11 agosto, 2011

México se resiste al desplome

México se resiste al desplome; Francia desata debacle bursátil

Mientras las Bolsas de Estados Unidos y Europa volvieron al abismo, la BMV mostró fortaleza en una jornada de mucha volatilidad y cerró con un leve descenso de 0.50 por ciento

Gabriela Chávez, Fernando Franco y Lourdes Contreras

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de agosto.- Los mercados bursátiles de Estados Unidos y Europa volvieron a vivir ayer un día de pesadilla, azuzados por la posibilidad de que Francia pierda también el estatus de AAA en la calificación de su deuda soberana, como ocurrió con la Unión Americana.

Las Bolsas de Francia y Alemania comenzaron el desplome; ambas terminaron con caídas de 5.45% y 5.13%, respectivamente. En Wall Street, el Dow Jones cayó 4.62%. El presidente de EU, Barack Obama; el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tuvieron una reunión de emergencia.

La Bolsa Mexicana de Valores mostró fortaleza en una jornada de mucha volatilidad y cerró con un leve descenso de 0.50 por ciento.

Esquizofrenia, ahora por Francia

En los mercados la montaña rusa siguió en marcha; tras la recuperación del martes, los indicadores en Estados Unidos y Europa se desplomaron en promedio cuatro por ciento en la sesión de ayer. La volatilidad reavivó la desconfianza por la salud financiera internacional; en consecuencia, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, recortó la expectativa de crecimiento para el país en 2011, así como la creación de empleos.

“Tenemos indicadores macroeconómicos sólidos: Tenemos acceso a los mercados financieros internacionales, un sistema financiero sano, un nivel récord de reservas internacionales y la Línea de Crédito Flexible; sin embargo, eso no quiere decir que el entorno externo no vaya afectar el crecimiento del país, pero pensamos que esto se va a dar dentro de un límite”, comentó Carstens.

El banquero anunció el recorte en la perspectiva de crecimiento nacional para 2011 de entre cuatro y cinco por ciento, a un rango que va de 3.8 a 4.8 por ciento; sin embargo, descartó una nueva crisis en México para los siguientes meses.

La parte baja de su estimación, cabe destacar, es inferior a la proyección oficial de la Secretaría de Hacienda para este año, que es de 4.3 por ciento.

A pesar del recorte, la operación mexicana bursátil no fue tan afectada, contraria a los ánimos internacionales. La Bolsa Mexicana de Valores registró una baja moderada de 0.50 por ciento, tendencia que siguieron en general los mercados emergentes, como Brasil, cuya Bolsa de Valores presentó un avance de 0.48 por ciento.

Sobre la situación actual del país, considerando que cuando arrancó la crisis de 2008 hizo referencia a que sólo se trataba de un “catarrito”, Agustín Carstenes contestó:

“Ya aprendí que yo me debo limitar en mi carácter de doctor de Economía a hacer comentarios sobre economía y no sobre catarros”.

Mercado laboral

En cuanto al empleo, el gobernador del instituto central indicó que se espera la creación de entre 575 y 675 mil nuevos empleos. Hasta hace tres meses, su pronóstico era de entre 600 y 700 mil plazas laborales; asimismo ajustó la perspectiva de crecimiento para 2012 a un rango de 3.5 a 4.5 por ciento.

Carstens, alertó que existen riesgos latentes para México, entre ellos una desaceleración mayor a la estimada en EU, la problemática fiscal en Europa, una reversión acelerada de capitales y la inseguridad pública.

En línea con el ambiente, Héctor Rángel Domene, director general de Nafin se sumó a las preocupaciones.

Rangel, reconoció que es preocupante la situación que se vive en los mercados financieros internacionales; sin embargo, apuntó que es prematuro plantear el escenario en que transitará la economía.

Durante su presentación en el seminario La Banca de Desarrollo sus Instituciones y Programas, refirió que, según analistas, existe 30 por ciento de posibilidades de que Estados Unidos entre en una nueva recesión, cifra que, dijo, si bien no es para desdeñarse, tampoco representa más de la mitad de probabilidades.

“Evidentemente, una recesión en Estados Unidos le afectaría México. Es un tema de preocupación, hay que estar muy pendientes”, manifestó.

Declaraciones desquician los mercados

La preocupación en los mercados estadunidenses y europeos no cede, y al contrario, se agudiza al día con declaraciones y caídas bursátiles.

Así, el sector bancario de EU se vio seriamente afectado. Las acciones de Bank of America perdieron 10.9 por ciento y las de Goldman Sachs retrocedieron más de diez por ciento.

En tanto, la banca francesa registró fuertes descensos, liderada por Société Générale que se hundió 15 por ciento, lo que elevó la incertidumbre por la solvencia de las instituciones financieras del país que encabeza Nicolas Sarkozy.

Emmanuelle Renaudat, vocero del banco francés Société Générale, negó a Reuters todos los comentarios de crisis, mientras sus acciones se desplomaban; por su parte la calificación soberana del país, no cayó en mayor entredicho luego que S&P y Moody’s; dijeron que la sostendrían en “AAA”.

No obstante, del otro lado del mundo, en EU se mostró consternado ante la decisión de la Fed de mantener las tazas de interés en niveles cercanos a cero por ciento hasta 2013.

En respuesta, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, anunció una reunión entre el presidente Barack Obama, Ben Bernanke y el secretario del tesoro Timothy Geithner.

Obama y Bernanke “conversaron sobre las perspectivas de recuperación y el empleo, así como de los problemas presupuestarios, sobre todo de la necesidad de reducir el déficit a largo plazo”, indicó el vocero.

México crecerá, pero menos, dice BBVA

BBVA Research redujo su expectativa de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, de 4.7 por ciento a 4.1 por ciento para el cierre de este año.

Adolfo Albo, economista en jefe para México de BBVA Bancomer, explicó que lo anterior se debe al “freno de la economía global”, sobre todo en Estados Unidos, país para el que la firma financiera bajó también su previsión de crecimiento de 2.5 a 2.1 por ciento para este año.

Ambas expectativas se encuentran hoy aún ante un riesgo de nuevo recorte.

Para el caso de Estados Unidos, el temor está basado en el mismo que mostró Standard and Poor´s al reducir la calificación de deuda de ese país: la necesidad de que se negocie un presupuesto que garantice la sostenibilidad fiscal.

“Si se retrasa el refinanciamiento de la deuda, veremos tasas de crecimiento más bajas”, sostuvo.

En el caso de México, el motivo de la reducción de la expectativa de crecimiento es nuevamente la cercanía con Estados Unidos.

Y las razones son dos: la demora en la recuperación del gasto de los hogares estadunidenses y la desaceleración del PIB en su conjunto.

“Esto tuvo su origen en la debilidad derivada del proceso de desapalancamiento en que se encuentran y de un mercado laboral que está lejos todavía de retomar los niveles previos a la crisis, a lo que hay que añadir el impacto del alza del precio de las materias primas”, confirma el reporte de BBVA Research.

Un segundo evento, que impactó, tanto a Estados Unidos como a México, fue la catástrofe generada por el terremoto de marzo pasado en Japón, el cual afectó la cadena de suministros para la industria automotriz.

Así, en abril la producción automotriz experimentó la caída más pronunciada después del desplome de 2009, con un descenso mensual del 19.3 por ciento (31.1 por ciento en las empresas de matriz japonesa).

Con la baja en la previsión del PIB, se redujo también la expectativa de creación de empleos. Ésta pasó de 660 mil a menos de 600 mil en el año.

Ante eso, aparecen “vulnerabilidades sobre el gasto de los hogares, derivadas del menor nivel y crecimiento, y mayor volatilidad del ingreso laboral”.

Y es que, si bien se crean empleos, el pago en la mayoría de las plazas es menor a dos salarios mínimos; siguen sin recuperarse los ingresos mayores a cinco salarios mínimos.

“La tasa de desempleo continúa muy por encima de su nivel previo a la crisis”, detalla el estudio.

De acuerdo con las previsiones de BBVA Research, al cierre de este año la inflación será de 3.4 por ciento y el tipo de cambio prevé que se coloque en un nivel de 11.8 pesos por dólar.

BBVA agregó que las condiciones de financiamiento de la economía mexicana seguirán siendo favorables al crecimiento en la medida en que se mantengan ancladas las perspectivas de inflación, las finanzas públicas sigan mostrando déficits reducidos y se sostenga el compromiso de mantener la deuda pública dado que su precio pone el suelo al costo del financiamiento del resto de la economía.

París divide a calificadoras; Moody´s dispuesta a degradar

Con la volatilidad bursátil global como escenario, el ánimo de las calificadoras se dividió ayer entre Europa y Estados Unidos, donde los mercados de valores han sido más golpeados y persisten las amenazas de más degradaciones crediticias.

En rueda de prensa, Nikola Swann, analista soberana senior de Standard and Poor´s en México, S&P, puso el dedo en la llaga al afirmar que “el comportamiento actual de Estados Unidos refleja que no se toman en serio su problema fiscal”.

Sin embargo al preguntarle acerca de la economía francesa, Swann optó por disentir: “Francia permanecerá como AAA con perspectiva estable ya que a diferencia de Estados Unidos, al momento de tomar acciones para llevar a cabo los ajustes fiscales que necesitan, Francia es mucho más seria”.

Detalló que el plan de recortes al déficit anunciado por Washington sólo logrará reducir su deuda 1.5 por ciento por año, y eso en caso que las medidas sean aplicadas al 100 por ciento, mientras que Europa, en específico Francia, presentó planes con recortes anuales de siete por ciento al déficit.

Ante la perspectiva, la también calificadora Moody’s, añadió más peso a la división al perfilarse positiva en torno a Estados Unidos como país AAA y proponer una posible rebaja para Francia, fantasma que tiró los mercados mundiales.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha asegurado que “el mundo se enfrenta a la crisis más difícil desde la segunda Guerra Mundial”, y ha defendido la compra de bonos de deuda de Italia y España, que son los dos países que enfrentan el mayor riesgo de un contagio de la crisis de deuda del Viejo Continente.

Los maestros califican

La función de las calificadoras se puede entender mejor usando una analogía del terreno educativo: tras la práctica, el maestro califica el desempeño del alumno. En el contexto financiero, las calificadoras serían los maestros y los países los alumnos.

Cuando el 5 de agosto Standard & Poor´s le arrancó las insignias crediticias a Estados Unidos al degradar la nota del país desde AAA hasta AA+, las razones fueron el techo de deuda y las políticas fiscales de la mayor economía del mundo.

Respaldándose en 150 años de historia, la calificadora dictó su veredicto ante la economía estadunidense, y condenó a los mercados financieros mundiales a la volatilidad extrema de estos días y a la incertidumbre.

Su historia

Henry Varnum Poor tuvo la idea de evaluar el riesgo de los países para ayudar a los inversionistas a tomar decisiones informadas y publicó la primera evaluación de este tipo en 1916 ya bajo su sello, destacando entre las demás de su giro, como Moody’s y Fitch Ratings.

Actualmente la firma es presidida por Deven Sharma y forma parte del grupo estadunidense Mc Graw Hill, tiene 23 oficinas en el mundo y califica 32 billones de dólares en deuda pública global, además de publicar análisis para inversiones locales periódicamente.

El negocio de S&P abarca el índice de referencia bursátil S&P 500, que lista las firmas más relevantes de Estados Unidos con 50 años operando en Wall Street; existen mil 500 billones de dólares en activos vinculados a este índice, además del S&P 1200, que cubre 30 mercados y representa 30% del valor de capitalización global.

Su participación en calificaciones “polémicas” se ha dado en cinco ocasiones, además de la de Estados Unidos, en las que degradó las calicaciones de Irlanda, Australia, Gran Bretaña, Suiza y Canadá.

En la lista de países que han perdido su calificación AAA, “todas han recuperado su calificación en un plazo de entre nueve y 18 años”, ante lo que añadió, que es probable que Estados Unidos recupere su calificación en algún tiempo, informó la calificadora.

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