06 agosto, 2011

Moody's y Fitch mantienen la máxima nota a EE.UU., pero no descartan una futura bajada

Economía

Las agencias de calificación, S&P's, Moody's y Fitch avisan de la lenta recuperación de la economía americana y ponen la presión sobre el Congreso para aplicar la totalidad del plan aprobado

Moody's y Fitch mantienen la máxima nota a EE.UU., pero no descartan una futura bajada
EFE

Estados Unidos ha evitado la suspensión de pagos, pero sus problemas de deuda siguen presentes. Las tres agencias que se encargan de analizar las deudas soberanas, Fitch, Moody's y Standard&Poor's, afirman que el pacto político en Washington puede no ser suficiente para mantener la máxima nota que todavía tienen los bonos del Estado de EE.UU.

Moody's y Fitch ya han anunciado que no bajarán la calificación de forma inmediata, gracias a la subida del techo de endeudamiento. Sin embargo, mantienen sus advertencias sobre el bajo crecimiento de la economía norteamericana.

«El acuerdo es un primer paso importante pero no el final de un proceso para elaborar un plan creíble para reducir el déficit presupuestario a niveles que permitan a EE.UU. mantener su nota "AAA" a medio plazo», así se expresaba Fitch en su último comunicado.

Standard&Poor's todavía no se ha pronunciado. A mitad de julio, esta agencia fue muy dura con el gobierno de EE.UU. y avisó que al no ser que se recortará el déficit en más de cuatro billones de dólares habría un 50 por ciento de posibilidades de bajar la nota del país aunque hubiera un pacto político. El plan aprobado por el Congreso preve unos recortes cercanos a los 2,5 billones de dólares.

El 18 de julio, la Casa Blanca reconoció que el Barack Obama estaba en contacto con las agencias de calificación para evitar la suspensión de pagos del país. El plan inicial del presidente para reducir el déficit ponía como objetivo los cuatro billones de dólares que S&P's recomendaba.

Una economía herida

Desde 1917, Estados Unidos nunca ha visto la calificación sobre su deuda rebajada. La última y única vez que el país americano se enfrentó a una posible bajada fue en 1995 ante una crisis similar a la actual. Entonces ambos partidos acordaron un plan de recorte del déficit, similar al actual, y las agencias retiraron sus amenazas.

La diferencia entre 1995 y 2011 es en el estado de la economía. A mitad de los años 90, Estados Unidos estaba creciendo y sus mercados mostraba signos de robustez. Hoy, el país sufre un crecimiento menor al esperado con unos mercados menos flexibles lastrados por la mayor crisis desdes el «crack» del 29.

Algunos economistas señalan que los actuales recortes aprobados por el Congreso podrían herir la economía al retirar dinero del mercado y así reducir el consumo.

En cualquier caso, no se espera que los inversores dejen de comprar deuda de Estados Unidos, considerada como unos de los valores económicos más seguros junto al dólar.

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