23 agosto, 2011

El PIB de EEUU y Bernanke intentarán no decepcionar a los inversores de todo el mundo

Jose Luis de Haro | Nueva York

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El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. Foto: Archivo.

El espantoso clima estival que ha merodeado por la renta variable de todo el mundo desde comienzos de mes intentará encontrar señales de alivio el próximo viernes, jornada en la que los inversores escucharán con suma atención las palabras que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ofrecerá desde su cita anual en Jackson Hole, Wyoming. Un encuentro que estará aderezado horas antes por la revisión del Producto Interior Bruto de Estados Unidos correspondiente al segundo trimestre del año. A día de hoy las expectativas son bajas pero, aún así, todavía existe margen para decepcionar a los inversores.

El variopinto contexto económico que registra el país, cuyo PIB creció en el segundo trimestre del año un anémico 1,3%, ha provocado que los expertos rebajen claramente los ánimos de crecimiento para el resto de 2011. De hecho, el consenso del mercado espera que el próximo viernes el Departamento de Comercio rebaje en dos décimas la expansión económica registrada por el país entre los meses de abril y junio, es decir, un 1,1%. Un hecho que demuestra que el mercado prefiere bajar el listón para evitar cualquier susto que provoque una oleada de ventas como las vividas durante las últimas semanas. Aún así, la calma no está garantizada.

Desde la consultora IHS Global Insight, su economista Patrick Newport considera que el crecimiento de la primera economía del planeta será mucho menor de lo esperado y baraja una cifra que rondaría el 0,8%. En estas circunstancias, muchos esperan que Bernanke salga al rescate y deje entrever alguna críptica señal en sus palabras sobre un nuevo plan de recompra de activos, lo que daría pie al ya bautizado como Quantitative Easing 3.

¿Nueva recompra de bonos?

Sorprendentemente, según un sondeo realizado por la cadena CNBC, los operadores de renta variable descuentan ya una recompra de bonos por parte del banco central estadounidense de alrededor de 300.000 millones de dólares. Desde comienzos de semana, los principales indicadores bursátiles de EEUU elevaron su nivel de confianza, especialmente durante la jornada de ayer con un rebote superior al dos por ciento, pero ¿conseguirá el guardián de la Reserva Federal mover montañas desde Jackson Hole?.

Probablemente no y la reacción del mercado podría ser fatal. Según explicó a la CNBC, Keith Springer, presidente de Springer Financial Advisory, "los inversores han lanzado un mensaje muy claro a Bernanke, quieren un QE3 y el anuncio debe producirse en Jackson Hole, si eso no ocurriera amenazan con una venta masiva" aseguró. "Los mercados se han hecho adictos a la compra de bonos por parte de la Fed" añadió.

El discurso de Bernanke

Zach Pandl, economista de Goldman Sachs, adelantó en un informe publicado el pasado 19 de agosto que "el discurso de Bernanke incluirá algún tipo de detalle sobre una potencial compra de activos a gran escala". Por su parte, Nouriel Roubini, cabecilla de Roubini Global Economics, dejó claro que "el mercado espera al helicóptero Bernanke, si este no llega la renta variable caerá en picado".

Con la tensión a flor de piel y Goldman Sachs o Citigroup rebajando la previsión de crecimiento de EEUU para este año hasta el 1,5% y el 1,6% respectivamente, la experiencia previa indica que los discursos de Bernanke en Jackson Hole suelen ser bastante edulcorados.

Stevyn Schutzman de RBC Capital Markets dijo en un comunicado que las palabras del presidente de la Fed el próximo viernes ofrecerán una "idea más clara sobre la opinión del banco central sobre sus opciones de relajación pero no ofrecerá detalles sobre la elección de un plan en particular". Por su parte, Anshul Pradhan, analista de renta fija de Barclays advirtió a la cadena Bloomberg que la probabilidad de que Bernanke ofrezca detalles sobre un inminente QE 3 "es muy baja".

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