24 octubre, 2011

Cinco razones para creer que la economía de EEUU volverá a brillar en 2020

elEconomista | Nueva York

Aunque la locomotora estadounidense no vive su mejor momento todo parece indicar que durante la próxima década el rumbo económico del país podría cambiar de dirección y volver a recuperar la prosperidad de antaño. Es cierto que, a corto plazo, existe poco margen para el optimismo, pese a que el consenso del mercado espera que el crecimiento del Producto Interior Bruto de EEUU crezca alrededor de un 2,5% en el tercer trimestre.

Dicho esto, el mercado laboral continúa estancado, con una tasa de paro que supera el 9%. Además, el precio de la vivienda continúa su caída libre mientras el sector sigue sin reducir inventario de forma considerable. En medio de todo ello, tenemos unas elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina y un "Supercomité" en el Congreso que el próximo 23 de noviembre deberá presentar un plan contundente para reducir la deuda del país durante la próxima década.

Si tomamos como referencia esta retahíla de obstáculos parece poco probable que la economía estadounidense vaya a levantar cabeza en un futuro próximo. Aún así, el portal 24/7 Wall Street ha decidido hacer un análisis sobre las perspectivas a largo plazo que baraja el Gobierno, el Congreso y los expertos, con un resultado más que sorprendente. A continuación, repasamos algunas de las claves por las que EEUU podría volver a coger la suficiente fuerza en los próximos años como para mantener su estandarte y liderar la economía del planeta. Eso sí, los políticos deberán hacer encaje de bolillos para conseguir realmente un consenso que respalde esta hoja de ruta ideal para la economía norteamericana.

1. Vivienda

Los precios de la vivienda aumentarán considerablemente durante la próxima década. En estos momentos, tanto el Congreso como el gobierno coinciden con la mayoría de los economistas que creen que si los precios de la vivienda no se recuperan, las probabilidades de una recuperación más amplia son poco probables. A día de hoy, los precios de la vivienda siguen cayendo y economista como Robert Shiller esperan que seguirán así durante otros dos o tres años más. Varios informes de consultoras, como Zillow, estiman que el valor del patrimonio perdido tras el colapso de la vivienda asciende ya hasta los 9 billones de dólares. Sin embargo, estas condiciones actuales sientan el terreno para un cambio en el futuro. Los tipos de interés bajos, combinado con los precios baratos, acabará por estimular la demanda de viviendas. Además, la reducción del desempleo y los programas gubernamentales para apoyar las hipotecas, mejorarán la capacidad de los estadounidenses a comprar casas. Así, los precios de la vivienda podrían volver a recuperar el valor que perdieron entre 2006 y 2011.

2. Desempleo

El desempleo se reducirá, por lo menos hasta el 6%. De hecho, según las previsiones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) la tasa de paro se situará justo por encima del 5% en 2020. Entre las razones que justifican este optimismo podemos encontrar como la fuerza laboral de EEUU se reducirá considerablemente tras la jubilación de los últimos baby boomers. La siguiente es que una recuperación en los precios de la vivienda comenzarán a impulsar el gasto del consumidor y, a su vez, generará más puestos de trabajo. El aumento de la productividad en EEUU ha sido extraordinario desde el culmen de la recesión. La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) informó que desde el segundo trimestre de 2010 al segundo trimestre de 2011, la producción aumentó un 2,4%.

3. El gasto militar


El gasto militar se reducirá considerablemente. El gobierno federal se ha enfrentado a enormes gastos en los últimos tres años a partir de las guerras en Irak y Afganistán. El coste total de la guerra en Irak, donde las últimas tropas estadounidenses abandonaran el país el próximo 31 de diciembre, supera los 800.000 millones de dólares. Por su parte, la guerra de Afganistán ha costado ya más de 450.000 millones de dólares. De momento, el Senado contempla gastos de defensa, dentro del próximo presupuesto, que incluyen rebajas de hasta 26.000 millones de dólares si se compara a las cifras que maneja la Casa Blanca. Así, la Cámara Alta plantea un coste en defensa que se situará en los 513.000 millones de dólares el próximo año fiscal. Por su parte, el Congreso ha mencionado enormes recortes en el futuro. Según las previsiones de la CBO, el total de fondos federales destinado en defensa es poco probable que llegue a superar los 800.000 millones de dólares en 2020 si no se desata ningún tipo de operación militar inesperada.

4. Derechos y programas sociales

La mitad de los estadounidenses entre 18 y 29 años consideran que el programa de Seguridad Social actual tal y como es concebido en estos momentos no existirá en cuando alcancen los 67 años. Según los expertos este cambio en la percepción permitirá al gobierno reducir gradualmente los beneficios y aumentar la edad de jubilación en la próxima década. Unas expectativas mucho más bajas harán que el electorado este dispuesto a aceptar la necesidad de Estados Unidos para reducir este tipo de programas y reducir el presupuesto.

5. Impuestos

Los impuestos sobre los ingresos personales seguirán siendo relativamente bajos. Esto será una de las consecuencia de los recortes en programas de Seguridad Social y el gasto militar. Además, ambos partidos políticos podrían alcanzar un consenso para mantener bajos los impuestos como medio para estimular la economía. Incluso una vez que este plan no sea necesario, las empresas de EEUU probablemente asumirán impuestos más altos, lo que aliviará la carga impositiva sobre los ciudadanos.

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