05 julio, 2011

3 de julio: la lección a Calderón


En 2012 se juega la viabilidad política del PAN y su futuro.

Martín Moreno

Si una lección debió haber aprendido Felipe Calderón de la humillación electoral que sufrió el PAN el domingo pasado, es una: tratar de imponer a su candidato a la Presidencia —que no es otro sino Ernesto Cordero— le significaría entregarle, sin ningún obstáculo, el poder presidencial al PRI.

Así como Peña Nieto dejó de lado sus simpatías personales y eligió a Eruviel Ávila en vez de a Alfredo del Mazo —privilegiar al partido por encima del amigo—, de la misma manera Calderón tendrá que apegarse a esa regla política y permitir que el panista mejor posicionado sea quien le dispute la Presidencia a Peña en 2012.

¿O alguien duda de que, con los resultados del 3 de julio, sea Peña Nieto el candidato del PRI a la Presidencia de la República?

La responsabilidad partidista que tiene Calderón en las manos es histórica. Se está jugando, nada menos, que la viabilidad político-electoral del PAN para las próximas décadas. Y mucho dependerá del manejo que el segundo Presidente panista le dé a la sucesión presidencial a partir de hoy.

Sí, justamente un día después de las elecciones con las que el PRI volvió al carro completo —a su estilo: cargadas de compra de votos, violaciones a las leyes electorales, herencias políticas y demás cochineros—, se inició ya la sucesión presidencial rumbo a 2012.

El domingo 3 solamente votó 48% del electorado. A menor votación, gana el PRI, por sus sufragios comprados y corporativos.

Llámese coincidencia —que en política no las hay— pero, ayer, el vocero de (anti)seguridad de Los Pinos, Alejandro Poiré, declaró que El Chapo Guzmán “es prófugo de la justicia y es perseguido”.

¿Acaso se está preparando una noticia bomba ligada al Chapo, para contrarrestar mediáticamente la aplanadora política del PRI y darle vuelta a la hoja amarga panista del domingo pasado?

A Calderón ya le brotan inconformidades dentro del PAN, por la sucesión presidencial.

“Cada vez que hay imposición o línea desde arriba, el PAN acaba en un desastre”, advirtió Josefina Vázquez Mota al referirse a la tentación presidencial de imponer a un candidato propio, alejado del consenso del panismo.

Santiago Creel también ha externado su inconformidad y pide “piso parejo”. Es decir: que Calderón no se convierta en jefe de campaña de Cordero. “Cambiar de rumbo”, pide Creel al panismo. Y a Calderón.

Vázquez Mota —que ha tenido un repunte más que significativo y es hoy la única panista que va al alza— y Creel son los punteros. Sí, compitiendo contra Cordero.

Javier Lozano sabe que no le alcanza para ser candidato y lo perfilan como coordinador de la campaña presidencial de Cordero.

Lujambio no crece.

El gobernador Emilio González Márquez es una broma.

Heriberto Félix, en Desarrollo Social, un mal chiste.

En este momento, quien parece tener las herramientas políticas, el perfil —ser mujer es un punto a su favor— y las posibilidades reales de erigirse como candidata del PAN a la Presidencia, es Vázquez Mota, aunque mucho deberá cambiar su discurso, que se escucha acartonado, indefinido. Con ribetes demagógicos. Necesita ser más clara y precisa en sus propuestas. Creel tiene a los “duros” del PAN de su lado, empezando con Vicente Fox, que mucho influirá en la operación política para nombrar candidato. Ya lo estamos viendo. Ojo con Fox. Creel tiene experiencia.

Allá Calderón y esa incontrolable tentación del poder para tratar de imponer a su delfín. Se juega la viabilidad política del PAN, no sólo en 2012, sino también su futuro.

¿Y el PRD?

Se equivocan quienes pretenden hacer creer que Marcelo Ebrard sería la opción para convencer al voto indefinido en 2012. Fuera del DF, Ebrard carece de reconocimiento político. Su pasado priista le pesa. No es sinónimo ni garantía para ejercer un gobierno democrático y saludable. A Ebrard no se le tiene confianza. El efecto DF en el Edomex, fracasó. Para parte del PRD es traidor por el fraude electoral de 1988. Siempre ha sido un buen operador de segundo plano, y hasta ahí, pero no se le puede confiar el proyecto nacional.

Marcelo no cuenta con la estructura política de López Obrador, quien, efectivamente, aparece como perdedor tras la paliza del domingo en el Estado de México.

Sin embargo, las cosas son más de fondo.

¿Qué ganaba AMLO con reventar una alianza con el PAN en el Edomex? Lanzar una apuesta de alto riesgo: relegado el PAN a un tercer lugar electoral en 2012, ser AMLO quien le dispute, de tú a tú, la Presidencia a Peña Nieto, basado en dos puntos clave: las campañas y los debates entre presidenciables.

PRD: el partido del…, ¡1%!, en Coahuila.

Qué vergüenza.

En Nayarit, Acosta Naranjo recibió una tunda y lo primero que hizo fue culpar a AMLO por evitar las alianzas. ¿Y por qué no declinó él a favor de la panista? Critica lo que fue incapaz de hacer.

A Los Chuchos habrá que preguntarles: el miserable 1% coahuilense, ¿también fue culpa de AMLO?

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