04 mayo, 2011

Osama, Obama y Ninel Conde

Osama, Obama y Ninel Conde

El pozo de los deseos reprimidos

Álvaro Cueva

No sé si sea demasiado tarde para hablar del fenómeno mediático que se dio la noche del domingo pasado en relación al anuncio de la muerte de Osama Bin Laden.

Mucho menos cuando tengo más de 64 programas haciendo cola desde antes de Semana Santa, cuando vimos a varios niños bailando como sexo-servidores en “Sabadazo” y cuando Azteca aventó una escandalosa avalancha de cambios y novedades en sus áreas de entretenimiento, espectáculos y noticias.

Pero sería un pecado no hacer una pausa en el camino y criticar lo que pasó la noche del 1 de mayo porque es de relevancia internacional y porque habla muy mal de nosotros como país y como industria dedicada a la comunicación.

¿Qué fue lo que pasó? Que comenzó a circular la noticia de que Osama Bin Laden había sido asesinado como parte de una estrategia del gobierno de Estados Unidos.

Según mis monitoreos, la nota salió primero en las páginas de Internet y las redes sociales, y de ahí brincó a las grandes cadenas noticiosas estadunidenses como CNN Internacional y Fox News.

Lo más lógico hubiera sido, como cuando la Guerra del Golfo a principios de los años 90, que la señal de las grandes cadenas nacionales, como El Canal de las Estrellas, se hubiera interrumpido para que el público se enterara de este acontecimiento.

Pero no, ahí, en Azteca 13 y en la mayoría de los canales de mayor penetración de nuestro país la prioridad era otra: continuar con el negocio.

¿A quién le podía interesar algo como lo de Bin Laden con tantos niños cantando los temas cachondos de Lupita D’Alessio en “Pequeños gigantes? Ni modo de interrumpirlos. En este país hay prioridades.

Mire, tengo la impresión de que la noticia de la muerte de este personaje agarró en curva a nuestras mejores televisoras que, por un lado, estaban disfrutando de su sabroso fin de semana y que, por el otro, tenían a sus grandes estrellas fuera del país por la Boda Real y la beatificación de Juan Pablo II.

La televisión mexicana entró muy tarde en relación a las televisoras de Estados Unidos, más de media hora, y eso, en esta era digital, es como si hubieran pasado varios días en el siglo XIX.

Y los pocos que entraron, entraron sin nada. Santos Mondragón, en ForoTV, por ejemplo, iba hablando, pero como si su fuente fuera CNN y no su propia red de corresponsales. ¿Será posible?

Los señores de Milenio Televisión, a falta de datos, de plano, mejor hicieron un repaso de quién era Osama Bin Laden y de todo lo que sucedió en septiembre de 2001.

Cadenatres y Proyecto 40 salieron al quite con unos cortes armados sobre la marcha e ilustrados con lo que pudieron, y Carlos Loret de Mola sacó de cuadro a Santos Mondragón, literalmente, para poner “orden” en ForoTV.

A mí esto me da un poco de pena porque, aunque Carlos hizo un magnífico trabajo, siempre que hay algo importante, como en las elecciones del año pasado, el talento de ForoTV acaba siendo desplazado por el de El Canal de las Estrellas.

Fue un momento difícil, muy difícil, pero lo que más pesó del caso de los canales mexicanos fueron tres cosas: la falta de interés de las grandes cadenas nacionales por interrumpir su programación para transmitir la nota, lo mucho que los canales de nicho se tardaron en reaccionar y la ausencia de fuentes.

Nadie dijo alguna tontería, no se asuste, pero tampoco se sintió que algún periodista cuestionara con rigor la información que iba llegando. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde estaba el cadáver? ¿Por qué la nota se dio así? Nada.

Era como si les diera pena, como si tuvieran la necesidad de pedir permiso para opinar. Fue extraño.

Ahora, tampoco quiero que usted se imagine que las cadenas de televisión de Estados Unidos brillaron por su ecuanimidad y sentido crítico.

En CNN en Español, ante la ausencia de información, Fernando del Rincón se puso a platicar… ¡De sus tiempos en Televisa! ¿Así o más patético?

No, pero las broncas de la cobertura de CNN en Español no acaban aquí. A la hora del mensaje de Barack Obama, les falló la traducción peor que en el famosísimo ‘Juayderito’. ¡Como para hacerlos pomada en Twitter!

¡Pero cómo hacer garras a CNN en Español! ¡Es CNN! ¿Sabe lo que hicieron los twitteros? Se agarraron a Ninel Conde de su puerquito inventándole que había dicho que lamentaba la muerte de “Barack Osama”.

CNN Internacional no cantó mal las rancheras con un rollo ideológico francamente vergonzoso, Aljazeera hizo lo que pudo y, aunque usted no lo crea, Fox News tuvo fiesta.

¿O qué, a usted se le hace muy profesional ver a un comunicador (Geraldo Rivera) que, a la hora de enterarse que va a dar este tipo de noticias diga que está muy contento?

Y si a esto le agregamos que todas las señales que nos llegaban de Estados Unidos insistían más en amenizar las muestras de júbilo que en pedir explicaciones, caray, estamos ante algo delicado. ¿A poco no?

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