18 septiembre, 2011

ALICIA LOPEZ—EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

REFLEXIONES LIBERTARIAS
ALICIA LOPEZ—EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS
Ricardo Valenzuela

“Preocúpate de conseguir lo que te gusta o te verás forzado a gustar lo que tienes. Donde no hay ventilación, el aire fresco es declarado insalubre. Donde no hay conocimiento, ignorancia es declarada la ciencia.”

George Bernard Shaw

Ante el horizonte político amenazando con devorarnos, los próximos meses deberán ser, mas no apuesto, de un debate nacional de gran altura en el cual con honestidad y valentía se identifiquen y “se acepten” los verdaderos problemas del país lejos de la demagogia, de miradas miopes y, sobre todo, de los intereses de la clase política del brazo de sus cómplices: sindicatos, intelectuales, maestros, burócratas y, por supuesto, nuestros mercantilistas empresarios pegados a la ubre. Porque esa es la única forma de iniciar su dolorosa solución la cual es responsabilidad de todos.

Ante ello, se me reclama el que sólo me dedique a señalar la avalancha de problemas nacionales. Se me compara con el “filosofo deprimente,” Arthur Schopenhauer, famoso por una visión del hombre y de su mundo que definía con frases como: “El hombre inventó la sociedad para convivir con otros, porque no podría soportarse a sí mismo.” “El estado no es más que el bozal para domesticar ese animal carnívoro, el hombre, y lograr tenga aspecto y cierta conducta de herbívoro."

"Me dicen que abra los ojos y contemple las bellezas que el sol alumbra; que admire sus montañas, sus valles, sus torrentes y no sé cuantas cosas más. Pero entonces, ¿el país no es más que un lindo escaparate? Ciertamente el espectáculo es espléndido, pero en cuanto a representar algo que inspire la acción inteligente, eso es otra cosa."

Continuaba, “Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde merodean caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos, redentores, pero no son lo que representan, sino sólo la máscara bajo la cual, por regla general, se esconden bandidos, asaltantes y especuladores."

Muchos piensan que el mundo descrito por Schopenhauer es tan cierto como triste y ausente de esperanza. El autor siempre provoca opiniones polarizadas. Nos invita a conocer la realidad del ser humano y del mundo en un viaje a través de la tristeza, la desolación y una exhortación a no esperar arco iris en los horizontes. Ello, nos pueda hundir en un mar de tristeza y desesperanza, pero es sólo la especial noche oscura de su obra, tan necesaria para que resuene la auténtica esperanza de una existencia más profunda, incondicionada y libre. La alegría de un bello amanecer.

Mi actitud de crítico, además de su papel en una sociedad libre, tiene profundas raíces y, sobre todo, me adjudico la autoridad puesto que no soy de los “intelectuales mexicanos” que nunca han sabido lo que es pagar un sueldo, batirse en ese remedo de mercados que rigen en nuestro país y, en muchos casos, enfrentar los abusos de gobiernos que arrebataban al hombre el fruto del trabajo de toda una vida. Yo me formé en los llanos de los ranchos ganaderos de Sonora y en el fragor de la batalla en la cual, he ganado y he perdido en grande y, aceptando mi responsabilidad, no claudico porque tampoco soy parte de aquellos pobres espíritus amogotados en esa zona gris donde nunca han conocido victoria ni derrota.

Finalmente, yo no pertenezco la "filosofía de profesores," como ocurría en tiempos de los sofistas cuando el sincero afán de conocimiento, fue sepultado por la dependencia económica del estado. No es posible ser filósofo y pensador a sueldo.

Por ello, cuando escucho al líder del senado perredista arremeter contra el PAN por la celebración del dos de julio del 2000 argumentando la democracia nació con la revolución, se burla cruelmente de los mexicanos. Cuando escucho a Roberto Madrazo afirmar su partido acepta la liberación de Raúl Salinas puesto que siempre ha respetado y defendido el estado de derecho, eso es burla mas insulto. Cuando veo a los políticos ofendidos negar las afirmaciones de corrupción en el país, algo no rima. Cuando escucho a López Obrador, prometiendo un tren supersónico del DF a Nueva York, Disneylandia en las islas Marías y holocausto para los ricos……..se le reventó el cincho y la montura le resbala por el lomo.

Cuando me entero de la estafa ejecutada en Coahuila por el ahora presidente del PRI y no pasa nada. Cuando veo a un Ulises Ruiz paseando por Europa con los morrales repletos de lo robado y tampoco pasa nada. Y por otra parte, en casos Pemexgate, los videos del Peje, los saqueos residentes en el FOBAPROA, los del IMSS, sus autores no sólo siguen libres, sino todavía incrustados en los cuadros del poder……..se nos desgorretó el macho y regreso a Schopenhauer:

"No hay que desesperar ante lo absurdo cuando no se refuta; porque es imposible quede eternamente consolidado. Llegará el momento que se meditará y se juzgará con sentido común de suerte que, transcurrido el tiempo, la gente llegará a comprender lo que el espíritu lúcido detectó primero. Hay que tener paciencia, porque alguien con un rayo de luz entre personas que viven en tinieblas, es similar al hombre cuyo reloj marcha bien, en una ciudad en donde todos los demás están descompuestos. Él sabe la hora exacta; pero ¿qué importa? Todo el mundo se guía por los relojes que marcan la hora fatal, aun los que saben que sólo el primero da la verdadera."

Pero yo quiero pensar esos absurdos que todavía rigen a nuestro país y por los que mis señalamientos molestan, son provocados por los hombres carnívoros descritos por Schopenhauer. No quiero pensar que continuamos caminando en medio de las tinieblas con relojes descompuestos puesto que, yo prefiero luchar contra la maldad que contra la ignorancia. Porque lo diabólico triunfa pero no conquista. Mientras que en contra de la ignorancia, hasta los dioses luchan en vano. Pero además, gran parte de lo diabólico que el mundo sufre, es provocado por esa ignorancia y las buenas intenciones son aun más letales, cuando emanan de mentes petrificadas.

Si durante los próximos meses privan las dementes luchas de poder, el orgullo y dignidad mal entendidos, el barrer la basura bajo la alfombra, nos estaremos disparando el tiro de gracia. Y yo no quiero un desenlace como el de Schopenhauer quien, al final de su vida, afirmaba preferir la compañía de su perro y se avergonzaba de ser alemán. Porque el ignorar las cosas fáciles es un error, pero hacerlo con los problemas graves, es la muerte segura y éste proceso que nos aguarda, sí es la última llamada no para llegar al cielo, sino para permanecer eternamente en el purgatorio de la mediocridad.

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