23 septiembre, 2011

Perry y Rommey, los republicanos a la cabeza de la batalla por la Casa Blanca

Foto: REUTERS/Scott Audette

ORLANDO, 23 septiembre 2011 (AFP) - Un nuevo debate el jueves de los aspirantes republicanos a la nominación presidencial volvió a convertir al gobernador de Texas, Rick Perry, en la ‘piñata’ de una primaria, donde nueve rivales prometieron reducir impuestos y mejorar la economía de Estados Unidos.

Aunque eran nueve los candidatos sobre el auditorio del Centro de Convenciones de Orlando (centro de Florida), la atención y tensión se centró entre el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, y el gobernador de Texas Rick Perry, que se pisan los talones en los sondeos.

En materia económica ambos se esmeraron en afirmar quién iba a ser menos regulador de entes privados en caso de llegar a la Casa Blanca y enaltecieron las reducciones fiscales que lograron como gobernadores, medida que piensan emular si se convierten en presidentes.

Romney criticó a Perry por afirmar que era inconstitucional que el seguro social de los jubilados estadounidenses fuera manejado como un asunto federal y optar porque sean los estados los que lo administren, algo que Perry negó tajantamente.

“Esta no es la primera vez que Mitt se equivoca en algunos temas. Nosotros (la campaña) nunca dijimos que íbamos a devolver el seguro social a los estados”, se defendió Perry.

También discreparon en cómo echarían marcha atrás los planes fiscales que está instaurando Obama.

Romney, hablando de cómo ayudaría a la clase media golpeada por el gobierno de Obama, se comprometió a recortar los impuestos a los ahorros para las personas que ganan menos de 200.000 dólares al año.

Algo que Perry respondió con una ironía señalando que existía “una clase media Mitt” por los altos montos que maneja.

Perry también fue atacado por ser “suave con la inmigración ilegal”, en este tercer debate de los aspirantes conservadores celebrado en Florida, un estado electoralmente clave al contar con 29 de los 270 votos que se necesitan en el Colegio Electoral para ganar los comicios presidenciales.

Aunque lucir “suave” en temas migratorios en un estado donde el 22,5% de sus 18,8 millones de habitantes son de origen hispano podría ser una buena señal política, en un país con más de 50 millones de hispanos.

El gobernador Perry “es suave en inmigración ilegal”, dijo el exsenador y precandidato Rick Santorum.

Como gobernador de un estado que comparte frontera con México, Perry no quiere completar el muro fronterizo “y es muy débil en esta materia”, dijo Santorum, quien criticó una ley tejana suscrita en 2001 bajo su mandato que “otorga trato preferencial” a los estudiantes indocumentados.

En el mismo tono lo criticó Mitt Romney.

“Si usted está diciendo que nosotros no debemos educar a niños que vienen a nuestro estado no por su culpa, yo creo que usted no tiene corazón”, respondió Perry a Romney. “Necesitamos educar estos niños o serán un lastre en la sociedad”, afirmó el gobernador de Texas.

Perry, cristiano y de hablar duro, defendió su experiencia en asuntos fronterizos y de inmigración, mostrándose como un hombre que apoya un reforzamiento militar entre Estados Unidos y México.

Con una tasa de desempleo de 9,1% y una inflación en alza, Perry, Romney, los congresistas Michele Bachmann y Ron Paul, el ex diplomático en China Jon Huntsman, el empresario Herman Cain, el ex senador Rick Santorum, el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich y el gobernador de Nuevo México Gary Johnson, se concentraron en la economía.

Un sondeo publicado el jueves dio a Perry una ventaja de 28-22% sobre Romney entre los republicanos de Florida, y si el debate fuera solamente entre los dos, Perry aventajaría a Romney 46-38.

Pero la encuesta realizada por la Universidad de Quinnipiac, muestra que Romney superaría a Obama 47-40% en un posible duelo presidencial en 2012, mientras que Obama le ganaría a Perry 44-42, un empate estadístico, según el sondeo.

El debate del jueves abrió tres días de eventos del partido Republicano en Florida que terminarán el sábado con un “Straw Poll”, un simulacro de elección primaria para probar la popularidad de los precandidatos.

Según los organizadores, los más de 3.000 activistas y líderes republicanos que asisten a este test, suelen votar en esta instancia por quien seguramente será el candidato definitivo, dijo esta semana el gobernador del estado, Rick Scott

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