05 julio, 2011

Elba habla


La Maestra tiene que seguir haciendo patente que es ella la poderosa fiel de la balanza en México. Que a donde señale se apunta al ganador.

Ana Paula Ordorica

La conferencia de prensa de Elba Esther Gordillo esta semana tuvo tres ingredientes explosivos: ego, venganza y grilla política.

El ego

La Maestra tiene que seguir haciendo patente que es ella la poderosa fiel de la balanza en México. Que a donde señale su dedito se apunta al candidato ganador. Premisa indispensable para vender caro su amor al político que ella decida apoyar en las elecciones del año próximo.

Un ego que es alimentado por el arcaico arreglo sindical que existe en nuestro país. Pese a que electoralmente nos definimos como una democracia, el poder que le da el presupuesto y el hermetismo sobre cómo lo maneja es enorme y mina de manera importante hasta los comicios, si el mito de sus maestros cuidadores de casilla es cierto.

La venganza y la grilla política

Cuando Elba Esther habló de los acuerdos que hizo con el entonces candidato a la Presidencia, Felipe Calderón, para que le diera su apoyo en las elecciones federales de 2006, sus dardos traían doble filo. En primer lugar iban apuntados hacia el Partido Acción Nacional.

Cuatro días antes de la elección en el Estado de México, Nayarit y Coahuila, seguramente Gordillo quería golpear un poco más al partido del Presidente, que va en tercer lugar en las elecciones del Estado de México; más de veinte puntos por debajo del tricolor en Coahuila, y 15 puntos por debajo del PRI en Nayarit, según las últimas encuestas publicadas (El Universal y Reforma, respectivamente).

Además, al hablar de los puestos que negoció La Maestra con Felipe Calderón antes de darle su apoyo en 2006, Gordillo seleccionó muy bien los nombres.

Miguel Ángel Yunes, quien se fue como titular del ISSSTE; Roberto Campa Cifrián, que entonces era el candidato a la Presidencia por el partido de Gordillo, el Panal, y quedó como titular del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y Francisco Yáñez, que quedó al frente de la Lotería Nacional cuando ganó Calderón la Presidencia.

La lideresa sindical no habló para nada de, por ejemplo, su yerno, Fernando González Sánchez, subsecretario de Educación Básica en la SEP. El puesto también fue negociado y sin embargo no mereció mención alguna de parte de su suegra.

¿Por qué? Porque Gordillo no perdona que le den la espalda. Que la traicionen. Y eso es lo que, a sus ojos, han hecho Yunes, Campa y Yáñez.

Y los dos ganadores del discurso de Elba Esther Gordillo: Andrés Manuel López Obrador y Alonso Lujambio. AMLO porque, al decir La Maestra, quien es la villana favorita del país, que es con él con el único político con el que no tiene trato, quedará para muchos como el único que resiste los encantos de Gordillo. Y Alonso Lujambio porque, al atacar directamente Gordillo las aspiraciones presidenciales de Josefina Vázquez Mota y omitir las del actual titular de la SEP, parece que con él sí deja abiertas las puertas para la alianza en la campaña por el 2012.

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