24 octubre, 2011

EEUU también dominará el siglo XXI: acabará su dependencia energética y China perderá su ventaja

El fénix americano está lentamente volviendo a crecer"
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El Tío Sam podría dominar también el siglo XXI. Ilustración: Getty

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Mucho se ha hablado y escrito sobre el declive de EEUU y de su hegemonía global. Sin embargo, el siglo XXI también podría estar dominado por las barras y las estrellas, ya que el país podría convertirse en autosuficiente desde el punto de vista energético mientras China pierde gran parte de su ventaja competitiva y Europa sigue enfrascada en sus propios problemas.

Ambrose Evans-Pritchard, polémico columnista del diario The Telegraph y furibundo euroescéptico, asegura en un artículo titulado El poder mundial oscila de nuevo hacia América que "el fénix americano está lentamente volviendo a crecer".

Pritchard mantiene que las actuales teorías del declive de EEUU se parecen mucho a las de los años 80, cuando el ascenso de Japón parecía imparable antes de sumergirse en una espiral de estancamiento de la que el país del Sol Naciente no ha conseguido salir todavía.

El primero de los puntos a favor de EEUU viene por el lado de la energía. Gracias a los avances del gas pizarra (que también podrían suponer un gran avance para España), el país podría convertirse en el mayor productor de gas natural del mundo, por encima de Rusia.

Además, la tecnología de fracturación hidráulica (que rompe piedras con agua) podría incrementar la oferta de petróleo de esquisto bituminoso. Actualmente, EEUU produce el 72% del petróleo que consume, frente al 50% de hace tan sólo una década.

"Las implicaciones de este cambio son muy importantes para la geopolítica, la seguridad energética, las alianzas militares históricas y la actividad económica. La dependencia de Oriente Medio va cayendo, mientras Europa es cada vez más dependiente", según un informe de Bank of America.

Vuelve el Made in America

Otro aspecto importante es el posible cambio de escenario en las relaciones de China y EEUU porque la deslocalización hacia el país asiático está cambiando: cada vez más empresas estadounidenses vuelven a su país ante el cambio de escenario en el gigante asiático.

Made in America, Again ("Hecho en América, de Nuevo") es el título de un informe realizado este mes por Boston Consulting Group, en el que resalta que la inflación de los salarios en China ronda el 16% anual durante la última década, limando una de las grandes ventajas competitivas del gigante asiático.

"Una sorprendente cantidad de trabajado que se fue a China en la última década podría comenzar su regreso", comentaban desde la consultora, que asegura que en algunas industrias como la de los ordenadores, el equipamiento eléctrico, la maquinaría o la automoción y sus componentes podrían estar cerca de un punto de inflexión en este sentido.

Además de los salarios, si se añaden los incrementos del coste del transporte, las dudas sobre la fiabilidad y la piratería, la ventaja de tener fábricas en China se esfuma como demuestra que la lista de empresas que están volviendo a EEUU sigue creciendo.

Boston Consulting Group cree que hasta 800.000 empleos manufactureros podrían "repatriarse" con un efecto multiplicador hasta llegar a los 3,2 millones, lo que supondría salir de la Gran Recesión actual.

Dólar débil, euro fuerte

Como reconocía la Fed de Filadelfia hace poco, la industria estadounidense es muy competitiva con las actuales tasas de cambio del dólar gracias a la política de tipos al 0% de la Reserva Federal y sus programas de estímulo. Además, y pese a que China se ha mostrado reacia a revaluar su moneda, la política de anclaje del yuanal dólar le ha llevado a una inflación que corroe su ventaja.

En Europa, la insistencia del BCE en mantener los tipos de interés más altos que en el resto del mundo desarrollado, recuerda Pritchard, ha hecho que actualmente su base industrial se esté "vaciando". Los países en desarrollo han buscado diversificar sus reservas de divisas y han elegido el euro, otro factor que ha impulsado una moneda que ahora mismo es demasiado fuerte para la mitad de la Eurozona, hecho que se ha agravado por las decisiones del BCE.

Por último, el columnista destaca otras ventajas de EEUU: se trata de la única superpotencia económica con altas tasas de natalidad frente a la decadencia demográfica de Japón, China, Alemania, Italia o Rusia. Además, el culebrón que estamos viviendo en Eurozona muestra por qué es importante que EEUU sea un país auténtico, con instituciones auténticas que funcionan y un banco central real.

"El siglo XXI podría ser estadounidense a pesar de todo, justo como el siglo XX)", concluye Ambrose Pritchard-Evans.

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