04 mayo, 2011

Osama bin Laden ¿Resucitará el tercer día?

Osama bin Laden ¿Resucitará el tercer día?

— Enrique Meneses

A las 5 de la madrugada del 31 de abril, estaba yo despierto en el hospital San Pedro de Logroño. El día 30 lo pasé en urgencias por una indisposición. Había participado el 29 en Casalareina, en una mesa que discutía el estado del periodismo de hoy. De Wikileaks habló Vicente Jiménez, director adjunto de El País y Rosa María Artal que lo hizo de la caída del Muro de Berlín que presenció en el mismo punto en el que se abrió la puerta. Yo también hablé del periodismo que viene.

Por la noche tuve un problema inquietante que me llevó a urgencias por culpa de una caida del oxígeno en sangre al 20%. Tanto el hospital de Haro como el San Pedro de Logroño actuaron con rapidez y eficiencia. Me encuentro bien. Agradezco a Félix Caperos, alcalde de Casalarreina que organizó todo ayudando a nuestra colega Rosa Jiménez Cano. A todos muchas gracias y volveré porque el trato que recibí fue excelente en todos los sentidos.

Cinco horas después del anuncio del presidente de los EE.UU. de que Osama bin Laden había muerto, estaba yo despierto en mi lecho de hospital y por la CNN pude seguir todas las informaciones. Pero la mezcla de noticias y médicos del San Pedro de Logroño me impidió hacer un post de urgencia. Ahora si puedo hacerlo.

En primer criticar a la actual prensa italiana por la cantidad de veces que dieron por muerto a Obama, presidente de EE.UU. en vez de Osama. Lo menos que puede hacer un periodista es informarse del nombre de uno y otro. Lo peor es que lo repitieron varios colegas lo que demuestra que no solo copian los colegiales. Como me decía Ángel Jordán, un colega de “Triunfo”: “Chico qué sería de los periodistas sin los periodistas”. Estaba copiando de un diario de California, un artículo sobre cine.

El pueblo americano sacó sus banderas y las ondeó delante de la Casa Blanca gritando “Born in USA” borrachos de alegría. Esto, para muchos “puristas” de Occidente de los que se la cogen con papel de fumar, entre ellos un excitado Gaspar Llamazares de IU, es un asesinato lo que un pelotón de SEALS le hizo a Osama bin Laden, el hombre que mandó matar a 3.000 personas inocentes en las Torres Gemelas de Nueva York..

He vivido unos cuantas guerras y conflictos y todos los que hemos ejercido esta especialidad del reporterismo, odiamos las guerras pero sabemos cómo se hacen. Un asalto a un “Compound” super guardado y con protección extraordinaria no permite decir:”Señor Osama queda usted detenido por los atentados de Nueva York, Madrid, Bali, Londres”.

Un juicio de Nuremberg hubiesen querido muchos pero no estamos en 1946. ¿No se ha visto como actúan los taliban (plural de talib) con sus secuestrados? No han visto cómo se cortaba el cuello a un periodista americano delante de las cámaras. Que haya gente que se preocupe por Muamar el Gadafi porque le han metido un par de misiles en un centro neurálgico de Trípoli, le parece muy mal a los “puristas” pero que ordenase el atentado de Lockerbie con 259 muertos, machaque a su gente con las armas compradas merced a la venta del petroleo, a los legítimos dueños del crudo, me parece un sarcasmo. Además está envalentonando a Bashir al Asad porque considera que sacar los tanques a la calle y disparar con fuego real, es lo democrático y aceptable por nuestros demócratas de nuevo cuño y salón.

Soy el primero en criticar a nuestros países occidentales que han mantenido una muralla de dictadores para negociar a gusto con ellos (petróleo x armas).Bin Laden fue socio de los americanos cuando se trataba de luchar contra la Unión Soviética, el único país que plantó en Kabul un gobierno comunista pero que funcionaba. Su presidente acabó colgado de una farola y los taliban, dirigidos por bin Laden, empezaron a establecer una teocracia más dura que la de Irán.

En tiempos del odiado Sha Reza Pahleví, el cámara Emilio Polo y yo salimos por pies de la universidad de Teheran ante las amenazas de excitados estudiantes. Era una dictadura que intentaba recortar la fuerza de los Ayatolás. Las jóvenes lucían minifaldas en vez de velos negros. Y aquella juventud que odiaba a quien estaba modernizando el país, hoy luchan en las calles para deshacerse lo que sus padres y abuelos trajeron al país.La Historia es así. Los americanos echaron al Sha, como antes habían echado al comunista Secretario del Tudeh, Mossadegh que nacionalizó el petróleo iraní.

El conocimiento de la geopolítica en este país es un agujero negro en la mente de nuestros compatriotas. No solo se creen los mejores entrenadores de fútbol sino que opinan sobre el peligro de la libertad en Libia porque ello traerá a los taliban. ¡Qué cabezas pensantes!

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