Las relaciones de Irán con Venezuela datan de más de 60 años. En la primera etapa, se limitaron a aspectos migratorios, representación diplomática y efímeros encuentros. Tras la llegada al poder de Hugo Chávez, se aplicaron nuevos conceptos que perseguían intereses específicos que transformaron por completo la política exterior venezolana.
Chávez cambió la lista de los aliados tradicionales del país suramericano y se convirtió en la cabeza del antiimperialismo, y socio político y comercial de Cuba, Irán, Siria y otras naciones que enemigas de los EE.UU. e Israel.
Empujado por los acuerdos con Fidel Castro, Chávez llegó al poder en 1999, tras haber ganado las elecciones del 6 de diciembre de 1998, con una agenda oculta para los venezolanos.
La sociedad, ciertamente estaba agotada por la ausencia de respuestas satisfactorias de la antigua elite política dominante, y decidió apostar a un cambio, dándole el soporte electoral al militar socialista, que mintió ante sus electores y desarrolló un proyecto político con el cual, los venezolanos, nunca estuvieron de acuerdo.
La política exterior del país petrolero había mantenido una línea tradicional, similar a la de muchos países de la región. Históricamente, Venezuela fue aliado de los EEUU, incluyendo en las épocas de las otras dictaduras que existieron en los siglos XIX y XX. Si bien no mantuvo una posición reaccionaria ante los países del Medio Oriente, siempre fue un soporte para occidente, y mantuvo una línea dura de condena al terrorismo. No obstante, con la llegada al poder de Chávez, Venezuela se convirtió en la antítesis de su propia historia, transformando radicalmente su línea de intereses, y estableciendo alianzas estratégicas que comprometen la soberanía del país y el futuro de sus habitantes, y colocando a su pueblo en la desconocida área del terrorismo internacional y de la lucha armada, junto a las peores organizaciones terroristas del planetas como las FARC, Hezbollah, Hamas, entre otras.
Chávez tejió con Irán una hermandad desde su primer encuentro con Mahmoud Admadinejad, ejecutando una agenda elaborada desde Cuba y que, lamentablemente para las naciones amantes de la paz del hemisferio, ha dado sus frutos. El gobierno iraní consiguió en el jefe de Estado venezolano un aliado incondicional para su causa y ha aprovechado cada una de las oportunidades que se le han presentado.
En el 2006, se empezó a materializar la alianza entre Cuba, Siria y Venezuela para votar en contra de la Resolución de la Agencia de Energía Atómica del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en contra de Irán por el desarrollo de un programa nuclear.
Para el año 2007, Hugo Chávez visitó Teherán y desde allá, las dos naciones declararon una alianza en contra de los Estados Unidos. Desde esa fecha, Admadinejad dio inicio a una serie de acciones diplomáticas, que incluyeron visitas a Caracas, desde donde se empezó a tender un programa de estrecha colaboración con Nicaragua, Bolivia, Ecuador y el fortalecimiento de las ya existentes con Argentina, Uruguay y Brasil.
El apoyo de Venezuela, no se limitó a lo diplomático en las grandes fotos internacionales, sino que alcanzó un apoyo directo desde el punto de vista político, incluyendo declaraciones públicas a favor de Admadinejad cuando los ciudadanos iraníes denunciaron fraude en las elecciones. Chávez, para la época, apoyó las acciones acometidas por el régimen iraní contra la disidencia, que fue torturada, asesinada y colocada en las tras las rejas.
Además de las declaraciones de amistad y solidaridad, el gobierno de Hugo Chávez estableció una serie de convenios de cooperación, que incluyeron el aspecto nuclear. Entre los memorados firmados por los dos países se encuentran el desarrollo de tecnología, cooperación militar, finanzas, banca, exploración y refinación de petróleo y gas, explotación de minerales e investigación agrícola.
Desde el 2008, ambos países se encuentran desarrollando una agenda común. Las dos naciones pusieron en marcha un memorando de cooperación militar, a través del cual se iniciaron los intercambios en esa materia, y que le permitieron a Irán comercializar pertrechos militares hacia Venezuela y sus socios. Igualmente, se incluyó en el vio de consejeros y entrenadores de Guardia revolucionaria Iraní iraníes para asesorar a las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela.
Investigaciones desarrolladas en los EEUU también indican los acuerdos incluyen envió a Venezuela de miembros de los grupos irregulares terroristas Hezbollah y Hamas.
Venezuela es un país rico en petróleo, pero además posee minerales diversos entre los cuales se encuentra en Uranio. Según reportes, las reservas de uranio superan las 50 mil toneladas. Es público y oficial que técnicos iraníes están a cargo de las minas de uranio venezolanas desde el 2008.
Gracias a la ayuda de Chávez, Irán también pudo penetrar Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina, entre otros.
Las relaciones abarcaron el plano financiero, extremadamente útil para Irán. Desde el 2008 se oficializó la alianza con la inauguración del Banco Internacional de Desarrollo, C.A (BID) que pasó a ser una subsidiaria independiente del Banco de Desarrollo de Exportación de Irán.
Venezuela fue penetrada en todos sus puntos cardinales por iraníes. Fábricas de tractores, bicicletas, carros, pequeñas bodegas, constructoras de viviendas, asesores militares, restaurantes, salas de fiesta y pequeños puntos comerciales se empezaron hacer corrientes en el país suramericano.
Luego empezó a ser noticia las fábricas de armas, que si bien no aparecen claramente establecidas en los convenios firmados por las dos naciones, se empezaron a ejecutar de manera secreta y acelerada desde el 2010.
Existen contadas evidencias sobre las irregularidades que existen en el intercambio comercial entre Venezuela e Irán. De hecho, se ha hecho público como autoridades de puertos de varios países, han denunciado que debajo de la etiqueta de tractores iraníes hechos en Venezuela, se han encontrado cargas de explosivos y armamento.
Para nadie es un secreto que tanto Hugo Chávez como sus más cercanos funcionarios han establecido alianzas con el terrorismo y el narcotráfico y el lavado de dinero. El más reciente y escandaloso evento fue el del narcotraficante Walid Makled, quien bajo la sombra de la revolución bolivariana y con la ayuda de generales y ministros chavistas, forjó un emporio económico a través de la comercialización de la droga.
El gobierno de Estados Unidos, en la oficina de GAO ( U.S. Government Accountability) tiene varios casos abiertos sobre el tránsito de drogas desde Venezuela a diversos países del mundo, por la ruta África. Lamentablemente, no se han tomado las medidas necesarias para frenar este flagelo.
Informaciones reciente señalan que Hezbollah está al frente de las operaciones de comercialización de narcóticos en varios países de América Latina, y utiliza suelo venezolano, cubano y boliviano para consolidar los envíos.
Asimismo, Venezuela ha aliviado a Irán la enorme preocupación que existía por los problemas de tránsito en aeropuertos internacionales. Gracias a la Revolución de Hugo Chávez y al absoluto control que tiene el militar de izquierda en todos los poderes de Venezuela, los agentes de Hezbollah, Hamas y sus aliados han logrado conseguir pasaportes venezolanos y cambiar sus identidades.
El informe de la GAO sostiene que el actual Ministro del Interior, Tarek El Aissami estuvo a cargo de una operación de nacionalización de miembros del Hezbollah y Hamas, cuando era el jefe de la oficina de Identificación y Extranjería venezolana conocida como la ONIDEX.
Algunos de los ciudadanos árabes, que portan pasaportes venezolanos, aparecen en las listas de terroristas más buscados, como es el caso, por ejemplo, de venezolano libanes, Ghazi Nasr al Din quien se encuentra en la lista OFAC de los Estados Unidos denunciado por ingresar en el sistema financiero norteamericano recursos para Hezbollah.
Irán busca a toda marcha desarrollar su capacidad misilística y ampliar su tecnología nuclear para fines bélicos. Para lograr sus objetivos, se trazó como meta penetrar los países que resultaron vulnerables y con liderazgos megalómanos y enfermos, para convertirlos en fichas del peligroso juego que está construyendo Irán contra Israel y occidente.
Irá, también se ha servido de la anomia de otros países del primer mundo, que si bien conocen los alcances de sus planes, se han hecho de la vista gorda, dejando actuar a sus anchas a la Republica islamista. Definitivamente, Irán ha sido eficiente en la propagación de su causa en los países pobres del hemisferio.
Irán logró penetrar el sistema financiero de la región, hacerse de los mecanismos para mover el dinero, para lavar recursos provenientes del narcotráfico, usando todos los mecanismos fraudulentos que si bien son penados, no parecieran ser eficientemente supervisados.
Muchos gobiernos del hemisferio han actuado muy cómodamente frente a este problema, otros tratan de obviar el asunto que amenaza la paz mundial. Todo ese desinterés es aprovechado por Irán que se ha empeñado en comprar apoyos en Latinoamérica.
Muchos creen que el Estado de Israel es el único que este amenazado en la carrera armamentista de la República islámica. Lamentablemente, las consecuencias se verán en un futuro no muy lejano.
La alianza de Venezuela con Irán además de contribuir acrecentar el conflicto en la región, convierte a Irán en más fuerte, y le permite estar más cercano a los Estados Unidos de América.
Venezuela resultó ser el perfecto socio que Irán necesitaba para desarrollar sus planes bélicos. El país petrolero, sumido en la corrupción, el desgobierno, la inseguridad, el hambre y la miseria del socialismo, se convierte en el terreno fértil para ser utilizado como comodín para llegar a occidente. Si bien Hugo Chávez destruyó las instituciones del país y trastocó el sistema financiero con sus políticas nacionalistas- socialistas, Venezuela aun forma parte del sistema financiero internacional lo cual es utilizado por Irán para lograr sus objetivos.
Irán hizo un cálculo preciso sobre quienes podrían colaborar en sus planes, y fue capaz de hilar- de una manera eficiente y eficaz -su estrategia para penetrar occidente a través de los enemigos más vulnerables de los Estados Unidos e Israel.
El liderazgo de Hugo Chávez (coordinado por Fidel Castro) y su influencia en países subordinados al proyecto político socialista cubano-venezolano: Rafael Correa, Daniel Ortega, Evo Morales y Cristina Fernández, entre otros, ayudó a ejecutar el plan de conquista iraní hacia América Latina.
Mientras Irán y Venezuela avanzan, el resto prefiere el silencio cómplice. Sin duda alguna, vienen tiempos difíciles para la región…
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