17 septiembre, 2011

Entre Candela, Schoklender Y El Narcotráfico

Hace unas horas, el parri­cida Ser­gio Scho­klen­der dio varios pasos más para sepa­rarse de Hebe de Bona­fini, del gobierno y en favor de su pro­pia ima­gen y encua­dre polí­tico. Con una frial­dad incom­pa­ra­ble, des­granó poco a poco nue­vas acu­sa­cio­nes para des­nu­dar la gran estafa de las Madres de la Plaza de Mayo y del extra­or­di­na­rio nego­cio en que este gobierno con­vir­tió a los dere­chos huma­nos. Estos sir­vie­ron a Raúl Alfon­sín y a Nés­tor Kir­ch­ner – sobre todo a este último – para mon­tar una de las ope­ra­cio­nes polí­ti­cas más auda­ces de nues­tra his­to­ria moderna, ope­ra­ción que no dudó en encar­ce­lar a cen­te­na­res de per­so­nas, des­guar­ne­cer al País y tra­tar de modi­fi­car a la his­to­ria como método para mane­jar mul­ti­tu­des y argu­men­tar fal­sos valores.

Lo que hoy vivi­mos los argen­ti­nos tiene varias face­tas y con­te­ni­dos. Uno de ellos, digno de estu­dio, es la escasa inci­den­cia elec­to­ral que tiene esta his­to­ria acu­mu­lada con otras que pasan por la corrup­ción – pala­bra que de tan uti­li­zada en estos tiem­pos ha enfla­que­cido sus alcan­ces en vez de acre­cen­tar­los – y el sur­gi­miento de hechos de nota­ble con­te­nido, asom­broso desa­rro­llo y escasa reac­ción popu­lar. Esto último es otro fac­tor digno de ser tomado en cuenta para que algún día poda­mos expli­car la deca­den­cia que nos ago­bia. La misma que ayer impi­dió que a un exi­toso gober­na­dor de Bue­nos Aires y bri­llante gene­ral de la Nación, fuera intro­du­cido, enfermo y mani­fies­ta­mente impe­dido, a los Tri­bu­na­les de Como­doro Py sen­tado en una silla de rue­das y espo­sado. Era Ibé­rico Saint Jean, hoy con­ver­tido en preso político.

Mien­tras el escan­da­loso y com­plejo caso del ase­si­nato de la niña Can­dela Rodri­guez per­mite que la opi­nión pública ingrese en las pro­fun­di­da­des de la cri­sis moral que vivi­mos los argen­ti­nos, en deter­mi­na­dos nive­les del poder se uti­liza esta muerte con ase­si­nos que per­ma­ne­cen en la nebu­losa para medir el deve­nir polí­tico de los pró­xi­mos días con miras a las elec­cio­nes. El kir­ch­ne­rismo busca con­tro­lar las noti­cias y su desen­lace dudoso para limi­tar las posi­bi­li­da­des elec­to­ra­les del hoy gober­na­dor y can­di­dato a la reelec­ción, Daniel Scioli en cuyo terri­to­rio ocu­rrió este hecho, con el objeto de que sus votos no sobre­pa­sen los que Cris­tina Fer­nán­dez de Kir­ch­ner espera obte­ner en octu­bre con o sin fraude. Con­cu­rren­te­mente, Cris­tina y su pequeño grupo de ase­so­res pri­vi­le­gia­dos no desea un pode­roso gober­na­dor de Bue­nos Aires, en tanto éste oscila entre sus fide­li­da­des y la con­cien­cia de que llegó al límite tole­ra­ble de su aca­ta­miento al poder cen­tral. El 2015 se levanta peli­groso en el hori­zonte y alter­na­ti­va­mente se acerca y se aleja de todos los pro­ta­go­nis­tas de este difí­cil esce­na­rio. Toda­vía, su cen­tro está ocu­pado por el cadá­ver de la niña y todas las alter­na­ti­vas – todas repe­ti­mos – están rodea­das del moderno fla­gelo de la droga y su comer­cia­li­za­ción, de malos poli­cías com­pra­dos con parte de sus divi­den­dos, otros deli­tos clá­si­cos del con­ur­bano bonae­rense cada vez más inha­bi­ta­ble y una cre­ciente vio­len­cia que hace que la pala­bra anar­quía aflore cada vez más seguido en los aná­li­sis. Scioli lo sabe y tam­bién Cris­tina y ambos no tole­ran que día a día ellos dos son más competidores.

En otra punta de este mapa prin­goso se ubica el caso Scho­klen­der. Este per­so­naje, que no ha dudado en man­te­ner en pri­vado un pesado diá­logo con el juez Oyar­bide a quien ame­nazó de muerte en caso de que su escaso entu­siasmo se tra­duzca en deci­sio­nes des­fa­vo­ra­bles para su per­sona, no deja de tras­lu­cir en las pan­ta­llas de tele­vi­sión que es su pro­pio abo­gado y que no dudará en arras­tra a la misma Cris­tina si fuere nece­sa­rio para sal­varse o salir lo mejor parado del escán­dalo que pro­ta­go­niza. Incluso dejó a su her­mano al garete aun­que en la tele­vi­sión intenta mos­trar algo pare­cido a un sen­ti­miento fra­terno. Nada más que parecido.

Hay muchas más cosas que se mez­clan en este marasmo como en un cali­dos­co­pio malo­liente. López, el Secre­ta­rio de Obras Públi­cas, emerge de los argu­men­tos de Scho­klen­der como un fun­cio­na­rio com­pro­me­tido en coimas y fal­tas a los debe­res de fun­cio­na­rio público. Hasta ahora nada dijo en su des­cargo y tam­poco el Dr. Bar­ce­sat acu­sado de ganar un millón de pesos por año “sólo por no hacer nada”. El pro­fe­sio­nal, des­ta­cada figura de la izquierda, tran­sita como muchos otros de sus mis­mas ideas por la cuerda floja de las ape­ten­cias cre­ma­tís­ti­cas opues­tas a los prin­ci­pios que dicen defender.

Incon­mo­vi­ble, el parri­cida avanza todos los día un pequeño paso que lo coloca cada vez más en el terreno polí­tico. Ya se llevó puesta la ban­dera de los dere­chos huma­nos que Cris­tina se empeña en defen­der, en tanto Hebe debió cederle a Estela Car­lotto el puesto de las pre­fe­ren­cias kir­ch­ne­ris­tas lo que podrá durar hasta que se des­cu­bran las andan­zas de sus hijos y otros parien­tes bene­fi­cia­dos eco­nó­mi­ca­mente por el ofi­cia­lismo al que sirve. Según parece, en el lejano pasado de la Gue­rra Revo­lu­cio­na­ria hay una muerte que podría gene­rarle complicaciones.

Mien­tras tanto, el cali­dos­co­pio se mueve sin pausa. El nar­co­trá­fico pasa de Can­dela a los vue­los de los cos­to­sos avio­nes com­pra­dos por Ser­gio quien como si fuera un anti­guo “mecano” o un eterno rom­pe­ca­be­zas, debe ejer­cer su memo­ria para no “pisarse”, no con­tra­de­cirse y no caer en la trampa de algún perio­dista inte­li­gente o de cual­quier otra per­sona que inter­venga en esta madeja. El parri­cida se per­cata de la com­ple­ji­dad de todo esto y quie­nes saben de estas cosas, ase­gu­ran que una carta fuerte que ya fue anti­ci­pada a medias, será la de los hijos de Hebe de Bona­fini, la diri­gente que montó su poder polí­tico sobre el dolor de madres que no supie­ron con­te­ner a sus hijos revo­lu­cio­na­rios. Hebe gritó a los cua­tro vien­tos que los suyos habían muerto pero nunca aclaró ni como ni cuando. Esto pro­vocó ver­sio­nes que incluso se pusie­ron en boca del ex marido de la matrona iras­ci­ble. Ahora sería Ser­gio se encar­ga­ría de acla­rar este asunto y así, no son pocos los que espe­ran que relate que ambos ex gue­rri­lle­ros están vivos en Europa, más pre­ci­sa­mente en París de donde via­ja­rían con bas­tante perio­di­ci­dad a Madrid, España, para aten­der, nada más y nada menos, que las cuen­tas secre­tas que con millo­nes de euros su mamá habría acu­mu­lado con lógico secreto. Incluso que­da­ría para la pes­quisa algún viaje por Ita­lia – Ale­jan­dra, su her­mana, sería la encar­gada de admi­nis­trar el millón de euros guar­dado en La Habana – pero el caso es que Ser­gio tiene que cui­darse muy mucho pues podría que­dar incurso en deli­tos conexos.

De todos modos, la ame­naza de abrir su boca ya flota en el aire peca­mi­noso del escán­dalo. En algún lugar, dicen, exis­ti­ría amplia y jugosa docu­men­ta­ción que sería algo así como un rease­guro ante cual­quier even­tua­li­dad, sobre todo una vez que se agote o dis­mi­nuya la expec­ta­tiva que inau­gu­ra­ron sus rela­tos que con toda lógica – y esto es lo que quiere la Casa Rosada – se des­gas­ta­rán pau­la­ti­na­mente a medida que gene­ren can­san­cio en la volu­ble opi­nión publica de los argen­ti­nos. Mien­tras Hebe guarda silen­cio y no se defiende, Ser­gio ase­guró que lo quie­ren lle­var a pri­sión para evi­tar que hable, pero obvia­mente, esto último sólo sería posi­ble si muere.

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