23 septiembre, 2011

Váyase, señor Berlusconi

Italia

Corriere della Sera

Milán

Tras los mercados internacionales y las agencias de calificación, los grandes periódicos nacionales italianos se han dado cuenta de que el principal enemigo de la credibilidad del país y de su recuperación económica es Silvio Berlusconi. Y actualmente también piden su dimisión los diarios moderados, como el Corriere della Sera o Il Sole 24 Ore.

La estimación realizada por [la agencia de calificación] Standard&Poor's sobre Italia, no desprovista de motivaciones políticas, se refiere explícitamente a la credibilidad internacional del país y a la estabilidad del Gobierno. Sin embargo, creo que esta crítica se basa ante todo en el hecho de que Italia vive un periodo de declive y que está aplicando impuestos cada vez más elevados para pagar sus deudas. Por desgracia, esta receta hace presagiar un futuro aún más sombrío que el presente.

No obstante, existe otra calificación aún más importante: la del propio país. El problema en este caso es sin duda alguna el presidente del Consejo. Para un gran número de italianos, Berlusconi representaba la esperanza de la estabilidad política y del dinamismo económico. Actualmente, todas esas esperanzas se han desvanecido, se han estrellado por el peso de un cúmulo de promesas incumplidas, de deslices, de escándalos de todo tipo, de comportamientos indebidos y de imprudencias desconcertantes.

Actualmente, el principal problema de Italia es el fin de la era Berlusconi. Todo el mundo sabe, incluidos los amigos más próximos del jefe del Gobierno, que se cierra un periodo y que Berlusconi debe salir de la escena política. Pero nadie sabe aún cómo pasar página. Algunos esperan que la extraordinaria y tumultuosa historia del Cavaliere acabe en el tribunal, por un proceso por corrupción, fraude o inmoralidad. Otros esperan un mensaje decisivo dirigido al Parlamento por parte del jefe del Estado, Giorgio Napolitano.

La impotencia de la democracia italiana

Estas dos soluciones no tendrían más que un mismo efecto: hacer patente la impotencia de la democracia italiana, su ineptitud para afrontar la cuestión con las herramientas propias de la democracia. Sí, Berlusconi debe marcharse, pero de un modo que no infrinja la Constitución y que pueda salvar lo que merece conservarse de su aventura política.

Me refiero en concreto a su partido. No beneficia a nadie que desaparezca una gran fuerza política, elegida tres veces consecutivas por la mayoría de los italianos. Para evitar este hundimiento y para dejar una huella de su paso por la tierra, Berlusconi debería anunciar que no se presentará como cabeza de su Gobierno y que las elecciones se celebrarán en la primavera de 2012 [nota de la redacción: en Italia, las elecciones legislativas tienen lugar siempre en primavera].

Los siete u ocho meses que nos quedan hasta las próximas elecciones podrían tener los mismos efectos que los que se han producido en España, después de que [el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez] Zapatero renunciara a su tercer mandato y adelantara las elecciones al próximo 20 de noviembre. Con esta estrategia se ha producido un acercamiento de la mayoría socialista con la oposición de derecha sobre una serie de cuestiones de interés nacional y ha dejado al candidato socialista, el ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, el tiempo necesario para consolidar su función como líder del partido.

La decisión de Berlusconi sería muy beneficiosa para Italia, que podría presentarse ante los ojos de Europa y del mundo como un país capaz de organizar de un modo racional su futuro, cambiando quizás (aunque me hago demasiadas ilusiones en este sentido…) una ley electoral lamentable. Italia volvería a dar la palabra a una opinión pública que hoy sólo sabe expresar su cólera y su exasperación. Daría tiempo a los partidos políticos para prepararse ante la cita electoral. De este modo, Italia confirmaría a sus propios conciudadanos que pueden resolver sus problemas con los mecanismos naturales de la democracia. Y Berlusconi podría decir, y con razón, que el mérito de este cambio se debe en parte a él.

Llamamiento

La historia saludará la dimisión de Berlusconi

Ahora que Standard & Poor's ha degradado la nota soberana italiana y el FMI ha revisado a la baja las previsiones sobre el crecimiento del país, los empresarios del país declaran que han perdido la fe en el Gobierno y piden la retirada de Silvio Berlusconi. En el diario económico Il Sole 24 Ore, el redactor jefe Roberto Napoletano se dirige directamente al primer ministro:

La credibilidad del país en este momento es demasiado importante para ser sacrificada en el altar de cálculo político alguno, o, peor aún, personal, aunque sea legítimo. El interés general prima sobre el interés individual (y es justo que así sea) y salvar a Italia de la espiral perversa- el impago griego, la falta de confianza en Italia y en los bancos franceses, la falta de confianza en una Europa que tiene complicado "salvar" a Italia, en los bancos-es un imperativo categórico.

El primer ministro debería probar que ama verdaderamente a Italia y que por tanto tiene la fuerza y la voluntad de retirarse si debe reconocer (y todo indica que así es) que no tendrá éxito en hacer lo necesario [...] Tras Grecia, señor primer ministro, no tiene que ser a la fuerza el turno de Italia. Y, de una vez por todas, no debería mirar a otro lado sino acordarse de que las grandes responsabilidades también imponen grandes sacrificios. Sabemos lo que le costará, pero debe igualmente saber que la historia (tras este gesto) también se acordará.

Derechos al “genocidio financiero”

Grecia

Viena
Tesalónica, el 16 de septiembre. Un hombre se intenta inmolar para protestar contra el Gobierno, los bancos y los partidos políticos.

Tesalónica, el 16 de septiembre. Un hombre se intenta inmolar para protestar contra el Gobierno, los bancos y los partidos políticos.

AFP

¿Cómo que los griegos “rehúsan ahorrar”? Un jurista de Viena, que está sobre el terreno en Atenas, les ha observado en su día a día y ha llegado a la conclusión de que ahorran hasta la saciedad.

No podemos quedamos impasibles ante las distintas declaraciones de los altos dirigentes de Europa, algunos rozan la imbecilidad en sus manifestaciones respecto a esos “holgazanes” de los griegos que “rehúsan ahorrar”.

Hace dieciséis meses que tengo una segunda residencia en Atenas, he vivido sobre el terreno esta situación dramática. Se quejan de que los planes económicos no funcionan porque los ingresos fiscales caen en picado. Se cuestiona la voluntad de ahorrar de los griegos. ¡Sorprendente! He aquí algunos datos ilustrativos:

- Reducciones salariales y de las pensiones hasta del 30%.

- Reducción del salario mínimo a 600 euros.

- Alza dramática de los precios (fuel doméstico +100%; gasolina +100%, electricidad, calefacción, gas, transportes públicos +50%) en los últimos quince meses.

- Un tercio de las 165.000 empresas comerciales han cerrado; un tercio ya no puede hacer frente a los salarios de sus empleados. En toda Atenas se ven carteles amarillos con la palabra “Enoikiazetai” en letras rojas – “Se alquila”.

- En este ambiente de miseria, el consumo (la economía griega siempre ha estado muy centrada en el consumo) ha caído de manera catastrófica. Las parejas con dos sueldos (cuyos ingresos familiares alcanzarían hasta ahora los 4.000 euros) de repente se encuentran únicamente con dos subsidios de desempleo de 400 euros y que se empiezan a percibir con meses de retraso.

- A los funcionarios estatales, o de empresas próximas al Estado, como Olympic Airlines o los hospitales, no se les paga desde hace meses y el pago de su remuneración queda aplazado hasta octubre o incluso “el año que viene”. El Ministerio de Cultura ostenta el récord. Numerosos empleados que trabajas en la Acrópolis llevan veintidós meses sin cobrar y cuando ocuparon la Acrópolis durante una manifestación (pacífica) recibieron gases lacrimógenos en lugar del dinero que se les debía.

- Todo el mundo está de acuerdo en que los miles de millones de los pagos del reflotamiento de la UE revierten en un 97% directamente a la propia Unión, a los bancos, para enjugar la deuda y las nuevas tasas de interés. Así se hacer recaer el problema discretamente sobre los contribuyentes europeos. Hasta el momento del crac, los bancos percibían intereses copiosos y los créditos son una pesada losa sobre los contribuyentes. Y sin embargo (¿todavía?) no hay dinero para realizar reformas estructurales.

- Miles y miles de autónomos, conductores de taxi y de camiones, han tenido que desembolsar miles de euros para comprar su licencia, e incluso han recurrido a préstamos para hacerlo. Hoy en día se encuentran frente a una liberalización del mercado que hace que los recién llegados apenas deban pagar nada, mientras que quienes ya estaban en él desde hace tiempo mantienen la carga de sus créditos, que deben devolver a pesar de todo.

- Se crean nuevas tasas. Así, para poner una denuncia en la policía, hay que desembolsar en el momento 150 euros. La víctima tiene que sacar la cartera si quiere que se tenga en cuenta su denuncia. Al mismo tiempo, los policías tienen que hacer colectas para llenar los depósitos de los coches patrulla.

- Se ha creado un nuevo impuesto inmobiliario, asociado a la factura de la electricidad. Si no se paga, se corta la luz de la vivienda.

- Hace meses que las escuelas públicas no reciben un libro. El Estado ha acumulado grandes deudas con las editoriales, que ya no se realizan envíos. Los alumnos sin embargo reciben CD y sus padres deben comprarles ordenadores para que puedan seguir las lecciones del curso. También se desconoce cómo van a cubrir los gastos de calefacción las escuelas – especialmente las del norte del país.

- Todas las universidades están paralizadas de hecho hasta finales de año. Muchos estudiantes no pueden ni presentar sus proyectos, ni hacer exámenes.

- El país se prepara para una ola de emigración masiva y se aprecia cómo aumenta el número de gabinetes que asesoran al respecto. Los jóvenes no ven ningún futuro en Grecia. La tasa de paro alcanza el 40% entre los jóvenes titulados y el 30% para los jóvenes en general. Quienes trabajan lo hace por un sueldo mísero y parte lo hacen en negro (sin seguridad social): Cobran 35 euros por diez horas de trabajo al día en la hostelería. Las horas extra no se pagan. El resultado, ya no queda espacio para las inversiones de futuro como la educación. El Gobierno griego no recauda ni un duro en impuestos.

- Las reducciones masivas de empleados públicos se llevan a cabo de manera antisocial. Esencialmente, se han deshecho de personas a las que les quedaban unos meses para llegar a su cuota para jubilarse normalmente, de esta manera, únicamente tendrán que pagarles un 60% de la pensión habitual.

¿Qué ha sido del dinero de las últimas décadas?

La pregunta que está en boca de todos es: ¿Qué ha sido del dinero de las últimas décadas? A todas luces, no está en los bolsillos de los ciudadanos. Los griegos no tienen nada en contra del ahorro, simplemente, ya no les da. Quienes trabajan se dejan la vida en ello (acumulan dos, tres y hasta cuatro empleos).

Se han evaporado todo el acervo de política social de las últimas décadas en relación a la protección de los trabajadores. La explotación tiene por tanto vía libre; además, en las pymes, normalmente es cuestión de supervivencia. Cuando se sabe que los responsables griegos han cenado con los representantes de la troïka [Comisión Europea, BCE y FMI] gastando 300 euros por cubierto, sólo cabe preguntarse en qué momento acabará explotando esta situación.

La experiencia de Grecia debería poner en alerta a la vieja Europa. Ningún partido a favor de una razonable ortodoxia presupuestaria hubiese podido aplicar su programa: nunca hubiesen resultado electos. Hay que ir contra la deuda en la medida en que todavía está relativamente bajo control, antes de que se convierta en un genocidio financiero.

La lección de Haití para la movilización del Cinturón de Fuego

por Dennis Small y Marcia Merry Baker

El presidente Barack Obama es responsable personal y directamente por las decenas, sino centenares de miles, de muertes evitables ocurridas en Haití durante su mandato. Al no movilizar los recursos científicos, ingenieriles y logísticos a disposición de Estados Unidos, tanto los de acceso inmediato como los de pronto alcance, necesarios para atender los siniestros del terremoto e inundación en Haití en el 2010-2011—que son precisamente las mismas capacidades necesarias para estar preparados ante los peligros actuales del "Cinturón de Fuego" que amenazan a Estados Unidos y al mundo—Obama es culpable de crímenes por los que se le debe hacer juicio político, como Lyndon LaRouche declaró e4néergicamente en el momento.

* 12 de enero de 2010: Un terremoto de magnitud 7 sacudió Haití, produciendo 300.000 muertos oficialmente, con otros 300.000 heridos y dejando a cerca de 1.3 millones sin hogar y desplazados entre los escombros. Lecturas subsecuentes del satélite francés DEMETER mostraron aumentos anómalos en varias ondas electromagnéticas en el área del temblor por cerca de un mes antes del acontecimiento—es decir, en principio, conocimiento previo de tales temblores, y por tanto preparación, es claramente posible.

* 22 de febrero de 2010: Lyndon LaRouche emitió un llamado de emergencia para que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU trabaje en conjunto con el gobierno haitiano para ayudar en la evacuación de hasta un millón de personas a lugares seguros, que se construirían fuera del llano costero de inundación donde yace la capital haitiana, Puerto Príncipe. Si no actuamos, LaRouche enfatizó, Haiti enfrentará pronto condiciones en las que el dengue, cólera, malaria, la tifo y otras epidemias se propagarán, con consecuencias devastadoras. Al no actuar, el presidente Obama está instrumentando una política de genocidio intencional maltusiano dictado por los británicos y se le debe hacer juicio político. LaRouche declaró, "¿Cuántos haitianos más tendrán que morir antes de que sea obvio que se le tiene que hacer juicio político a Obama"?

* 25 de febrero de 2010: Personajes políticos estadounidenses de alto rango con conocimiento personal sobre Haití fueron a la Casa Blanca y presentaron su propia propuesta urgente para que los Estados Unidos ayudaran a Haití a reasentar a cientos de miles de haitianos en terreno más alto, antes de que la temporada de lluvia fuerte y huracanes de abril-octubre golpeara la isla. Al nivel más alto, el gobierno de Obama rechazó la propuesta en el acto, como Nerón girando el pulgar hacia abajo en el circo romano.

* 12 de marzo de 2010: La revista EIR publicó un reportaje sobre Haití, con un plan de acción sobre las cosas a hacer para prevenir lo que de otra forma serían muertes generalizadas. "El concepto del reasentamiento es preparar albergue colectivo de transición en lugares escogidos en zonas seleccionadas de relativa seguridad, en varios estados. Posteriormente, hay que hacer mudanzas a gran escala de los residentes en las zonas vulnerables a los nuevos campos, en donde pueden encontrar alojamiento, educación y programas culturales pero sobre todo, la oportunidad de un trabajo productivo en la construcción de proyectos prioritarios que van desde carreteras a control de inundaciones, sistemas de alcantarillado, abastecimiento de agua, reforestación, agricultura, industria liviana y nuevos pueblos". El estudio de la EIR subrayaba el papel de las capacidades estadounidenses existentes: "Toda la historia y orientación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos... están prestos para el trabajo, incluyendo las tareas de la construcción móvil, levantar campamentos, control de inundaciones, mejoras a las carreteras, establecimiento de pistas de aterrizaje, puertos y manejo de carga, etc." Es importante que la EIR también planteaba que esta misión y tarea para el Cuerpo de Ingenieros del Ejército en Haití, ayudaría a reconstruir sus capacidades para uso futuro a mayor escala, como las amenazas actuales en el Cinturón de Fuego.

Ese número de la EIR dejó al descubierto también la intervención directa británica para imponer la política contraria en Haití, personificada en el profesor de la Universidad de Oxford, Paul Collier, un dizque experto en Haití que había sido nombrado Comandante del Imperio Británico en 2008, y fue asesor principal del exprimer ministro Tony Blair. Collier defendía que se le negara a Haití el acceso a la tecnología de punta e infraestructura, y la imposición de "soberanía limitada" para rematar—políticas que el gobierno de Obama adoptó por completo.

* 12 de julio de 2010: Para cuando se cumplían seis meses desde el terremoto, todavía había 1,5 millones de gentes desplazadas y vulnerables en todo Haití. Las inundaciones de la temporada de lluvias había comenzado. Los "refugios" consistían de unas 700.000 carpas donadas, 40% de las cuales ya necesitaban reemplazarse. Un total de 28.000 personas se habían mudado a nuevos hogares. Casi no se había quitado nada de los 25 millones de metros cúbicos de escombros, a pesar de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU había planificado e iniciado un programa agresivo de manejo de escombros inmediatamente después del terremoto. Las fuerzas militares de EU habían disminuido a solo 500 elementos, de un máximo de 20.000 a finales de enero (incluido un pequeño contingente del Cuerpo de Ingenieros del Ejército) y de 12.500 para el 23 de febrero. El barco hospital Comfort de 1.000 camas, que llegó a Haití el 20 de enero del 2010, salió de Haití el 9 de marzo en contra de los deseos de los doctores en el terreno quienes dijeron que la partida de la embarcación sería "catastrófica" para aquellos haitianos con necesidad de atención médica. El gobierno de Obama determinó que la embarcación "ya no era necesaria".

* Mediados de octubre de 2010: Estalló una epidemia de cólera en Haití, que se piensa que originó en la región del río contaminado Artibonite en el interior del país.

* 5 de noviembre de 2010: El huracán Tomás golpeó Haití. Aunque lo peor de la tormenta libra la isla, produjo la suficiente lluvia e inundaciones como para crear una nueva catástrofe entre los desplazados sin techo. La cantidad de casos de cólera estalló, las Naciones Unidas pronosticaron que se desarrollarían más de 400,000 casos en Haití para abril del 2011, mientras que expertos de la Universidad de San Francisco y de la Escuela de Medicina de Harvard advirtieron a principios del 2011 que el número sería el doble de esa cantidad. En el último informe el 22 de marzo del 2011 del Ministerio de Salud haitiano, las víctimas mortales del cólera en cifras oficiales habían llegado a 4.749—aunque se reconoce ampliamente que estas cifras oficiales no reportan, por mucho, la verdadera magnitud de los casos reales.

Todo esto era previsible, fue previsto y Lyndon LaRouche lo advirtió de forma pública. La muerte y la devastación resultante—el resultado de la política intencional de Londres de inacción maltusiana—son responsabilidad total del presidente Obama. Saquémoslo del cargo antes de que le haga lo mismo a California, en el caso de un posible gran terremoto futuro con foco en la falla de San Andrés, o de un suceso similar.

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