SIRTE, 8 octubre 2011 (AFP) – Las fuerzas del nuevo régimen libio lanzaron una vasta operación para desalojar a los últimos partidarios de Muamar Gadafi de su bastión de Sirte, pero sin éxito hasta ahora, dado que los gadafistas les oponen una encarnizada resistencia.
No obstante, el comando de la Otan que dirige desde fines de marzo las operaciones en Libia, considera que Gadafi “no ejerce ya en realidad ningún control ni comando sobre las fuerzas” del régimen depuesto, según un alto oficial norteamericano que pidió el anonimato.
Su optimismo es compartido por las nuevas autoridades libias, que estiman que “el fin de la guerra está muy próximo”.
“Existen todavía bolsones de resistencia, pero eso no va a durar”, sostuvo el viernes Jallal al Digheily, ministro de Defensa del Consejo Nacional de Transición (CNT), aludiendo a Sirte y a Bani Walid.
Pese a ello, en el terreno de operaciones la progresión de las fuerzas del CNT no es evidente en Sirte, ciudad situada 360 km al este de Trípoli.
Los violentos combates en las calles de la ciudad, presentados como una “gran operación” por las fuerzas del CNT, arreciaron el viernes en el centro de la ciudad, especialmente alrededor del centro de conferencias Uagadugu, plaza fuerte de los gadafistas.
Pero al fin del día, su comandante, Naser Abu Zian, reconoció el fracaso de la ofensiva contra el centro de conferencias, de donde la mayoría de sus combatientes debieron retirarse a raíz del intenso fuego de los gadafistas.
“Los golpeamos desde hace días: con cohetes, tanques y cañones, pero no se mueven. Apenas la pintura fue estropeada”, lamenta un soldado a cargo de una ametralladora.
No se dispone de balance de víctimas en toda la ciudad, pero el Consejo militar de Misrata, a cargo del frente oeste, anunció 11 muertos y 193 heridos en ese frente.
Según varios combatientes del CNT, éstos avanzan por todas partes en un esfuerzo coordinado y con el apoyo aéreo de la OTAN.
Pero a medida que el cerco se estrecha alrededor de los gadafistas, aumentan los disparos fratricidas. Los combatientes recibieron el viernes varias veces la orden de cesar los disparos, que alcanzaban a otras tropas del CNT apostadas unos kilómetros más lejos, comprobó la AFP.
El sábado, una tormenta de arena hizo que no hubiera ninguna visibilidad y provocó la interrupción de los combares en el frente oeste de la ciudad, constató un periodista de la AFP en el sector.
Más al sur, en Bani Walid (170 km al sureste de Trípoli), los gadafistas oponían también una encarnizada resistencia, que el comando de las fuerzas del CNT trata vencer negociando con las tribus de la ciudad para que entreguen ésta sin combates.
“Pedimos una reunión a fin de poder entrar a Bani Walid sin combates, pero no hay acuerdo. Tendremos que atacar”, declaró a la AFP el comandante de las tropas del CNT en la zona, Omar Fifao, que evocó un plazo de dos días.
Pese a los combates, la producción de petróleo libia, que era de 1,6 millón de barriles diarios antes del conflicto pero que había cesado casi totalmente a raíz de éste, parece reactivarse eficazmente, con ya 350.000 barriles diarios, según el Middle East Economic Survey (MEES)
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