09 octubre, 2011

¿Argentina está lavando dinero?

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por Mary Anastasia O'Grady

Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.

¿Necesita más evidencia de la futililidad de la guerra contra las drogas? No hay que mirar más allá del cable de la embajada de EE.UU. en Argentina filtrado por Wikileaks la semana pasada. Resulta que pese a todas las optimistas declaraciones acerca de la cooperación internacional para combatir el lavado de dinero, la embajada cree que algunos políticos podrían no estar realmente interesados.

Me refiero al cable 1257 filtrado por Wikileaks fechado en Buenos Aires el 1 de diciembre de 2009 y firmado por la embajadora Vilma Martínez. El despacho incluye serias acusaciones de que una unidad antilavado clave de Argentina protegió a la pareja presidencial de ser investigada en el área de dinero sucio.

El tema es importante porque el combate global del lavado de dinero es, supuestamente, un arma crucial en la guerra contra las drogas.

Cuando el gobierno de EE.UU. se abocó por primera vez a detener el consumo de drogas recreacionales, fue a perseguir a quienes las usaban. Pero la demanda era fuerte y la perspectiva de encerrar a tantas personas de todas las clases socioenómicas era poco práctica. Entonces, pasó a combatir la oferta. La nueva estrategia también fracasó, como queda de manifiesto en el constante flujo de drogas a los consumidores estadounidenses que continúa hasta el día de hoy, a pesar de que los guerreros de las drogas hacen espurias reivindicaciones de "éxito" en lugares como Colombia.

Algunos reconocen, en privado, que no están ganando una guerra que este año cobrará miles de vidas inocentes en México. Pero no se rinden. El Plan C es hacer un mayor esfuerzo para detener el lavado de dinero vinculado con las drogas.

Para tener un atisbo de la marcha de ese combate, recomiendo el cable 1257 presentado por Wikileaks como un informe de la embajada de EE.UU. en Buenos Aires respecto al trabajo del Grupo de Acción Financiera (GAF) que revisó durante dos semanas el sistema argentino de combate al lavado de dinero y a la financiación del terrorism. (El GAF, domiciliado en París, es un organismo intergubernamental que tiene la misión de perseguir a quienes utilizan el sistema financiero para lavar dinero sucio).

El cable está encabezado por un sumario que dice "el líder del equipo operacional del GAF es escéptico respecto a las intenciones del gobierno" de afrontar estos problemas. "Algunos contactos de la embajada argumentan que el actual liderazgo del gobierno, incluyendo la presidenta, podrían salir mal parados de una honesta y vigorosa persecución del lavado de dinero".

Más preocupante son las consecuencias que anticipa la embajada. "La casi completa ausencia del cumplimiento de la ley junto con una cultura de impunidad y corrupción hacen que Argentina esté madura para la explotación por parte de narcotraficantes y células terroristas", dice el cable. "En su mayor parte (los contactos de la embajada) insisten en que el financiamiento del terror es muy pocas veces, si es que alguna, transado en Argentina. La mayoría sostiene, sin embargo, que el tráfico de narcóticos se está transformando en un problema real y que, crecientemente, el dinero sucio que circula en el sistema financiero se origina en el tráfico de drogas".

Una opinión notable en el informe proviene presuntamente de "Fabio Contini, el italiano que encabeza el equipo operacional de la revisión y que pasó más de un año en Argentina como el agregado económico y financiero de la embajada italiana". Contini, indica el documento, "tiene una sobria impresión de los esfuerzos del gobierno respecto al lavado de dinero y la financiación del terrorismo, a los que considera poco más que una cortina de humo". El cable agrega que las acciones argentinas "están calculadas para un cumplimiento mínimo de los estándares internacionales y muestran poco entusiasmo real por limpiar el sistema financiero".

Argentina es un país pobre y el cable resalta la carencia de recursos para la vigilancia del sistema financiero. Pero las implicaciones de buena parte de lo que la información que la embajada dice que obtuvo de sus contactos es que el gobierno puede ser más que un inocente testigo demasiado débil para detener un delito.

"Numerosos contactos de la embajada e informes de prensa han identificado a la [unidad de información financiera, UIF] como el principal agente de estos "fracasos", dice el cable. ¿Qué es lo que está mal con la UIF? La embajada escribió que, de acuerdo con un asesor del Fondo Monetario Internacional (FMI), es una "institución inepta y políticamente comprometida". El mismo funcionario, según el cable, dijo a la oficina económica de la embajada que el jefe de la UIF "está personalmente deteniendo informes de transacciones sospechosas del entorno de los Kirchner y se ha negado a responder las solicitudes sobre estas transacciones sobre los propios Kirchner hechas por Suiza, Lichtenstein y Luxemburgo"

Para cerrar, la embajada hace notar que "probablemente no sea realista esperar que Argentina canalice recursos a los fiscales o haga un esfuerzo concertado para perseguir a los lavadores de dinero. Los Kirchner y su círculo simplemente tienen demasiado que ganar de una aplicación laxa de las leyes", agrega.

En el sumario ejecutivo del Grupo de Acción Financera, difundido en octubre, Argentina obtuvo un "no cumplimiento" o un "cumplimiento parcial" en casi todas las categorías. Sin embargo, no hay una referencia directa a la falta de voluntad política como la motivación de lo que ocurre. En cambio, se recomienda "fortalecer la autoridad", más esfuerzos para enfrentar "las carencias técnicas", "leyes actualizadas" y "recursos adecuados".

Cualquier evaluación realista de la guerra contra las drogas tendría que concluir que esto es una farsa. Uno también se pregunta cuántos otros gobiernos también practican los métodos de Argentina.

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