24 septiembre, 2011

La Flaka: de policía modelo a líder de Los Zetas

Incluso premiada por su labor, una policía municipal de San Nicolás de los Garza se integró a la temible banda delictiva como lideresa local. Su trabajo iba desde la radiocomunicación hasta el secuestro y el pago de nómina.

Foto: Semar/ AFP

A la ex policía municipal Verónica Moreno le tocaron otros tiempos, más complicados y violentos, más volátiles y fugaces, más inciertos, como para intentar consolidarse en la cúpula de un cártel del narcotráfico; su carácter agresivo, con rasgos de liderazgo y mando sobre los integrantes de las células de Los Zetas que operan en San Nicolás de los Garza, no fue suficiente para que lograra evadir las operaciones de inteligencia de la Marina Armada en Monterrey.

Apenas en abril de este año fue dada de baja de la corporación a la que ingresó el 12 de septiembre de 2005; en febrero y marzo fue sometida a exámenes de Control de Confianza, de los cuales no pasó ninguno, especialmente el antidoping. No dudó entonces en buscar a Los Zetas encargados de San Nicolás para formalizar su incorporación al cártel. Pero su efímero liderazgo como cabeza del grupo en San Nicolás de los Garza, municipio localizado al noreste de la capital regiomontana, duró escasamente un mes; nada qué ver con las décadas de control que ejercieron Ignacia Jasso, La Nacha, en Ciudad Juárez, Chihuahua, y María Dolores Estévez González, Lola la Chata, en el barrio de La Merced, quienes se mantuvieron al frente de organizaciones dedicadas al tráfico de marihuana, heroína y opio durante poco más de 30 años.

A La Nacha y a Lola la Chata las buscaron autoridades policiacas de México y de Estados Unidos (EU) para detenerlas por comerciar con sustancias ilegales, y a las dos las buscaron también bandas rivales para eliminarlas y quedarse con un negocio que comenzaba a florecer en forma inimaginada en el corazón del país y en la frontera con EU. Cayeron presas varias veces, pero salían en cuestión de semanas, quizá de meses, para regresar a sus dominios y seguir operando protegidas por policías municipales, estatales y federales en ambos lados de la frontera. Aquellas eran las décadas de los treinta, cuarenta y cincuenta.

El otro paradigma femenino en el liderazgo de un cártel es el de Enedina Arellano, hermana de Benjamín, Ramón, Eduardo y Francisco Javier Arellano Félix. Contadora de profesión, Enedina asumió el control de la banda en 2003, tras la muerte de Ramón y la detención de Benjamín en febrero y marzo de 2002, respectivamente. La Drug Enforcement Administration (DEA) y la Procuraduría General de la República (PGR) aseguran que desde entonces, a través de su hijo Luis Fernando Sánchez Arellano, identificado como El Ingeniero, ella dirige la organización que encabezó Benjamín durante más de una década.

Presentación de <em>La Flaka</em> con José de Jesús Molina, <em>El Chuy</em>, el nueve de septiembre pasado.
Presentación de La Flaka con José de Jesús Molina, El Chuy, el nueve de septiembre pasado. Foto: Semar

Verónica Mireya Moreno Carreón, La Vero o La Flaka, se distingue por ser la primera mujer perteneciente a Los Zetas con mando en la estructura de la organización, aunque apenas tuvo tiempo de intentar encabezar las células que operan en el norte de Nuevo León, zona estratégica para contener el asedio del cártel del Golfo (CdG) desde Tamaulipas y Coahuila. A La Flaka se le dieron las cosas porque no había nadie con sus características e historial como para convertirse en el sucesor de El Sureño, jefe de la plaza en San Nicolás de los Garza, municipio del que es oriundo y del que fue presidente municipal Fernando Larrazabal, actual edil de Monterrey. San Nicolás, según reportes de la Marina Armada, es la cabeza financiera de la región.

El nueve de agosto pasado, la captura de Raúl García Rodríguez, El Sureño, por la Infantería de Marina en un operativo derivado de una denuncia ciudadana, precipitó el destino de Moreno. La ex policía había pasado de ser reclutadora de policías municipales para el cártel, a halcón; mientras perteneció a la corporación de San Nicolás, tuvo la misión de reclutar a otros elementos para servir como enlaces, muros, protección y alerta en caso de que se efectuaran operativos militares y policiacos contra la organización criminal. De allí pasó a ser encargada de las comunicaciones (Traka) de Los Zetas en San Nicolás de los Garza, luego a manejarles la nómina y más tarde a liderar las células del grupo en esa zona de Nuevo León. Los datos de inteligencia naval señalan que La Flaka se convirtió al final en la responsable de coordinar el movimiento de todos los estacas de la zona —un estaca, en el argot policiaco y criminal, es el jefe una célula de entre 10 y 15 sicarios, encargados de proteger una plaza y de enfrentarse a otros grupos armados que buscan el control.

Verónica Moreno, aún policía, herida durante una confrontación con secuestradores en abril de 2009.
Verónica Moreno, aún policía, herida durante una confrontación con secuestradores en abril de 2009. Foto: Especial
LA OFENSIVA

La Armada de México ha desarrollado más de 30 operaciones directas contra Los Zetas en Nuevo León en lo que va de este año, en las cuales han sido capturados más de 40 integrantes de esa organización. La Flaka formaba parte del grupo, que intenta mantenerse en el estado peleando la plaza a muerte con el CdG desde hace tres años. Datos de inteligencia naval y de la Policía Federal indican que este cártel habría logrado desplazar por completo a Los Zetas en ciudades como Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, y éstos buscan ahora no ser expulsados de Monterrey (principal campo de batalla) y de otros puntos de Nuevo León, en lo que constituye una guerra aparte.

El círculo en torno a Los Zetas se estrechó en las semanas recientes a raíz del ataque de presuntos sicarios de ese cártel en contra del Casino Royale, en Monterrey, el pasado 25 de agosto, en el que murieron 52 personas. El gobierno federal ordenó el desplazamiento hacia Monterrey de más de dos mil efectivos, entre militares y policías federales, para responder al ataque y detener a los responsables. La Armada de México envió a dos grupos de inteligencia y a un destacamento de Fuerzas Especiales para sumarse en particular a la búsqueda de los criminales que incendiaron el casino, y en general para presionar a Los Zetas en los municipios del norte del estado.

Martín Omar Estrada, <em>El Kilo</em>, presunto jefe de <em>Los Zetas</em> en San Fernando, Tamaulipas, el 17 de abril de este año.
Martín Omar Estrada, El Kilo, presunto jefe de Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas, el 17 de abril de este año. Foto: Jorge Carballo

Antes de la detención de El Sureño y de La Flaka, la Marina Armada había logrado la captura de operadores y jefes de Los Zetas, como Martín Estrada Luna, El Kilo, “presunto jefe de Los Zetas en la plaza de San Fernando, Tamaulipas, vinculado con el hallazgo de fosas clandestinas con cadáveres localizadas en dicha localidad (16 de abril de 2011), y Sergio Antonio Mora Cortés, El Toto, integrante del grupo delictivo de Los Zetas y jefe de Julián Zapata Espinoza, El Piolín, presunto asesino de un agente norteamericano”, según uno de los comunicados de la dependencia.

Para dar con la ubicación de Verónica Moreno, la Marina Armada empleó dos grupos de inteligencia táctica que tenían tras de sí un detallado trabajo de localización e intercepción de radiocomunicaciones. Era fuego contra fuego, ya que La Flaka había sido entrenada en la policía municipal y después por Los Zetas en el manejo de toda clase de equipos de radiocomunicación.

CARÁCTER AGRESIVO

De acuerdo con el primer perfil sicológico de ella elaborado por la Armada de México tras su detención, La Flaka —o La Güera, como también se le conoce— es una mujer con “carácter agresivo, cualidades de líder, seguridad en sí misma, capacidad de adaptarse en el medio ambiente que se desenvuelve” y que “efectúa reprimendas constantes al personal subordinado a ella”. Moreno Carreón tiene 35 años de edad, y fue detenida el 10 de septiembre mientras conducía un automóvil con reporte de robo; llevaba consigo un revólver calibre 38 especial, 100 dosis de polvo blanco con las características de la cocaína, 50 dosis de presunta “piedra”, dos paquetes aparentemente de marihuana y seis teléfonos portátiles.

Su captura consta en la Averiguación Previa APPGR/SIEDO/UEIDCS/387/2011. La información se basa en el seguimiento hecho a las estructura de Los Zetas en Nuevo León en meses recientes, y también en lo declarado por Moreno Carreón tras su captura. La Güera, ubicada por la Armada como “presunta jefe de plaza”, describe a grandes rasgos su paso por la organización en Monterrey, señalando que inició como halcón durante sus labores como policía municipal, que continuó con esas actividades al ser dada de baja de la corporación. Una vez fuera buscó a una persona conocida como El Chino, encargado de la plaza en ese tiempo, incorporándose permanentemente como halcón y posteriormente como jefa de comunicaciones del mismo individuo.

Incendio en el Casino Royale de Monterrey, Nuevo León, el 25 de agosto pasado.
Incendio en el Casino Royale de Monterrey, Nuevo León, el 25 de agosto pasado. Foto: Darío León

La captura de El Chino dejó como jefe de la plaza en San Nicolás de los Garza a Raúl García Rodríguez, El Sureño, quien, a decir del vocero de seguridad estatal, Jorge Domene, es la pareja sentimental de Moreno Carreón. “El Sureño fue detenido el 10 de agosto por la Marina en el municipio de Monterrey, relativamente lejos de su zona de seguridad. En consecuencia de la detención del (a) Sureño”, señala la información de inteligencia, “(ella) queda presuntamente como Jefa de la plaza de San Nicolás de los Garza”.

El perfil criminal elaborado en primera instancia por la Marina indica que La Flaka desarrollaba diversas funciones, siendo la principal el “Control operativo del municipio de San Nicolás”. Ella era la “encargada de conseguir y enviar vehículos para atenciones de su jefe inmediato ‘por medio de la compra y robo’, y también tenía como una de sus encomiendas el ‘cobro de derecho de piso’ en los comercios establecidos en el municipio”.

Sin detallar las zonas o los corredores que son manejados por Los Zetas en San Nicolás de los Garza, la Armada indica que La Güera controlaba a los “vendedores de droga de su zona de influencia”. También se ocupaba del “transporte, venta y distribución de droga en locales, puestos y personas sin domicilio fijo”, pero sobre todo era la encargada del “control, movimiento, reemplazo de halcones y estacas”. Entre las responsabilidades de Moreno, según el reporte de la Marina Armada, estaban el “pago de nómina de halcones, policías, ministerios públicos (sic), sicarios y estacas”, y también la “utilización y desplazamiento de patrullas y policías del municipio”, desplazamiento enfocado a mantener un control férreo de “puntos tácticos que informan el movimiento de autoridades federales”.

Mil 500 miembros de la Policía Federal llegaron a Monterrey para apoyar en las labores contra el crimen organizado el 28 de agosto pasado.
Mil 500 miembros de la Policía Federal llegaron a Monterrey para apoyar en las labores contra el crimen organizado el 28 de agosto pasado. Foto: Carlos Jasso/ Reuters

La Marina señala que, de acuerdo con su propia versión, La Flaka obtenía información “mediante tortura e interrogatorios forzados”. La “privación ilegal de la libertad, levantones, secuestros y desapariciones forzadas de personas” eran otras de las misiones en las que presuntamente estaba involucrada La Flaka, quien, según la Marina, ofrecía también “recompensa o pago por la captura de autoridades federales”, y era la “encargada de mantener en funcionamiento la zona poniente del municipio de San Nicolás en lo referente a la venta de drogas, debido a que actualmente esta zona mantiene financieramente la zona norte de la zona conurbada”.

Verónica sigue declarando en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, entregando detalles sobre la estructura y funcionamiento de Los Zetas en los municipios del norte de Monterrey, territorio que en otras condiciones pudo haber sido suyo por mucho tiempo, pero que hoy, en plena guerra contra las drogas, sólo sirvió para convertirla en una breve referencia en la lucha contra el crimen organizado.

Son otros tiempos.


Ficha delictiva

DATOS PERSONALES

Nombre: Verónica Mireya Moreno Carreón
Alias: Flaka, Vero o Güera
Edad: 35 años
Perfil criminal: Carácter agresivo, cualidades de líder, seguridad en sí misma, capacidad de adaptarse en el medio ambiente que se desenvuelve, efectúa reprimendas constantes al personal subordinado a ella.

El presidente Felipe Calderón ordenó el traslado de miembros del Ejército a la capital de Nuevo León, después de los hechos en el Casino Royale.
El presidente Felipe Calderón ordenó el traslado de miembros del Ejército a la capital de Nuevo León, después de los hechos en el Casino Royale. Foto: EFE
DATOS LABORALES

Ocupación: Ex policía municipal de San Nicolás de los Garza, Nuevo León
Tiempo de empleo: Cinco años (2005-2011)
Motivo de baja: No haber aprobado los exámenes de control de confianza y salir positivo en el examen de antidoping.

INFORMACIÓN DELICTIVA

Organización criminal: Los Zetas
Funciones: Presunta jefa de plaza en San Nicolás de los Garza

Desarrollo en la estructura de la organización criminal: según información proporcionada por la asegurada, inicia como halcón durante sus labores como policía municipal, continuando con estas actividades al ser dada de baja de esa institución policiaca. Al ser dada de baja, busca a una persona conocida como El Chino, (encargado de la plaza en ese tiempo), incorporándose permanentemente como halcón y posteriormente como traka (persona que maneja la comunicaciones) del mismo individuo. Con la detención de éste, El Sureño quedó encargado de plaza. Como consecuencia de la detención de El Sureño queda presuntamente como jefa de la plaza de San Nicolás de los Garza.

Actividades criminales: control operativo de San Nicolás. Encargada de conseguir y enviar vehículos para atenciones de su jefe inmediato (por medio de la compra y robo). Cobro de derecho de piso en los comercios establecidos en el municipio. Control de vendedores de droga de su zona de influencia. Transporte, venta y distribución de droga en locales, puestos y personas sin domicilio fijo. Control, movimiento, reemplazo de halcones y estacas. Pago de nómina de halcones, policías, ministerios públicos, sicarios y estacas. Utilización y desplazamiento de patrullas y policías del municipio. Control de puntos tácticos que informan el movimiento de autoridades federales. Obtención de información mediante tortura e interrogatorios forzados. Privación ilegal de la libertad, levantones, secuestros y desapariciones forzadas de personas. Recompensa o pago por la captura de autoridades federales. Encargada de mantener en funcionamiento la zona poniente de San Nicolás en lo referente a la venta de drogas, debido a que actualmente esta zona mantiene financieramente a la región norte del área conurbada.

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