16 octubre, 2011

Arranca en Bolivia la polémica elección de los jueces de los máximos tribunales

Un hombre muestra un cartel informativo para las elecciones de este domingo. | Efe

Un hombre muestra un cartel informativo para las elecciones de este domingo. | Efe

  • La oposición denunció numerosas irregularidades en el proceso previo
  • Se trata de una novedosa elección de magistrados, sin precedentes en el país
  • Un 76% no se considera bien informado para emitir el voto, según un sondeo
  • La OEA ha enviado a 60 observadores y Unasur también se ha sumado
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Unos 5,2 millones de bolivianos votan este domingo para elegir a 56 magistrados de los máximos tribunales judiciales, en un proceso que el Gobierno promueve como avance democrático y la oposición quiere convertir en plebiscito contra el presidente Evo Morales mediante el voto nulo.

Las cerca de 24.000 urnas se abrieron a las ocho de la mañana hora local (12.00 GMT), tras un acto de inauguración de los comicios encabezado por el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, y el presidente del Tribunal Electoral, Wilfredo Obando, a quien la oposición tacha de oficialista.

Morales viajo el sábado a su fortín político, la región tropical del Chapare, en el centro del país, donde aún preside varias federaciones de productores de coca, base para la elaboración de cocaína, y la Presidencia anunció que votará a primera hora en el pueblo de Paracti.

La oposición denunció numerosas irregularidades en el proceso previo a los comicios, incluida la preselección partidista de los 115 candidatos por la mayoría oficialista del Parlamento, y dice que es una farsa de Morales para copar el Poder Judicial, por lo cual pide a los bolivianos que anulen el voto.

El líder del Movimiento sin Miedo (MSM, centroizquierda), Juan Del Granado, hasta 2010 aliado de Morales, advirtió de "un enorme peligro de fraude", lo cual niegan el Gobierno y las autoridades electorales.

En particular, la oposición afirma que Morales, elegido en 2006 y reelegido en 2009, busca controlar los máximos tribunales para legitimar su aspiración a un tercer periodo presidencial de 2015 a 2020, pese a que lo prohíbe la Constitución que él mismo promulgó hace dos años.

Por ello, la expectación de esta jornada, que comenzó sin incidentes mayores, no reside en quienes serán elegidos hoy, sino en cuántos votos nulos o en blanco habrá, y si podrán ser interpretados como rechazo al mandatario.

La complejidad de la novedosa elección de magistrados, sin precedentes en la historia boliviana, junto con las restricciones a los medios y a los candidatos para debatir sobre ellos o sus proyectos, han derivado en una abrumadora ignorancia de la población, según las encuestas.

El 92 % de consultados en las cuatro mayores ciudades de Bolivia no conoce a ningún candidato, o solo a unos pocos, y un 76 % no se considera bien informado para emitir el voto, según sondeos publicados hace una quincena.

Observadores internacionales

Para supervisar los comicios llegaron 60 enviados de la OEA, Unasur y otras entidades latinoamericanas, encabezados por el ex presidente panameño Martín Torrijos, mientras que está vetado el acceso a los centros electorales de observadores de los partidos bolivianos.

Las papeletas de votación son grandes sábanas con las fotos y los nombres de 115 aspirantes a alguno de los 56 cargos en disputa, 28 de magistrados titulares y otros tantos de suplentes de los tribunales Supremo, Constitucional, Agroambiental y Consejo de la Magistratura.

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