Bernanke decepcionó a mercados e inversores. El presidente de la Fed no quiso dar detalles sobre las medidas que maneja el banco central para ayudar a la economía y Wall Street no ocultó su disgusto. La bolsa acabó con recortes cercanos al 1% y con las esperanzas puestas en que el presidente Obama sea algo más preciso esta noche cuando exponga el plan de estímulo de 300.000 millones con el que espera reactivar el mercado laboral. En el mercado de divisas, el dólar acabó en máximos de dos meses.
Los tres principales indicadores de Wall Street acabaron con pérdidas notables el día pese a que durante la mañana llegaron a cotizar al alza. El Dow Jones de industriales se dejó un 1%, hasta 11.295 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor´s 500 cedió un 1%, hasta 1.185 puntos. El tecnológico Nasdaq Composite perdió un 0,78%, hasta 2.525 puntos.
La principal bolsa del mundo esperaba impaciente las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed). Aunque los analistas no confiaban demasiado en que Ben Bernanke hablara abiertamente de la 3EQ, las palabras del funcionario fueron mucho más parcas de lo deseado y decepcionaron a los inversores, que esperaban un mensaje más contundente. En cambio, Bernanke se limitó ha reiterar lo mismo que desde hace semanas viene diciendo: que la Fed está preparada para actuar cuando sea necesario, que hará todo lo que pueda para impulsar el mercado laboral y que las expectativas de inflación son estables.
El máximo responsable del banco central estadounidense también repitió que las tensiones financieras actuales suponen un importante lastre para la recuperación y que las perspectivas para el tercer trimestre son de crecimiento, aunque la mejora podría verse frenada por las actuales condiciones económicas, tanto en EEUU como en Europa.
Precisamente hoy en Europa mercados e inversores tenían importantes citas a las que atender. La primera de ellas llegaba desde la zona euro con la decisión de tipos del banco Central Europeo (BCE). La primera de ellas llegaba desde la zona euro con la decisión de tipos del banco Central Europeo (BCE).
El regulador presidido por Jean Claude Trichet decidió aplazar su política monetaria de subidas de tipos, pero descartó que vaya a rebajar el precio del dinero a no ser que las condiciones económicas se alejen mucho de las previsiones del BCE. El organismo recortó hoy sus expectativas para la euro zona y reconoció que las condiciones de financiación se han endurecido. El Banco de Inglaterra también dejó hoy estables las tasas en su mínimo histórico del 0,5%.
La reacción en el mercado de divisas fue una fuerte escalada de la moneda estadounidense en su cruce con el euro, que cayó a mínimos de dos meses, hasta los 1,38 dólares. Todo lo contario sucedió con las materias primas. El oro se recuperó de los fuertes recorte sufridos el miércoles y escaló con fuerza hasta los 1.829 dólares la onza. Las principales plazas bursátiles del Viejo Continente se atragantaron en principio con las declaraciones de Trichet, aunque en el tramo final de la jornada lograron enderezar el rumbo al pensar en el plan de estímulo que esta noche anunciará el presidente de EEUU, Barack Obama. El Ibex acabó la jornada con subidas del 1,5%.
Además de Bernanke, hoy también tomó la palabra el secretario del Tesoro, Tim Geithner, que habló sobre el plan de estímulo que anunciará esta noche Obama. El funcionario aseguró que el proyecto ideado por la Casa Blanca se centrará en un paquete de inversiones públicas "muy importante" y en beneficios fiscales y que uno de los objetivos básicos de las ayudas será impulsar el debilitado mercado laboral estadounidense.
Ese debilitamiento quedó de nuevo patente hoy con el dato de peticiones de subsidio por desempleo, que se saldó con un inesperado repunte. El paro semanal aumentó en 2.000 personas, hasta las 414.000. El mercado esperaba una reducción hasta las 405.000. Mejores fueron las cifras de balanza comercial, que en julio se redujo más de lo que esperaban los analistas.
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