Al menos 92 muertos en el doble ataque contra el Gobierno noruego
Edición: Mario Viciosa
Noruega recibe conmocionada los últimos datos sobre la masacre de la que ayer fue testigo el país. El último balance de la Policía eleva a 92 el número de muertos como consecuencia del doble ataque registrado en Oslo y en Utoya. La mayoría de las víctimas, 85, se produjeron en esta isla.
Después de lo ocurrido, este sábado la Policía se ha visto obligada a evacuar la estación central de Oslo por la posible existencia de nuevos artefactos explosivos, según ha informado desde Noruega Javier G. Gallego.
Ayer, dos horas después de que una gran explosión sacudiese el distrito gubernamental de Oslo -destrozando las oficinas del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y varios edificios gubernamentales-, un hombre abrió fuego en un campamento juvenil del gobernante Partido Laborista en la isla de Utoya, donde el primer ministro debía dar una conferencia este sábado. La Policía ha cifrado en 85 el número de fallecidos de la isla y en siete, el de Oslo, aunque el número podría elevarse. Hay más de un centenar de heridos.
Anders Behring. | Reuters
El propio Stoltenberg ha calificado lo ocurrido de "tragedia nacional" y ha manifestado que no "hay ninguna razón para elevar el nivel de amenaza sobre Noruega".
La policía descartó que se tratara de un atentado terrorista internacional y declaró tener indicios de ambos sucesos estaban relacionados, mientras continúa investigando lo ocurrido.
Por el momento, ya hay un detenido en relación con la matanza, y los agentes han arrestado a un hombre con un cuchillo que se encontraba a las afueras de un hotel donde el primer ministro Stoltenberg visitaba a jóvenes de su partido que escaparon de un letal ataque en la isla. El último arrestado mantiene que portaba el arma para "sentirse más seguro". Los reyes de Noruega, Harald y Sonia, también han visitado a los supervivientes.
El joven detenido con un cuchillo. | Ap
El detenido como principal sospechoso es un noruego de 32 años con tendencias ultraderechistas e islamófobas llamado Anders Behring Breivik. Fue visto en el lugar de la explosión en Oslo, antes de que ésta se produjese.
El ministro de Justicia, Knut Storberget, ha dicho que aún no saben si el agresor, que está siendo interrogado por la policía, actuó solo o en compañía.
Medios noruegos identifican a Anders Behring Breivik como afín a los ambientes ultraderechistas y, según el diario "VG", había colgado mensajes en internet declarándose nacionalista y enemigo de la sociedad multicultural. El presunto asaltante se trasladó a la pequeña isla en un bote de los organizadores. Llegó al recinto del campamento en una camioneta plateada, provisto de una pistola y de un rifle, según Simon Braenden Mortensen, un vigilante del lugar, y se identificó como policía. Alegó que había llegado para comprobar la seguridad tras las explosiones en la capital.
Poco después, empezó a disparar indiscriminadamente, en primer lugar, contra un grupo de jóvenes que estaba siendo informado, precisamente, del atentado ocurrido en la capital. Medios noruegos informan de que, tras irrumpir el agresor y abrir fuego, se desató el pánico y decenas de jóvenes concentrados, algunos heridos, trataron de huir nadando. Según testigos presenciales, varios lograron ponerse a salvo en botes que navegaban por el fiordo. Se buscan posibles víctimas en el agua.
La policía noruega busca tambien a un posible cómplice del presunto autor. La búsqueda se basa en declaraciones de testigos que dijeron que un segundo hombre, que no vestía uniforme policial, estuvo en Utoya.
El portavoz de la policía Einar Aas dijo a al diario 'Verdens Gang': "Tenemos varias declaraciones de testigos que coinciden en que había un segundo atacante. Trabajamos a toda marcha para aclararlo".
45 minutos de terror
Los testigos han develado también que la masacre duró más de 45 minutos. Nicoline Bjerge Schie, de 22 años, señala en un testimonio que publica el diario 'Dagbladet': "Los tiros se produjeron con unos diez segundos de pausa entre ellos y duraron como tres cuartos de hora".
La joven se ocultó junto con otros amigos tras una roca en el agua. "No lo vi, pero lo oí. Gritaba y celebraba, dio varios gritos de victoria", relató sobre el hombre de 32 años detenido por la policía.
Horas después del tiroteo, la policía noruega halló explosivos sin detonar en la isla.
El país escandinavo, conocido por actuaciones en favor de la paz, no sufría un ataque tan grave desde la Segunda Guerra Mundial y la capital se encuentra en estado de 'shock'.
La Policía ha lanzado un llamamiento a la población, pidiendo que eviten los lugares con grandes congregaciones de gente y acudir al centro de Oslo. El ministro de Justicia ha instado a la población a que se permanezca en sus casas y no use ni teléfonos móviles ni conexiones de red.
El primer ministro noruego califica el doble atentado de 'tragedia nacional'
El primer ministro noruego califica el doble atentado de 'tragedia nacional'
Vídeo: ATLAS
El primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, ha calificado de "tragedia nacional" el doble atentado registrado ayer contra sus oficinas en el distrito gubernamental de Oslo y contra un campamento de jóvenes socialdemócratas en la isla de Utoya, que ha dejado al menos 91 víctimas.
Jens Stoltenberg ha declarado que este es el peor ataque que sufre Noruega desde la Segunda Guerra Mundial. En su opinión, "no hay razón para aumentar el nivel de amenaza contra el reino".
Stoltenberg hizo esta declaración en una comparecencia esta mañana, tras cifrar la policía la madrugada pasada en al menos 84 el número de fallecidos en la isla, donde centenares de jóvenes participaban en un campamento de las juventudes socialdemócratas, el partido del primer ministro.
Precisamente, la amenaza contra el Gobierno a vuelto a hacerse presente un día después de la masacre. Un hombre ha sido detenido con un cuchillo mientras el dirigente visitaba en un hotel a las víctimas y familiares.
La policía eleva a 92 los muertos
La policía eleva a 92 los muertos por el doble atentado en Noruega
Al menos 85 fallecidos en un tiroteo en un campamento del partido laborista gobernante horas después de que un coche bomba causase otros siete muertos en Oslo.- Un noruego vinculado a la ultraderecha ha sido arrestado y se le acusa de ambos ataques
JUAN GÓMEZ / AGENCIAS | Berlín / Oslo
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El doble atentado de ayer en Oslo, capital de Noruega, ha tomado hoy la dimensión de "tragedia nacional", en palabras del primer ministro, Jens Stoltenberg, que ha comparecido en rueda de prensa a primera hora de la mañana. A media tarde de hoy, la policía ha confirmado que el tiroteo de la isla de Utoya ha causado la muerte de al menos 85 personas, la mayoría de ellas jóvenes miembros del partido laborista que participaban en un encuentro al que tenía previsto acudir el primer ministro. El tiroteo se produjo poco después de que un potente coche bomba estallara en el centro de Oslo, junto a la sede del Gobierno, y causara otros siete muertos. Tras la matanza de la isla, la policía detuvo a un hombre, un noruego de 32 años identificado como Anders Behring Breivik, al que la policía vincula con la extrema derecha. Fue el único detenido ayer. Esta mañana ha sido arrestado otro hombre en el exterior del hotel donde se encontraba el primer ministro Stoltenberg, por llevar un cuchillo en un bolsillo del pantalón, según ha declarado el propio detenido, que ha dicho que llevaba el arma porque no se sentía seguro.
La explosión de una bomba en Oslo deja varios muertos
VIDEO - AGENCIA ATLAS - 22-07-2011
Este viernes, la explosión de una bomba cerca de la sede del Gobierno en Oslo ha dejado al menos dos muertos y un número indeterminado de heridos. Todos los edificios de la zona se han visto afectados por la onda expansiva. Hasta el momento nadie ha asumido la autoría del atentado, aunque la policía sigue la pista del terrorismo islamista y tampoco se descarta que pueda haber más dispositivos explosivos preparados para ser detonados. En relación a la explosión, los agentes han arrestado a tres personas. Entre los edificios gubernamentales afectados se encuentran las oficinas del primer ministro, Jens Stoltenberg, que no ha resultado herido por encontrarse en ese momento fuera de su despacho. La cifra de muertos también podría aumentar. - AGENCIA ATLAS
- Video: Atentado en el centro de Oslo - 22-07-2011
La policía noruega afirma que no hay pruebas concretas de que hubiera otra persona en Utoya que colaborara con el asesino, pero no pueden descartarlo todavía.
El primer ministro laborista Stoltenberg ha comparecido de nuevo esta mañana junto al ministro de Justicia, Knut Storberget, para responder a los periodistas y expresar sus condolencias a las víctimas y sus familias y ofrecer detalles del suceso. Antes de responder, ha calificado de "tragedia nacional" el doble atentado, "el mayor crimen en el país desde la Segunda Guerra Mundial". En particular, lo ocurrido en la isla de Utoya, donde tenía previsto hablar ante los jóvenes de su partido DNA acribillados por el pistolero. "El paraíso de mi juventud convertido en un infierno", ha dicho emocionado Stoltenberg, recordando que Utoya fue el lugar de sus vacaciones juveniles desde 1979, un lugar donde "he experimentado la alegría, el compromiso y la seguridad y que ha sido golpeada por la brutal violencia". "Conocía a muchos de los jóvenes [reunidos en la isla] y conocía a sus padres", ha dicho el primer ministro, que ha viajado horas depués a la isla para acompañar a los supervivientes e interesarse por las víctimas.
El primer ministro, flanqueado por su ministro de Justicia, que ha descartado que haya "razones para elevar el nivel de alerta" pese a lo ocurrido, ha confirmado que hay un detenido por el doble atentado, pero no ha podido aclarar si actuó solo o fueron varias las personas que perpetraron la matanza en Oslo y la isla de Utoya. En cualquier caso, la policía ha informado que al detenido se le acusa tanto de la colocación del coche bomba como del tiroteo en la isla. Aunque se vincula al detenido con la extrema derecha, Stoltenberg no cree que el país tenga "un gran problema con los extremistas de derechas comparado con otros países". "Hay grupos y los seguimos", ha saldado.
Poco después, la policía ha actualizado el balance de muertos, cifrando en 85 los fallecidos en Utoya y siete en la explosión en Oslo. El número dos de la policía, Roger Andresen, no ha cerrado el balance. "En Oslo, con la explosión y su impacto, no estamos seguros de que el número sea definitivo. En Utoya, aún se buscan más víctimas en el agua".
Del detenido se van conociendo detalles a cada hora que pasa. Se le ha identificado como Anders Behring Breivik, un hombre de 32 años al que se vincula a la extrema derecha. La policía, que está registrando su piso, lo ha descrito esta mañana como un "fundamentalista cristiano" cuyas opiniones políticas se inclinan a la "derecha", sin más precisiones. Tiene un perfil en Facebook que ha sido bloqueado. En Twitter, existe una cuenta con su nombre, con un unico mensaje: "One person with a belief is equal to the force of 100 000 who have only interests" ("Una persona con una creencia iguala la fuerza de 100.000 que solo tengan intereses"). El perfil cuenta con varios centenares de seguidores -aumentan a cada minuto- pero no es seguidor de nadie. Está datado en Oslo. A media mañana, Felleskjoepet Agri, una empresa de suministros agrícolas ha informado a Reuters de que Behring compró el pasado 4 de mayo seis toneladas de fertilizantes, productos con los que se pueden fabricar explosivos. El detenido posee una granja, por lo que a la empresa no le extraña el pedido.
El doble atentado sacudió ayer la tranquila sociedad noruega. Primero, sobre las tres y media de la tarde (hora peninsular española), un potente coche bomba sacudía el centro de Oslo. Había sido colocado junto a varios edificios gubernamentales (mapa), entre ellos las oficinas del primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, quien no estaba allí. Las oficinas de Stoltenberg, así como los Ministerios de Petróleo y Hacienda, y la sede del tabloide Verdens Gang (VG) quedaron seriamente dañados por el atentado.
Stoltenberg tenía previsto, horas más tarde, hablar ante los jóvenes del partido laborista que acampaban en la isla de Utoya a donde, tras la explosión, se dirigió al parecer el detenido, vestido de policía, para abrir fuego de forma indiscriminada contra las juventudes laboristas, que huyeron despavoridas. Se trata, por tanto, de un doble atentado contra el Gobierno o, al menos, contra el partido laborista que lo encabeza. La tragedia de la isla tardó en mostrarse en su magnitud. Durante toda la tarde, se hablaba de una decena de fallecidos, hasta que, ya de madrugada, la policía elevaba el trágico balance hasta más de 80 muertos. Según testimonios recogidos por la televisión local NRK, se trató de "una ejecución en toda regla". Además, el coche del detenido, hallado en la isla, tenía en su interior más material explosivo.
La seguridad ciudadana se suele dar por descontada en Noruega, por lo que es probable que las medidas policiales en la isla fueran muy escasas. La pequeña superficie de Utoya facilitó, además, que un pistolero con armas automáticas pudiera cometer en ella una masacre. Según algunos testimonios, el detenido portaba pistolas y rifles.
Tendré miedo de por vida
Anoche algunos testigos contaban a la televisión pública NRK y a otros medios locales que el número de muertos en la isla de Utoya podía ser mucho mayor del facilitado en un primer momento. Algunos de los participantes en el campamento trataban por la tarde de escapar de la isla por barco o incluso a nado. Dado que el presunto terrorista iba vestido de policía, los asistentes al campamento huían de los policías auténticos, que se afanaban en recuperar la confianza de los muchachos. Según la prensa local, este tipo de actos congrega a jóvenes de entre 15 y 25 años, aunque suelen asistir también políticos en activo o retirados. Por la noche, las fuerzas de seguridad seguían buscando más artefactos explosivos.
"Vi que disparaban a la gente. Intenté sentarme lo antes posible. Me escondí detrás de algunas piedras. Le vi una vez, solo a unos 20 o 30 metros de mí. Pensé: 'Tendré miedo de por vida', y en toda la gente que quiero", relataba Jorgen Benone, uno de los supervivientes, a la agencia Reuters. "Vi gente saltando en el agua, sobre unas50 personas nadando lejos de la costa. La gente estaba llorando, temblando, estaban aterrorizados", cuenta Anita Lien, que vive a pocos metros de la isla, a la misma agencia. Muchos saltaron al interior de los pocos edificios de la isla mientras oían los disparos, se escondieron entre los árboles o no vieron más alternativa que lanzarse al agua. Botes salvavidas y helicópteros han rastreado las aguas en busca de supervivientes.
Amago islamista
Según el diario estadounidense The New York Times, un grupo islamista llamado Ansar al-Yihad al-Alami (Colaboradores de la Yihad Mundial) se atribuyó los atentados. La televisión noruega señaló poco después que ese mismo grupo había negado toda responsabilidad en el atentado. El Ejecutivo noruego se mostró muy cauteloso en cuanto a la autoría del atentado.
El primer ministro calificó la situación de "muy grave" y convocó a los ministros de Defensa y de Exteriores para reunirse en un Comité de Emergencia. También aseguró ayer que su país responderá con más democracia a ataques violentos. La ciudad donde cada año se entregan los premios Nobel de la paz no había sido escenario de escenas tan violentas desde el final de la II Guerra Mundial. Los analistas y observadores internacionales destacan que las medidas de seguridad en el país escandinavo son por lo común bastante más laxas que en el resto de Europa.
"Debéis morir, debéis morir todos"
Horror en la isla de Utoya: "Debéis morir, debéis morir todos"
Disfrazado de policía, el noruego detenido sembró el pánico en la pequeña isla cercana a Oslo al disparar de forma indiscriminada
EL PAÍS - Madrid -
"Debéis morir, debéis morir todos". Son las palabras que, según un testigo que sobrevivió a la matanza en la que han muerto al menos 84 personas, gritaba ayer Anders Behring Breivik cuando, vestido con un traje de policía para saltarse las medidas de seguridad, comenzó a disparar a los cientos de jóvenes que participaban en el campamento de verano de las juventudes del Partido Laborista de Noruega en la isla de Utoya, en el lago de Tyrifjorden . Un lugar que fue "un paraíso de juventud, ahora transformado en un infierno", según ha dicho emocionado esta mañana el primer ministro noruego, Jens Stontelberg, al recordar todos los veranos que pasó allí de joven. "Lo que más me duele es que este lugar en el que he estado cada verano desde 1979, en el que he sentido alegría, compromiso y seguridad, ha sido golpeado por una brutal violencia".
Utoya, a unos 40 kilómetros de Oslo, pertenece al Partido Laborista de Noruega desde los años 50. Es allí donde desde los 70 la sección de jóvenes del partido, la Liga de Jóvenes Trabajadores (AUF en las siglas en noruego) montan campamentos de verano. En esta ocasión había entre 500 y 600 personas, la mayoría jóvenes de entre 16 y 22 años. Uno de ellos, Adrian Pracon, de 21 años, ha hablado con la cadena CNN desde la habitación del hospital donde le han atendido sus heridas: "Yo y otros dos nos quedamos tumbados boca abajo y sobrevivimos por los cuerpos que pudimos ponernos encima y fingir que estábamos muertos". "Podía sentir su respiración; podía oír sus botas".
Alrededor de las 17.30 del viernes, un par de horas después de la explosión en Oslo, Anders Behring Breivik, llegó a la isla disfrazado de policía para simular que formaba parte del equipo de seguridad. Los asistentes al campamento se encontraban reunidos en ese momento en una gran sala del edificio principal de la isla, donde los organizadores estaban informando sobre el atentado del centro de Oslo.
Según el testimonio de Marie Melgaard, periodista del diario DagBladet, "el asesino, vestido de oficial de la policía, organizó un encuentro sobre el ataque en Oslo. Casi todos los presentes, excepto los que estaban en las duchas o en las tiendas de campaña, se congregaron a su alrededor para que les contara lo sucedido. 'Reuniros que os voy a contar lo que ha sucedido', dijo. Cuando se acercaron a él, empezó a disparar".
Y comenzó el caos. Durante una hora y media el tirador recorrió la isla a sus anchas, "andando lentamente, sin correr", según varios testigos, hasta que llegó la policía a la la isla, en helicóptero y en lanchas, sobre las 19.00. A la reunión asistían 560 jóvenes y hoy estaba previsto que les visitara el primer ministro. Muchos de ellos dormían en la isla con tiendas de campaña. Las imágenes ofrecidas por las televisiones del país mostraban ayer a decenas de jóvenes presa del pánico intentando huir a nado de la isla. El agua es el lugar hacia el que todo el mundo intentó huir, pero según los testigos, el tirador les siguió hasta la orilla. Los nadadores intentaban salvar la distancia que separa la isla de la costa, aproximadamente un kilómetro. Muchos tuvieron que volver ya que el agua estaba demasiado fría y con sus vestimentas y calzado nadar les resultaba demasiado difícil. Otros intentaron esconderse en los arbustos o subir a árboles, "pero también fue tras ellos" según ha contado a la CNN Bjorn Jarle Roberg-Larsen, un miembro del partido.
"De pronto, escuchamos disparos detrás de un montecito", narra hoy en su blog Khamshajiny Gunaratnam, una de los asistentes al campamento en la isla, de 23 años. "Nos dijimos: ¿Qué está persiguiendo aquí? No puede ser otra cosa que un cazador...". "Corrimos y corrimos. Lo peor es cuando supimos que estaba vestido como un policía. ¿En quién íbamos a confiar? Si aviso a un policía, ¿es este el tipo que va a venir a nuestro rescate?" cuenta Gunaratnam.
"Acercaos, tengo información importante, acercaos, no hay nada que temer", dijo el atacante antes de abrir fuego, según ha contado Elise, una niña de 15, a la agencia NTB . Elise se escondió tras una roca y el asesino pasó cerca, según su relato: "La gente corría como loca por todas partes. El disparaba y disparaba".
La descripción que los testigos han hecho de Anders Behring Breivik , un hombre rubio, de origen noruego, de 1,90 metros y unos 32 años, coincide con la facilitada por la policía. Es de lo poco que ha transcendido sobre el sospechoso. La policía ha confirmado que Behring Breivik tendría vínculos con partidos de la extrema derecha y que fue arrestado en la misma isla, aunque no ha dado más detalles.
Pillan a religioso practicando sexo oral con un preso
Pillan a religioso practicando sexo oral con un preso durante “confesión” en una cárcel de NY
Un capellán de una cárcel de Queens y ministro de la iglesia católica Monte Carmelo identificado como Frank Detucci de 70 años de edad, fue sorprendido haciendo sexo oral con un preso de la cárcel Queensboro Facility Correctional al que pagó varias veces para repetir la relación, dijeron las autoridades.
Oficiales de corrección de la penitenciaria que observaron a mediados de julio 2011 en la cámara de seguridad al dirigente religioso en la acción sexual, lo arrestaron en el mismo recinto, luego de que éste terminara la visita al reo a quien veía con mucha frecuencia para “confesarlo”.
El capellán admitió a las autoridades haber pagado 200 dólares al prisionero, dinero que llevó en uno de sus zapatos para evadir el registro, mientras en su billetera portaba otros 153 dólares.
Los guardias lo vieron en la cámara arrodillado a las piernas del recluso y actuaron cautelosamente hasta que terminara el acto sexual para consolidar la evidencia.
El capellán visitó el domingo al presidiario y dijo en los interrogatorios que el mismo acto lo hicieron el 5 julio 2011, cuando pagó 120, mientras otras veces le dio 150 dólares.
El religioso usó su oficina ubicada en la cárcel y que es una prisión de mínima seguridad. Detucci trabaja desde 1992 para el sistema carcelario de Nueva York, pero se ignora hasta el momento cuántas veces y con cuantos presos hizo la misma relación. Su arresto fue confirmado por el Departamento de Correcciones de la ciudad, desde donde se dijo que el capellán está suspendido con una acusación por mala conducta.
Los líderes de la iglesia Monte Carmelo rehusaron hacer comentarios sobre el caso y lo propio hizo la entidad Caridades Católicas de Queens, que tiene un estrecho vínculo de colaboración con ese templo. Un portavoz de la organización caritativa justificó el silencio diciendo que es un caso que corresponde sólo a la citada iglesia.
El capellán se enfrenta hasta cuatro años en la cárcel.
Las impactantes imágenes tras el tiroteo
Las impactantes imágenes tras el tiroteo en la Isla de Utoeya
Así quedó la Isla de Utoeya, Noruega, luego de que un sujeto vestido de uniforme irrumpiera en un campamento juvenil de la zona y abriera fuego contra los presentes, ocasionando la muerte de 87 jóvenes.
Policía noruega busca a un posible cómplice
Policía noruega busca a un posible cómplice del doble atentado
Berlín, 23 jul (EFE).- La policía noruega busca a un posible cómplice del presunto autor de los dos atentados perpetrados ayer en el centro de Oslo y en un campamento juvenil de una isla cercana a la capital, en los que murieron 91 personas.
Según informaciones de la televisión pública NRL y de la agencia de noticias NTB, la policía basa esa hipótesis en declaraciones de testigos presenciales.
El presunto autor del ataque al campamento juvenil ha sido identificado como un noruego de 32 años, cercano a los ambientes ultraderechistas y al parecer fundamentalista cristiano, que entró en el recinto con uniforme de la policía.
Hasta ahora se partía de la base de que el sospechoso, detenido después de la matanza en la isla, donde al menos han fallecido 84 personas, había actuado en solitario.
No se descartaba, sin embargo, que tuviera cómplices, sobre todo en lo que respecta al atentado precedente, en el complejo gubernamental de Oslo, en el que murieron siete personas.
Ambos ataques fueron perpetrados con apenas dos horas de diferencia y se barajaba, como hipótesis más sólida, que el sospechoso había activado el coche bomba que estalló en la capital para luego seguir hacia la isla, a unos 40 kilómetros.
El doble atentado fue calificado de “tragedia nacional” por el primer ministro, Jens Stoltenberg, quien tenía previsto visitar precisamente este sábado el campamento de las juventudes socialdemócratas -su partido- de la isla de Utøya, donde estaban concentrada unos 560 personas.
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