01 octubre, 2011

Alguien está interesado en la crisis?

Carlos Ramírez

Más que la inseguridad y la violencia criminal, el tema central de los procesos electorales de México, Estados Unidos y España será el de la grave, gravísima, crisis económica. Por primera vez se acumulan los datos que prefiguran, ahora sí, una crisis general del capitalismo que no se veía desde mediados de los setenta.


No se trata de una crisis de ingresos, o crisis de la inflación, o crisis de la deuda. El fondo es más grave: una crisis general del sistema económico-productivo y una crisis de estructuras económicas.


Se trataría, como dato adicional, de una crisis de la fase de la globalización arrancada simbólicamente en 1989 con el Consenso de Washington, pero en el año de la quiebra final del sistema socialista de economía de Estado de la Unión Soviética.


En el mismo mes de noviembre de ese año se desplomó el Muro de Berlín y se anunció el decálogo de reformas de la globalización que se convirtieron en doctrina obligatoria.


Pero en el fondo se trata de una crisis del pensamiento económico. Cuando estalló la crisis hipotecaria en EU los economistas corrieron a desempolvar sus libros de Keynes: el gasto público salvaría al mundo de la catástrofe.


Hasta el FMI aceptó, contra todo su pensamiento doctrinario inflexible, el uso del déficit presupuestal para detonar la reactivación; pero los déficit subieron hasta 15% en países desacostumbrados al desequilibrio y la crisis no se resolvió. Barack Obama destinó trillones de dólares para inyectar a las empresas, los consorcios se salvaron de la quiebra, pero la recesión se profundizó.


Todavía no se ha hecho el análisis para saber si falló Keynes o en realidad los economistas populistas se protegieron detrás de Keynes sin profundizar en sus ideas. Estados Unidos se encuentra en crisis, Obama tiene que recortar el gasto por la deuda y el déficit, Europa se hunde por el lastre de Grecia, España, Portugal y pronto Italia, y los bancos, corporaciones financieras y bolsas de valores -los pilares del sistema capitalista de casino- sólo quieren mantener el valor de sus acciones y de sus utilidades.


Por eso es que se aplican a las grandes potencias programas de ajuste que en el pasado se impusieron al Tercer Mundo que manejó irresponsablemente políticas económicas.


Causas y consecuencias


La crisis del capitalismo es general, porque sus mecanismos de control y estabilización están fallando severamente y su capacidad para generar crecimiento económico y desarrollo son menores.


La globalización hizo vulnerable al capitalismo, porque depende de eslabones que carecen de la fuerza y experiencia estadunidense.


El punto más grave es el fenómeno de la resistencia social en las calles a decisiones elementales de ajuste macroeconómico para estabilizar el capitalismo y el agotamiento del consenso sobre los alcances de la producción sin mecanismos de distribución.


La crisis económica ha llevado a la percepción de que el actual modelo productivo internacional -el capitalismo- ya no garantiza bienestar. Y los tropiezos en el ritmo de crecimiento económico están conduciendo a etapas de protestas sociales que hasta hace poco eran impensables y hoy dominan las decisiones del poder.


Y lo grave para el capitalismo en situación de crisis general es que carece de un horizonte de certezas en el corto y mediano plazos, con el agravante de que -diría Keynes- en el largo plazo todos estaremos muertos.


En efecto, la crisis económica del capitalismo es grave, no tiene salidas y afectará a todos, pero parece que políticos y gobernantes miran hacia otro lado? hasta que la crisis los alcance y los atropelle.

No hay comentarios.: