14 septiembre, 2011

Calderón no quiere su “cocol”

Ojalá los privilegiados “300 Líderes Mexicanos” revisen lo que más les incomode.

José Cárdenas

Son 300 y un Guasón

Hace algunos años una niña le preguntó al ex presidente Vicente Fox qué se siente ser Presidente.

Profundo y reflexivo, Fox respondió con sinceridad ranchera: –Dan ñáñaras.

Con la misma hondura intelectual, Felipe Calderón les dice a los “300 Líderes Mexicanos”: hacer política está “del cocol”. El mexicanismo “cocol”, asumido como dificultad extrema, es un modismo bastante frecuente. Además es el nombre de un bizcocho. Y, a partir de hoy, es una nueva definición de las labores de conducción del Estado, que podrá ser incorporada al diccionario político.

–¿Pero cómo es eso de que la política está del “cocol”?

Pues tiene que ver con la resistencia, por lo visto. Lea usted esta definición presidencial digna de Chespirito:

–“Sí, sí, me estoy refiriendo a esa actividad deleznable, porque, la verdad, es del ‘cocol’, digamos, ser político y aguantar todo lo que se dice de los políticos en este país. Lo difícil, lo verdaderamente difícil, es serlo sin claudicar a principios e ideas.”

Descifrado este galimatías, sólo queda un residuo: el “cocol” es la crítica, la incomprensión y, el “anticocol”, la congruencia. El antídoto contra el “cocol” (y con ello los “cocolazos”) es la capacidad de resistencia ante la adversidad.

Y ya en el extremo del coloquialismo político, describió, en la reunión organizada por Raúl y Jorge Ferráez, en el Museo de Antropología, cuál debería ser la composición ideal del Congreso; cuando la Cámara de Diputados “esté padre”, alejada del “desmadre”:

“Yo quiero invitarles, amigas y amigos, (…) a que estas elecciones, si no les gustan los partidos políticos, hagan un partido político, si no les gustan los candidatos a diputados, sean ustedes los candidatos a diputados. Si no les gustan los candidatos (…), sean ustedes los candidatos y tomen ustedes (…) a México en sus manos”, comentó.

Franco y directo estuvo el Presidente. En lo mero bueno del zarandeo, le dice a chipocludos, que las cosas “están del cocol”.

Sobraba contestar a Alejandro Martí por plantear una realidad que “llega a extremos de crisis moral y social”… A Federico Reyes Heroles por sugerir cambios al presidencialismo, la reelección de legisladores y alcaldes…A Ricardo Salinas Pliego, cuando enfatizó la necesidad de más personas con capacidad de juicio… A Claudio X. González al plantear el rezago y las deficiencias del sistema educativo nacional…

Ojalá los privilegiados “300 Líderes Mexicanos” revisen lo que más les incomode. ¿O será más sabrosa la realidad endulzada bajo el cascarón confitado de la mentira piadosa?

Calderón les dejó la mosca en la oreja. Los convocó a emprender “la reforma personal” y acortar la brecha entre lo que se dice y lo que se hace. A realizar la reforma de la congruencia. Quién quita y las cosas mejoren. Si no, de veras, esto se pondrá del “cocol”.

MONJE LOCO. Nunca falta el prietito en el arroz. Entre sonrisa y carcajada, Onésimo Cepeda pide a los aspirantes presidenciales: “Roben, pero poquito”. –¿Pero, quién le gusta?, se le insistió. –Eso no lo puedo decir, soy daltónico y ahorita no veo los colores. Con razón le dicen “Guasón”. Es otro de los 300 Líderes Mexicanos. Ya se sabe, ya se supo.

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