A la espera de que esta noche Obama desgrane las líneas maestras de su plan para estimular el mercado de trabajo, el Secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner, ha asegurado que la hoja de ruta se basará en un paquete de inversiones públicas "muy importante" y en beneficios fiscales.
Timothy Geithner, Secretario del Tesoro de Estados Unidos | Foto: Bloomberg
La debilidad del mercado laboral estadounidense ha obligado a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, a lanzar otro plan de estímulo del empleo, que tiene una tasa de paro anclada en agosto en el alto 9,1%. Las primeras filtraciones dadas a conocer ayer, apuntan a una inversión de 300.000 millones de dólares.
Geithner ha indicado que el objetivo de las nuevas medidas será impulsar un sustancial paquete de inversiones públicas y de incentivos impositivos. "Será una mezcla equilibrada de reformas que se combinará con reformas para restaurar la sostenibilidad fiscal a medio plazo", ha informado el responsable del Tesoro estadounidense a Financial Times.
El ex presidente de la Reserva Federal de Nueva York ha añadido que "Estados Unidos debe actuar para fortalecer el crecimiento económico y el empleo para que la economía mundial se recupere".
La crisis de deuda en Europa ha sido uno de los focos de inestabilidad en los mercados financieros y un lastre para la recuperación económica mundial. Por eso, Geithner ha señalado que la Unión Europea debe "tomar medidas contundentes para generar confianza en los mercados de que puede resolver su crisis".
"Europa debe trabajar junta y con el BCE para apoyar el sistema financiero europeo y proveer ayuda sostenible a los gobiernos", ha señalado.
Al mismo tiempo, Geithner también se ha referido a China y las economías emergentes, que también notan ya el enfriamiento de la recuperación económica global. En su opinión, estos países deben fortalecer su demanda doméstica y permitir que los tipos de cambio se ajusten a l mercado.
Por otra parte, el responsable del Tesoro americano ha aseverado que "ninguno de los grandes bancos centrales mundiales se ha quedado sin munición para aliviar la política monetaria".
Precisamente, el banco central estadounidense, la Reserva Federal, se reunirá los próximos 20 y 21 de septiembre para discutir nuevas medidas de estímulo para relanzar la recuperación económica, encallada en un crecimiento anémico del 1% en el segundo trimestre y bajo la sombra amenazante de una nueva recesión.
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