24 agosto, 2011

Los rebeldes piden 5.000 millones de dólares para afrontar la transición libia

Decenas de libios rezan en la mezquita principal de Trípoli. | Efe

Decenas de libios rezan en la mezquita principal de Trípoli. | Efe

  • La ONU estudiará este jueves la propuesta de EEUU para liberar 1.500 millones de dólares
  • Restaurar rápidamente las exportaciones de crudo ayudaría a financiar la reconstrucción
  • Otra prioridad es reimplantar la seguridad en las ciudades del país
  • El CNT dice que el nuevo gobierno respetaría los contratos petroleros de la era Gadafi

Agencias | Londres

Con la revuelta de Libia en su momento más decisivo, los revolucionarios se enfrentan a un largo proceso de transición con el que dejar atrás los más de 40 años sometidos al régimen de Muamar Gadafi.

Ante esta aventura, el Consejo Nacional de Transición (CNT) ha pedido una ayuda de urgencia que permita desbloquear 5.000 millones de dólares de los fondos congelados al Gobierno de Gadafi, según ha asegurado Aref Ali Nayed, embajador del CNT en los Emiratos Árabes Unidos tras una reunión en Doha con los países del Grupo de Contacto para Libia, entre los que se encuentran Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania Turquía, la ONU, la UE o la Liga Árabe.

En un primer momento, los rebeldes había solicitado 2.500 millones "para poder pagar los salarios de los libios antes de que finalice el mes de agosto" y para responder a las necesidades humanitarias urgentes en el país, declaró el martes el 'número dos' de los revolucionarios, Mahmoud Jibril.

Naciones Unidas se reunirá este jueves para estudiar una propuesta de Estados Unidos para que se liberen hasta 1.500 millones de dólares que permanecían bloqueados para recursos humanitarios.

Una medida similar adoptará Emiratos Árabes Unidos, que prevé desbloquear entre 500 y 700 millones del régimen de Gadafi, con los que el CNT también tiene previsto hacer frente a la rehabilitación de instalaciones hospitalarias y escolares.

Nuevos desafíos

Mientras preparan el asalto a Sirte -cuna del dictador y uno de sus principales bastiones-, los rebeldes planean los pasos a dar para iniciar la era post gadafista. El acceso del Gobierno provisional a los fondos congelados en el exterior y la restauración de las exportaciones de petróleo son dos pilares fundamentales en esta misión.

El rápido avance rebelde en Trípoli, respaldado por los ataques aéreos de la OTAN, ha cogido por sorpresa a muchos de los actores que participarán en esta nueva etapa. El CNT, los Gobiernos extranjeros, firmas petroleras y grupos de ayuda deben ponerse a punto para afrontar los nuevos desafíos.

Frente a la evolución de Túnez y Egipto, la reconstrucción libia se presenta como un proceso más radical en el que no está claro cuánto del Gobierno y la estructura de seguridad montada por Gadafi se mantendrá en pie.

Con los recuerdos de Irak frescos en la mente de muchos de los que planean la transición de posguerra, la mayor prioridad es la restauración de la seguridad. Pero ni los libios ni los Estados que han intervenido en el conflicto están interesados en desplegar fuerzas extranjeras en terreno, con la excepción quizás de unos pocos países árabes.

El CNT con sede en Bengasi ha trabajado con asesores occidentales durante meses para planear la transición, pero aún hay muchas preguntas que no tienen respuesta.

Mirando al pasado

Teniendo en cuenta los problemas que se produjeron cuando las fuerzas militares occidentales intervinieron en otros conflictos, no son pocos los que ven con buenos ojos que los libios encuentren la forma de salir del problema a su manera. Pero la solución no es tan sencilla.

"No se pueden dejar atrás todas las viejas estructuras y hay que permitir que aparezca un nuevo liderazgo", dijo Graeme Lamb, director de las fuerzas especiales que trabajaron junto a los comandantes de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

Los rebeldes dicen que han entrenado a miles de agentes de seguridad en Bengasi para que puedan trasladarse a Trípoli con la misión de restaurar el orden, pero los analistas cuestionan la preparación e incluso la existencia de esas fuerzas.

Los rebeldes del oeste de Libia que tomaron Trípoli han criticado a sus compañeros del este por lo que perciben como un avance lento. Su lealtad al CNT está en duda.

A pesar de que no se desplegaron tropas extranjeras, Daniel Korski, ex funcionario del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo que algún tipo de misión de monitoreo sin armas -tal vez conformada principalmente por miembros de la Liga Arabe o la Unión Africana- podría ser útil.

Petróleo e infraestructuras

También se necesitarán reparaciones de infraestructura, y no sólo para subsanar los daños provocados por los ataques aéreos. Aunque Gadafi gastó millones en carreteras, hoteles y otros proyectos, gran parte de Libia sigue sin urbanización.

Restaurar rápidamente las exportaciones de crudo ayudaría a financiar la reconstrucción y a tener en movimiento la economía, algo crucial si el liderazgo rebelde pretende mantener legitimidad y evitar nuevos disturbios.

El CNT tiene la intención de proyectar una imagen de continuidad con sus líderes a cargo de la reconstrucción al asegurar que el nuevo gobierno respetaría todos los contratos petroleros de la era Gadafi, incluso aquellos con empresas chinas y rusas.

"Los contratos en los campos de petróleo son absolutamente intocables", declaró el martes Ahmed Jehani a Reuters Insider TV.

El oficial estimó que llevaría al menos nueve meses restaurar a un nivel normal la infraestructura vinculada al petróleo y otras industrias.

Observadores han sugerido que las empresas de las naciones que ayudaron militarmente a los rebeldes podrían beneficiarse una vez que alcancen el poder, mientras que otras como Rusia y China -mucho más indiferentes a la intervención- sufrirían.

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