El jefe de la Policía Nacional del país latinoamericano, Oscar Naranjo sugirió que bajo ninguna circunstancia se 'negocie la ley' con el crimen organizado y se mantenga la estrategia de seguridad
Notimex
Naranjo, cuyo trabajo contra los cárteles colombianos del narcotráfico ha sido elogiado por la Administración Federal Antidrogas (DEA) de Estados Unidos, pidió asimismo a México revisar las lecciones de éxito, pero también de fracaso de Colombia.
'Buena parte de la solución radica primero en mantener la voluntad política para persistir en la aplicación de la ley, no negociar la ley', dijo en una entrevista con la cadena estadunidense de televisión en español Univisión.
Su postura coincide con la del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien se pronunció contra la propuesta de quienes apoyan un arreglo con el crimen organizado, y aseguró que 'si se compra la paz llegando a un arregloà eso no es bueno para una sociedad'.
En la entrevista, el militar colombiano recomendó asegurarse de que los procedimientos que emplea el Estado son ajustados 'al respeto total de los derechos humanos para no caer en la trampa de los terroristas y usar procedimientos por fuera de la legalidad, no éticos'.
Naranjo, quien se ha dedicado a combatir en las últimas tres décadas al narcotráfico, señaló que es necesario buscar acompañamiento de la comunidad internacional. 'Cuando un país enfrenta a este monstruo del narcotráfico, realmente demanda de una solidaridad grande', dijo.
Sobre las propuestas de la legalización de las drogas, el general sostuvo que el debate se está dando en este momento, pero no con palabras sino en los hechos, debido al desigual crecimiento en el consumo de drogas naturales frente a las drogas sintéticas.
'Va a llegar un momento en que va a ser literalmente imposible que las autoridades en el mundo estemos revisando en la cartera, en los bolsillos de la gente, comprimidos o pastillas de metanfetaminas y decomisarlas', dijo Naranjo.
'El consumidor de hoy es un consumidor no vergonzante y eso significa que la sociedad lo empieza a aceptar socialmente y esa aceptación social del consumo en la práctica es una legalización de facto de las drogas', sentenció.
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