendo, de manera bizarra, que los ataques de aviones no tripulados y “la represión y destrucción de las defensas aéreas” no son “hostilidades” como aquellas contempladas en esta resolución.
“El papel de EE.UU. es proveer respaldo”, dijo un asesor de Obama a ABC News, “y los elementos no tripuladas son algo intermitente dentro de ese papel”.
El Secretario de Defensa Robert Gates ni siquiera pudo mantener un rostro firme en el programa 60 Minutes con Katie Couric, mientras intentaba convencer con el argumento de “acción militar no tripulada” cuando ella le preguntó, “¿Estamos en una guerra con Libia?”
Seis senadores del partido Republicano, liderados por Rand Paul de Kentucky, enviaron una carta al presidente el viernes, desafiándolo a que cumpla con la Resolución de Poderes de Guerra. Pero ellos no recibirán mucha ayuda de sus colegas. El titular del Comité sobre Relaciones Extranjeras John Kerry (Demócrata por Massachussets) dice que no hay una acción del Senado en la agenda acerca de la Resolución de Poderes de Guerra porque “estamos trasladando esto a la OTAN”. ¿Quién los eligió a ellos?
Con el congreso ausente, no queda claro qué recurso le queda a aquellos que nos oponemos a las guerras inconstitucionales. Tal vez lo que queda del movimiento “pacífico” puede actualizar el viejo himno de John Lennon: “Todo lo que estamos diciendo es que le den una oportunidad a la actividad militar no tripulada…”
Mientras tanto, conforme el Senado titubeaba, el congreso se acercaba a darle al presidente amplios y nuevos poderes de guerra.
La ley de gasto en defensa que recientemente fue aprobada en el Comité de Servicios Armados del congreso contiene una nueva —y post-Bin Laden— Autorización para el Uso de la Fuerza Militar. Esta autorización es todavía más amplia que la resultante luego del 11 de septiembre, cuyo lenguaje fue abusado por la administración de Bush para justificar la vigilancia sin orden judicial y la detención de ciudadanos estadounidenses sin cargos formulados. Aun así, el reemplazo propuesto obtuvo solamente unos cuantos minutos de debate después de media noche.
La primera autorización por lo menos contenía una relación con los autores de los ataques del 11 de septiembre. La nueva autorización le da el poder al presidente de ir a la guerra con cualquier nación que él considere está ayudando a Al Qaeda, a los Talibanes o a sus “fuerzas asociadas”. ¿Hasta dónde se puede estirar este lenguaje? Tal vez lo suficientemente lejos para que el congreso remueva esa molestia de los poderes de guerra permanentemente de su camino.
Una cosa queda clara, uno no puede culpar de nuestra floreciente “presidencia imperial” solamente a los presidentes agresivos y sedientos de poder. Como Arthur Schlensinger Jr. explicó en su libro La presidencia imperial, la transformación de la presidencia desde una posición limitada y constitucional al Supremo Líder Militar de la Tierra ha sido “el resultado tanto de la abdicación del congreso como de la usurpación por parte del ejecutivo”.
De hecho, la última vez que recuerdo que el congreso mostró una indignación justificada acerca de las amenazas a la separación de poderes fue en mayo de 2006, cuando el FBI realizó una búsqueda de la oficina en el congreso de William Jefferson, miembro de la Cámara de Representantes en ese entonces (Anteriormente habían encontrado $90.000 en efectivo en el congelador en la casa de Jefferson).
El allanamiento de la oficina de Jefferson fue un evento raro que consiguió que el entonces presidente del Congreso, Denny Hastert (Republicano por Illinois) y la líder del partido Demócrata Nancy Pelosi (Demócrata por California) canten del mismo libro de himnos acerca de “los principios constitucionales…diseñados para proteger al congreso y al pueblo estadounidense de los abusos de poder”.
Sería agradable ver el mismo escándalo bipartidista en el congreso de hoy acerca de “abusos de poder” como, por ejemplo…las guerras ilegales.
Pero parece que ese tipo de cosas no despierta sensibilidades.

España: 15-M, savia vieja en odres nuevos

España: 15-M, savia vieja en odres nuevos

Printer-friendly versionSend to friendpor Lorenzo Bernaldo de Quirós
Lorenzo Bernaldo de Quirós es presidente de Freemarket International Consulting en Madrid, España y académico asociado del Cato Institute.
Mientras veintitrés millones de alienados ciudadanos fueron a votar el pasado 22-M, unos miles de personas, conscientes de que eso era una pantomima manejada por una siniestra coalición de la política y del dinero, mantenían encendida la llama de la protesta contra un sistema al servicio de los poderosos y ajeno a los intereses de los españoles. Esta caricatura refleja en buena medida la actitud del denominado Movimiento del 15-M. Los regímenes pluralistas y constitucionales no son perfectos, ningún régimen lo es, pero la experiencia muestra que a lo largo de la historia son los que han proporcionado las mayores cotas de libertad, igualdad y prosperidad para la inmensa mayoría de la gente, sobre todo, para los más débiles. Por eso, una cosa es intentar perfeccionarlos, denunciar sus deficiencias y corregirlas, y otra muy distinta es impugnarlos en su totalidad. Incluso esto es posible a través de los procedimientos democráticos tradicionales. En opinión de quien escribe estas líneas, olvidar esos elementos constituye el error básico de los “indignados” cuyas propuestas son en buena medida rancias y cuya modernidad sólo estriba en el instrumento que han elegido para movilizarse, Internet.
El concepto de democracia real tiene un significado preciso. Fue la alternativa de los movimientos totalitarios, básicamente del comunismo, a la democracia liberal y representativa, considerada por ellos un instrumento al servicio de las clases explotadoras. Ahora bien, la aplicación práctica de ese ideal creó uno de los sistemas más represivos de la historia de la Humanidad. Esto no supone acusar a los paladines del Movimiento 15-M de tener tics totalitarios pero sí afirmar que o bien el término democracia real es una pura proclama propagandística o bien que ignoran lo que supondría su instauración. Esto no es baladí porque el debate democrático se articula a través de ideas y de palabras y éstas tienen significados y consecuencias. Si se llevase a sus conclusiones lógicas, el planteamiento de los “indignados” llevaría a sustituir el hipotético poder de la oligarquía, de la “siniestra” entente partidos-poderes económicos por el suyo propio, una minoría esclarecida capaz de entender por ciencia infusa las verdaderas necesidades de los españoles. Esto equivale a considerarse en posesión de la verdad y profesar un desprecio olímpico a la voluntad de millones de españoles expresada en las urnas.
La democracia es un procedimiento que permite deshacerse de los gobiernos que no gustan a la mayoría de los ciudadanos sin derramamiento de sangre. Dentro de ese marco y con unas reglas del juego aceptadas por todos, los partidos articulan el pluralismo de ideales y aspiraciones de la sociedad y compiten entre sí por obtener el apoyo suficiente para llevar a cabo sus programas. Por definición, en una sociedad pluralista, no todos los ciudadanos piensan igual y, en consecuencia, las prioridades económicas, sociales y políticas, de por ejemplo el Movimiento 15-M, no tienen porqué ser compartidas por todos o por una mayoría de los españoles. En cualquier caso, la evidencia empírica muestra que los partidos políticos que no representan la voluntad de los ciudadanos terminan por desaparecer y, en caso de gobernar, por ser desplazados del poder. Sin duda, los partidos están lejos de la perfección, es más pueden ser de una imperfección absoluta, pero son instrumentos esenciales e imprescindibles en una democracia.
Les guste o no, el Manifiesto de los “indignados” es un paquete de medidas sociales y económicas de un izquierdismo naftalínico. Esto se refleja en su jurásica terminología, extraída, quizá sin saberlo, de la vulgata marxista, léase la afirmación: “El ansia de acumulación de unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos”. En realidad, su ideario es la expresión de las propuestas planteadas hace décadas por la izquierda y abandonadas por ella tras la contrastación de su fracaso. En España, algo parecido a las exigencias de los manifestantes de la Puerta del Sol y de sus colegas de otras partes del territorio nacional es el enfoque de Izquierda Unida y de otros grupos marginales. Aunque resulte paradójico, el grueso de las iniciativas de los “indignados” no son revolucionarias, sino terriblemente conservadoras. Se traducen en una configuración social y económica asistencial, en la que Papá Estado de la cuna a la tumba ha de asegurar a los individuos todo, de la educación a la felicidad. La ironía del Movimiento 15-M es que quieren pensar como cubanos y vivir como capitalistas, lo que es imposible.
La frustración, el desanimo y la falta de expectativas de numerosas capas de la sociedad española es evidente y comprensible. Ahora bien, el desempleo, el descenso del nivel de vida y demás males socio-económicos no son una consecuencia inexorable del Sistema, sino de la mala política desplegada por el gobierno de la nación. Además, las democracias liberales tienen una enorme capacidad, así lo enseña la experiencia, de regenerarse, de depurar los vicios que llegan a tener. En cualquier caso, la acampada de la Puerta del Sol no se hubiese producido, al menos por las causas alegadas hoy por los “indignados”, hace siete años cuando la economía nacional estaba en plena fase expansiva, la creación de empleo era vigorosa y el bienestar se extendía a todas las capas de la población. Se materializa ahora, cuando finalizada la recesión más dura de la historia contemporánea se abre un escenario de incertidumbre. Pero, precisamente, para evitar que una situación de esta naturaleza se consolide y se convierta en una deslegitimación del sistema hay elecciones y la posibilidad de alternancia en el poder. Esa es la esencia de la democracia, de la única que existe y ha existido, la representativa. En este escenario, si los adalides del Movimiento 15-M creen representar una parte mayoritaria de la sociedad española tienen la posibilidad de demostrarlo en las urnas. Por cierto, la “falsa” democracia española ha tolerado y tolera la ocupación ilegal de espacios públicos antes, durante y después del 22-M.

Lagarde quiere reformar el FMI

Lagarde quiere reformar el FMI y dar espacio a los emergentes

La ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, afirmó hoy que en caso de ser elegida directora gerente del FMI continuará con el proceso de reformas del organismo y promoverá una mayor participación de los países emergentes.
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"El Fondo Monetario Internacional (FMI) no le pertenece a nadie más que a los países miembros y mi candidatura se inscribe en la agenda de reformas, que ya comenzó y ahora debe ser llevada hasta el final", declaró Lagarde en Brasilia, junto al ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega.
En un claro guiño al primer país que visita en el marco de la campaña al cargo que ocupaba su compatriota Dominique Strauss-Kahn, que dimitió en medio de un escándalo sexual, la ministra aseguró que "un gran país emergente como Brasil debe estar mejor representado" en el FMI.
Asimismo, anunció su compromiso con la "diversidad de género y de origen" en la dirección del organismo financiero internacional.
Mantega, que valoró en forma muy positiva la candidatura de Lagarde, apuntó que no sólo Brasil, sino todos los países emergentes y en desarrollo deben tener "mayor participación, más voz y más voto" en ese y otros organismos multilaterales.
También criticó la norma no escrita que dice que el FMI debe ser encabezado por un europeo, mientras que un estadounidense tiene que estar al frente del Banco Mundial.
"Es una regla totalmente obsoleta", sostuvo el ministro, quien apuntó: "lo importante es la competencia, la inteligencia y el compromiso (de los candidatos) con el proceso de reforma".
El ministro también reiteró que el Gobierno brasileño todavía no ha prometido apoyo a ninguno de los candidatos en disputa, entre los que sobresalen Lagarde y el gobernador del Banco Central de México, Agustín Carstens, quien visitará Brasilia el próximo miércoles.
"Vamos a esperar la presentación de todos los candidatos", dijo Mantega, quien añadió que "se debe dejar la puerta abierta para que la dirección del FMI sea ocupada por cualquier persona, sea europea, estadounidense o de un país emergente".
El ministro brasileño insistió en que para el Gobierno de Brasil "lo importante es que el FMI continúe la trayectoria de los últimos tres años, cuando pasó por importantes reformas y colocó a los países emergentes en una posición de mayor protagonismo".
Lagarde coincidió con Mantega en que "la elección para el FMI debe ser hecha en función de méritos" y no de "nacionalidades".
Lagarde tiene previsto regresar hoy a París y, según confirmó, la semana próxima continuará con la promoción de su candidatura en China, la India y algunos países de Oriente Medio

Volcker pide una autoridad europea.....

Volcker pide una autoridad europea que ayude a quebrar bancos

El expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) Paul Volcker ha señalado que España puede salir de la crisis sin refinanciar su deuda si es capaz de acometer "un buen programa de ajustes", según ha manifestado durante su intervención en el encuentro 'Construyendo un nuevo marco financiero internacional', organizado por Aspen Institute España en la sede del BBVA.
Por su parte, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ha destacado que España ha podido "desacoplarse" de la difícil situación que vive Europa gracias a los cambios estructurales que está realizando, destacando que el país ha actuado "con rapidez" en todos los ámbitos, excepto en lo que respecta al mercado laboral.
Para el mexicano, España ha abordado con éxito la reestructuración del sistema financiero y las reformas fiscales, aunque aún debe enfrentarse al problema del crecimiento, que para él está ligado a la falta de flexibilidad del mercado de trabajo español.
Así, Volcker ha remarcado que España está "en el centro" del debate europeo y ha subrayado que Europa atraviesa un "momento crítico" en el que muchas de las reformas siguen siendo "incompletas". Por todo ello, ha instado a los países ha recuperar la inversión empresarial en bienes de equipo.
Preguntado por la trasformación de las cuestiones económicas y las reformas estructurales en cuestiones políticas, Carstens ha afirmado que es cierto que todo se convierte en asuntos políticos y ha recalcado que éste es "el gran desafío" al que se enfrentan los gobiernos.
Grecia
Respecto a la reestructuración de la deuda griega, tanto Volcker como Carstens han coincidido en que este proceso "no es la solución", al considerar que puede ser un catalizador a corto plazo, pero que con el tiempo se podría volver en contra del país heleno.
Asimismo, tanto ellos como el expresidente del Banco Central de Brasil Henrique Meirelles han resaltado que no basta con salvar a un solo país, sino que la cuestión debe ir más allá y abarcar la unión de Europa, un asunto que han calificado de "fundamental".
En el acto también participaron el presidente de BBVA, Francisco González, y el presidente de Aspen Institute España, Javier Solana, quienes han destacado la importante labor de este foro de debate sobre la responsabilidad social y los principios que definen.

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