31 mayo, 2011

Europa no necesita un europeo en el FMI

¿Debe publicarse esta fotografía?

Por: Pablo Ordaz

Pelirroja Déjenme que les haga una pregunta: ¿se debe publicar la fotografía de una mujer colgada de un puente de Monterrey, desnuda de cintura para arriba, con un mensaje de sus asesinos pintado en la espalda?

Sí. ¿Por qué? No. ¿Por qué? Depende. ¿De qué…?

Cuartoscuro, una muy buena revista de fotografía que se edita en México DF cada dos meses, cuesta 30 pesos (1,8 euros) y ya cuenta con 18 años de vida, dedica su último número a un debate recurrente en México desde que arreció la violencia asociada al narcotráfico. ¿Deben publicarse las fotografías de los ajusticiados medio desnudos, de las cabezas sin cuerpo colocadas en la acera, de los jóvenes cuerpos apilados en la morgue siempre repleta de Ciudad Juárez, de los niños que acaban de quedarse huérfanos abrazados a jóvenes abuelas que a su vez se abrazan a grises ataúdes de cinc? ¿Qué debe hacer un fotógrafo cuando llega a un rancho de Tamaulipas y se encuentra los cuerpos sin vida de 72 migrantes asesinados quién sabe por quién ni por qué? ¿Hacer clic? ¿O tal vez cerrar los ojos, guardar la cámara, darse la vuelta?

“Publicar o no, he ahí el dilema”. Así se titula uno de los reportajes de la revista. Un reportaje que da voz a fotoperiodistas, editores, escritores, profesores universitarios. Fernando Brito, editor de fotografía del diario El Debate de Sinaloa, es rotundo: “Como medio no puedes dejar de publicar lo que está sucediendo en la ciudad o en el país. No podemos hacernos los ciegos”. El escritor Paco Ignacio Taibo II va más allá: “Yo no diría que no deben publicarse, el problema es cómo se publican. Cuando lo que quieres es impactar a la opinión pública para mostrarle que hay cosas que están sucediendo y que no puedes cerrar los ojos frente a ellas, a mí me parece legítimo publicar las imágenes. Cuando se reitera una y otra vez y lo único que se trata de hacer es el cuerpo descuartizado, la cabeza cortada, el niño muerto, etc, etc, se está apelando a la mentalidad morbosa de la ciudadanía y de esa manera moralmente no suerte el mismo efecto, sino que es contrario”. Hay quien, como el investigador jurídico Ernesto Villanueva, tiene claro que “la libertad de expresión reclama la difusión de imágenes violentas; no se puede tapar el sol con un dedo”. Y quienes como Alejandro Sánchez Camacho –impulsor de una iniciativa para regular la publicación de “imágenes violentas—está convencido de que no deben publicarse: “Hay un impacto psicológico considerable, no sólo en las familias de los afectados, sino también en el conjunto social”.

El debate es sin duda apasionante. El director de Cuartoscuro, Pedro Valtierra, explicó su posición a este periódico: “Hay grupos que están interesados en que no se publiquen este tipo de fotos. Es una vieja idea de los grupos conservadores del país, quienes culpan a los periodistas de estar contribuyendo a la violencia. Pero no es tan simple. Creo que buena parte de lo que está sucediendo ahora en México tiene mucho que ver con que la sociedad que no ha mirado al fondo de las cosas, no hemos sido autocríticos. Porque, como hemos expuesto en la revista, el fenómeno no es nuevo. La violencia tal como la estamos retratando ahora –los descabezados, los ahorcados…-- ya existía en México desde la Revolución, desde la época de los cristeros. Ya desde entonces se cometían ese tipo de crímenes”.

Es un debate difícil y doloroso y por eso también necesario. Publicar o no, he ahí el dilema.

Miss Bala y Miss Valentía

Miss Bala y Miss Valentía

Por: Pablo Ordaz

Laura Guerrero no existe. Es el nombre de la guapa protagonista de Miss Bala, una película mexicana que estos días se presenta en el festival de Cannes. Marisol Valles sí existe. Es el nombre de una muchacha de 20 años que a finales de octubre de 2010 nos conquistó al aceptar un cargo para el que ningún hombre de su pueblo había tenido suficientes arrestos: jefa de policía de Práxedis G. Guerrero, un municipio de 3.400 habitantes situado junto a Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, sin duda uno de los lugares más peligrosos del mundo. Ambas tenían pequeños sueños. La ficticia Laura Guerrero quería ser la mujer más guapa de Baja California, apenas unos minutos de gloria local y unos cuantos pesos para comprarse ropa en San Diego. La real Marisol Valles solo quería ser jefa de policía de su pueblo, patrullar sin armas por la mañana, cuidar a su bebé por la tarde, terminar sus estudios de Criminología y, si acaso, lanzar el mensaje de que, en México, aún existe un rincón para la gente valiente. Miss Bala y Miss Valentía. No pudo ser.

El martes por la tarde, el productor Pablo Cruz y el director Gerardo Naranjo –a punto de abordar un avión hacia Francia-- me invitaron a ver Miss Bala. No estaría bien que les desvelara aquí la película, tampoco que les dijera si me pareció buena o mala, que doctores tiene la iglesia. Sí les puedo decir que, durante casi dos horas, reviví a través de las peripecias de Laura Guerrero lo que, desde hace ya casi tres años, llevo observando cada vez que viajo a Ciudad Juárez o a Tijuana o a cualquier otro lugar de los 3.000 kilómetros de frontera con Estados Unidos: ciudadanos que se esfuerzan en vivir su vida en medio de un cóctel muy explosivo elaborado a base de sanguinarios cárteles de la droga en pugna por el territorio, cuerpos de Policía infiltrados hasta la médula, nerviosos soldados que primero disparan y luego preguntan, jueces ineficaces –más del 90% de impunidad--, políticos corruptos, desesperación y silencio ante el discurso inapelable de las armas de alto poder. Aún andaba digiriendo el triste destino de Miss Bala cuando, el miércoles por la tarde, me enteré de que Marisol Valles había reaparecido.

No sé si se acordaran de que, a finales de octubre de 2010, este periódico publicó una crónica en la que saludaba el arrojo de Marisol Valles, la mujer más valiente de México. Y que, a principios de marzo de 2011, no tuvimos más remedio que contarles que la jefa de Policía había desaparecido y que todo apuntaba a que, agobiada por las amenazas, había solicitado refugio en Estados Unidos. Pues bien, el miércoles esa sospecha se confirmó. La cadena de televisión estadounidense ABC localizó en El Paso, la ciudad fronteriza con Ciudad Juárez, a Marisol Valles, le hizo una entrevista y logró que la muchacha confesara que sí, que recibió mensajes del crimen organizado, que la amenazaron con asesinarla --a ella, a su bebé, a su familia--. Que no podía vivir pensando en cuándo aparecerían los sicarios, que tuvo miedo, que huyó…

En la película Miss Bala y en el reportaje de la cadena ABC sobre Mis Valentía aparecen los dos lados de la frontera. Tijuana y Ciudad Juárez, del lado mexicano, y San Diego y El Paso, del lado estadounidense. La guerra y la paz separadas por unos cuantos metros de alambrada. En la zona de paz se venden pacíficamente las armas que en la zona de guerra ya han causado la muerte de 40.000 personas desde 2007. En la zona de paz se consume tranquilamente la droga por la que, en la zona de guerra, los cárteles luchan encarnizadamente. En la zona de paz, todo sueño es posible --de hecho, es la marca de la casa--. En la zona de guerra, los sueños más modestos --reina local de la belleza, jefa local de policía— se convierten en cuestión de vida o muerte.

El martes por la tarde, salí del cine contento de que Laura Guerrero solo fuera un personaje de ficción. El miércoles, me alegré de que Marisol Valles siguiera viva, en el exilio y con lágrimas en los ojos, pero viva al fin y al cabo. Miss Bala y Miss Valentía. El sueño mexicano. No pudo ser.

"Europa no necesita un europeo en el FMI, necesita soluciones"

ENTREVISTA: AGUSTÍN CARSTENS Gobernador del Banco de México y candidato al FMI

"Europa no necesita un europeo en el FMI, necesita soluciones"

ALICIA GONZÁLEZ - Madrid -

Agustín Carstens (Ciudad de México, 1958) acaba de presentar su candidatura a la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) con un currículum de 12 folios donde explica no solo los puestos que ha ocupado en su carrera sino las situaciones con las que le tocó lidiar y las medidas que adoptó. Está decidido a llegar hasta el final aunque es consciente de que parte con desventaja frente a la ministra francesa Christine Lagarde.

"Con un europeo en el FMI estos años, la crisis europea no está resuelta"

"Quedan tragos amargos, pero no hay sustituto a las medidas difíciles"

"Los emergentes hemos sido socios fiables y se nos tiene que reconocer"

Pregunta. ¿Se ve con posibilidades para dirigir el Fondo?

Respuesta. Es un proceso difícil. No solo porque hay otra candidata de alta calidad sino también porque se trata de romper un precedente de 65 años en una coyuntura compleja para Europa, que hace que los europeos estén muy unidos tratando de preservar esa posición.

P. Algunos dirigentes europeos lo justifican por la crisis de deuda que atraviesa la región.

R. Europa lo que necesita ahora no es necesariamente un director gerente del FMI europeo, sino que requiere soluciones. Y para eso se requiere un dirigente con experiencia en el manejo de crisis y los países emergentes la tenemos. Yo, personalmente, he participado en la solución de las crisis de México de 1987-88 y la de 1994-95 y obviamente en muchas otras que me tocaron cuando era subdirector gerente del Fondo Monetario. La realidad es que el FMI ha ayudado de forma efectiva a países de Asia, América Latina y África en momentos de crisis y no han requerido un director de la región. Es más, yo me atrevería a decir que sería adecuado tener un no europeo porque un par de ojos frescos podrían ver los problemas europeos con mayor objetividad, sobre todo si se tiene experiencia, y podría resultar en un plan de acción quizás algo más duro pero también más realista. La verdad es que a día de hoy, después de tres años de crisis y con un director gerente europeo, la crisis europea no está resuelta.

P. ¿Qué habría que hacer?

R. No hay forma de resolver una crisis si no se toman medidas de fondo. A lo que se puede aspirar con los programas de la UE y del Fondo es a facilitar a los países que tomen las decisiones difíciles. Quedan tragos amargos que pasar y ahí la comunidad financiera internacional debe dar su apoyo, pero mi experiencia me dice que no hay sustituto a tomar esas medidas difíciles.

P. ¿Tanto como para forzar una reestructuración de la deuda de Grecia o Irlanda?

R. La reestructuración no es una bala mágica tampoco. Si se hace en solitario y no se toman las medidas de fondo, la reestructuración no va a funcionar. Sería, en todo caso, la ultimísima medida y dentro de un paquete integral.

P. ¿Por qué a los países emergentes les cuesta tanto presentar un candidato único alternativo?

R. Yo no me doy todavía por vencido. El proceso acaba de empezar, se pueden presentar candidaturas hasta el 10 de junio y muchos países están esperando a esa fecha para pronunciarse. Voy a viajar a China, India, Arabia Saudí, posiblemente Sudáfrica, Argentina, Brasil y Canadá y sí creo que podré lograr atraer a buena parte de los países emergentes.

P. De hecho, Latinoamérica ahora no tiene representante en el FMI.

R. Ese tema me anima a buscar este cargo en el Fondo. Parece que si uno no tiene problemas no tiene representación y esa situación debe cambiar.

P. En esta crisis, el FMI ha liquidado alguna de sus políticas más inflexibles, como era el rechazo a los controles de capital...

R. Cuando se producen entradas de capitales por razones completamente ajenas al país, como resultado de las políticas de algún país avanzado y eso afecta a la paridad de un país emergente, creo que está justificado considerar la implantación de algunos controles de capitales. Ahora, lo más importante es evaluar si esos controles van a ser efectivos o no y hay casos, como el de México, en el que lo más probable es que no. En todo caso, también creo que el Fondo debería analizar las políticas de los países viendo el impacto de esas políticas sobre el país pero también cuáles son las repercusiones sobre el resto del mundo, como es claramente el caso de EE UU.

P. ¿Qué otros cambios debería abordar la entidad?

R. La crisis nos ha enseñado que la insuficiencia repentina de la liquidez es quizás el tema más urgente de combatir. Hoy ese temor es lo que más está afectando a Grecia y otros países europeos, fue también lo que pasó en Lehman Brothers. Y el Fondo debería estudiarlo con cuidado. Además, el FMI se ha concentrado tradicionalmente en cuestiones macroeconómicas, monetarias, fiscales y de tipo de cambio y debería incluir en su informe anual de cada economía una vigilancia de los sistemas financieros, para dar las alarmas oportunas y poder reaccionar a tiempo.

P. Pero para eso, hace falta dinero.

R. Un tercer tema a abordar, muy importante, es el tema de las cuotas. Hay un gran desequilibrio entre lo que ingresa el Fondo y las necesidades de financiación del mundo. Si en estas circunstancias un país mediano requiriese recursos en la magnitud que necesitó Grecia, el FMI no tendría la capacidad de respuesta o la tendría muy limitada. A eso va unido el tema de la representación. Los países avanzados están sobrerrepresentados, tienen en torno al 50% de las cuotas, frente al 40%-42% de los emergentes. Y, en términos de paridad de poder de compra, a partir de 2012 o 2013, la economía de los países emergentes superará a la de los desarrollados. Hay que corregir ese desequilibrio para que el Fondo tenga legitimidad y credibilidad.

P. The Economist decía que muchas veces se lucha por el primer puesto para hacerse con el segundo. ¿Es ese su objetivo?

R. No, yo no quiero ser número dos del Fondo. Ya estuve en el segundo nivel y, si ese es el caso, prefiero quedarme ayudando a mi país. Pero creo que los países emergentes hemos sido socios fiables en la economía internacional en estos años y se nos tiene que reconocer. La mayoría hemos transitado por esta crisis sin un descarrilamiento de nuestra economía y eso no ha sido solo cuestión de suerte, ha sido fruto de un trabajo constante de muchos años que se tiene que tomar seriamente. Hay muchas personas en países emergentes, incluido yo mismo, que podemos hacer una contribución importante a solucionar los problemas que afronta la economía.

Sin problemas con Estados Unidos

Sin problemas con Estados Unidos

MARÍA DE LAS HERAS

María de las Heras es directora de la encuestadora Demotecnia

Las polémicas opiniones del entonces embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, sobre temas internos de México, como la sucesión presidencial o el papel del Ejército mexicano en la guerra contra el narcotráfico, difundidas a través de los cables del Departamento de Estado filtrados por Wikileaks y publicados por EL PAÍS a partir de noviembre pasado, causaron airadas quejas del Gobierno mexicano que precipitaron su dimisión en marzo de este año. La semana pasada, Washington propuso como su nuevo representante en la capital mexicana a Earl Anthony Tony Wayne, californiano de 60 años, exembajador estadounidense en Buenos Aires y, actualmente, número dos de la representación de EE UU en Kabul, Afganistán.

Este nombramiento también causó polémica. Comentarios vertidos en la prensa mexicana afirman que la sola idea de que se haya pensado para ocupar la embajada estadounidense en México en alguien que proviene de Afganistán, señalado como experto en terrorismo, representa una señal sobre la lectura que los estadounidenses hacen de la situación que atraviesa México.

Esta semana buscamos averiguar la percepción de los ciudadanos sobre el nombramiento de Wayne y, según los resultados recogidos, la opinión pública mexicana no guarda mayores suspicacias. El 63% descarta que la elección del nuevo embajador sea una señal de que Estados Unidos prepara acciones militares en México como las que realiza en Afganistán. Ni siquiera piensan que indique que Washington considera que México tenga problemas similares a los del país asiático.

De hecho, la mayoría opina que la relación entre Estados Unidos y México continuará como hasta ahora e, incluso, un 29% tiene esperanzas de que mejore. Para formalizar el nombramiento de Wayne como sustituto de Carlos Pascual falta la ratificación del Congreso de Estados Unidos. De cualquier manera, el hecho de que Washington haya nombrado con tanta rapidez (solamente dos meses) a su candidato es interpretado como un gesto de acercamiento de la Administración de Barack Obama hacia México, pues algunos temían que, tras la reacción de Felipe Calderón a las declaraciones de Carlos Pascual, el puesto quedara vacío por un mayor periodo de tiempo.

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