Tequila Party busca líder hispano
Por: Cristina F. Pereda
A los 47 millones de ciudadanos hispanos de Estados Unidos les hace falta un líder. Con cada convocatoria electoral demuestran que su capacidad decisiva aumenta. Y con cada ciclo político se dan cuenta que republicanos y demócratas están lejos de considerarles un grupo clave entre el electorado.
Uno de cada seis estadounidenses es hispano, pero están lejos de alcanzar la misma representación política. Las victorias de hispanos como Marco Rubio en Florida, Susana Martinez en Nuevo México y Brian Sandoval en Nevada todavía no son suficientes.
El diario Las Vegas Sun mencionaba ayer por primera vez la posibilidad de crear un 'Tequila Party', un partido independiente que represente los intereses de la población hispana. El nombre ya ha despertado todo tipo de reacciones, pero se trataría de copiar la fórmula del Tea Party: nació como una fuerza independiente, desde abajo, y acabó agregado al partido republicano con importantes victorias en las últimas elecciones.
"No sé si ocurrirá", comenta Fernando Romero, presidente del grupo independiente Hispanics in Politics de Nevada a Las Vegas Sun. "Hay una discusión sobre cómo reforzar el voto latino".
Los ciudadanos también perciben el problema de la falta de representación. Según una investigación del Centro Pew Hispanic, el 64 por ciento de los encuestados no sabe quién es el líder latino más importante del país. Otro 10 por ciento responde que esa figura no existe. La encuesta, titulada "¿Un líder nacional hispano? El puesto está vacante", llama la atención sobre la falta de una figura política, cultural o del ámbito empresarial que represente los intereses de un grupo de población tan heterogéneo como el hispano.
La persona más mencionada por los encuestados -con un 7 por ciento- fue Sonia Sotomayor, juez del Tribunal Supremo, seguida del congresista de Illinois Luis Gutiérrez y el alcalde de Los Ángeles Antonio Villaraigosa. El cuarto fue el presentador de Univision Jorge Ramos, por delante de muchos activistas y líderes de la comunidad. Ninguno de ellos tiene influencia suficiente para defender los intereses de los hispanos en Estados Unidos.
Y mientras el puesto sigue sin ocupar, el electorado hispano sigue divido en cada convocatoria electoral. Los políticos saben de la importancia de conseguir su apoyo, pero no siempre responden con resultados a las promesas electorales. Los republicanos, a pesar de contar con más hispanos en sus filas, ya no comprometen su política nacional con el debate sobre inmigración. Y los demócratas, que cuentan con mayor apoyo entre los hispanos, tampoco se arriesgan.
Un Tequila Party podría repetir los logros del Tea Party, que ha conseguido 40 escaños en el congreso para sus candidatos, eso sí, bajo el partido republicano. Pero el desafío de un grupo hispano independiente está en cómo representar los intereses de los hispanos, cuando se trata de un grupo de población mucho más diverso y heterogéneo, también en intenciones políticas, que los seguidores del Tea Party.
Las Vegas Sun mira hacia atrás en su noticia hasta los años 60, cuando nació el Partido de los Jóvenes de Puerto Rico en Nueva York, Chicago y Filadelfia. Uno de sus fundadores, Carlos Muñoz, comenta cómo este partido, que nunca tuvo la oportunidad de convertirse en una fuerza política importante, sí abrió las puertas a legisladores mexicano-americanos.
"Los latinos ya no pueden permitirse el lujo de aislarse", declara Muñoz a Las Vegas Sun. "Lo que necesitamos, dada la realidad actual, es un nuevo partido progresista que sea independiente pero que incluya a todas las minorías y grupos étnicos".
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