18 septiembre, 2011

REENCUENTRO CON LAFFER

REFLEXIONES LIBERTARIAS
REENCUENTRO CON LAFFER
Ricardo Valenzuela

Escuché por primera vez su nombre en el verano de 1979 de boca un brillante economista de Bank of America quien esa semana fungía como mi anfitrión en el entrenamiento que yo recibía en el banco más grande del mundo en esa época. EU se encontraba en el centro del huracán creado por años de agresión a su aparato productivo vía políticas Keynesianas creando un nuevo y desconocido fenómeno: Stagflación; por primera ve en la historia se tomaban de la mano inflación con resección sumiendo al país en una obscura noche de Malasie.

Este hombre al final de un agitado día en los mercados cambiarios de las nuevas monedas flotantes agotado me afirmaba: “Este es el mundo de Keynes y sus deformadas ideas de estimular la demanda utilizando los irresponsables gastos gubernamentales con sus correspondientes déficit, y los graves endeudamientos de los países.” Continúa; “el mundo se dirige hacia la locura financiera; nos hemos hecho adictos a la fantasía, al manejo artificial y a la gratificación inmediata sin prever las consecuencias futuras.”

“Los políticos son todos ya aves del mismo plumaje y vuelan en una sola dirección.” Continua: “Pero por primera vez en muchos años observo una luz de esperanza. Hay un joven economista que está provocando gran controversia. Su nombre es Arhur Laffer, un agudo pensador con teorías totalmente opuestas al clásico Keynesianismo y está creando una verdadera revolución. Habla con pasión y lógica pura de estimular la oferta recortando los asfixiantes impuestos con los que se ha empantanando las actividades de la sociedad civil. Los gobiernos ya se cansaron de ‘nacionalizar’ y ahora disponen del ingreso.”

Esa semana aprendí también que las teorías de Laffer se les conocían como Suppy—Side y en esos momentos sentaban ya las bases para dar reversa al proceso de contaminación inyectado durante tantos años el sistema económico mundial. En la geopolítica del mundo permanecían dos tipos de gobiernos; los comunistas y los devoradores del fruto del trabajo de sus ciudadanos con sus sistemas impositivos draconianos. Los que no se formaban en esas dos filas; eran sólo mendigos de las migajas del FMI o “las ayudas de los ricos.”

Años después las ideas de Laffer abrazaban al planeta cuando Reagan las utilizaba como el mapa y la brújula para rescatar la economía mundial de las garras de la Stagflación, y a la humanidad de la peor aberración del Siglo XX; El comunismo. El nombre de Laffer ya no se escuchaba por accidente, era ahora considerado como una de las grandes mentes que remodelaban el convulsionado mundo. Reagan situaba a Laffer en su selecto grupo de asesores económicos para iniciar su revolución la cual provocaría casi 20 años (1983-2000) de crecimiento sin precedentes.

Tuve la oportunidad de conocerlo hace más de diez años en su cuartel general de La Jolla, California. Durante el periodo de mi estancia en esa ciudad de casi un año tuve la fortuna de establecer una buena amistad con él. A partir de esos momentos me convertí en un taliban del Suppy—Side absorbiendo la sabiduría de éste hombre cada vez que tenía la oportunidad y que con su generosidad, me la ofrecía muy seguido.

Cuando Colosio se convirtió en candidato a la presidencia, inicié la organización de una reunión entre ambos hombres; Laffer y Colosio. Sobrevino la tragedia del cobarde asesinato, y el maestro muy compungido me llamó para sólo decirme lo mal que se sentía ante la tragedia de una familia que ni siquiera conocía. Nunca olvidaré sus proféticas palabras al despedirnos: “Se ha ya activado un plan para desestabilizar el país y el objetivo final es provocar una devaluación que sería catastrófica para los mexicanos. Mientras Pedro Aspe sea Secretario de Hacienda yo garantizo no se dará, pero al momento que se retire del escenario, la consuman y el país se hunde.”

El resto de esta triste historia la conocemos bien y estamos todavía pagando la factura. En Enero de 1995 Laffer compareció ante el Congreso americano para analizar la masacre provocada por la devaluación y decidir que hacer ante semejante problema. Laffer se oponía tajantemente al plan de rescate de Clinton y presentaba el suyo para ayudar a que México desactivara la devaluación regresando al peso a su valor original, o en el peor de los casos a 4.50 pesos por dólar. Finalmente advirtió de forma profética el que no hacerlo, le costaría al país en sus estimaciones cerca de 500 billones de dólares. Curiosamente es la deuda que ahora con la habilidad de una servidora doméstica, simplemente la barremos debajo de la alfombra.

Con el tiempo perdí ese contacto que mantenía con él casi permanente. El asenso de Clinton iniciaba una vez mas la masiva expropiación del pueblo con el aumento impositivo más grande de la historia, y que finalmente abortaría la gran corrida de prosperidad cual auto cuando se le acaba la gasolina. Pero este pasado jueves nos reencontramos en Phoenix. Ahora nos reúne un proyecto que es de las grandes pasiones de Laffer; educación. Me saludó con el afecto de siempre e iniciamos ese banquete de sabiduría. Laffer es ahora entre otras cosas el pivote de una nueva Universidad Cibernética; Yorktown, la cual ofrece ahora a través de ese el nuevo libre mercado el Internet, las ideas de liberación a nivel masivo.

Inició el encuentro con un resumen de la historia económica de México de los últimos 15 años. Luego de ese pequeña entremés le inquiero; ¿porque estás tan involucrado en el proyecto de Yorktown? Responde sin vacilar con otra pregunta. “¿Cuánto tiempo hace que nos conocemos Ricardo?” Mas de 10 años le reviro. “Pues este es el mejor proyecto que ha pasado por mi oficina en todos estos años. Yo soy educador, el internet es el futuro en la construcción de capital humano; Y las inversiones en capital humano reditúan de forma increíble. Esta empresa en tres años debe valer más de 20 millones de dólares. Esto es crear valor para eso; crear más valor.”

“Si algo requiere el mundo es formación de capital humano y esta es la mejor fórmula que he visto.” Afirma son gran seriedad; “Estoy 100% comprometido con este proyecto y me encantaría la involucración de México.” Uno de los espectadores lo distrae del tema preguntándole por la situación de la economía mundial. Con esa gran sabiduría y con el optimismo que lo caracteriza nos da un completo panorama por demás interesante, pero eso será material de otro escrito. Se levanta repentinamente para dirigirse al salón donde lo espera un enorme auditorio y nos dice: “Por favor, unamos esfuerzos en esta cruzada de rescate de lo más preciado de la humanidad; sus mentes.”

Dime algo de México casi le suplico: Sonríe y caminado responde; “hablan español, tienen muy buena cocina, bellas playas, ah, no se les ocurra quitar a Paco Gil de Hacienda porque el país de nuevo se hunde. Nos vemos en San Diego Ricardo grita al despedirse.”

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