30 agosto, 2011

Pelean Fox y Calderón

Queda claro que asistimos a un choque entre Vicente y Felipe, panistas que han alcanzado el cargo público y político más alto en México

Ricardo Alemán

Todos, o casi todos, saben de la “chabacana” declaración de Vicente Fox, luego del impacto social que provocó la muerte de 52 personas en un casino de Monterrey.

Resulta que el ex presidente preparó una declaración de prensa —horas después del suceso— en la que propuso, no sólo considerar un pacto con los jefes de las bandas criminales, sino una tregua, a manera de antídoto para acabar con la violencia y el crimen.

En respuesta —en entrevista televisiva—, Felipe Calderón descartó un pacto con el crimen y, en alusión a lo declarado por Vicente Fox, aseguró que los criminales ya han tenido muchos años de tregua. Al parecer Calderón se refería a la inacción del gobierno de Fox, en cuyo sexenio no sólo no fueron perseguidas las bandas criminales, sino que algunas cabezas emblema del crimen, como Joaquín El Chapo Guzmán, se fugó de Puente Grande.

Queda claro que asistimos a un choque entre Vicente Fox y Felipe Calderón, panistas que han alcanzado el cargo público y político más alto en México, el de presidentes. Lo curioso del tema, sin embargo, no es que Fox guste de transitar al margen de la tradicional ortodoxia de los ex presidentes mexicanos —la cual establece que los mandatarios idos deben guardar silencio—, sino que su pensamiento y voz sigan vigentes, incluso por encima de la voz de Felipe Calderón.

Pero hay más. Si Vicente Fox sabe que sus opiniones siguen siendo noticia, incluso por encima de las opiniones de Calderón, entonces lo interesante del asunto apunta a otro horizonte. Lo importante sería saber qué es lo que pretende, qué busca, a dónde quiere llegar el lenguaraz Vicente Fox.

Está claro que lo menos interesante para Fox son las políticas públicas del gobierno de Calderón, en la lucha contra el crimen y el narcotráfico. ¿Por qué creemos eso? Por una razón que parece elemental: porque durante todo su sexenio, a Vicente Fox no le interesó perseguir a los barones del crimen y las drogas, a los que dejó hacer y dejó pasar. En buena medida, la dejadez de Fox parece haber fortalecido al crimen hasta niveles de espanto, que crecieron a placer en todo el país. Y son testigos de esa dejadez no pocos gobernadores, que se han atrevido a comentarlo.

Pero, además, hasta hoy nadie ha preguntado a Fox si, durante su mandato, “pactó” con los capos del crimen organizado y el narcotráfico. Tampoco si la fuga de El Chapo fue una suerte de “tregua” entre ese criminal y el foxismo. Si es así, entonces Vicente Fox sabe de lo que habla y su opinión pasa a la categoría de consejo de alguien que habla por experiencia propia. Si no pactó y no estableció tregua alguna, entonces Fox se queda en el triste papel del gobernante que quiere ordenar a su sucesor cómo resolver los problemas que él nunca resolvió.

En el fondo —y contra lo que muchos opinan—, abundan las evidencias de que a Fox le importan un pito las políticas públicas y la estrategia emprendida por Calderón contra el crimen y el narcotráfico. Lo que parece importarle a Fox es ser visto como el gran impugnador de “la estrategia fallida” de su sucesor: de Felipe Calderón. ¿Y para qué querría Fox encabezar las voces de los impugnadores de las “fallidas estrategias” de Calderón contra el crimen y el narco?

Para cuestiones prácticas y terrenales: arrebatarle a Calderón, no sólo el liderazgo de su investidura, sino la confianza y la credibilidad social, en general, y del panismo, en particular. ¿Y para qué? Para arrebatarle a Calderón la facultad metalegal y metapartidista de imponer a su sucesor.

En pocas palabras, que asistimos a la reedición de un pleito político que data de la segunda mitad de los años 90 del siglo pasado, cuando chocaron Calderón, presidente del PAN, y Fox, gobernador y más aventajado presidenciable. En esa fecha, entre 1998 y 1999, la partida la ganó Fox, al arrebatarle al PAN la candidatura presidencial y echar a Calderón. Pero la pelea se reeditó desde 2004 y hasta 2006, cuando Calderón le arrebató a Fox la candidatura presidencial. Hoy vemos la tercera temporada de una pelea que —igual que las anteriores— puede marcar el futuro del PAN.

¿Y cuáles son los signos de esa pelea? Están a la vista de todos. Calderón empuja con todo a su delfín, Ernesto Cordero, mientras que Fox encabeza la campaña del suyo, Santiago Creel. La diferencia es que Calderón tiene un as bajo la manga: Josefina Vázquez Mota. Y otra vez Fox sólo tiene un caballo, para una carrera que será de resistencia. Al tiempo.

EN EL CAMINO

¡Que todo estaba bien en el casino! ¿Los muertos mienten? Ajá.

Identifican al autor intelectual

Identifican al autor intelectual; detienen a cinco zetas por denuncia anónima

El gobierno local de Nuevo León dice saber quiénes son todos los asesinos del atentado en Monterrey que dejó 52 muertos; pide ayuda a la Interpol

Raúl Flores y Claudia Solera/
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MONTERREY, 30 de agosto.— El vocero de Seguridad de Nuevo León, Jorge Domene, informó que el autor intelectual y todos los responsables de la masacre de 52 personas en el Casino Royale ya fueron identificados.

Por la mañana, el funcionario anunció que cinco zetas implicados —uno de ellos en libertad condicional— fueron detenidos gracias a una denuncia anónima, y mostró videos del comando llenando los bidones de gasolina.

El gobierno estatal solicitó a la Interpol colaborar en la búsqueda de los dueños del Casino Royale.

La Marina informó que se unirá a la lucha anticrimen en Nuevo León.

Atrapan a cinco de los delincuentes

Las huellas dactilares encontradas en un vehículo y una denuncia ciudadana llevó a la detención de cinco presuntos sicarios del cártel de Los Zetas, vinculados con el incendio y muerte de 52 personas del casino Royale.

En conferencia de prensa, el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, destacó que el móvil del ataque contra el casino es una presunta extorsión a los propietarios u operadores del establecimiento y la presunta resistencia de éstos a pagar, de modo que una de las líneas de investigación es la venganza

Ya por la noche, el mandatario señaló que aún no han localizado a los dueños del Casino Royale, los empresarios Raúl y Jorge Alberto Rocha Cantú, sobre quienes pesa una orden de presentación.

Mencionó que se está trabajando en coordinación con la Procuraduría de la República (PGR) y la Secretaría de Gobernación (Segob) para saber su paradero, en dado caso que no se encuentren en México.

Al respecto, el vocero de Seguridad de Nuevo León, Jorge Domene, aseguró que se tiene ya identificados, por nombres y alias, a los otros culpables del atentado, entre éstos al presunto autor intelectual del ataque.

En entrevista con José Cárdenas, de Radio Fórmula, precisó que se trata de un capo importante en la región, pero debido a la secrecía de la investigación no se dará a conocer su nombre.

Domene dio a conocer que se dio un acercamiento con funcionarios de la Interpol con el propósito de que se ubique a los dueños del Casino.

Explicó que se estableció un contacto con representantes de la embajada de Estados Unidos para tratar de ubicar a los propietarios del establecimiento, tras el atentado que dejó 52 personas muertas.

“Hemos ya intervenido con la embajada norteamericana, porque todo indica que pudieron haber escapado hacia EU. También para que a través de la Interpol, de la misma embajada, se haga la localización de estas personas, así como en el territorio nacional a través de la Policía Federal”.

Evidencia fílmica

En su conferencia matutina, el gobernador Medina dijo que la investigación que se lleva a cabo en estos momentos contra los presuntos responsables, se basa en dos videos que fueron presentados esta mañana.

En uno se observa a dos personas cargando galones de gasolina en una estación de servicio de Monterrey; en el segundo se ve la misma camioneta, el Mini Cooper y una camioneta Equinox y otro vehículo involucrado en el multihomicidio.

Dentro de las investigaciones, los homicidas confesos tienen antecedentes penales por delitos como secuestro, homicidio y robo. Uno de los cinco detenidos en el atentado al Casino Royale ya había sido detenido por las autoridades en 2010, por el robo de auto con violencia.

Se trata de Julio Tadeo Berrones Ramírez, alias el Julio Rayas, quien fue detenido por la Agencia Estatal de Investigaciones, a bordo de un auto robado, con el cual se cometieron diversos robos, en el área metropolitana de Monterrey.

En entrevista con Jorge Fernández Menéndez, para Grupo Imagen Multimedia, el secretario de Gobierno de Nuevo León, Javier Treviño, reconoció que hubo fallas en el proceso de Julio Tadeo Berrones Ramírez, quien hoy es uno de los autores materiales del incendio en el Casino.

De acuerdo con el gobernador, los cinco detenidos han confesado sus delitos y presunta participación en el incendio del Casino Royale. “Están confesos y tenemos pruebas científicas de que esas personas participaron”, por lo que hoy serán presentados ante la opinión pública”, dijo. Medina aseguró que aún faltan dos personas por detener que participaron en el incendio, las cuales también están vinculadas con la organización criminal de Los Zetas y con los delitos de homicidio, robo y secuestro.

Saltó desde la azotea para salvar su vida

A diferencia de los otros empleados del inmueble, Ana no se escondió en el baño y prefirió escapar por el techo

“Es un milagro que esté viva” dice incrédula Ana, al voltear hacia el calcinado Casino Royale.

Ella es una de las pocas sobrevivientes del incendio del jueves. Sabe que puede platicarlo, porque en lugar de irse a esconder a los baños cuando miró a los hombres armados
—como lo hizo la mayoría de los empleados— corrió a la azotea desde donde se aventó para escapar.

Todavía se pregunta por qué tuvo esa reacción, si entre los regios lo común en un momento de violencia en lugares públicos es que la gente se encierre en baños o en oficinas hasta que dejen de escucharse las amenazas y los disparos de los sicarios.

Esa reacción de Ana, como pidió que la llamáramos para proteger su identidad, salvó al menos a 30 personas entre meseros, técnicos y clientes que la siguieron hasta la terraza, donde pudieron saltar a la azotea con ayuda de los plafones y luego hacia el estacionamiento de la parte trasera del casino.

Ana fue el ángel que les alertó a todos los que estaban en el segundo piso (en el Sport Books), sobre el peligro.

Desde la barra en la que atendía, miró por el cristal que daba hacia el Bingo (planta baja) lo que sucedía.

Cuenta que vio a los clientes tirados en el piso y a unos hombres armados amenazándolos. Ella supone que algunos trabajadores del casino que estaban abajo y pudieron escapar de Los Zetas se fueron a refugiar al baño, porque la mayoría murió por asfixia.

Un ejemplo, es cómo María Guadalupe Monsiváis Estrada en los dos ataques que habían pasado anteriormente en el Royale, se escondió y se encerró en una oficina, según contó hace unos meses a su familia. Por desgracia, esta tercera vez, fue una de las víctimas que fallecieron por asfixia.

Lo peor es que ese jueves a ella no le tocaba trabajar, su mejor amiga le había pedido la suplencia.

De hecho, y me dice que es importante recalcar es que comenzaron a brincarse por la azotea, porque Ana pensó que los sicarios iban a subir al salón de apuestas del segundo piso y los iban a robar como en las dos ocasiones anteriores, ya hasta después supieron, por el denso humo, que no era un asalto, sino que el crimen organizado habían llegado a acabar con el lugar.

También asegura que fue imposible buscar las salidas de emergencia, porque inmediatamente después de que la gente estaba tirada en el suelo del Bingo, el fuego consumió el casino.

“No pasó ni un minuto cuando ya todo estaba en llamas. Es más ya no podía respirar cuando estaba en la terraza.”

Uno de los clientes fue el primero en saltar la barda de la azotea y él con los únicos tres dedos que le quedan en su mano derecha, ayudó a jalar a las personas que desesperadas intentaban huir.

“Como pude, escalé hacia los plafones y el señor me tendió la mano para levantarme”, relata Ana.

Y así entre ellos comenzaron a ayudarse para salir del casino. Habrá que decirlo, a algunos clientes les dio miedo aventarse de la azotea y se quedaron atrapados.

A muchos de ellos, con una escalara, los rescataron los bomberos que recibieron la llamada de emergencia a las 03:48 de la tarde, tres minutos después del siniestro.

“Me gritaban ‘estás loca’, pero yo sólo quería salvar mi vida”, asegura.

Es más, para poder escalar más rápido la pared, Ana se quitó los zapatos y simplemente se aventó. Todavía tiene moretones muy marcados en las piernas por la caída de entre tres y cuatro metros que tuvo que hacer para brincar hacia el estacionamiento, pero por suerte está viva.

Una vez afuera se echó a correr hacia la avenida y tomó el primer transporte que vio para llegar a su casa.

Ayer Ana estaba afuera del casino. Fue a reunirse con sus otros compañeros de trabajo para exigirle a los dueños que le pagaran los dos mil pesos que le deben de esta catorcena.

En Monterrey, las empresas suelen pagar a sus empleados un lunes sí y un lunes no.

A cuatro días de esta tragedia y sin poder dormir ninguna noche, Ana se armó de fuerza y dejó a un lado el luto, porque tiene a un niño a quien darle de comer y a él por más que le explique el duelo que está viviendo, siente hambre y antes de ver por ella, dice que debe ver por hijo.

Ana estaba indignada y tiró la solicitud de empleo que le llevó a mediodía un representante de la Secretaría del Trabajo del Estado. Ayudarlos a encontrar trabajo y protección jurídica fueron los primeros ofrecimientos del gobierno de Monterrey al personal del casino que se quedó sin trabajo, sin catorcena y que el fin de semana tuvieron que velar a muchos de sus compañeros.
“Seguro nos van a ofrecer trabajo de intendencia”, reclama Ana.
Fue hasta que los trabajadores comenzaron a exigir su pago a través de los medios de comunicación, cuando el gobierno estatal se comunicó con los responsables del casino y con un sindicato para que ayer mismo en la tarde les pagara a los 170 que quedaron sin empleo.
Ana no para de repetir a cada uno de sus amigos, que se acercan a preguntarle cómo está, que fue un “milagro” y que le da gracias a Dios que está con vida y haya podido salvar del incendio al menos 30 personas.

“Imagínate, todos estuviéramos muertos”.

La Marina se une a la caza de criminales en NL

Con los 800 integrantes de la Semar, ya suman tres mil 800 los refuerzos que patrullan la entidad por aire y por tierra

La Secretaría de Marina Armada de México (Semar) se unió a los miles de militares del Ejército mexicano y de la Policía Federal que llevaran a cabo operaciones especiales para combatir a miembros del crimen organizado en el estado de Nuevo León.

En un comunicado, la dependencia federal informó que, por órdenes del presidente Felipe Calderón, 800 elementos navales se sumarán a los esfuerzos realizados por las diferentes dependencias de los tres órdenes de gobierno, para coadyuvar al mantenimiento del Estado de derecho en Nuevo León.

El apoyo que brindará la Armada de México consiste en el envió de personal de Fuerzas Especiales y de Inteligencia Naval, además de unidades terrestres y aéreas, destinadas, entre otras operaciones, a efectuar patrullajes y labores de vigilancia.

El objetivo es reforzar los operativos en dicha entidad y colaborar en la pronta localización y detención de los asesinos materiales e intelectuales del incendio en el Casino Royale, donde murieron 52 personas.

En tanto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó sobre el envío de más soldados al estado de Nuevo León como parte de la estrategia del gobierno federal para llevar a cabo tareas de localización y combate a grupos criminales.

En un comunicado la dependencia federal precisó que como parte de la tercera fase del despliegue de tropas a Monterrey, ayer se trasladaron vía aérea a dicha ciudad 400 elementos castrenses, que reforzarán las tareas de seguridad instrumentadas por las autoridades locales, así como las operaciones en contra del narcotráfico y delincuencia organizada.

A vuelo de pájaro

A su vez, con sobrevuelos de un helicóptero Black Hawk patrullando la ciudad y la instalación de cinco puestos de revisión móviles y fijos en puntos críticos, inicio el operativo de apoyo de la Policía Federal en Monterrey.

El despliegue de los mil 500 federales que llegaron el domingo pasado a la capital de Nuevo León, inició operaciones con células de 11 elementos equipados con armamento de grueso calibre en cada unidad móvil.

Igual número de efectivos fueron colocados en puestos de revisión móviles y fijos teniendo la encomienda de la revisión de vehículos “sospechosos” a los cuales se les revisa con escaner el interior por si traen armas o droga. También se verifica la documentación como tarjeta de circulación, licencia y número de serie que es cotejada con el sistema de plataforma México.

Los operativos se realizan en las llamadas colonias conflictivas, tales como Independencia, Campana, Guadalupe, Juárez y Cadereyta. Serán apoyados con unidades blindadas, motocicletas, ambulancias, carros radiopatrulla y helicópteros Black Hawk.

Detrás de la masacre en México, corrupción

Detrás de la masacre en México, corrupción

NICHOLAS CASEY

CIUDAD DE MÉXICO—La policía mexicana anunció el lunes que detuvo a cinco miembros de una banda criminal ligada al asesinato de 52 personas la semana pasada en un casino de Monterrey. Pero mientras las autoridades arman el caso en contra de los sospechosos, los mexicanos se preguntan si la propia cultura de corrupción del país no jugó un papel en la masacre.

El gobernador del estado de Nuevo León, Rodrigo Medina, presentó fotografías de cinco presuntos miembros del cartel de los Zetas y dijo que estaban bajo custodia tras confesar el crimen. Los hombres tienen entre 18 y 37 años de edad. Los Zetas, una de las organizaciones criminales más sanguinarias de México, están en medio de una encarnizada guerra con el Cartel del Golfo por territorio en Monterrey.

Agence France-Presse/Getty Images

Familiares de una de las 52 víctimas de la masacre en el Casino Royale en Monterrey.

El asesinato ha dejado perplejos a los mexicanos. En la tarde del pasado jueves, un grupo de seis hombres con pasamontañas entró al Casino Royale y vertió gasolina en la entrada, incendiándolo. Decenas de víctimas, en su mayoría mujeres de edad madura que jugaban bingo, quedaron atrapadas en parte porque muchas salidas de emergencia habían sido bloqueadas por el casino, de acuerdo con testigos. Empleados del lugar y personas que presenciaron el crimen dicen que esto incrementó la cantidad de muertos sustancialmente.

El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha llamado a lo ocurrido un acto de terrorismo. Pero muchos mexicanos creen que hay muchas culpas para repartir.

Los fiscales federales, por ejemplo, están investigando porqué cinco oficiales de policía que estaban a solamente una cuadra del casino, aparentemente no reaccionaron cuando ocurrió el crimen ni persiguieron a los responsables. Funcionarios del gobierno hace tiempo que culpan a las policías municipales de no actuar contra los traficantes de droga por temor a represalias o porque reciben dinero de ellos.

Otra gran pregunta es por qué las puertas de emergencia estaban trancadas. Los empleados del casino dicen que las salidas estaban bloqueadas desde hace tiempo por orden de los administradores. En México, muchos propietarios de negocios dicen que temen que sus clientes se vayan sin pagar y dejan las puertas aseguradas, sin preocuparse por las inspecciones de seguridad, que de hecho no son usualmente realizadas con rigor.

"Se abrió la caja de Pandora sobre qué es corrupción y qué es terrorismo", escribió Raúl Benítez, un experto en crimen organizado, en el sitio web Animal Político, lamentando la combinación de deshonestidad y conducta criminal que lleva a las masacres.

Los propietarios del casino publicaron una declaración en la que señalaron que habían cumplido con todos códigos de seguridad, pero que la documentación se perdió en el incendio. Algunos empleados del casino, sin embargo, dijeron que no podían recordar ninguna inspección de las medidas de seguridad contra incendios. Los dueños del casino no respondieron a llamadas de este diario.

Jasmin Leticia Uresti, de 20 años de edad, quien trabajaba en el casino monitoreando videocámaras, dijo que creía que las salidas bloqueadas explican gran parte de las muertes, incluyendo las de 13 de sus compañeros.

Uresti describió los detalles de su propia fuga. "El casino se llenó de humo casi instantáneamente y nadie podía ver. Me caí al suelo tres veces y una sobre el mostrador del bar. La única razón por la que salí fue porque sabía dónde estaba la salida para empleados. Si uno no conocía el camino, moría", dijo.

Otros cuestionan en primer lugar por qué estaba operando el casino. El alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, ha dicho que aunque el casino debería haber sido cerrado por las autoridades por carecer de la correspondiente licencia para apuestas, tenía, al igual que otros, protección especial de juez, por razones que no están claras.

La principal teoría en Monterrey es que el incendio fue desatado luego de una disputa sobre dinero de "protección" que el casino tenía que pagarle a un grupo delictivo. Los casinos, que se han proliferado en los últimos años en México, en muchos casos tienen estrechos lazos con el crimen organizado y frecuentemente funcionan con grandes cantidades de efectivo. Dinero de extorsiones, o cuotas, es comúnmente pagado a grupos criminales.

Esos acuerdos son usuales en el norte de México y los analistas dicen que también es común que cuando hay disputas respecto a los pagos, los criminales incendien locales como castigo a sus dueños.

Independientemente de lo ocurrido el jueves en el Casino Royale, es poco probable que haya muchos cambios en Monterrey. Los grupos del crimen organizado siguen pidiendo dinero a las empresas locales, incendiándolas o matando a sus empleados cuando los propietarios no pagan, dicen los analistas.

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