Debido a la lamentable sanción del Presidente Funes a la aberrante ley que obliga a la Sala de lo Constitucional a tomas decisiones por unanimidad, las redes sociales canalizan a estas horas el descontento de la población con la decisión del presidente Mauricio Funes de aliarse con la derecha parlamentaria para amarrar a la Sala de lo Constitucional, según ContraPunto y todos los periódicos del país.
A las 4:00 de la tarde está convocada una acampada entre el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) y Casa Presidencial. Se pide que se vista de negro para mostrar el luto por la democracia y la indignación que provocó en la ciudadanía esta alianza del Legislativo y el Ejecutivo contra la instancia que estaba llevando adelante una verdadera reforma del sistema electoral y político del país.
Según este medio, los partidos políticos y el presidente de la República son el objetivo de las críticas en Facebook y Twitter, con los tags #acampadaSV y #indignadosSV, desde donde ha nacido la iniciativa a imagen y semejanza de las protestas que desde el 15 de mayo se producen en España.
El nivel de corrupción y de desfachatez política se volvió insoportable en El Salvador. Con las investigaciones de El Faro sobre el Cartel de Texis que muestran que el gobierno (léase Asamblea Legislativa, jueces, fiscales, alcaldes) está infiltrado por el narcotráfico, junto con las sospechas resonantes publicadas en Wikileaks de que Hernán Contreras cubrió casos de corrupción de gobiernos anteriores, mas la misteriosa muerte de Adolfo El Chele Torres que fue determinada como suicidio, luego de que se filtrara una grabación en la que éste negociaba con el ex-diputado Roberto Silva una posible maniobra de corrupción para liberarlo de cargos de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, sólo nos queda por decir que El Salvador está enfermo de muerte y que el Gobierno no lo puede salvar, pues son los mismos gobernantes la causa de la enfermedad.
¿Qué le queda a la población salvadoreña para rescatar a su patria cuando los diputados, los jueces, los alcaldes y hasta el Presidente de la República les han fallado y se han vuelto cómplices del crimen organizado, persiguiendo agendas ocultas en lugar de defender la Constitución y el estado de derecho contra el narcotráfico, las pandillas y la corrupción? ¿Qué nos queda pueblo salvadoreño?
Sigamos agachando la cabeza, pagando nuestros impuestos, y tomando jarabe contra el dolor de estómago para soportar las noticias de todos los días. No! Llegó la hora de levantarnos pacíficamente y protestar. Protestar, protestar y protestar hasta que nos oigan y saquemos a todos los corruptos del poder. ¿Será que El Salvador está pidiendo un golpe de Estado para rescatar a la patria? ¿Será que ya llegamos a esos niveles tan trágicos?
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