25 octubre, 2011

El misterio de la muerte de Laura Pollán



Los resultados de una autopsia practicada en Cuba, no habrían sido muy creíbles tampoco
Pudo afectarse por posibles sustancias tóxicas
 Pudo afectarse por posibles sustancias tóxicas

Por Angélica Mora
Ha fallecido Laura Pollán, la fundadora de las Damas de Blanco y su muerte está envuelta en el misterio.
Sin embargo, por justicia a su memoria,  su fallecimiento no puede quedar sin que se realicen  las averiguaciones correspondientes al caso.
Desgraciadamente la opositora cubana fue incinerada, a las pocas horas de haber fallecido, víctima de un paro cardíaco.
Pero, los resultados de una autopsia practicada en Cuba, no habrían sido muy creíbles tampoco.
En su caso, poco o nada se hizo para preservar su vida.
En el hospital Calixto García, donde fue internada, no hubo el apresuramiento que se hace con los extranjeros llegados a Cuba para diagnosticar y tratar sus males.
Laura Pollán no era Hugo Chávez y menos todavía Fidel Castro o algún otro personaje importante del gobierno de La Habana.


Como consecuencia, esta paciente nunca se recuperó de los dos virus que la aquejaban, sencillamente porque no hubo -durante sus 7 días de internamiento- ningún tipo de tratamiento para combatirlos.
Pueden haberle puesto suero y oxígeno y haberle hecho una traqueotomía, pero no hubo medicinas apropiadas para tratar los contagios del Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y luego del dengue, diagnosticados ambos demasiado tarde.
Desgraciadamente, su sistema inmunológico ya estaba malogrado con el estrés y desgaste en su constante lucha contra las fuerzas represivas del Régimen... y su corazón no dio más y se detuvo.
En este momento, es honrar su memoria pedir justicia con el esclarecimiento de su muerte.
La prensa oficialista de la Isla ha ignorado la muerte de esta gran cubana. Sin embargo, la noticia de su fallecimiento llenó los espacios informativos en el mundo libre.
El periodista Carlos Ríos Otero, miembro de la Agencia de Prensa Independiente Hablemos Press, fue arrestado por  notas escritas por él, donde relacionaba la gravedad de Laura Pollán con otros casos de Damas de Blanco que enfermaron tras ser pinchadas durante actos represivos.
En sus artículos el periodista -específicamente en el de "Vacunas letales contra la disidencia cubana"- trató de la posible relación entre el mal de la opositora y el arañazo que le infligieron en el último ataque frente a su vivienda el 24 de septiembre pasado.
El periodista citó precedentes, como "las inyecciones" aplicadas a tres Damas de Blanco que luego sufrieron mareos, vista nublada, fiebre, pérdida de equilibrio, diarrea, náuseas, calambres, trastorno menstrual y otros síntomas atribuibles a infección bacteriana o a sustancias tóxicas.
Para el régimen cubano es perentorio tratar de silenciar estos casos e ignorar la muerte de Laura Pollán y otros fallecimientos sospechosos del pasado.
En los anales secretos de la historia de Cuba hay cientos de miles de fallecimientos atribuidos a la crueldad del Régimen de La Habana.
Sin embargo hay cuatro que apuntan directamente al gobierno de los hermanos Castro:
La desaparición de Camilo Cienfuegos el 28 de octubre de 1959 es uno de los misterios más discutidos en la historia de Cuba.
El viaje de este importante miembro de la Revolución se había originado cuando el Comandante Huber Matos envió a Fidel Castro una carta, renunciando a la jefatura de la provincia de Camagüey debido a la creciente influencia comunista en la revolución. Castro envió a Cienfuegos para arrestar a Matos.
El 30 de octubre, el régimen declaró que Cienfuegos había desaparecido dos días antes, cuando su avioneta despegó de Camaguey, de regreso a La Habana. Nunca se encontró su cadáver ni resto alguno de la nave.
Las otras dos muertes, que tienen que ver directamente con las órdenes de represión del régimen, son las de los opositores Orlando Zapata Tamayo y José Wilfredo Soto. Ambos fallecieron a consecuencias de la brutalidad de los órganos represivos.
Zapata murió luego de una huelga de hambre de 83 días con la que pedía mejores tratos para los presos políticos y en la que lo dejaron morir de sed al privarlo de agua.

José Wilfredo Soto de 46 años de edad, murió el Día de las Madres, martes 10 de mayo del 2011, víctima de una golpiza propinada por agentes de la policía en una plaza de Santa Clara.
Soto, luego de ser golpeado,  fue arrestado y murió dos días después en lo que el régimen de La Habana calificó "de muerte natural".
Con respecto a la muerte de Laura Pollán, desde un principio hubo dudas.
Envuelto en el misterio está la forma en que esta opositora contrajo los virus que la llevaron a la muerte.
Sin embargo, están claras circunstancias en su hospitalización, donde se destacan el poco empeño en apresurarse en el diagnóstico de los virus y en no darle las medicinas apropiadas.
Por esto es perentorio que los gobiernos e instituciones libres y la opinión pública internacional pidan que se indague  sobre la crisis que condujo a la muerte de Laura Pollán.
Asimismo, es necesaria una campaña para exigir que se indague sobre varios precedentes de caso en que Damas de Blanco y de Apoyo han sido inoculadas durante actos represivos.
Es imperativo que el mundo libre pida explicaciones sobre estos hechos al gobierno de Cuba.
Es la única manera de honrar la memoria de Laura Pollán, junto con exigir que la lucha por lograr el espacio de Libertad, por el que dio su vida, se abra para todos los cubanos.
Sólo así sabemos que Laura Pollán descansará en paz.

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