08 septiembre, 2011

5 formas de crear empleo en Estados Unidos


Hace dos años, el presidente Barack Obama era audaz en su optimismo acerca del crecimiento del empleo en Estados Unidos, prometiendo que sus planes de gasto del paquete de estímulo crearían tres millones de puestos de trabajo para finales de 2010. No funcionó, el déficit de empleos de Obama está ahora en 6.7 millones de puestos de trabajo y esta noche el presidente presentará un plan de empleo repleto de nuevas promesas. Desafortunadamente, ese plan parece ser una repetición de las mismas políticas que han bloqueado el crecimiento del empleo en Estados Unidos.

La buena noticia es que hay otra forma de hacer las cosas y el presidente puede hacer algunas para allanar el camino a las empresas para que creen nuevos empleos.

1) Hacer menos, no más: Durante los dos últimos años y medio hemos visto al gobierno federal gastar más y regular más. En vez de eso, el gobierno debería dar marcha atrás y liberar a las empresas de la nación para que crezcan, generando así empleos. El experto de Heritage J.D. Foster escribe:

En este punto, el énfasis debería ponerse en el gobierno haciendo menos por la economía en su intento de hacer cualquier cosa para impulsar la recuperación. Las fortalezas esenciales de la economía de Estados Unidos siguen sin merma y sin daños a raíz de los recientes acontecimientos. Lo que hace falta no son raudas panaceas de Washington sino una oportunidad para respirar, mayor claridad y una tregua tras la avalancha de iniciativas porque “hay que hacer algo” que produce la capital de la nación.

2) Restablecer la confianza, eliminar la incertidumbre: Uno de los argumentos favoritos del presidente Obama es que los ciudadanos más adinerados deberían “pagar su parte justa” en impuestos, amenazando con elevar los tipos impositivos a pequeñas empresas e inversionistas. Esa retórica puede sonar bien en círculos populistas pero sus llamamientos a la redistribución de la riqueza a expensas de los elementos más productivos de la economía tiene un costo real — provocan incertidumbre.

El presidente debería dejar de proponer aumentos de impuestos y centrarse, en cambio, en infundir confianza en la economía. Puede hacer eso presionando al Congreso para que haga permanente la actual política tributaria o, como mínimo, ampliar la actual política hasta que la economía vuelva a casi el pleno empleo.

3) Poner el gasto bajo control: El presidente Obama ha intentado que el masivo gasto público estimule la economía y hoy estamos viendo los resultados: Déficits, desempleo del 9.1%, 14 millones de desempleados, ningún nuevo empleo creado en agosto y una degradación de la calificación crediticia.

En vez de en más gasto, el presidente debería centrarse en poner el gasto bajo control, reformar los derechos a beneficios y poner a Estados Unidos en un camino fiscal de mayor certidumbre económica.

4) Eliminar regulaciones innecesarias: En los primeros seis meses del año fiscal 2011 se promulgaron quince regulaciones importantes con unos costos anuales que superan los $5,800 millones. Desde el día que asumió el cargo, la administración Obama impuso 75 nuevas regulaciones importantes con unos costos anuales de $38,000 millones. Las regulaciones que están publicadas —y las que están por venir— disparan el costo de hacer negocios, desalientan la inversión y dejan a las empresas a la espera hasta tener más certidumbre sobre su futuro. En vez de regular más, Washington debería acabar con el ataque regulador, eliminar las normativas innecesarias y liberar a nuestras empresas para que crezcan y generen empleos.

5) Derogar Obamacare: La ley estrella del presidente que modifica el sistema de salud trae consigo más gasto, costosos mandatos y regulaciones así como mayores impuestos, todo lo cual pesa fuertemente sobre personas y empresas. Derogar Obamacare sería un gran avance para poner a Estados Unidos de nuevo en la senda de la creación de empleo. La experta de Heritage Nina Owcharenko explica:

Obamacare es posiblemente la más perjudicial de las políticas de la administración que están impidiendo la recuperación del país. En un momento en que se debería haber énfasis en reducir el gasto, reglamentos y normativas y bajar los impuestos, Obamacare hace exactamente lo contrario. Gasta más, impone nuevos y costosos mandatos y regulaciones y eleva los impuestos a personas y empresas. Esta es no es forma de poner la economía en pie y en marcha nuevamente.

Hoy hay 1.7 millones de ciudadanos menos trabajando que cuando se promulgó la ley del paquete de estímulo del presidente. Un mayor intervencionismo del Estado no ha servido para cumplir con la promesa de crear más empleos para los americanos. Y aunque muchos en la izquierda ven una cura para el estancado crecimiento del empleo nacional en más Estado y más gasto, esto simplemente no ha funcionado. Más bien, es hora de que el presidente y el Congreso dejen de recurrir al Gobierno, que saquen a Washington de en medio y permitan que el crecimiento del empleo regrese a la nación.

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