27 agosto, 2011

¿PUDE UN LIBERAL SER DEMOCRATA?

REFLEXIONES LIBERTARIAS
Ricardo Valenzuela y Alberto Mansueti

Antes de seguir adelante un paréntesis para, una vez más, tratar de distinguir los conceptos de democracia y República, puesto que esa ha sido la gran confusión cuando, no entendemos que nuestros países son Repúblicas no democracias.

La República es un gobierno representativo regido por la ley. Democracia es el gobierno colectivo regido por las masas. La República reconoce los derechos individuales e inalienables mientras que, la democracia sólo le preocupa las necesidades de las masas formando el clientismo, la burocracia profesional y la economía de la política.

En la República legislar es un cuidadoso proceso que requiere aprobación de las tres ramas del gobierno, la Suprema Corte y jurados individuales. En la democracia es un proceso de aprobación de parte de esa mayoría a través de encuestas, referéndums y manifestaciones. La democracia se autodestruye cuando las improductivas mayorías se dan cuenta de que tienen el poder para votar y recibir sus golosinas de parte de la minoría productiva, eligiendo candidatos que les prometan eso; el circulo vicioso de impuestos—gastos para el reparto de los dulces.

James Madison advertía en el congreso continental: “Las democracias siempre han sido espectáculos de turbulencia, han sido igual incompatibles con la seguridad personal y los derechos de propiedad; en general han tendido cortas vidas y han muerto violentamente.”

“La República es el gobierno que adquiere sus poderes directa o indirectamente de la gran masa de la sociedad civil, es administrado por personas en funciones por un periodo de tiempo limitado, y es calificado por su eficiencia. Es esencial que ese gobierno sea emanado de la sociedad civil y no de una pequeña clase favorecida, porque de otra forma un puñado de tiránicos nobles ejerciendo su opresión, vía delegación de poderes, puedan aspirar a la clasificación de república y exigir para ese gobierno el honorable título: República cuando está lejos de serlo.”

4. ¿Por qué los anticastristas llevan más 50 años fracasando? Y eso que han sido apoyados por los Gobiernos de EEUU y que han empleado absolutamente todos los métodos -incluso los más violentos- excepto uno sólo: el buen juicio y la logica. Y aun cuando el régimen castrista ha sufrido repetidamente calamidades económicas, crisis políticas, hostigamiento externo, peleas con la URSS, peleas internas, caídas de prestigio fuera y dentro del país, y otros muchos eventos de los cuales han esperado siempre los anticastristas el eternamente "inmediato" fin de la dictadura. Sin embargo, ahí tenemos los hechos.

Muchas razones explican este fracaso. Pero una hay de fondo y principal de la cual las demás derivan: el miedo a la defensa frontal e integral del capitalismo liberal, con todas sus implicaciones, tanto las clara y evidentemente buenas, ej. Crecimiento económico para todos, como las aparentemente malas -o definitivamente malas para algunos-, p. ej. La democracia limitada.

La primera regla básica de la política dice que cuando un Gobierno es malo, la oposición debe ser mejor; y demostrarlo. Y la segunda dice que Ud. no tiene que demostrar solamente lo malo que tiene su contrario, sino lo bueno (o lo preferible), que tiene Ud.; y fundamentarlo. Y hablando en general, el anticastrismo no le ha mostrado al pueblo cubano el camino a la prosperidad y al bienestar, que es el Gobierno limitado en un contexto de libre mercado. Tal vez en el fondo esa oposición contra Castro es presa de la misma mentalidad anticapitalista que aqueja a los hermanos Fidel y Raúl ... y a la inmensa mayoría de la gente en Cuba y en el subcontinente, hechizada por un discurso que es nada más el eco de los ancestrales sentimientos de envidia a la riqueza y odio al rico, muchas veces pregonado por un cristianismo pésimamente entendido.

En su mayoría el anticastrismo se define así, más anti que pro. Y para colmo "anticastrista", ni siquiera anticomunista. ¡Y el colmo de los colmos: la oposición cubana se deja llamar "disidencia"! Acepta el apelativo, de sumiso estilo soviético tipo '70 y '80. Y no cesa de "mostrar las heridas" ante los medios masivos de comunicación, estrategia casi única, a la que son tan afectos sus dirigentes.

Y su defensa de ideas se limita a la democracia; y a veces ni eso siquiera: a los "Derechos Humanos" solamente. Parece que el anticastrismo quiere una especie de socialismo "blando", democrático y sin Castro; alternativa ante la cual mucho cubano y cubana de a pie parece preferir el socialismo castrista, que ve como más duro y efectivo, asumiendo que socialismo es algo bueno. Y que absolutamente todos están de acuerdo en la "justicia social", el igualitarismo y otros postulados básicos del socialismo, "light" o regular.

Pero todo en medio de esa gran vaguedad conceptual -mal encubierta en pura retórica- que aqueja a tanto exponente del anticastrismo: sin definiciones claras, sin precisiones ni ajustes semánticos, ni mucho menos cuestionamientos. ¿Democracia? Puede ser cualquier cosa; incluso socialismo. ¿Y Liberalismo? Idem: cualquier cosa, lo mismo da. El "pensamiento blando".

5. ¿A los venezolanos (nicaragüenses, bolivianos, ecuatorianos, hondureños, argentinos, peruanos, mexicanos etc) les espera la misma suerte de los cubanos? Es nuestro temor que sí -motivo de nuestras preguntas y comentarios-, porque el chavismo se asemeja al castrismo como una gota de agua a la siguiente, pero también así se parece el antichavismo al anticastrismo. Idéntica respuesta en ambos casos, parece haberse convertido ya en un reflejo condicionado. De este modo Chávez terminará enterrando a todos, después de enterrar a Castro -con todos los muy altísimos honores- en La Habana.

6. ¿Es indetenible a la "marea roja" en América latina? En otras palabras: ¿Qué la impulsa? Pues el "pensamiento blando" que le suministra esas vaguedades que la movilizan, tipo "justicia social", "democracia participativa", y todas las más recientes insensateces de la "política correcta" que difunden las Agencias de la ONU y otras burocracias internacionales. Y el mismo "pensamiento blando" alimenta a la marea roja de muchas viejas y trágicas confusiones ej. Entre libertad y democracia, y entre democracia e igualdad, entre democracia y República.

Y si el "pensamiento blando" empuja la marea roja, por lógica es incapaz de detenerla. Pero ya sabemos que populismo mata lógica y sensatez, para continuar navegando en el mismo buque de la mediocridad…..muy democrática.

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