15 agosto, 2011

El estilo priísta de administrar las deudas


Enrique Campos Suárez

Parecen el hijo adolescente que choca el coche, va mal en la escuela, no es capaz ni de tender su cama pero, con total desfachatez, estira la mano para exigir más dinero de mesada.


Los estados gobernados por el PRI, encabezados por el exgobernador que ahora encabeza ese partido político, estiran la mano y exigen a la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico (SHCP) más dinero de los contribuyentes para mantener el ritmo de sus poco transparentes gastos.


Y no hay partido político que se salve. Gobernadores de los tres colores han sido muy irresponsables en el manejo de las finanzas estatales. Hay también honrosísimas excepciones de mandatarios muy disciplinados con el manejo fiscal. Son los menos.


En estos tiempos en que el manejo prudente de las finanzas se convierte en un activo muy importante ante los electores, los tricolores deberían cuidar mucho ese aspecto porque lo que hacen los gobernadores del PRI -encabezados por el presidente de su partido, Humberto Moreira- es ponerse en el reflector de la sociedad y aparecen como irresponsables en el manejo del dinero.


Quieren más, cuando ya han tenido mucho. Han complementado con muy elevados niveles de deuda. Y claro, el mejor ejemplo es el propio Presidente del PRI. Hacienda, con semejante pase a gol, ilustra qué es lo que hizo Humberto Moreira como Gobernador de Coahuila.


La deuda de este estado era de 500 millones de pesos en el 2005. Ahora, el hermano Moreira hereda el estado con una deuda de 8,000 millones pesos, contabilizada esta hasta marzo pasado.
Ya el incremento es muy importante. Es un comportamiento irresponsable de endeudamiento. Pero hay algo peor, el plazo de estos créditos compromete 97% de las participaciones federales para el pago.


Esto significa que de cada 100 pesos que reciban, les quedarán sólo tres para seguir invirtiendo en el desarrollo del estado, en sus programas sociales, en sueldos, en fin.


Por eso es claro que a la cabeza de los que exigen más dinero está el exgobernador, hermano del Mandatario de Coahuila.


Justo ahora cuando vemos cuáles son las consecuencias del manejo irresponsable de las finanzas públicas con casos como el de Grecia o Portugal, llegan los gobiernos de entidades como Michoacán, Nuevo León, Veracruz o Quintana Roo a demostrarnos que el demonio del mal manejo del dinero está en casa.


Éstos son focos amarillos de la economía mexicana.


El PRI está en la condición política de exigir, de amenazar, de condicionar cualquier otro paquete legislativo a conseguir más dinero para pagar todo lo que irresponsablemente se han gastado los estados que gobierna.


Tiene incluso la posibilidad de constituir una mayoría opositora para recomponer el gasto público y quitarle recursos a la Federación para darle más dinero a los estados y municipios. No sólo para que paguen, sino para que gasten más en año electoral.


El problema es que van a dejar en claro que no han cambiado, que así como llevaron al país a una quiebra en los 80 por un manejo irresponsable de las finanzas nacionales, así, ahora siguen haciendo lo mismo con las entidades que gobiernan.


Sólo que ahora pueden echar mano del bolsillo de todos los contribuyentes para pagar sus excesos.


Puede ser este manejo irresponsable de las finanzas, este recordatorio de su estilo de hacer las cosas en materia económica, lo que pueda condicionar su tan anunciado regreso al poder el próximo año.

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